martes, 30 de junio de 2020

En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness, 2006). Gabriele Muccino


Chris Gardner (Will Smith) es un vendedor brillante y con talento, pero su empleo no le permite cubrir sus necesidades más básicas. Tanto es así que acaban echándolo, junto a su hijo de cinco años (Jaden Smith), de su piso de San Francisco, y ambos no tienen ningún lugar al que ir. Cuando Gardner consigue hacer unas prácticas en una prestigiosa correduría de bolsa, los dos protagonistas tendrán que afrontar muchas adversidades para hacer realidad su sueño de una vida mejor.

Una agradable cinta para el gran público, quizá no demasiado trascendente, pero sí dotada de un toque de sensibilidad que sólo en contadas ocasiones se desmadra. Quizá consciente de tal peligro, Muccino huye de la sencillez en la puesta en escena y añade a su obra una serie de elementos formales con los que escapar del calificativo de televisiva. (Javier Ocaña en El País del 2 de febrero de 2007)

El trabajo de Muccino, que amenazaba tener que llevar la sábana y la mantelería entera al cine, no hinca el puñal en el conducto lagrimal gracias a su tono natural y cotidiano, lo que hace el relato aún más terrible. (José Manuel Cuéllar en ABC del 2 de febrero de 2007)

Dirigida con soltura y sin desmadres sensibleros por Gabriele Muccino, director italiano afincado en Hollywood, la película funciona por la convicción (y no sólo porque se pasa buena parte de ella trotando por las calles o en los subterráneos del metro) que Will Smith, candidato al Oscar por este trabajo, im-pone en todo momento a su personaje de perdedor a quien sólo le quedan la dignidad y el esfuerzo como moneda de cambio en una sociedad inhumana. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 4 de febrero de 2007)

A Muccino le interesa más bien poco la apología del triunfador hecho a sí mismo desde la adversidad. Su interés es la esencia melodramática que no se avergüenza de arrancarte las lágrimas, la de raíces chaplinianas (El chico), eje de un film sobre el miedo al fracaso en la paternidad y sobre los infantiloides sueños de estabilidad económica de una gran nación con la ¿monocromática? forma de un cubo de Rubik. (Fausto Fernández en Fotogramas)

Una fábula contemporánea con influencias neorrealistas que también remitía al cine de buenas intenciones de Frank Capra. (Virginia Montes en Sensacine)

La sincera actuación de Will Smith eleva En busca de la felicidad por encima del mero melodrama. (Rotten Tomatoes)

Smith es ingenioso en el papel, aunque la historia estira la credulidad de uno sobre el ingenio de su personaje. (Jonathan Rosenbaum)

En busca de la felicidad va más allá de tirar de nuestras fibras del corazón. Las arranca, las acaricia, las rasguea, juega con ellas. Esa es la fuerza y la debilidad de este drama inspirador. (Joe Morgenstern)

El papel necesita gravedad, inteligencia, encanto, humor y un alma que no sea sintética. Smith lo tiene. Él es el verdadero negocio. (Peter Travers en Rolling Stone)

A pesar del peso de los medios utilizados en la reconstrucción del período, tanto físicos como ideológicos, Muccino logró conseguir un film pasable. (Lorenzo Codelli en Positif)

Un encantamiento agridulce según el "sueño americano". El éxito ejemplar de esta meditación tragicómica sobre la buena voluntad en la adversidad es servido por su interpretación y su realización. (Bayon en Libération)

Película estrenada en España el 2 de febrero de 2007.

Reparto: Will Smith, Jaden Smith, Thandie Newton, Dan Castellaneta, Brian Howe, James Karen.



jueves, 25 de junio de 2020

La señora de Fátima (1951). Rafael Gil




En 1917, en un pueblecito portugués, la Virgen se aparece a tres humildes niños pastores. Este milagro provoca toda clase de reacciones e incidentes.

Rafael Gil ha servido el magno tema de «La Señora de Fátima» con la más matizada madurez de su estilo, con toda su capacidad de director preparado, con todo su gusto por los argumentos que, como el de esta película, tan amplias perspectivas poéticas ofrecen. Y, en efecto, es madurez, maestría, y poesía lo que rebosa la tarea de Gil, al que se le adivina pendiente de cada gesto, de cada movimiento, de cada detalle ambinetal. (Horacio Sáenz Guerrero en La Vanguardia del 13 de octubre de 1951)

La historia conmovedora de los pastorcillos a los que se apareció la Señora se ha narrado literariamente y plásticamente -visualmente-, con escrupulosa sobriedad, con la adecuada sencillez; y tanto el escritor Vicente Escrivá, como el realizador Rafael Gil, han sabido tener presente que para comunicar la intensa emoción de prodigios como el de Fátima, de carácter sobrehumano, sobra la grandilocuencia en las palabras y en las imágenes. (Donald en ABC del 23 de octubre de 1951)

Tanto en el aspecto técnico como artístico se trata de una obra plenamente lograda, que demuestra, además, cómo se puede llevar a la pantalla un eficaz exponente de cine católico sin abrumar al espectador con complicadas exposiciones de teorías dogmáticas. (Fernando Méndez-Leite en Historia del cine español)

Clásico exponente del cine de estampita, destinado a conseguir la lágrima fácil y la emoción barata en un espectador sensibilizado, y en el que prevalece el sentimiento sobre la razón al igual que en los variopintos personajes que van tejiendo la trama que conduce hasta la milagrosa apoteosis final. (Festival de San Sebastián)

Fue tal su repercusión, que hasta el mismísimo Papa Pío XII concedió una audiencia privada a Gil, comunicándole que con aquel filme había hecho más por la fe que muchos presbíteros desde los púlpitos. Y es que el cine, en las mejores manos, no sólo es un certero instrumento de poesía, sino la más poderosa forja de almas imaginable. Desde luego que La señora de Fátima fue el gran timbre de gloria de la carrera de Gil, la más exitosa no ya de sus películas religiosas, sino de su filmografía, y por ende es un título harto representativo. (José Antonio Bielsa en Caballero del Pilar)

La Señora de Fátima”, por la emoción de sus imágenes, es la mejor película religiosa de Rafael Gil. Conmovedor es el desenlace con el milagro de la última aparición, las curaciones de enfermos y la danza del sol frente a una multitud expectante. Hemos de destacar que Rafael Gil era un hombre católico practicante que en varias ocasiones hizo profesión explícita de su fe, añadiendo que se sentía especialmente orgulloso de sus películas religiosas. (Multiespacio cultural El Camino)

Película estrenada en Barcelona el 11 de octubre de 1951 en el cine Fémina y en Madrid el 22 de octubre en el cine Avenida.

Reparto: Inés Orsini, Fernando Rey, Tito Junco, María Rosa Salgado, José María Lado, María Dulce, José Nieto, Félix Fernández.


jueves, 18 de junio de 2020

Te quiero, imbécil (2020). Laura Mañá


A Marcos (Quim Gutiérrez) le ha dejado su novia justo cuando iba a pedirle matrimonio, le han echado del trabajo y vuelve a vivir con sus padres. Su vida se ha convertido de repente en un desastre, de los grandes. Con semejante panorama Marcos está decidido a reinventarse y triunfar, pero no tiene ni idea de por dónde empezar. Por eso acude al lugar donde todo se encuentra: Internet. Mientras trata de aplicar los consejos de un youtuber, Marcos se cruzará con una antigua amiga del colegio, una nueva jefa, su ex-novia, unos colegas muy intensos y un montón de dudas existenciales...

Todo bien trillado pero al mismo tiempo notablemente pergeñado, tanto por el retrato social de la impostura en la era de la felicidad perpetua en Instagram como por la desorientación emocional de un hombre anclado en los modos de ligar del siglo XX, en sus códigos del pasado, que no puede hacer más que el ridículo en su intento por acercarse a un universo sentimental y sexual que le sobrepasa. (Javier Ocaña en El País del 24 de enero de 2020)

Una comedia sin pretensiones, una historia de chico y chicas que transcurre por los cauces de unas aguas navegables y navegadas en multitud de ocasiones, y en las que cualquier espectador cómodo se sentirá exactamente como pretende.(Oti Rodríguez Marchante en ABC del 24 de enero de 2020)

Una comedia romántica previsi­ble, adocenada, inofensiva, tan ligeramente entretenida como fácilmente olvidable. (J. Batlle en La Vanguardia del 24 de enero de 2020)

El film no llega a cumplir las expectativas creadas, pero se ve con agrado, y se despide con unos títulos de crédito con sorpresa. (Juan Pando en Fotogramas)

Todo disfrazado de comedia modernilla, simpática y sin demasiadas pretensiones, con un guión que también ofrece el romanticismo más clásico pero que desde luego no es el colmo de la originalidad. (Pablo de Santiago en Decine21)

‘Te quiero, imbécil’ se ve con agrado siempre y cuando uno se conforme con una comedia romántica cumplidora dentro de los márgenes más explorados de este subgénero. (Mikel Zorrilla en Espinof)

Película estrenada el 24 de enero de 2020.

Reparto: Quim Gutiérrez, Natalia Tena, Alfonso Bassave, Alba Ribas, Patricia Vico, Ernesto Alterio.


jueves, 11 de junio de 2020

Sarraounia (1986). Med Hondo


Una columna francesa bajo el mando de los capitanes Voulet y Chanoine, parte del Sudán "francés" el 2 de enero de 1899. Tiene la misión de detener la marcha relámpago de Rabah, el "Sultán negro" que está conquistando un reino en el corazón de África. Los capitanes y su legión de mercenarios africanos aplastan sin piedad y disparan a todo lo que se interpone en su camino. Las aldeas son arrasadas, mujeres, niños y ancianos mutilados, las casas quemadas y los pozos cegados. Se capturan hombres y mujeres válidos para aumentar y servir a esta columna en la marcha. Para detener los abusos de esta columna y estos líderes, el coronel Klobb se lanza en su búsqueda. Su misión es capturar a los capitanes Voulet y Chanoine y continuar hacia Chad. Las noticias ya han llegado a Sarraounia, reina de los Aznas. Celosa de su independencia y preocupada, confía en su padre adoptivo que le enseñó las técnicas de la vida, pero especialmente las de la guerra y la brujería. Sarraounia está lista para enfrentarse a los invasores. Voulet, al enterarse de la existencia de esta reina bruja, decide no dar cuartel, a pesar de las recomendaciones de sus superiores ...

Sarraounia fue filmada en Burkina Faso. La película retoma el punto de vista de la novela de Mamani Abdoulaye, que convirtió a la reina Sarraounia en un símbolo de la lucha de los africanos contra la colonización.

El papel principal lo interpreta Aï Keïta, una joven burkinabé, que estaba haciendo su debut en la pantalla. Med Hondo inicialmente pensó en darle un papel secundario, pero luego decidió que interpretara a Sarraounia, después de haber notado su naturaleza combativa cuando la vio participar en una discusión. Luego continuó apareciendo ocasionalmente en producciones de su país mientras trabajaba como secretaria en un hospital.

A pesar de ser muy bien recibida en festivales internacionales, Sarraounia fue un fracaso financiero, lo que llevó a la quiebra a la productora de Med Hondo: la película sólo conoció una distribución reducida en los cines franceses, donde se retiró al cabo de tres semanas. En 1992, se proyectó nuevamente en los cines de Francia.

"Quería ilustrar hechos históricos auténticos para mostrar que el continente africano no fue colonizado fácilmente, sino que tenía una historia de lucha y resistencia. Hubo mujeres africanas que participaron en la lucha contra el colonialismo: la reina Sarraounia en Níger, Jinga en Angola, Ranavalona en Madagascar, Beatriz del Congo, por nombrar algunas. No se menciona la importancia histórica de las mujeres africanas, que también dirigieron los reinos y disfrutaron de un prestigio considerable en las sociedades matriarcales. Sarraounia se rodó en 1986 en Burkina Faso. Los extras fueron elegidos entre los soldados del ejército de Burkinabé y la población local. Algunas escenas requerían hasta 400 soldados y 2000 extras pagados. [...] El estreno de la película tuvo lugar en París, pero inicialmente la distribución fue saboteada. El distribuidor no respetó el contrato. Según algunos, hubo presión política, pero no tengo pruebas concretas para demostrarlo. Todo fue tan escandaloso que algunos directores, Bertrand Tavernier, Constantin Costa-Gavras, Ousmane Sembène, Souleymane Cissé, firmaron una petición para protestar." (Med Hondo)

Filmada en una gloriosa pantalla panorámica con colores suntuosos y espléndidas escenas de batalla a gran escala, la adaptación de Hondo de la novela de Abdoulaye Mamani transforma un hecho histórico poco conocido en un poema épico sobre la resistencia africana contra el colonialismo. (Aboubakar Sanogo)

La película conserva una distancia épica respecto a sus personajes; carece de emoción a pesar de las imágenes de violencia y horror. (Hilary Mantel en The Spectator)

Reparto: Aï Keïta, Jean-Roger Milo, Féodor Atkine, Didier Sauvegrain, Jean-Pierre Castaldi.



martes, 2 de junio de 2020

Lancelot du Lac (1974). Robert Bresson


Después de la búsqueda del Grial, que fue un fracaso, Lancelot du Lac regresa a la corte del Rey Artús (Arthur). Guenièvre, esposa del rey, siguió siendo su fiel amante, lo que hace que Lancelot crea que ésta es la razón de su fracaso. Mordred, celoso, fomenta un plan contra él para confundir a los dos amantes ante el rey. Guenièvre no niega sus sentimientos, pero Lancelot muestra lealtad a su rey: le da la reina a Arthur y luego se va para defender la causa de su señor contra Mordred.

Lancelot du Lac es, para quien esto escribe, una de las más bellas, puras y pasionales historias de amor de la historia del cine, además de la más auténtica aproximación al mundo medieval jamás filmada. (Cinema esencial)

Lancelot du Lac es una película negra, desesperanzada. Que hace especial hincapié en lo más negro de la humanidad, su bestialidad, su violencia. Sí, estamos ante un film que es todo sangre, palabras soltadas como eructos repletos de bilis, sentimientos negros y desesperados. Armaduras, espadas y una humanidad inexistente arrojándose al vacío por auténticas nimiedades y sinsentidos. No, no hay ninguna épica en Lancelot du Lac, solo amargura y pesimismo y, como reflejo de todo ello, un último plano demoledor, con una masa de armaduras caídas, muertas, formando una pila metálica que nos remite al desguace donde ha ido a parar toda la humanidad. (Cine maldito)

Pero Bresson aún va más allá en el inolvidable final, cuando Lanzarote, malherido, cosificado definitivamente, envuelto en su armadura, se acerque a los cadáveres de sus compañeros y, tras exclamar “¡Ginebra!,” se desplome sobre ellos. Tras un nuevo plano del carroñero sobrevolando en silencio, tras un momento de quietud sobre los caídos donde nada ocurre, tras ese asomo de eternidad, la armadura que contiene a Lancelot se desmorona del todo, provocando el ruido sordo de las corazas que entrechocan: un solo ruido que condensa la impresión de derrota absoluta y que es uno de los efectos más lacerantes de toda la carrera del cineasta. Fin. No hay redención posible: sólo la carne mutada en mera chatarra. (Fernando Usón en Capricho cinéfilo)

Bresson, igual que Dreyer y Ozu, fue depurando a lo largo de su carrera un lenguaje basado en la renuncia y la sobriedad: sólo el ascetismo estilístico podía conducir al hallazgo de la belleza más pura. Lancelot du lac es, en ese sentido, una obra incuestionablemente consecuente con sus planteamientos teóricos; aunque debe situarse por debajo de sus obras mayores. (Ricardo Pérez Quiñones en Esculpiendo el tiempo)

Uno de los films más sorprendentes de su director, en el que abordó la mitología más popular de la épica medieval desde una mirada sobria y casi ascética. Rehuyendo toda espectacularidad -en este sentido resultan admirables las elipsis con que resuelve las secuencias estrictamente épicas-, se libró a un ejercicio apasionante con el que pretendió deslindar el Mito y la Historia, para llegar a unas conclusiones algo escépticas. (Fotogramas)

Pertenece con Pickpocket y Au hasard Balthazar al más alto nivel del logro de Bresson. (Dave Kehr en Chicaco Reader)

Toda la película está filmada en colores irresistiblemente austeros y una mirada embelesada que se desliza hacia abajo desde el cielo y termina, horriblemente fija en cuerpos blindados que yacen en el barro. (Michael Wilmington)

Es increíblemente hermosa, fascinante, agotadora, edificante, increíble: todas las cosas que podrías esperar de una obra maestra. (Time Out)

Reparto: Luc Simon, Laura Duke Condominas, Humbert Balsan, Vladimir Antolek-Oresek, Patrick Bernard.