martes, 17 de agosto de 2021

Cuando llegue septiembre (Come September, 1961). Robert Mulligan

 

El magnate estadounidense Robert Talbot (Rock Hudson) suele pasar el mes de septiembre en su exuberante villa italiana. Pero este año llega temprano y se lleva una sorpresa: su supervisor avaro ha convertido la villa en un hotel en su ausencia. Enfurecido, Talbot está listo para echar a sus invitados adolescentes al principio, hasta que inesperadamente asume el papel de acompañante. Mientras tanto, el playboy lucha por salvar su relación con la luchadora italiana Lisa Fellini (Gina Lollobrigida).

Una de esas  amables,  trepidantes  y seductoras  comedietas que se “visionan” en  un estado  de complacencia  casi  eufórico.  (...) Aun  cuando  todo el film  mantiene un ritmo  muy  vivaz  y los lances de humor,en  los que tanto  abunda,  son prodigados  con una dosificación  inteligente,  la  primera  parte  es  ligeramente  más divertida y bulliciosa  que la  segunda,   menos espontánea,  y sensiblemente  “rellenada”  para  alargar  el guión,  que en su íntima sustancia es muy  poca cosa.  Pero los hechizos plásticos y gráficos  de que se le ha rodeado, salvan  los escollos  derivados  de la reiteración  y no dejan  que el  tono gracioso  y  desenvuelto  de la  cinta   desfallezca. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 2 de diciembre de 1961)

Una comedia ligera con momentos felices, podríamos decir que es "Cuando llegue septiembre", la película que se ha estrenado en el Lope de Vega. Podríamos decirlo... si esa ligereza de la idea motriz no adquiriese a ratos pesantez en el desarrollo de la historia. Es una la situación que se maneja y que se estira hasta el límite (...) Así hallamos esta película bastante desigual en sus efectos. Quiere decirse que pasamos por momentos entretenidos, por pasajes que nos hacen reír y por otros en que, si no nos invade por completo el aburrimiento, está a punto de invadirnos. (Donald en ABC del 13 de enero de 1962)

Discreta comedia de enredo que explotaba con escasa garra un guión no carente de posibilidades. Intentaba plantear cierto conflicto generacional, sin pasar nunca del mero apunte, entre unos jóvenes aparentemente desinhibidos y unos adultos entre cínicos y convencionales. El conjunto funciona con cierta soltura, pero nunca llega a cotas excesivas ni en la brillantez ni en la inteligencia. (Fotogramas)

Comedia intensamente calculada y suavemente maquinada que alterna un ingenio bastante elevado y la farsa. Pero incluso el ingenio es de un orden que no debe confundir a la mente inocente. Esta película chispeante no es sofisticada. El director Robert Mulligan la mantiene en movimiento sin parar hasta el final nupcial en la estación de tren de Roma. También inventa algunos encantadores trucos cinematográficos para poner contratiempos. ¿Se acuerdan de Gregory La Cava? El trabajo del Sr. Mulligan nos recuerda al suyo. (Bosley Crowther en The New York Times del 8 de septiembre de 1961.

Incluso en los tramos menores de la película hay golpes ocasionales y arrebatos de buen humor, pero con demasiada frecuencia, al manipular la trama con el propósito de presentar momentos de comedia incongruentes (Hudson persiguiendo a la Lollo al volante de un camión maltrecho cargado de gallinas, o Gina, ataviada con un traje de novia, persiguiendo a Rock en un viejo jeep), los guionistas parecen inclinados al telegrama, a repetir y a amontonar. (Variety)

Hudson estaba en la cúspide de sus poderes como comediante cuando hizo Come September, aunque lo que entendemos por comedia sexy ahora está lejos de lo que significaba entonces. No había ninguna sugerencia de que veríamos desnudos o escucharíamos un lenguaje grosero. Todo se transmitía a base de insinuaciones y la audiencia tenía suficiente sobre la situación para comprender lo que realmente estaba sucediendo. Hudson era un maestro en este tipo de cosas y podía transmitir su encanto varonil con un guiño y una sonrisa, aunque aquí había tres actos en la historia, y el primero y el tercero estaban diseñados para desconcertar a su personaje. (Graeme Clark en The Spinning Image)

La expresión “sin pretensiones” no debe entenderse necesariamente como un calificativo despectivo y por tanto debemos aprovecharla para aconsejar encarecidamente Come September, una de las primeras películas de Robert Mulligan, un director siempre injustamente olvidado, quizás debido a su gran discreción. Porque si bien es obvio que éste no es todavía un trabajo personal, no obstante está perfectamente bien hecho. La elegante puesta en escena de Mulligan supera fácilmente a la de otros especialistas en comedia sexy como Michael Gordon, Delbert Mann o Melvin Frank. Este último volverá a reunirr cuatro años después a Rock Hudson y Gina Lollobrigida en una comedia que demostrará haber sido bastante laboriosa, Habitación para dos. (...) Cuando llegue septiembre es una comedia llena de encanto y todavía poco conocida, durante la cual aunque ciertamente hay algunas escenas demasiado largas y no nos reímos a carcajadas, una sonrisa no deja de estar presente en nuestros labios. ¡Refrescante! (Erick Maurel en DVDKlassik)

Comedia de situación, colores veraniegos de los sesenta, la belleza de Italia: Cuando llegue septiembre es una película alegre en todo momento, haciendo de las exageraciones de todo tipo su verdadero motor. Con la ventaja añadida de momentos divertidos y mágicos del cine como una escena de baile durante la cual Rock y Gina incendian la pantalla ...(Gaspard Granaud en Pop and Films)

Película estrenada en Barcelona el 1 de diciembre de 1961 en el cine Comedia; en Madrid, el 12 de enero de 1962 en el cine Lope de Vega.

Reparto: Rock Hudson, Gina Lollobrigida, Sandra Dee, Bobby Darin, Walter Slezak, Joel Grey, Rossana Rory, Ronald Howard, Brenda De Banzie.


lunes, 9 de agosto de 2021

Un optimista de vacaciones (Mr. Hobbs Takes A Vacation, 1962). Henry Koster

 

 

Un padre de familia de clase media (James Stewart) tiene que sufrir un sinfín de incomodidades y resolver numerosos problemas cuando se marcha de vacaciones a la playa con su numerosísima familia.

Henry  Koster  cuenta  la  nueva  y la misma   historia   con  idénticas  y  habilidosas perfecciones.  Y la  veterana  pareja,  con la prole  en  torno,  responde  siempre  suelta  y con  gracia  al  modesto  y  cómico   esfuerzo que  se  pide.  Tampoco  hay  que  decir  que "Un  optimista  de vacaciones"  es obra realizada  dentro de  ese gran  tono  medio muy lucido  con que vinieron  vestidas  sus innumerables  hermanas  anteriores.  ¡Y las que vendrán! (Gabriel García Espina en ABC del 19 de junio de 1964)

 «Un  optimista  de  vacaciones»  está llena  de  pequeños   «gags»,  de   fragmentos sentimentales   y   episodios   humorísticos de  cierta  agudeza,  como el que nos presenta  al  supuesto matrimonio puritano. Pero,   en  conjunto,   la  sátira   peca  de blanda,  por el  afán  de tratar  de  manera superficial  una  serie  de  motivos  de  crítica  que  están  ahí... (Jaume Figueras en La Vanguardia del 28 de junio de 1964)

Adaptación de una novela de Edward Streeter ("El padre de la novia") que sigue la tónica de la comedia familiar más o menos costumbrista. Los mitos de la clase media americana tienen un tratamiento poco incisivo, limitándose a desarrollar una historia más o menos ingeniosa sobre la tortura en que pueden convertirse las esperadas vacaciones. La convención se convierte en la marca de fábrica de los discretos resultados. (Fotogramas)

Un optimista de vacaciones supera la medianía , pero no es lo suficientemente innovadora ni mordaz como para pasar de lo "bastante bueno" a lo "grande". La película está impulsada por excelentes actuaciones por todos lados (incluso si los carraspeos y los murmullos de Stewart se vuelven manieristas pasado un tiempo), y Henry Koster entrelaza las localizaciones y las secuencias de estudio sin esfuerzo. Sin embargo, hay una especie de cualidad pasada de moda en muchos de los procedimientos, algo que de hecho puede recomendar el film al público de cierta edad, mientras que lo hace parecer completamente cursi y trillado para los gustos más jóvenes y cínicos. (Jeffrey Kauffman en Blu-ray.com)

Algunos de los incidentes son divertidos, algunos son regulares, algunos son planos. Y, por supuesto, al final, se concluye que, por todo esto, la familia sigue siendo fuerte. (Bosley Crowther en The New York Times del 16 de junio de 1962)

Tal vez éste no sea el entretenimiento familiar de los 60 en su peor momento, pero sigue siendo bastante horrible. (Jonathan Rosenbaum)

Es una película divertida, aunque falla, principalmente en el apartado de desarrollo de situaciones. (Variety)

La película no carece de reflexiones justas y divertidas sobre las relaciones familiares, pero peca -sobre todo en su segunda hora- por unos pasajes largos, aburridos o incluso grotescos. (Sens critique)

Después de una primera hora no necesariamente desagradable, como si fuera necesario rellenar para llegar a casi 120 minutos de duración, a partir de la larga secuencia durante la cual el Sr. Hobbs va de paseo en velero con su hijo pequeño en un intento de reconectar con él, hay una sucesión de momentos dolorosamente incongruentes, como la canción del petimetre Fabian, la escena del baño, etc. Todo ello con una ausencia de homogeneidad, una flagrante falta de ritmo, ideas repetitivas y cada vez menos divertidas y una total falta de imaginación a la hora de la puesta en escena. Sin embargo, en esta comedia no deshonrosa, pero moderadamente estimulante, se recordará a una burbujeante Maureen O’Hara y un simpático James Stewart. (Erick Maurel en DVDKlassik)

Película estrenada en Madrid el 18 de junio de 1964 en los cines Pompeya, Palace, Gayarre, Tívoli y Rosales; en Barcelona, el 26 de junio de 1964 en el cine Tívoli.

Reparto: James Stewart, Maureen O'Hara, Fabian, John Saxon, Marie Wilson, John McGiver, Reginald Gardiner, Lauri Peters, Valerie Varda.