martes, 6 de septiembre de 2016

Cat People (1942). Jacques Tourneur


Oliver conoce a Irena durante una visita al zoo. Se enamoran y acaban contrayendo matrimonio. Durante el convite, una misteriosa mujer aparece y afirma ser pariente de Irena. Ella comienza desde entonces a comportarse de manera extraña. Por ello, Oliver busca la ayuda de un psiquiatra. Al mismo tiempo, confía sus temores a su amiga Alice. Los celos de Irena complicarán aún más la situación.

El film suma drama, horror, romance y thriller. El relato se mueve dentro de unos parámetros calculadamente ambiguos, en torno a los cuales se combinan datos extraños, confusos e incompletos. No se llega a saber si los problemas que afectan a Irena son consecuencia de una posible aversión al sexo, asociada a un síndrome de represión sexual, o si se relacionan con antiguas leyendas serbias sobre descendientes de una secta satánica exterminada casi del todo en tiempos del rey Juan. Las mujeres descendientes de este grupo se convertirían en panteras agresivas y mortíferas ante la presencia de celos, pasión amorosa, caricias, besos, etc. Irena teme ser víctima de una maldición ancestral y por ello rehuye el contacto sexual con Oliver, al que ama y no quiere perjudicar.
A la ambigüedad argumental indicada se añade una acertada inconcreción visual y sonora, que alimenta la inquietud, el temor, el horror y el miedo del espectador. Mediante juegos de luces, sombras, sonidos y silencios se sugiere la presencia física del mal y de su poderosa influencia. (Miquel en Film Affinity)

Setenta escasos minutos y bajo presupuesto para un sensacional trabajo de terror en el que no se ve (al contrario del patético cine de terror actual) ni una gota de sangre y se muestra escasa violencia envuelta en un sabio juego de sombras. (AlohaCriticón)

El miedo es un miedo que se sugiere e imagina, el miedo lo construye el espectador, a través del magistral tratamiento de las atmósferas y de los escenarios, es precisamente el gran valor de la película, su capacidad de mantener el suspense y la sorpresa del género, entregándose a la simplicidad en forma y estilo, gracias al uso de las sombras y de la acción en off. El terror se organiza únicamente en torno a tres escenas brillantemente concebidas y realizadas: la persecución nocturna de Irina sobre Alice por el parque, el ataque de Irina convertida en pantera a Alice en la piscina y la lucha con el psiquiatra en casa de Irina al final de la película. En la primera de estas escenas, únicamente el ritmo de los tacones de Alice al andar, sus giros de cabeza al mirar atrás y el silencio construyen un ambiente de intranquilidad y sugestión que no requieren de más para crear el miedo y la tensión en el público. Pero si una escena hay que destacar por su belleza y encanto es la del ataque en la piscina. Aquí confluyen la oscuridad, en magistral contraste con la claridad de la luz que refleja el agua, un ambiente íntimo y cerrado, y la utilización de las sombras, ingredientes que sintetizan en esencia el cine del producor Val Lewton y Tourneur, un cine caracterizado por ofrecer mucho y de calidad con muy poco. (El espectador imaginario)

"Lo que produjo en mí verdadera extrañeza la primera vez que vi la película –escribe José Luis Garci–, a mis nueve o diez años, no fue que Simone Simón pudiera convertirse en una pantera (en el cine podía pasar cualquier cosa y, además, los rasgos felinos de Simone eran tan adecuados al personaje que -¿por qué no?- lo asombroso de la película es que, en su noche de bodas, la maravillosa Simone no quería acostarse con su marido. Y eso hacía. Encerrarse en una habitación y negarse a ver a Ken Smith. Hoy, casi medio siglo después de su filmación. La mujer pantera es algo más que una formidable obra de terror o misterio. Es una auténtica obra maestra del cine: En el moderno trazado de sus personajes, en la descripción de los ambientes, en inteligente guión o en su atmósfera estilizada, adivinamos sin esfuerzo la otra cara de la sociedad, un lado oculto de la vida que aquellas películas de la época nunca nos enseñaron: el vértigo del sexo, la frigidez o, incluso, un lesbianismo encadenado. Otras raíces del miedo, otros monstruos internos que jamás encontraron sitio ante la cámara" (ABC, 12-5-1989).

Jacques Tourneur dirigió este clásico del cine fantástico, que fue todo un éxito en 1942, a pesar de que está concebida como una producción de serie B por la productora RKO. A diferencia de otras películas de terror de la época, con actores especializados en el género, y maquillajes, Tourneur se decanta por sugerir la transformación de su protagonista en pantera. Además, la historia tenía una ambientación contemporánea, pues tenía lugar en la época en la que fue rodada, algo bastante atípico en el género por aquel entonces. (Decine21)

Un film mítico y pionero, por cuanto inauguró un memorable ciclo de títulos fantásticos producidos por Val Lewton. No sólo fue el primero sino también el mejor del ciclo, convirtiéndose en una indiscutible obra maestra del género. Su extraordinaria capacidad de fascinación y sus inquietantes recovecos apenas fueron intuidos por un cineasta tan oblicuo como Paul Schrader en su convencional remake de 1982. (Fotogramas)

Título español: La mujer pantera.

Reparto: Simone Simon, Kent Smith, Tom Conway, Jane Randolph, Jack Holt, Alan Napier, Elizabeth Dunne, Mary Halsey.


No hay comentarios:

Publicar un comentario