Un padre de familia de clase media (James Stewart) tiene que sufrir un sinfín de incomodidades y resolver numerosos problemas cuando se marcha de vacaciones a la playa con su numerosísima familia.
Henry Koster cuenta la nueva y la misma historia con idénticas y habilidosas perfecciones. Y la veterana pareja, con la prole en torno, responde siempre suelta y con gracia al modesto y cómico esfuerzo que se pide. Tampoco hay que decir que "Un optimista de vacaciones" es obra realizada dentro de ese gran tono medio muy lucido con que vinieron vestidas sus innumerables hermanas anteriores. ¡Y las que vendrán! (Gabriel García Espina en ABC del 19 de junio de 1964)
«Un optimista de vacaciones» está llena de pequeños «gags», de fragmentos sentimentales y episodios humorísticos de cierta agudeza, como el que nos presenta al supuesto matrimonio puritano. Pero, en conjunto, la sátira peca de blanda, por el afán de tratar de manera superficial una serie de motivos de crítica que están ahí... (Jaume Figueras en La Vanguardia del 28 de junio de 1964)
Adaptación de una novela de Edward Streeter ("El padre de la novia") que sigue la tónica de la comedia familiar más o menos costumbrista. Los mitos de la clase media americana tienen un tratamiento poco incisivo, limitándose a desarrollar una historia más o menos ingeniosa sobre la tortura en que pueden convertirse las esperadas vacaciones. La convención se convierte en la marca de fábrica de los discretos resultados. (Fotogramas)
Un optimista de vacaciones supera la medianía , pero no es lo suficientemente innovadora ni mordaz como para pasar de lo "bastante bueno" a lo "grande". La película está impulsada por excelentes actuaciones por todos lados (incluso si los carraspeos y los murmullos de Stewart se vuelven manieristas pasado un tiempo), y Henry Koster entrelaza las localizaciones y las secuencias de estudio sin esfuerzo. Sin embargo, hay una especie de cualidad pasada de moda en muchos de los procedimientos, algo que de hecho puede recomendar el film al público de cierta edad, mientras que lo hace parecer completamente cursi y trillado para los gustos más jóvenes y cínicos. (Jeffrey Kauffman en Blu-ray.com)
Algunos de los incidentes son divertidos, algunos son regulares, algunos son planos. Y, por supuesto, al final, se concluye que, por todo esto, la familia sigue siendo fuerte. (Bosley Crowther en The New York Times del 16 de junio de 1962)
Tal vez éste no sea el entretenimiento familiar de los 60 en su peor momento, pero sigue siendo bastante horrible. (Jonathan Rosenbaum)
Es una película divertida, aunque falla, principalmente en el apartado de desarrollo de situaciones. (Variety)
La película no carece de reflexiones justas y divertidas sobre las relaciones familiares, pero peca -sobre todo en su segunda hora- por unos pasajes largos, aburridos o incluso grotescos. (Sens critique)
Después de una primera hora no necesariamente desagradable, como si fuera necesario rellenar para llegar a casi 120 minutos de duración, a partir de la larga secuencia durante la cual el Sr. Hobbs va de paseo en velero con su hijo pequeño en un intento de reconectar con él, hay una sucesión de momentos dolorosamente incongruentes, como la canción del petimetre Fabian, la escena del baño, etc. Todo ello con una ausencia de homogeneidad, una flagrante falta de ritmo, ideas repetitivas y cada vez menos divertidas y una total falta de imaginación a la hora de la puesta en escena. Sin embargo, en esta comedia no deshonrosa, pero moderadamente estimulante, se recordará a una burbujeante Maureen O’Hara y un simpático James Stewart. (Erick Maurel en DVDKlassik)
Película estrenada en Madrid el 18 de junio de 1964 en los cines Pompeya, Palace, Gayarre, Tívoli y Rosales; en Barcelona, el 26 de junio de 1964 en el cine Tívoli.
Reparto: James Stewart, Maureen O'Hara, Fabian, John Saxon, Marie Wilson, John McGiver, Reginald Gardiner, Lauri Peters, Valerie Varda.
Bueno, siempre es un placer ver a James Stewart y Maureen O'Hara.
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