domingo, 27 de diciembre de 2020

El señor de los anillos: Las dos torres (The Lord of the Rings: The Two Towers, 2002). Peter Jackson


Tras la disolución de la Compañía del Anillo, Frodo y su fiel amigo Sam se dirigen hacia Mordor para destruir el Anillo Único y acabar con el poder de Sauron, pero les sigue un siniestro personaje llamado Gollum. Mientras, y tras la dura batalla contra los orcos donde cayó Boromir, el hombre Aragorn, el elfo Legolas y el enano Gimli intentan rescatar a los medianos Merry y Pipin, secuestrados por los orcos de Mordor. Por su parte, Saurón y el traidor Sarumán continúan con sus planes en Mordor, a la espera de la guerra contra las razas libres de la Tierra Media.

En cualquier caso, estas tres horas de apabullante superespectáculo, de amor y fidelidad a la prosa tolkiana y al cine de lo maravilloso, volverán a llenar de gozo y plenitud al espectador, que saldrá de la sala volando como Simbad sobre una nube por todo cuanto han deglutido sus retinas. (…) Jackson,o DeMille renacido con médula mesiánica, obra el milagro: devolver al “cine colosal” su buen nombre. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 18 de diciembre de 2002)

Aun siendo esta segunda aventura de Frodo y sus amigos cine de factura opulenta, pero de lenguaje fílmico pobre, Las dos torres engancha, embauca y se ve bien, pese a que el ampuloso y mareante vuelo de la cámara hacia angulaciones imposibles; el juego retórico del texto -de por sí enfático pero, para colmo, apoyado en músicas que convierten a Wagner en autor de boleros- y el exceso de trama argumental, tan veloz y comprimida que sobrecarga la retentiva del espectador; éstos, y otros similares rasgos de endeblez de este puñetazo de seudocine de hierro, fuerzan a que la vertiginosa sucesión de sucesos y de inventos visuales haga espesa a la pantalla y la secuencia se vuelva más y más fatigosa a medida que la acción se adentra en el frondoso bosque de la leyenda de Tolkien. (Ángel Fernández-Santos en El País del 20 de diciembre de 2002)

Casi dos horas de aburridas descripciones y ampulosos diálogos teatrales, fuera de lugar, para una batallita final realizada por infografía, eso sí, muy espectacular. Pero seguro que los videojuegos sacados del film serán fantásticos… (Federico Casado en ABC Sevilla del 21 de diciembre de 2002)

Como pasaba en la primera parte, de magia nada. La verdad, es que no me ha sorprendido nada en absoluto. Es más, ya me esperaba algo así: casi dos horas de aburridas descripciones y ampulosos diálogos teatrales, fuera de lugar, para una batallita final realizada por infografía, eso sí, muy espectacular. (Federico Casado en ABC Sevilla del 21 de diciembre de 2002)El diseño de producción sigue resultando exorbitante y, si uno logra dejarse llevar, será también sorprendente la capacidad de inmersión del conjunto. La empatía con el hobbit protagonista es un suma y sigue tras haber descubierto este su vulnerabilidad tras el ataque sufrido en la primera parte, subsanado por los cuidados élficos. Allí donde aparece la debilidad hace acto de presencia lo humano. (Bibi Ramos en Sensacine)

La maestría con que combina cuatro líneas narrativas, la habilidad con que salta de una a otra sin tropezar y sin quitarle el ojo a las demás, es, simplemente, una lección de cine. Más oscura que su predecesora, Las Dos Torres sigue siendo, además, un poema monumental: la aparición de los Ents, árboles sabios y peregrinos; el viaje a través de la Ciénaga, tapizada de cadáveres sumidos en aguas turbulentas; y el intermedio romántico que recupera la élfica figura de Liv Tyler, demuestran el talento lírico de un cineasta tan preparado para la prosa heráldica como para la rima en verso. (Esteve Riambau en Fotogramas)

La dos torres equilibra la acción espectacular con la narración emocional, dejando al público completamente satisfecho y ansioso por el capítulo final. (Rotten Tomatoes)

"Las dos torres" posiblemente será más popular que la primera película, hecha más para complacer al público, pero ¿no ha perdido Jackson el propósito original de la historia en algún momento del camino? Ha tomado una obra literaria única y encantadora y la ha vuelto a contar en los términos de la imagen de acción moderna. Si Tolkien hubiera querido escribir sobre una raza de superhombres, habría escrito una versión de la Tierra Media de "Conan el Bárbaro". Pero no. Contó un cuento en el que modestos y pequeños hobbits eran los héroes. Y ahora Jackson ha llevado la historia a la corriente principal de la acción. Hacer lo que ha hecho en esta película debe haber sido increíblemente difícil, y merece un aplauso, pero permanecer fiel a Tolkien habría sido más difícil y más valiente. (Roger Ebert)

Un ejército de cineastas liderados por el director Peter Jackson, ha hecho de la sección central de la trilogía un testimonio resonante del poder de las películas. (Joe Morgenstern en Wall Street Journal)

Tiene un enfoque narrativo más nítido y un sentido del avance más vivo que el de La comunidad del anillo, más episódica. (Todd McCarthy en Variety)

Al aburrimiento se añade entonces el placer tranquilo de la exploracion asistida, el mismo que vuelve un tanto soportables los malos videojuegos plásticamente logrados. (Erwan Higuinen en Cahiers du Cinéma)

La necesidad de estar lo más cerca posible de la letra de la novela es demasiado onerosa para permitir que el cine se desarrolle con todo su poder. Pero sentimos que las aspiraciones de Peter Jackson lo llevan en esa dirección. (Thomas Sotinel en Le Monde)

El asalto a la fortaleza del Abismo de Helm es una pieza de un esplendor asombroso que merece, por su amplitud y claridad, figurar entre las escenas de batallas más impresionantes de la historia del cine. (Christian Jauberty en Première)

Película estrenada en España el 18 de diciembre de 2002.

Reparto: Elijah Wood, Sean Astin, Viggo Mortensen, Ian McKellen, Christopher Lee, Orlando Bloom, Liv Tyler, Cate Blanchett.


viernes, 18 de diciembre de 2020

Harry Potter y la cámara secreta (Harry Potter and the Chamber of Secrets, 2002). Chris Columbus

 

Una noche que su tío Vernon, su tía Petunia y su primo Dudley han invitado a gente importante a cenar, Harry Potter está obligado a pasar la noche en su cuarto. Dobby, un elfo, hace entonces aparición. Le anuncia que terribles peligros acechan el colegio Hogwarts y que no debe volver en septiembre. Harry no quiere creerle. Pero en cuanto vuelve al colegio, Harry oye una voz maligna. Esta le cuenta que la temible y legendaria cámara secreta se ha vuelto a abrir para que el heredero de Slytherin pueda sembrar el caos en Hogwarts. Las víctimas, encontradas petrificadas por una fuerza misteriosa, se suceden en los pasillos del colegio, sin que los profesores - ni siquiera el popular Gilderoy Lockhart - consigan poner fin a la amenaza. Con la ayuda de Ron y Hermione, Harry debe actuar lo más rápido posible para salvar Hogwarts.

Como en las más angostas estrechuras del más listo y marrullero cine de género, la serie Harry Potter tiende desde esta su primera duplicación a reposar sobre lo ya visto y a dar a sus giros y variantes condición de rito, de misa, de juego de azares conjugados de antemano. Por eso, para bien y para mal, convierte el calco en cálculo. Y los calcos calculados abundan en los vericuetos y escondrijos de esta Cámara llena de secretos, pero cuyo misterio es escaso. (...) Una aventura llena de trucos truculentos, bien urdida y a ratos rica, pero que canta en exceso el estruendo de las vueltas y revueltas de sus artificios de laboratorio, lo que atrofia con un exceso de ajetreo la agilidad del primer filme. (Ángel Fernández-Santos en El País del 29 de noviembre de 2002)

En tanto que segunda parte, consigue, como Lucas con sus trilogías, preservar el “look” preciso, intransferible y muy creativo de la primera, que probablemente será el mismo en adelante aunque varíe la batuta (Alfonso Cuarón dirigirá la tercera).¿Los hallazgos? Más de los esperados e inesperadamente tétricos: una legión de arañas, una feroz y gigantesca serpiente digital o unas raíces de mandrágora que gritan como lechones al degollarlos, lo cual, unido a unos graffitis pintados con sangre (cruel excursión a “Seven” y sucedáneos), acerca el producto al cine de terror puro y duro y no se descarta que pueda provocar pesadillas en niños sensibles. No importa: también las propició “Blancanieves y los siete enanitos” y nadie le niega su condición de clásico perpetuo, una noción que empieza a cobrar vida en esta saga cuyo segundo curso merece otro aprobado con nota alta. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 1 de diciembre de 2002)

Es un film honesto, entretenido, apasionante que aún conserva ese encanto dickensiano de los libros originales. (Federico Casado en ABC Sevilla del 2 de diciembre de 2002)

Algo tan indefinible como la evaporación de la magia hace, no obstante, que el conjunto no se eleve: así, este Harry Potter acaba pesando no solo más que un pato, sino casi más que un paquidermo una vez la trama coloca sus cartas sobre la mesa. Estas casi tres horas de ambiciosa ficción para todos los públicos pesan demasiado, y el resultado acaba situándose más cerca de los correcto que de lo sobresaliente. (Jordi Costa en Fotogramas)

Estos personajes y elementos de la trama se unen en secuencias de acción de poder genuino, que pueden ser demasiado intensas para los espectadores más jóvenes. Hay una confrontación de lo más alarmante con arañas y un duelo aterrador con un dragón, y estos no se manejan como episodios de películas familiares alegres, sino con la emoción de un thriller convencional. Aunque por lo general me desespero cuando una película abandona su trama para un tercer acto entregado por completo a la acción, no tengo ningún problema con la forma en que termina "Harry Potter y la cámara secreta", porque ha apuntado hacia este final, insinuando sobre ello, preparándonos para ello, hasta el final. Qué película tan gloriosa. (Roger Ebert)

Las escenas de la película parecen recortadas en una longitud uniforme y dispuestas en un ritmo lento e invariable. Cada discurso e incidente se convierte en un gran efecto y, como resultado, los aspectos más tranquilos y extravagantes del mundo de la Sra. Rowling son limitados o se dejan de lado por completo. La sensación de un crescendo dramático se pierde, por lo que al final, en lugar de sentirse conmovido hasta un alto nivel de ansiedad y emoción, es posible que se sienta maltratado y agotado. (A.O. Scott en The New York Times)

Aunque quizás el primer film sea más encantador para el público más joven, Chamber of Secrets es, sin embargo, más oscuro y animado que su predecesor, expandiendo y mejorando el universo de la primera película. (Rotten Tomatoes)

Si el aperitivo es bastante agradable, hay que esperar hasta el final con las serpientes gigantes y el pájaro de colores, para que la película sea realmente atractiva y bastante exitosa. (Charles Tesson en Cahiers du Cinéma)

Chris Columbus ciertamente no es un genio visual (se sabría), pero la producción ininterrumpida en cadena de Harry Potter le debe menos a un cineasta (muy capaz, además) que a una idea de entretenimiento que asume por completo un lugar vacío dejado por Disney en este nicho específico. (Marc Cerisuelo en Positif)

Película estrenada en España el 29 de noviembre de 2002.

Reparto: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Kenneth Branagh, Richard Harris, Robbie Coltrane, Maggie Smith, Alan Rickman.

lunes, 14 de diciembre de 2020

El monstruo del terror (Die, Monster, Die!, 1965). Daniel Haller

 

Un joven científico americano, Stephen Reinhart, llega a una vieja casona de Inglaterra para conocer a los padres de su prometida Susan. El desolado estado en el que se encuentra la propiedad no desmerece en absoluto con el de sus moradores; mientras el padre, Nahum Witley, es un viejo amargado que vaga de aquí para allá en su silla de ruedas, su esposa Letitia permanece postrada en cama oculta tras un grueso velo negro. Stephen no tardará en descubrir la razón. Film basado en el relato El color que cayó del espacio, de H.P. Lovecraft.

A pesar de algunos defectos menores, Die, Monster, Die! es una película de terror muy entretenida. Boris Karloff y Nick Adams son agradables de ver, y la atmósfera espeluznante de la película le da cierto grado de comodidad; puedes sumergirte en su estado de ánimo inquietante, el escenario espeluznante y los monstruos extraños como si disfrutaras de una historia de fantasmas alrededor de un fuego crepitante. Recomendado. (Christopher Stewardson en Ourculture)

Hemos visto que el cine ha tenido muy poca suerte en adaptar las obras de Lovecraft convenientemente; en este caso, el director Daniel Haller no escapa a esta tendencia, y en donde más se le puede rescatar es en uno de los clímax del final (la lucha entre Boris y el monstruo de la criada) y en los ominosos climas reinantes, en general, en toda la película, a excepción de ciertos momentos en que los clichés inundan y desquician la trama (por ejemplo, el innecesario ataque de Boris convertido en un monstruo luminoso, el innecesario ataque de una planta carnívora a la joven protagonista y el innecesario incendio del final). (Cinefania)

Como se sabe, las obras de Lovecraft nunca han conocido buenas transposiciones cinematográficas. Y esta película no es una excepción a la regla. La historia, una de las más estimulantes de la literatura fantástica, se convierte en un pretexto para una historia entre el terror y la ciencia ficción concebida según las acreditadas reglas del taller de Corman: colores a todo color para crear atmósferas inquietantes, una fotografía que arroja sombras siniestras sobre los paisajes y personajes apenas esbozados que hacen todo lo posible por parecer misteriosos custodios de secretos indescriptibles. Y el director, ex escenógrafo de las películas de Corman inspiradas en E.A. Poe, y que aquí tiene su primera experiencia detrás de la cámara, muestra que no quiere desviarse de las enseñanzas de su maestro. (Fantafilm)

Hay algunos momentos de genuino horror: la revelación de la mano y el rostro mutados de Freda Jackson cuando sale de detrás de la cortina y, en particular, el paseo por el invernadero y la visión apenas vislumbrada de las criaturas mutantes en una jaula. Sin embargo, al final, Die, Monster, Die! no es mucho más que una película rutinaria de monstruos que avanza pesadamente hacia un final predecible y que no logra nada en ningún nivel más que lo evidentemente obvio. (Moria)

Desafortunadamente, si bien todo se ve bien, también está bastante visto. Hay algunos buenos sustos (incluida uno a los treinta y cinco minutos, logrado con nada más que un solo ruido fuera de sincronización), pero grandes partes de la película consisten en personas caminando por pasillos, a través de habitaciones y a través de mazmorras. Haller tiene problemas para hacer algo realmente emocionante. Las escenas logradas son las que están impregnadas de ciencia ficción, como la secuencia en el invernadero de los horrores y la batalla culminante con un monstruo atómico. Eso se debe en gran parte a que su tontería se aleja tanto del estado de ánimo típicamente serio de la película que nos sacuden. momentáneamente de nuestro aburrimiento. (Classic horror.com)

Die, Monster, Die! es una pequeña sorpresa bastante apreciable, que también se beneficia de ser misericordiosamente corta. Las dos líneas de la trama (historia familiar con loca, meteorito) en realidad no parecen tener nada que ver entre sí, lo que hace que te preguntes por qué se molestaron en unirlas. (British Horror Films)

Película estrenada en Madrid el 25 de mayo de 1968 y en Barcelona el 20 de agosto de 1968.

Reparto: Boris Karloff, Nick Adams, Freda Jackson, Suzan Farmer, Terence de Marney.

viernes, 11 de diciembre de 2020

Brumas de traición (Betrayed, 1954). Gottfried Reinhardt

 

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en la Holanda ocupada por los nazis, el coronel holandés Pieter Deventer, después de llegar a la conclusión de que hay un traidor infiltrado entre sus hombres, se pone de acuerdo con las fuerzas británicas para desenmascararlo. Todo parece indicar que puede ser Carla Van Hoven, una mujer preparada como espía por el propio Pieter y de la que está enamorado.

Una producción hábil e inteligente, donde la fantasía y la realidad, el folletín y la novela, el ingenio y el tópico se alían cordialmente para componer una aventura interesante, sugestiva y, en rigor, planteada según el más ecreditado estilo de las intrigas policiacas: hasta la última secuencia, un minuto antes de concluir, es imposible precisar, ni tan siquiera, por aproximación, quién es el traidor. (...) Cinta realizada en grato colorido, traducida con limpia pluma, muy bien doblada y con un fondo musical que no tardará en ser conocido. (Horacio Sáenz Guerrero en La Vanguardia del 30 de agosto de 1955)

El director Gottfried Reinhardt ha sabido mantener un ritmo vivaz durante todo el relato en imágenes, si bien en determinados pasajes (...) se fuerza, a juicio nuestro, la verosimilitud de lo que se narra. (...) Ante todo, es "Brumas de traición" una trepidante película de aventuras de guerra con su conflicto amoroso, tal y como hemos consignado, que se sigue con interés. (Donald en ABC del 28 de octubre de 1955)

Discreto melodrama de espionaje que ambienta su acción en Holanda durante la Segunda Guerra Mundial. Toda la trama se desarralla según unas pautas tan seguras como previsibles, hasta el punto que no consigue inquietar lo más mínimo, descubriéndose siempre el próximo paso que dará la acción. El componente romántico de la historia era otra de sus posibilidades, pero está tratado con gélida indiferencia. (Fotogramas)

Las ciudades holandesas, los molinos de viento y las mansiones de campo son hermosas, impresionantes para la vista. Frente a ellos, la historia falsa y blanda parece mucho más falsa y absurda. Bueno, así es como sucede a veces. Las tres estrellas y un elenco suavemente pulido, bajo la dirección sin rumbo de Gottfried Reinhardt, cancelan todo, incluidos ellos mismos. "Betrayed" es principalmente una traición a una de las historias más dramáticas de la Segunda Guerra Mundial. (Bosley Crowther en The New York Times)

Al final, Brumas de traición se queda en un correcto –aunque algo tópico- thriller de espionaje de buena factura visual. Un título que sin duda podía haber sido mejor de haber contado con un guión más pulido y una dirección más vigorosa, pese a lo cual no carece de todo interés, aunque solo sea por su estelar reparto. (La Segunda Guerra Mundial en el cine)

Película estrenada el 29 de agosto de 1955 en Barcelona en el cine Tívoli y el 27 de octubre de 1955 en Madrid en el cine Coliseum.

Reparto: Clark Gable, Lana Turner, Victor Mature, Louis Calhern, Wilfrid Hyde-White, O.E. Hasse.


miércoles, 9 de diciembre de 2020

La guerra de las galaxias. Episodio II: El ataque de los clones (Star Wars. Episode II: Attack of the Clones, 2002). George Lucas


Corren tenebrosos tiempos para la República, que continúa envuelta en luchas y sumida en el caos. Un movimiento separatista, formado por centenares de planetas y poderosas alianzas encabezadas por el misterioso conde Dooku, amenaza la galaxia. Ni siquiera los Jedi parecen capaces de conjurar el peligro. Este movimiento provoca el estallido de las guerras clones, que representa el principio del fin de la República. Para allanar el camino, los separatistas intentan asesinar a la senadora Padme Amidala. Para evitar futuros atentados, su seguridad es encomendada a dos caballeros Jedi... 

«El ataque de los clones» es un espectáculo impresionante, que te obliga a la terrible contradicción: mandíbula abierta de perplejidad ante algunas de las mejores escenas de toda la serie y mandíbula cerrada para rumiar los padrastros de la intriga,que se complica, va y viene como es menester en este monumento cinematográfico. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 17 de mayo de 2002)

Lo que nos devuelven los años pasados es a un Lucas más grave y mucho menos juguetón. Bien sea por el inmenso trauma pos-11 de septiembre, bien porque desde siempre ha anidado en su interior una fuerte voluntad de discurso político, lo cierto es que la segunda parte de la saga, este Ataque de los clones, se ha hecho más explícita y al tiempo densa: espesa casi; más cargada de soflamas sobre los riesgos que corre la democracia, ese tema tan de hoy mismo, y la tentación dulcemente totalitaria. (Casimiro Torreiro en El País del 17 de mayo de 2002)

Las cosas claras desde el principio: el “Episodio II” de la serie galáctica es una película arrolladora que sigue escribiendo una página de oro en la historia, y poniendo el nuevo anillo a la cadena evolutiva de la fantasía en el séptimo arte. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 17 de mayo de 2002)

Lucas es el gran constructor de kitsch de nuestra época (no es un reproche: es un piropo) y su obra catedralicia consiste en el diseño de un gran espejo mitológico que nos ayude a entendernos, a partir de la amalgama de experiencias extrapolables y referencias culturales (que van de lo popular/abisal a lo clásico) con la poética pulp de la space-opera como elemento cohesionador. (Jordi Costa en Fotogramas)

Frente al tono infantil de la primera, ahora el joven Annakin estaba más crecidito y cambiaba al niño Jake Lloyd por el aspirante a guapo oficial Hayden Christensen, con lo que se esperaba también una atmósfera más oscura y compleja, que, digámoslo claro, nunca terminó de llegar. Es cierto que se pueden encontrar argumentos e ideas más adultas, pero estas vuelven a estar dispuestas de manera demasiado simple y esquemática, sin llegar nunca a convencer. (Miguel Blanco en Sensacine)

Star Wars Episode II: Attack of the Clones se beneficia de un mayor énfasis en la acción emocionante, aunque una vez más se ve socavado por los puntos pesados de la trama y los personajes subdesarrollados. (Rotten Tomatoes)

No se puede culpar a los actores, especialmente a los jóvenes, cuando las palabras que se les ponen en la boca son casi indescriptibles y la dirección parece absorberles la energía o la espontaneidad. (Joe Morgenstern en Wall Street Journal)

Esta vez la exposición es tan densa que todos, excepto los acólitos, pueden desconectarse. (Jonathan Rosenbaum)

El ataque de los clones es un ejercicio tecnológico que carece de jugo y deleite. (Roger Ebert)

Estoy tentado de citar una canción imperecedera de Public Enemy: no creas en las exageraciones. (A.O. Scott)

Con inteligencia, Lucas utiliza su historia para dos propósitos: relatar el nacimiento de afectos que estarán cargados de consecuencias (...) y volver a visitar su creación para completarla y explorarla todo lo posible. (Erwan Higuinen en Cahiers du Cinéma)

Obra ciertamente imperfecta, pero única, de la cual este Ataque de los clones es una de las partes más atractivas. (Claire Vassé en Positif) 

La mejor Star Wars, ¿y por qué? Digámoslo de entrada, porque es la más gráfico y la más sexual, la más oscura y atormentada, la más ambigua y la que, hasta la fecha, cumple mejor el contrato tácito que subyace a toda. la serie: satisfacer el infinito de nuestro muy sospechoso apetito retiniano. (Olivier Seguret en Libération)

Película estrenada en España el 17 de mayo de 2002.

Reparto: Ewan McGregor, Natalie Portman, Hayden Christensen, Samuel L. Jackson, Christopher Lee.

martes, 1 de diciembre de 2020

Ave del paraíso (Bird of Paradise, 1951). Delmer Daves

 

El francés André Laurence acompaña a su compañero de la universidad, Tenga, de vuelta a la casa de éste en una isla de la Polinesia. Allí, Andre, asume la vida de los nativos y, después de superar muchas pruebas para vencer sus suspicacias, se casa con la hermana de su amigo, Kalua.Pero un volcán entra en erupción y el hombre santo de la isla, El Kahuna,decide que sólo un sacrificio puede aplacarle. 

Plasmada en un colorido grato a la vista y con paisajes y estudios acertados, «Ave del Paraíso» resulta una producción lograda y estimable en la que todas las secuencias están dotadas de múltiples recursos plásticos de calidad. (...) Una buena dirección y una interesante fotografía completan el cuadro técnico de la cinta. (Vila-San Juan en La Vanguardia del 28 de diciembre de 1951)

Delmer Daves, realizador, ha sido también el guionista, y se antoja increíble, que un director capaz de sentir y reflejar,, la belleza del paisaje, que parece soñado, en el que desarrolla la trama, haya inventado un argumento qus se diría escrito por un principiante. El tecnicolor es excelente y el "clima" exótico se ofrece muy bien logrado, lo que hace que la producción se siga hasta el final con curiosidad. (Donald en ABC del 13 de abril de 1952)

Discreto remake del film homónimo de King Vidor (1932), con una leve trama que combina aventura, exotismo y un trasfondo vagamente romántico. El primitivismo de su precedente se sustituye por una voluntad de sofisticación formal que se manifiesta en la utilización de un technicolor aparente pero algo chillón. (Fotogramas)

Cuando se estrenó la película, el crítico de cine del New York Times, Bosley Crowther, analizó la película y escribió: "Ciertamente no hay nada original, o particularmente feliz, diríamos, sobre la aventura romántica entre un hombre blanco visitante y una hermosa chica nativa ... Desafortunadamente, Delmer Daves, quien dirigió y escribió el guión, no pudo o no se le permitió presentar toda la película en un malicioso tono bromista. Y la consecuencia es una mezcolanza divagante de romance y parodia, de sumo sacerdote solemne y comedia, de espectáculo del país de los sueños y deporte."

Por otro lado, la revista Variety le dio a la película una crítica favorable, escribiendo: "La vieja pieza original de Richard Walton Tully, Bird of Paradise, vuelve a la pantalla en una versión renovada. La filmación anterior de la obra fue en 1932 y, aunque la versión de Delmer Daves se desvía de la obra de Tully, los elementos esenciales del drama todavía están ahí, además de un hermoso trabajo de cámara en Technicolor, una música isleña encantadora y el uso de localizaciones reales... Paget alcanza un alto nivel en su interpretación como la Princesa Kalua. Ella, así como los otros actores, dan a sus personajes una sinceridad considerable. Jourdan es una excelente elección como visitante de la isla, al igual que Chandler como príncipe ".

Película estrenada en Barcelona el 24 de diciembre de 1951 en el cine Fémina y en Madrid el 12 de abril de 1952 en el cine Palacio de la Prensa.

Reparto: Louis Jourdan, Debra Paget, Jeff Chandler, Everett Sloane, Maurice Schwartz, Jack Elam.

lunes, 23 de noviembre de 2020

Veracruz (1954). Robert Aldrich

 

 

En 1864, con el apoyo de los conservadores mexicanos, Napoleón III de Francia (1852-1871) impone como emperador de México a Maximiliano de Austria, lo que provoca la rebelión de los juaristas. En plena guerra civil, dos mercenarios americanos (Gary Cooper y Burt Lancaster), tratando de sacar partido de la situación, ofrecen sus servicios al mejor postor. Así es como conocen a una hermosa juarista (Sara Montiel) y a una condesa francesa (Denise Darcel). 

Una película de acción, a la que contribuyen, como elementos de fuerza para enriquecer su interés y su visualidad, un reparto excelente, una presentación ambiciosa, unos bellos paisajes, la animación del colorido, y ese movimiento de las cabalgadas, las refriegas y las batallas, más o menos grandes. (...) Alguien ha escrito que "Veracruz" tiene algo de epopeya, una epopeya que mezcla esencias de novela histórica y de "western" de buena clase; e, incluso, ha ido más lejos encontrando en ella como un soplo de canción de gesta. (Donald en ABC del 1 de junio de 1955)

Vera Cruz es, pues, admirable por lo que representa de sublimación de todo un estilo de hacer cine, tan ingenuo como se quiera, pero dotado de la gracia portentosa de un movimiento vital incesante, auténtica e intransferiblemente cinematográfico. (Horacio Sáenz Guerrero en La Vanguardia del 13 de septiembre de 1955)

'Veracruz' es un western sucio, en el que el polvo y el barro casi pueden palparse, al igual que luego sucedería en el tal sobado eurowestern. Aldrich no escatima en mostrar la violencia de un mundo cruel y sin compasión. (Alberto Abuín en Espinof)

Film notable que fue denostado en su día y que probablemente inspiró maneras, tonos y estéticas futuras del spaghetti western. (Aloha Criticón)

La presencia de Gary Cooper y Burt Lancaster en el elenco de "Vera Cruz", un western en superscope que rugió en el Cine Capitolio el día de Navidad, es un desperdicio de mano de obra potencial. Nada de lo que se pide a ninguno de los dos en esta gran mezcolanza de melodrama al aire libre, ruidoso y mal fotografiado es digno de su habilidad. "Vera Cruz", para decirlo sin rodeos, es una película bastante atroz, cargada de violencia sin sentido y clichés estándar del western. No faltan muchas formas de herir a las personas en este espectáculo sádico, desde patear, abofetear y cortar hasta atropellarlas a caballo y golpearlas con palos. De hecho, todo el cuadro parece estar diseñado como una mera exhibición de cuán malvados y viciosos pueden ser los hombres. (Bosley Crowther en The New York Times del 27 de diciembre de 1954)

Es asombroso que Aldrich haya encontrado tiempo para ser a la vez juguetón, reflexivo y airado, así como compacto y económico, metiendo todas estas cosas en 94 minutos de rápido movimiento y llenos de acción. (Jeffrey M. Anderson en Combustible Celluloid)

Interpretado como un juego de engaño de alianzas cambiantes y dobles cruces, es una historia alegremente despiadada que sirvió como un verdadero modelo para la marca mercenaria de spaghetti westerns italianos de la década de 1960. (Sean Axmaker en Stream on Demand)

Gracias a un guión bien engrasado, que Truffaut ha comparado con un mecanismo de relojería, Aldrich da en el blanco cada vez. Demostrando así que ha asimilado las lecciones del cine clásico, puede permitirse cualquier atrevimiento. (...) Parece que Sergio Leone se amamantó en el biberón preparado por papá Aldrich, tanto Vera Cruz se parece a un spaghetti western con humor demoledor además. (Marianne Spozio en aVoire-aLire.com)

Burt Lancaster es un verdadero villano y Gary Cooper no es tan limpio. Agregue algunas imágenes espléndidas, una mezcla picante de lirismo y humor y tendrá una obra maestra. (Le Figaroscope)

Película estrenada en Madrid el 31 de mayo de 1955 en el cine Lope de Vega y en Barcelona el 12 de septiembre de 1955 en el cine Coliseum.

Reparto: Gary Cooper, Burt Lancaster, Denise Darcel, Sara Montiel, César Romero, George Macready, Henry Brandon, Ernest Borgnine.

viernes, 13 de noviembre de 2020

Monster House (2006). Gil Kenan

 

D.J. Walters es un chico de doce años al que se le ha metido en la cabeza que en la casa del anciano Nebbercracker, al otro lado de la calle, ocurre algo extraño. La víspera de Halloween, el balón con el que juegan D.J. y su amigo va a parar al jardín del señor Nebbercracker, pero inexplicablemente llega al interior de la vivienda. Cuando su amiga Jenny está a punto de ser engullida por la misteriosa casa, nadie cree a los asustados chicos; así que los tres deciden investigar el enigma por su cuenta. 

La primera película de Gil Kenan como director no ha podido estar mejor arropada, demostrando la sobrada capacidad para articular una historia ejemplarmente llevada a la pantalla,con una síntesis digital de imágenes realmente magnífica que no persiguela recreación naturalista perfecta y que encaja con la estética que esta historia entrañable debe tener. (Federico Casado en ABC del 3 de septiembre de 2006)

El cuento, para idólatras de Halloween, es poquita cosa, pero su diseño y envoltorio marcan otro de los imparables hitos del género. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 3 de septiembre de 2006) 

El tratamiento gráfico de Monster House demuestra que, en la animación digital, siempre queda margen para seguir sorprendiendo a cada nuevo filme. Al margen del magnífico tratamiento de las texturas, esta cinta sobresale por sus ágiles movimientos de cámara y una cuidada atmósfera perfecta para introducirnos en su propuesta de misterio. Pero la principal virtud de esta cinta dirigida por el debutante Gil Kenan, y apadrinada por el zorro de Spielberg y Zemeckis (que erró el tiro con Polar Express), radica en su magnífico e inteligente guión. Ni un solo reparo se le puede poner a esta historia de aventuras y miedo, capaz de resultar divertida por igual a niños y adultos. Aunque acuda a estereotipos vistos ya en cientos de cintas de terror, la verdadera historia que se oculta tras esta monstruosa casa es bastante original y poco predecible. (Matías Cobo en El ojo crítico)

Técnicamente el film es impecable, de quedarse con la boca abierta. Hay escenas impresionantes, como por ejemplo toda su parte final, llena de efectos y movimientos de cámara alucinantes que visten el film de forma única. Decir que los personajes tienen una enorme fuerza expresiva en los ojos, algo en lo que solían patinar bastante en la técnica de "captura por movimiento". Eso logra que estemos ante personajes muy vivos y llenos de personalidad. Y es que uno de los aciertos del film es lo perfectamente definidos y dibujados que están absolutamente todos los personajes, que aunque responden a tópicos, no resultan en ningún momento molestos o intragrables. (Alberto Abuín en Espinof)

Monster House da la bienvenida a niños y adultos a un hogar lleno de diversión inteligente y monstruosa. (Rotten Tomatoes)

La concepción general sugiere El castillo ambulante de Hayao Miyazaki, el ritmo frenético parece tan estadounidense como un pastel de manzana en tu cara. (Jonathan Rosenbaum)

Uno de los arquetipos espeluznantes de la imaginación infantil, la casa oscura y misteriosa al otro lado de la calle, cobra vida literalmente en esta película animada maravillosamente espeluznante. (A.O. Scott en New York Times)

Una pequeña película animada con un tono alegremente macabro, Monster House no ofrece destreza tecnológica. (...) los personajes (...) parecen rígidos, poco vivos. No obstante, es un entretenimiento agradable para chicos y grandes. (Emmanuel Denis en L'Écran Fantastique)

Gil Kenan encuentra un buen equilibrio, que rompe de forma molesta el aluvión final de bromas y trucos. (Jérôme Provençal en Le Monde)

Película estrenada en España el 1 de septiembre de 2006. 

Reparto: Mitchel Musso, Sam Lerner, Spencer Locke, Kathleen Turner, Steve Buscemi, Nick Cannon.

lunes, 9 de noviembre de 2020

El oso Yogui (Yogi Bear, 2010). Eric Brevig

 

Adaptación al cine de la famosa serie infantil -en una mezcla de cine de animación y personajes reales-. Una directora de documentales (Anna Faris) viaja al Parque Jellystone para filmar un proyecto. Allí no tardará en encontrarse con el Oso Yogui, su inseparable amigo Boo-Boo y el guardabosques Smith. 

Hincha de tridimensionalidad lo que antes era económica elocuencia en dos dimensiones e infantiliza lo que, sin duda, en tiempos no es que tuviera más gracia: es que tenía gracia... sustentada en un palpable conocimiento de las leyes de la comedia televisiva. (Jordi Costa en El País del 18 de febrero de 2011)

La operación desnaturaliza el original: aquí no cuenta tanto la síntesis como el deslumbre: Yogui practicando tirolina (y en 3-D) para hacerse con la célebre cesta del pic-nic. Muy infantilizado, sin carisma, nulo en el apartado actoral, sólo la belleza de los escenarios de Yellowstone que los plantígrados habrán de salvar merece un vistazo. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 18 de febrero de 2011)

Brevig parece más interesado en los efectos digitales y la animación que en el desarrollo de personajes. Así, el guión tiene poca entidad, y los personajes son excesivamente planos. La película está destinada a un público muy pequeño. Se trata de una ilustración realmente básica del bien y el mal, la corrupción y la virtud para que todos puedan entender, pero con el riesgo de aburrir a mayores de nueve años. Al menos, apela a la nostalgia de los más mayores, con alguna que otra referencia cinéfila, y mantiene el tono positivo y amable, por lo que es un producto indicado para los más pequeños. (Encuentra.com) 

'El oso Yogui' es una película a la que no debería otorgársele esa categoría; es más bien un capítulo alargado y rescatado desde un punto de vista nostálgico que se muestra totalmente anacrónico con los gustos actuales: primero porque los responsables no han sabido remodelar la historia, y segundo porque visualmente está a años luz de la mayoría de productos infantiles que pueblan semanalmente las carteleras. Una pena que el simpático oso Yogui haya tenido un epílogo a sus aventuras tan lamentable. (Virginia Montes en Sensacine)

En los siete u ocho minutos de aquellos catódicos cartoon había un géiser de diversión, risas, situaciones de alta comedia y réplicas dignas de Billy Wilder. En la hora y veinte de este largometraje infantil, tampoco tan aburrido como leerán en otros sitios (el carrusel slapstick de carreras y frenesís acelerados está resuelto con gracia), poco hay más allá de una alargada mutación del original en domesticada sesión de adultos añoradamente extrañados sintiéndose demasiado viejos junto a sus hijos o sobrinos. Pues eso, igual no tenía el día para que Yogui fuera un 'Colegas en el bosque' en el 'Campamento Flipy'. (Fausto Fernández en Fotogramas)

Los efectos 3D de Yogi Bear y el elenco de voces de estrellas son un flojo consuelo para su guión agresivamente mediocre. (Rotten Tomatoes)

No hay nada particularmente inventivo en la trama o en su humor de escuela primaria, pero la película se desliza con el encanto atemporal y poco exigente de ver a un oso con corbata intentar robar los almuerzos de la gente. (Adam Markovitz en Entertainment Weekly)

Hibernando un poco menos en su guión, Eric Brevig podría haber hecho una película realmente buena. (Pamela Messi en Première)

Película estrenada en España el 18 de febrero de 2011. 

Reparto: Dan Aykroyd, Justin Timberlake, Tom Cavanagh, Anna Faris, T.J. Miller, Andrew Daly, David Scott.


jueves, 29 de octubre de 2020

Corazón de tinta (Inkheart, 2008). Iain Softley

 

Meggie es una niña cuyo padre posee el don de hacer reales los personajes de los cuentos que le lee en voz alta. Una noche, desafortunadamente, da vida a un villano que lo secuestra con la ayuda de sus secuaces. Entonces Meggie, acompañada de un grupo de amigos reales y de ficción, intentará salvarlo. 

El británico, director de películas tan distintas y tan decepcionantes como Backbeat, Las alas de la paloma o K-Pax, vuelve a demostrar su incapacidad para la brillantez visual, su falta de brío y cierta tosquedad en las secuencias de acción, sobre todo en una producción tan ambiciosa como ésta, pero el espléndido concepto que mueve la película, ideado por Funke, la redime casi por completo de sus defectos. (Javier Ocaña en El País del 19 de junio de 2009)

Una fantasía que apuesta a pecho descubierto por los cuentos y propone un movido enredo con personajes que entran y salen de sus páginas, como de la pantalla los de La rosa púrpura de El Cairo, entre sortilegios,referencias a los clásicos y un tono general infantiloide. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 19 de junio de 2009) 

El filme está dirigido torpemente por Iain Softley, que debutó en 1994 con 'Backbeat'. El guión -basado en una novela de Cornelia Funke- es tan predecible a nivel dramático como caótico y poco coherente. Pero el mayor problema del filme son sus efectos especiales y su diseño de producción, que hacen que ese mundo de fantasía que supuestamente cobra vida parezca muerto de antemano. (Cristina Alvarez López en Sensacine)

Esta cinta satisface incluso a los no seguidores de la obra de Cornelia Funke en la que se basa. El secreto: creer con firmeza en el material que se tiene entre manos; ilustrar con gracia un argumento de lo más sugerente (los protagonistas de los cuentos asaltan nuestro mundo, y algunos de nosotros viajamos al suyo); y dar a cada personaje un actor adecuado. (Pere Vall en Fotogramas)

Pesada en clichés y ligera de encanto, esta aventura de fantasía iluminada para niños no despega del todo. (Rotten Tomatoes)

Ningún niño que vea Corazón de tinta querrá que le lean de nuevo. (Roger Ebert)

Una película que puede presentar la imagen de Helen Mirren a horcajadas sobre un unicornio tiene cierto interés para el público, pero una película que puede hacer que esa imagen parezca poco interesante tiene serios problemas. (A.O. Scott en New York Times)

La mayoría de los efectos especiales son impresionantes. (Eithne O'Neill en Positif)

La familiaridad engendra cansancio, el que llega al espectáculo de Corazón de tinta (...) la mecánica del cuento de hadas digital entra en acción: fenómenos sobrenaturales, acrobacias alucinantes, situaciones exageradas ..., rutina, en suma. (Thomas Sotinel en Le Monde)

Película estrenada en España el 19 de junio de 2009.

Reparto: Brendan Fraser, Eliza Bennett, Paul Bettany, Helen Mirren, Jim Broadbent, Andy Serkis, Jennifer Connelly, Rafi Gavron.


jueves, 22 de octubre de 2020

Sister Act, una monja de cuidado (Sister Act, 1992). Emile Ardolino

 

Deloris Van Cartier (Whoopi Goldberg) es una mediocre cantante de cabaret. Su amante Vince ha cometido un crimen, y ella decide acogerse al programa policial de protección de testigos. Así, Deloris consigue una nueva identidad como monja en un convento que, tan sólo con su presencia, perderá su habitual tranquilidad. 

Si la película se deja ver hasta el final sin excesivos bostezos no es por otra cosa que por el oficio y el talento para la comedia de Whoopi Golderg, actriz paradójicamente revelada en un melodrama, El color púrpura, de Steven Spielberg. Ella otorga al personaje un tono de autoparodia siempre inteligente y una comicidad cargada de intención. Golderg es, a la postre, el mejor, tal vez el único reclamo de un filme previsible y sólo a ratos entretenido. (Casimiro Torreiro en El País del 16 de diciembre de 1992) 

Sin poseer cualidades excepcionales precisamente, es una de las raras comedias genuinamente divertidas de 1992. (...) La estructura del guión, con todo,es más bien ortopédica, y la acción salta de una escena a otra sin seguir un curso narrativo coherente.(José Luis Guarner en La Vanguardia del 19 de diciembre de 1992)

Un vehículo al servicio del histrionismo de su protagonista, en el papel de una cantante convertida en monja provisional para huir del acoso de unos gangsters. Ni la historia resulta excesivamente original ni la realización pasa del más elemental funcionalismo. Así, el peso de la función recae en las supuestas virtudes de una interpretación casi siempre pasada de rosca. Como suele ser habitual, tuvo la preceptiva secuela. (Fotogramas)

Clásica pero efectiva, 'Sister Act' saca el máximo provecho de una Whoopie Goldberg al mismo tiempo buena cantante y comedianta excepcional, así como de unas actrices secundarias que cumplen con su cometido. Por momentos podría funcionar como una versión recluida y moderada de 'The Blues Brothers'. (Eulàlia Iglesias en Sensacine)

El tráiler tiene remates de gran energía y golpes. La película es algo discreta y contemplativa y un poco demasiado reflexiva. (Roger Ebert) 

Todo es bastante predecible, y si hubiera tiempo, es posible que te enfadases por la ridiculez de todo. Pero las cosas se mueven a un paso tan acelerado, y el ritmo cómico de todos los involucrados es lo suficientemente impresionante como para anular las fallas estructurales. (Jeff Menell en Hollywood Reporter)

Película estrenada en España el 4 de diciembre de 1992. 

Reparto: Whoopi Goldberg, Maggie Smith, Harvey Keitel, Bill Nunn, Kathy Najimy, Wendy Makkena.


jueves, 15 de octubre de 2020

Dos ladrones y medio (Rob-B-Hood, 2006). Benny Chan

 

Fong (Jackie Chan) es un ladrón sin suerte. Tiene habilidades excepcionales para el robo, pero siempre pierde el botín en las apuestas. La gran oportunidad le llegará cuando un mafioso le pida, a él y a su socio Octopus (Louis Koo), que secuestren al bebé de una de las mujeres más poderosas de la ciudad. El problema será que Fong tendrá que ocuparse del niño durante unos días. 

Rob-B-Hood fue generalmente bien recibida por la crítica. Jay Weissberg de Variety describió la película como "un viaje ligeramente divertido que aprovechó el encanto cómico probado y verdadero de Jackie en una farsa estándar de secuestro de bebés, animada con suficientes secuencias de acción para evitar que las escenas de pañales ensucien el corralito". Se le dio crédito a la coreografía de acrobacias y a la asociación de actuación de Jackie Chan y Louis Koo, aunque algunos críticos se sintieron decepcionados por la ausencia de Sammo Hung.

La trama de Rob-B-Hood recibió críticas mixtas: el periódico chino Xiao Xiang Chen Bao la encontró concisa, hilarante y conmovedora, mientras que Jay Weissberg la criticó por no ser original. Además, Felix Cheong de Channel News Asia consideró que las subtramas que involucraban a las familias de los antagonistas eran redundantes, lo que restaba valor a la historia principal y hacía que la película fuera "tediosamente larga". Sin embargo, Chan fue elogiado por su decisión de interpretar a un personaje más oscuro en Rob-B-Hood. Andrew Sun, del South China Morning Post, declaró que "una de las mejores cosas que Chan puede hacer por su decadente carrera cinematográfica es interpretar a un protagonista difícil y desagradable, ya que no siempre tienes que interpretar a un héroe para ser un héroe ". Sun enfatizó la necesidad de que Chan muestre flexibilidad en sus papeles, citando a varios actores que han prosperado interpretando ocasionalmente a villanos.

Película estrenada en España directamente en canales de televisión.

Reparto: Jackie Chan, Louis Koo, Michael Hui, Matthew Medvedev, Yuen Biao, Teresa Carpio, Gao Yuanyuan, Chen Baoguo. 


viernes, 9 de octubre de 2020

Largo domingo de noviazgo (Un long dimanche de fiançailles, 2004). Jean-Pierre Jeunet

 

A punto de terminar la I Guerra Mundial (1914-1918), Mathilde recibe la noticia de que su prometido es uno de los cinco soldados que, tras haber sido sometidos a un consejo de guerra, han sido enviados a la tierra de nadie que hay entre el ejército francés y el alemán, lo cual supone una muerte casi segura. A pesar de todo, emprende un duro viaje para conocer el destino de su prometido y, aunque las noticias que va recibiendo son desalentadoras, sigue adelante. A medida que se acerca a la verdad sobre los desafortunados soldados y su brutal castigo, conocerá a fondo los horrores de la guerra y las marcas indelebles que deja en quienes la han vivido. 

Largo domingo de noviazgo responde de pe a pa a las características del cine de Jeunet: un universo surreal poblado de seres mitad angélicos, mitad bizarros, a los que les ocurren las cosas más inverosímiles sin que, no obstante, pierdan la compostura. (...) Pero también se aprecian algunas de sus características más irritantes como el despliegue casi irracional de medios, (...) Excesiva sin necesidad, ampulosa hasta el vértigo, la película gustará al público joven al que interesa ese tipo de historias inverosímiles bigger than life; pero, con un poco más de contención y un ojo más crítico, probablemente le hubiera salido a Jeunet una criatura mucho más atractiva. (Casimiro Torreiro en El País del 28 de enero de 2005)

Jeunet tiene mucho estilo, y eso es bueno y malo. Si acierta de pleno, caso de «Amélie», su estilo divertido, alegre, emotivo, amplifica lo que quiere contar. En esta ocasión, donde el acierto es mucho, pero no todo, su estilo puede resultar en ocasiones algo cargante: un bombazo de más, un movimiento de cámara descoyuntador, un sentimiento reiterado, un falsete... Aunque no sería justo dejar una impresión falsa, o al menos roñosa: la película es brillante, está narrada con un fulgor romántico y una avidez poética que arropan el frío interior de los personajes, y ella, Mathilde o Audrey Tatou, entra hasta las mismísimas trastiendas del alma mediante esa mezcla de ingenuidad, encanto, fuerza pasional y listeza que ya no se sabe exactamente de quiénes son, si del personaje o de la actriz. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 28 de enero de 2005)

Con pericia visual (a pesar de un metraje desmesurado) y el con-curso del reparto, encabezado por Audrey Tautou y en el que hasta figura –en una breve pero notable actuación– la norteamericana Jodie Foster, el cineasta francés combina hábilmente las escenas épicas(en especial los flashbacks sobre el inmediato pasado bélico, donde no obvia el retrato de las atrocidades de la guerra) y las intimistas.Tampoco faltan, como resulta acostumbrado en Jeunet, las imágenes dotadas de ingredientes surrealistas. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 30 de enero de 2005) 

Todo huele a la Francia profunda en esta película de belleza irresistible. Otra cosa quizá no, pero personalidad y temperamento visual los tiene Jeunet en cantidades industriales. Y sensibilidad: la tremenda historia protagonizada por Jodie Foster, una película dentro de la película, es de veras emotiva. (Jordi Batlle Caminal en Fotogramas)

No deja de ser de una especie de Amelie de principios de siglo XX y virada a sepia (a un amarillento evocador, para ser precisos). (...)  A través de flashbacks, la acción se traslada a las trincheras, los mejores momentos de la película que contrarrestan los arrebatos pseudopoéticos con que se representa la pulsión romántica de la protagonista. (Eulàlia Iglesias en Sensacine)

Una película que es una serie de placeres tropezando entre sí en su prisa por deleitarnos. (Roger Ebert)

Esta es una película que vale la pena ver. (Andrew Sarris)

Jean Pierre Jeunet aparece hoy como el cineasta francés cuyo universo visual es el más rico, el más abundante, de una maestría técnica y artesanal digna de Tim Burton, incluso de Francis Ford Coppola. Esto lo decimos para situar el nivel excepcional de Largo domingo de noviazgo. (Pierre Eisenreich en Positif)

¿Estética de publicidad? Acumula en todo caso biografías express y retrospectivas de minuto. (...) Sobre todo, queda una propuesta de película popular francesa infinitamente más ambiciosa que todos los Arsène Lupin y compañía. (Emmanuel Burdeau en Cahiers du Cinéma)

Entre (pequeñas) reservas y (grandes) cumplidos, la mayor crítica que se le podría hacer a este exigente entretenimiento es su falta de emoción. (...) Agradable de ver, este arsenal visual poético es, sin embargo, una barrera para la expresión visceral del amor, el sufrimiento y el dolor. (Jean-Lois Douin en Le Monde)

Película estrenada en España el 28 de enero de 2005.

Reparto: Audrey Tautou, Gaspard Ulliel, Dominique Pinon, Chantal Neuwirth, André Dussollier, Marion Cotillard, Jodie Foster, Denis Lavant, Tchéky Karyo.


lunes, 5 de octubre de 2020

Morning Glory (2010). Roger Michell

 

Cuando la joven Becky Fuller (Rachel McAdams), una enérgica productora de TV, es despedida de su trabajo en Nueva Jersey, su vida profesional se hace tan sombría como su vida sentimental. Su siguiente trabajo, en una gran cadena neoyorquina, consistirá en sacar a flote un magazine matinal de segunda; para ello contrata a Mike Pomeroy (Harrison Ford), un famoso periodista de televisión caído en el olvido, para que presente el programa con Colleen Peck (Diane Keaton), una veterana cascarrabias.

La cinta amaga, por otro lado, con plantear un debate sobre el futuro de la información y la telebasura, pero sus autores, ya sea por pereza o por quitarse problemas (como si Wilder hubiera suavizado su apartamento; cruel comparación) ni se mojan ni parecen cómodos con las preguntas difíciles. Se conforman con cuatro chistes y tres achuchones y a otra cosa, que con este reparto bastará para que la gente vaya al cine y luego no se queje demasiado. (Federico Marín en ABC del 21 de enero de 2011)

Dos asuntos enturbian un tanto un conjunto de todos modos estimable, casi notable para el entretenimiento pasajero: la insustancial puesta en escena del otras veces interesante Roger Michell (Notting Hill, Al límite de la verdad), repleta de horrendas transiciones musicales (tras comenzar a contarlas tarde, su número debe estar más cerca de 13 que de tres); y un mensaje final quizá cinematográficamente acorde con la indolencia del producto, pero periodísticamente escalofriante. ¿Se imaginan a Iñaki Gabilondo presentando con el delantal puesto? Pues eso. (Javier Ocaña en El País del 21 de enero de 2011)

Una parodia boba, amable, sin gota de veneno, sólo a ratitos frecuentable por las artes de zorro viejo de Ford y Keaton. Tan graciosa, a fin de cuentas, como una carantoña en el moflete. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 21 de enero de 2011)

Comedia gremial sobre el mundo del periodismo de entretenimiento, prima lejana de 'Al filo de la noticia' (James L. Brooks, 1987), consigue zafarse de los titubeos de su segundo acto y de su obvia selección musical (la peor cara del sello J.J. Abrams, productor de la cinta) gracias a la solidez de su planteamiento y a un reparto impecable. Al encanto inagotable de Diane Keaton, cabe añadir la luminosa presencia de Rachel McAdams, que insufla una eléctrica docilidad al papel de heroína. Cierra el trío un entonado Harrison Ford, que hace gala de aquella frágil petulancia que supo inocular a Indy o Han Solo. (Manuel Yáñez en Fotogramas)

Sólo el carisma de los veteranos (Ford, Keaton, Goldblum) consigue hacer soportable el visionado de ‘Morning Glory’, una mediocre comedia de lo más convencional y ñoña, escrita con evidente desgana (por Aline Brosh McKenna, la misma de ‘El diablo viste de Prada’), con una música insufriblemente acaramelada (temas pop y un score compuesto por David Arnold) y realizada con el mismo estilo con el que se despacha el episodio de una corriente sitcom. No perdáis el tiempo. (Juan Luis Caviaro en Espinof) 

De nuevo, Roger Michell, como ya consiguió en 'Nothing Hill', nos ofrece una película con encanto, al menos, por encima de la media de lo que estamos acostumbrados dentro del panorama melifluo de la comedia romántica actual. (Beatriz Martínez en Sensacine)

Se eleva por las afables actuaciones de su impecable reparto y, a menudo, es un film encantador, pero  también es inconsistente e imitativo. (Rotten Tomatoes)

Morning Glory es un entretenimiento divertido para empezar, y luego Rachel McAdams lo transforma. Y Harrison Ford se transforma. (Roger Ebert)

Esta producción es un desastre por muchas razones, la mayoría de las cuales tienen que ver con sus frenéticos esfuerzos por ser graciosa. (Joe Morgenstern en Wall Street Journal)

Casi tan ordinaria como una bandeja de comida distribuida por una aerolínea. (Positif)

Película estrenada en España el 21 de enero de 2011.

Reparto: Rachel McAdams, Harrison Ford, Diane Keaton, Jeff Goldblum, Patrick Wilson, John Pankow.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Dragonheart (Corazón de dragón, 1996). Rob Cohen

 

En el año 934, la reina Aislinn solicita la intervención de un venerable y poderoso dragón para salvar la vida de su hijo Einon, herido en una emboscada. El dragón ofrece la mitad de su corazón al príncipe. Tan pronto como asciende al trono, Einon se revela a sí mismo como un tirano. Su tutor, el caballero Bowen, está convencido de que el corazón del dragón ha envenenado a su discípulo. Deja la corte jurando exterminar a esta raza maldita.

Una trepidante, ingeniosa y explícitamente cómica película de caballerías. Una especie de «buddy movie» con tipo violento y socio filosófico, uno con cota de mallas y el otro con piel escamosa y suponemos ardor de estómago, con la voz aguardentosa de Sean Connery en inglés y la de Paco Rabal en español, que nos devuelve a los tiempos gloriosos de la espada y la brujería, con el dulce sabor de la hidromiel bebida mientras se escuchan cantares de gesta. (Jorge Berlanga en ABC del 24 de octubre de 1996)

“Dragonheart” podía haber intentado captar el espíritu fantástico de los cuentos infantiles o haberse constituido en una fábula sobre el poder y la inocencia traicionada o en una elegía por la pérdida de unos ideales caballerescos representados por las ruinas del castillo de Avalon. Todas las opciones para intentar trascender el relato lineal y mantener una doble lectura enriquecedora del mismo han sido orilladas con absoluto desinterés. (...) El cine ha dado una vuelta sobre sí mismo y ha regresado a su primitiva función de maravilla de la técnica en una barraca de feria todo lo lujosa que ustedes quieran. (Manuel Quinto en La Vanguardia del 28 de octubre de 1996) 

Tal vez no hay que pedirle a la película nada más que lo que se propone: hacer creíble al monstruo mitológico por excelencia, hacer fiable la relación que éste establece con su amigo-ex enemigo y atiborrarse de palomitas. Rob Cohen, el director responsable de aquella hagiografía a mayor gloria de Bruce Lee que, cosas del oficio, se llamaba también Dragón, se limita a coordinar un equipo ingente, en el que los muchachos de efectos especiales se llevan, es norma en estos casos, la palma de calle. Luego, ni la historia ni la espectacularidad menguada de los combates servirán para redimir al adulto de la tarde empleada en el filme; pero es que, conviene también decirlo, la cosa no está destinada a él, sino a la platea menuda... Una verdadera lástima, en todo caso, si es así como entra en contacto con el rico, plural, fascinante mundo arturiano que, en el fondo, es la base misma de la existencia de la película. (Casimiro Torreiro en El País del 31 de octubre de 1996)

 Prueba de lo singular del legado de esta película es que hoy día no parece importar lo suficiente para suscitar ninguna nostalgia, pero al mismo tiempo sí ha servido de excusa para propiciar hasta tres secuelas en DVD que nadie conoce. Su caída en el olvido se llevó por delante el hipotético futuro de Dennis Quaid como estrella amortizable, además de poner fin a las fábulas inocentes como ingrediente base de las grandes superproducciones en los noventa. Este quizá sea uno de los daños colaterales con consecuencias más penosas de su fracaso, precisamente porque la concisión y la claridad son cualidades cada vez más escasas en el cine de alto presupuesto. Dragonheart es una exhibición visual que se apoyó plenamente en el vanguardismo tecnológico, pero al mismo tiempo funciona perfectamente como una simple parábola sobre el vínculo entre dos especies que acaba transformado en el vínculo entre dos personas. (Iker Maidagan en Cactus)

Dragonheart nos brinda acción medieval, un Dennis Quaid espléndidamente peinado y Sean Connery como un dragón parlante y, desafortunadamente, una historia que en gran medida no logra enganchar. (Rotten Tomatoes)

Dragonheart de Rob Cohen es una de las películas más sublimemente tontas que he visto. Ya que combina su estupidez con efectos especiales que son, simplemente, sublimes, debo resistir la tentación de dispararle con facilidad. (Roger Ebert)

Película estrenada en España el 16 de octubre de 1996.

Reparto: Dennis Quaid, David Thewlis, Peter Postlethwaite, Dina Meyer, Julie Christie, Jason Isaacs, Sean Connery (voz en versión original), Francisco Rabal (voz en versión española).

jueves, 24 de septiembre de 2020

El barón rojo (Von Richthofen and Brown, 1971). Roger Corman

Reconstrucción de las hazañas bélicas del célebre as de caza alemán de la Primera Guerra Mundial, Manfred Von Richthofen (John Phillip Law), desde sus inicios como piloto de combate, siendo adiestrado por el as Oswald Boelcke, pasando por sus primeras victorias, hasta convertirse en un héroe de guerra, lo cual le acarreará la envidia de otros pilotos destacados de su escuadrilla como Hermann Göring. Su fama hará que un piloto canadiense de la RAF, Arthur Roy Brown, se obsesione con la idea de enfrentarse en combate y derribar al famoso piloto alemán.

Corman ha tratado su historia, sacada de la realidad, con cuidado riguroso de la propiedad histórica. Los aviones que vemos son reproducciones exactas de los que actuaron en la primera guerra mundial,así como los uniformes.(...) Buen filme de acción, bien retratado, bien realizado y en el orden de los gustos de hoy. (Lorenzo López Sancho en ABC del 4 de abril de 1972)

Cornan no se ha empleado a fondo en la magnificación del alemán, pese a que se advierte que no tiene simpatía por ese otro piloto que no respeta las reglas caballerescas. Quizá esa timidez hace que disminuya un tanto el valor de la película de Corman; que la deje como alicortada en lo que a la pasión se refiere. Queremos decir que el elemento político interviene, y el canto, el que pudiéramos llamar poema, no alcanza la voz plena, el acento enteramente exaltante para la figura.(...)  Le era, en consecuencia difícil a Corman, crear la situación a «todos los efectos», y ese es el fallo, único y disculpable, que a nuestro entender, ofrece su empeño, el cual, no obstante, mantiene su interés y su fuerza para el espectador, que asiste a una reconstrucción fiel que le mantiene con los ojos pegados a la pantalla sobre la que el celuloide impresionado se proyecta. (Donald en Blanco y negro del 15 de abril de 1972)

A estas alturas, se llevan realizadas tantas películas de aviación en torno al tema bélico, que se hace difícil que esta nueva cinta, escueta y fría, pueda prender realmente en la atención, cada vez más dispersa, del gran público. (...) En general, la película resulta más bien aburrida y monótona que interesante. Roger Corman no nos parece, a juzgar por esta muestra, que sea un realizador destinado a perdurar en las antologías. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 13 de agosto de 1972)

Durante muchos años -hasta su inesperado regreso a principios de los 90- ésta fue considerada como la última realización de Roger Corman, que en los próximos años se limitaría a producir. Plantea uno de los episodios más populares de la campaña aérea en la Primera Guerra Mundial, con unos medios de producción bastante inusuales en su director. Pese a sus pretensiones espectacularistas, su tono estilizado y simple nos remite a la esencia del cine de su autor. (Fotogramas)

Los motivos derivados de Poe por Corman se trasladan exuberantemente a los cielos mientras los biplanos de la Primera Guerra Mundial luchan con heroísmo romántico. (Time Out)

Una película impresionante de un cineasta cuya carrera no siempre ha estado marcada por el éxito, o incluso por un noble fracaso. (Roger Greenspun en The New York Times)

Debe estar entre las películas más impresionantes jamás realizadas sobre la Primera Guerra Mundial. (Margaret Hinxman en Daily Telegraph)

Película estrenada en Madrid el 28 de marzo de 1972 en los cines Lope de Vega, Argüelles, Alvi y Juan de Austria; en Barcelona el 11 de agosto de 1972 en el cine Tívoli.

Reparto: John Phillip Law, Don Stroud, Barry Primus, Corin Redgrave, Stephen McHattie, Karen Huston, Hurd Hatfield.

martes, 22 de septiembre de 2020

Más fuerte que el odio (The Presidio, 1988). Peter Hyams

 

Jay Austin, un policía de San Francisco debe investigar un asesinato cometido en una base militar. Para ello, cuenta con la ayuda del jefe de seguridad, un coronel con el que mantiene una tensa relación, que se agrava desde el momento en el que el policía se enamora de la hija del militar.

La acción, la intriga y la reflexión son las piezas angulares sobre las que descansa el guión, cuya realización se muestra pausada -lo que se agradece en la actualidad- y permite al espectador mirar y disfrutar con sosiego de los aciertos formales de la película.Por contra, escenas fallidas, un desenlace previsible, blando, nostálgico y feliz al lado de cierta frialdad que aparece en la sucesión de sus secuencias desmerecen el interés despertado por la escritura cinematográfica del director y operador, y convierten el proyecto y la película final en un producto menor, aunque poseedor de cierta originalidad, que se deja ver sin fatiga, pero sin despertar en ningún momento el calor necesario para recomendar su visión. (Ángel Luis Inurria en El País del 10 de octubre de 1988)

No es demasiado nueva la idea de partida, aunque sí, en cierto modo, sugestiva. Y da pie para que, a través de un hábil pero a veces farragoso guión de Larry Ferguson, Hyams, que es, además de director del filme,responsable de su fotografía -por otra parte excelente-, monte, basándose fundamentalmente en el trabajo con y de los actores, una película si no admirable sí correcta y, por momentos, brillante, con menores dosis de violencia que las que cabía temer, dada la trama y concienzudamente elaborada, quizá demasiado. Porque, a fuerza de querer ser perfecto, el filme acaba por denotar cierto manierismo, y la frialdad acaba sustituyendo a la pasión que, en todo momento, debió haberlo impregnado. (César Santos Fontenla en ABC del 17 de octubre de 1988)

El caso es que Larry Ferguson, autor del guión de “Superdetective en Hollywood 2”, no parece tener muy claro si nos está proponiendo un “thriller” o un melodrama sentimental. Hyams, ese director que es también el operador de sus películas —como Iquino en su última época—, no ha perdido el tiempo esclareciendo el dilema. Según una estrategia habitual, se ha apoyado firmemente en el carisma de los tres actores protagonistas —cada uno de los cuales defiende con competencia sus personajes— y procura, con alguna pequeña excepción, que las cosas ocurran lo más deprisa posible. Y, medida prudente, carga la mano en las escenas de acción,espectaculares y bien llevadas. (José Luis Guarner en La Vanguardia del 27 de octubre de 1988) 

Es una película que no tiene un pensamiento original en su cabeza y parece que le gusta de esa manera. (Dave Kehr en Chicago Tribune)

Toda la película da la sensación de ser un clon, una película ensamblada con piezas de repuesto de otras películas en el depósito de chatarra cinematográfica. (Roger Ebert)

Más fuerte que el odio es una película de fórmula que ni siquiera puede manejar su propia simple aritmética. Está destinada a ser un thriller de acción con connotaciones cómicas, del tipo en el que un par de policías disparejos acorralan a los malvados mientras nos invitan a un flujo constante de bromas ligeras. Debido a que es una premisa televisiva, medio vivificada por un guión olvidable y una dirección blanda, el pobre argumento aparece muy incómodo en la pantalla grande, como desvaído y avergonzado, ansioso por abandonar las pretensiones y apresurarse hacia su legítimo hogar como película de la semana en un canal de televisión. (Rick Groen en The Globe and Mail)

Película estrenada en España el 7 de octubre de 1988.

Reparto: Sean Connery, Mark Harmon, Meg Ryan, Jack Warden, Mark Blum, Dana Gladstone.


martes, 15 de septiembre de 2020

Mientras dormías (While You Were Sleeping, 1995). Jon Turteltaub

 

Lucy (Sandra Bullock) es una joven taquillera del metro con poca suerte en el amor. Su sueño es salir con Peter (Peter Gallagher), un guapo ejecutivo que todos los días coge el metro sin fijarse en ella. Un día Peter tiene un accidente en el metro y, aunque Lucy le salva la vida, queda en estado de coma. Cuando va a visitarlo al hospital, y los familiares de Peter creen que ella es su prometida, Lucy no se atreve a decirles la verdad. La situación se complica porque Jack, el hermano de Peter, empieza a sospechar que Lucy no es la novia de su hermano. 

El resultado de la astuta combinación de elementos como el amor puro, el espíritu de la Navidad, la unión familiar y, «last but not least»,la angustia existencial propiciada por la vida en soledad, es una comedia más sentimental que romántica y más sensiblera que sensible que,con todo, se ve con agrado, entre sonrisas y lágrimas. (César Santos Fontenla en ABC del 30 de octubre de 1995)

Bullock sale bien librada de la apuesta. A falta de algo más consistente sobre lo que fijar la atención, se puede apuntar que hay un par de detalles meramente curiosos que la película deja entrever. Uno, la sanción de la promoción social a través del braguetazo. Y dos, que parece un remedo edulcorado y de gran consumo del pasoliniano Teorema.(Casimiro Torreiro en El País del 1 de noviembre de 1995)

"Mientras dormías" es una nadería romántica y cursi, en cuyo decidido anacronismo reside su encanto. (...) el escaso combustible contenido en el depósito de este vehículo fílmico está sabiamente administrado por un grupo de actores secundarios de enorme talento, que interpretan soberbiamente a los miembros de tan capriana -de Capra- familia.(Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 8 de noviembre de 1995)

Una película basada en la sencillez y la simplicidad narrativa para construir un cuento de hadas moderno en el que todavía es posible creer en cierta clases de milagros sentimentales, algo que poco a poco irá desapareciendo (o variando) en el cine norteamericano, en el que todavía se creen en los mismos milagros que entonces pero con mayor cinismo y escepticismo. En 'Mientras dormías' no hay nada de esto, pero sí un paulatino exceso de cursilería que acaba con el interés que podía despertar una película realizada con tanta soltura y solidez como con falta de nervio. (Virginia Montes en Sensacine)

Mientras dormías está construida en su totalidad con ingredientes familiares, pero ensamblados con tal habilidad, y con una actuación tan encantadora de Sandra Bullock, que le da a la fórmula un buen nombre. (Rotten Tomatoes)

La calidez casual de la película puede hacerte tolerar algunas de las deficiencias, especialmente porque Bullock parece estar pasando un buen rato con su primer papel protagonista. (Jonathan Rosenbaum)

Una película para sentirse bien, cálida y de buen corazón. (Roger Ebert)

Película estrenada en España el 27 de octubre de 1995. 

Reparto: Sandra Bullock, Bill Pullman, Peter Gallagher, Peter Boyle, Jack Warden, Glynis Johns. Micole Mercurio, Jason Bernard, Michael Rispoli.


viernes, 11 de septiembre de 2020

El último viaje de Robert Rylands (1996). Gracia Querejeta

 

Nadie ha sabido nada del profesor y arqueólogo Robert Rylands (William Franklin) desde que se marchó de Oxford, hace ya diez años. Ahora, a punto de cumplir los sesenta, regresa a Inglaterra para declarar ante el comisario Archdale (Kenneth Colley) todo lo que le sucedió durante su larga ausencia. Su relato, que durará toda una noche, desvelará una intrigante historia de amor en torno a varios personajes. La llegada a Oxford de Juan Noguera (Gari Piquer), un español que va a estudiar a la universidad, es el desencadenante de los posteriores acontecimientos. El tutor de Juan es Alfred Cromer-Brake, un hombre de gran prestigio y reputación que lo recibe con el afecto y cariño propios de un padre. Sin embargo, el joven no tarda en descubrir que su protector oculta un secreto, una misteriosa relación con Robert Rylands, de la que nadie parece estar dispuesto a hablar.

Sin entrar en pormenores, hay que rebelarse contra esa reducción infame de los que han considerado esta película como un paseo por el campus de la homosexualidad y la eutanasia, pervirtiendo así la auténtica intención de «El último viaje de...», que no es otra que la de hablar del amor (sin entrar en su disección) y de la muerte (sin entrar en su sentido). Y estos dos aspectos, homosexualidad y eutanasia, que ciertamente aparecen, aunque más sugeridos que confesados, ayudan a amplificar ese gran concierto de sensibilidades que dirige Gracia Querejeta. Porque, dicho de un modo melodramático, toca mucho más la fibra el amar a pesar de..., o el matar precisamente por... Es decir, la esencia de esta película. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 18 de octubre de 1996)

Robert Rylands es un filme inteligente y astuto, pero bajo su aparente frialdad esconde dolor y generosidad y está admirablemente compuesto y cerrado sobre sí mismo en una escena final de grande y hermosa sabiduría. Procede de una novela, pero no se percibe esta deuda. Su escritura no es traslación mecánica a la pantalla de una peripecia novelesca, sino conversión de un lenguaje literario de alta pureza en disparadero de un lenguaje filmico igualmente puro y, por tanto, situado en cuanto lenguaje en una antípoda de su desencadenante. Gracia Querejeta convierte el texto en pretexto y barre de ese pretexto todo punto de vista de lector, para llenar el. hueco dejado por este vaciamiento con el bordado de tiempos e imágenes que requiere crear un punto de vista de espectador. (Ángel Fernández-Santos en El País del 19 de octubre de 1996)

Gracia Querejeta ha conseguido insuflar vida a cada una de sus imágenes: los personajes respiran verdad por sus cuatro costados y sus sentimientos, dudas, frustraciones y angustias calan hondo, muy hondo, en nuestras arterias emocionales. Y es que sin subrayados ni parafernalia alguna, cristalinamente (ésta es una obra que acepta el término “cosida a mano”), “El último viaje de Robert Rylands” nos habla del amor, del dolor, de la inexorabilidad del tiempo, del vacío, de la homosexualidad, de la eutanasia, de la desazón,de la traición... Ninguno de ellos es su tema principal y todos ellos, y más, forman su tema: la vida, nada menos. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 24 de octubre de 1996)

Esta sencilla historia está narrada con pulcritud auténticamente británica, con exactitud en los ambientes y con verdadera maestría en la interpretación. (Linterna mágica)

Película estrenada en España el 18 de octubre de 1996. 

Reparto: Ben Cross, William Franklyn, Cathy Underwood, Kenneth Colley, Perdita Weeks, Gary Piquer, Lalita Ahmed, Karl Collins, Maurice Denham.