miércoles, 27 de diciembre de 2023
Un paseo por el bosque (A Walk in the Woods, 2015). Ken Kwapis
viernes, 22 de diciembre de 2023
Los hijos de la noche (1939). Benito Perojo
Del interesante melodrama de Torrado y Navarro, ha logrado
Perojo un “film” movido y gracioso, donde los valores esenciales de la obra
teatral están perfectamente dosificados con aquellos otros detalles de
apariencia nimia que dan los que, en el fondo y en la forma, prestan calidad al
cinematógrafo. Si a estas cualidades añadimos la fortuna interpretativa y el
acierto que ha presidido en el Reparto, es preciso reconocer que “Los hijos de
la noche” es un ejemplo halagüeño y un indicio seguro que permiten augurar al “cine”
español un porvenir espléndido. (Miguel Ródenas en ABC del 13 de febrero de
1940)
Película estrenada en Barcelona el 30 de enero de 1940 en el cine Coliseum; en Madrid, el 12 de febrero de 1940 en el cine Rialto.
Reparto: Estrellita Castro, Miguel Ligero, Julio Peña, Alberto Romea, Hortensia Gelabert, Pedro Fernández Cuenca, Blanca Pozas, Emilio Ruiz, Lily Vincenti.
lunes, 18 de diciembre de 2023
Crónica negra (Un flic, 1972). Jean-Pierre Melville
Melville, uno de los realitzadores franceses más personales, más ingeniosos, insiste en un tema que ya figura en su filmografía: el de las relaciones dudosas entre la ley y el delito, de las cuales sale siempre una degradación de quienes sirven a aquella. (...) Melville cuenta todo esto con dos maneras: una muy escueta, funcional, intensa; otra, recreada, insistente, por eso mismo menos profunda que la otra. De ahí que la escritura del filme se resienta en cuanto al ritmo, lo que no privarà al inteligente director de lograr secuencias de dura y punzante emoción. (Lorenzo López Sancho en ABC del 30 de marzo de 1973)
Su estructura formal es tan armoniosa y tan brillante que se
aproxima, incuestionablemente, a la perfección. Una perfección que no es simple
dominio artesanal, sino que se distingue por acusados rasgos, acaso un poco
aislados, de genialidad. En «Crónica negra» Melville lleva a la cumbre estas
virtudes. Es una película más de atracadores y de policías, pero lo que
realmente nos sorprende en ella es el tratamiento, el método y el tono. Nos
impresiona sobre todo la flexible soltura con que ha coordinado los tres
episodios importantes que dan fuerza a la trama, el expresivo vigor de las
imágenes, y el pergeño, tan reciamente humano, de los personajes que nos presenta.
Y luego, el contraluz con que son iluminadas las dos caras de las complicadas
situaciones de esta historia, tan cinematográfica. De esta historia en la que
actúa un hampa dinámica, imaginativa y audaz, integrada por hombres ya mayores.
(A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 22 de noviembre de 1973)
La última obra de Jean Pierre Melville, Un flic, ha sido considerada durante mucho tiempo una película fallida. Hay que decir que cuando se estrenó en 1972, la recepción de la crítica fue bastante fría y no tuvo éxito de público. Con el tiempo, Un flic ha seguido siendo una película un poco desconocida, pero, a pesar de todo, se ha convertido en una especie de contraseña para los iniciados, aquellos que consideran que la última de Melville es su mejor película. (Thierry Jousse en Les Inrockuptibles)
Acusar al naturalismo de todos los males (una cierta tendencia de la crítica francesa de izquierdas y derechas) no impidió que los idiotas se perdieran el film más antinaturalista de los últimos treinta años, más antinaturalista que los Straub o los Bresson más abstractos. . Recuerde que Un flic fue demolido tras su estreno, en 1972, incluso por los melvillianos más acérrimos. Fueron necesarios treinta años de purgatorio para que finalmente se reconociera la evanescente belleza de la película. Melville arroja a Delon y Deneuve contra las olas desiertas, las orillas del mar, los cabarets de los gangsters de opereta, Richard Crenna, Paul Crauchet, André Pousse. Nos hablamos en voz baja. Nos espiamos unos a otros, nos matamos unos a otros. Melville tenía 55 años cuando rodó Un flic, unos meses antes de escabullirse de puntillas y con un sombrero Stetson en la cabeza. Cada uno tiene sus propios ritos. Cada uno tiene sus propias ceremonias. (Louis Skorecki en Libération)
Incluso hoy en día, Un flic apenas se menciona entre las obras del cineasta. Preferimos hablar de todas los demás, pero no de ésta. Una injusticia, cuando menos, ya que Un flic no es más que una grandísima película, una más pero no la única, de un Jean-Pierre Melville que firma allí, inconscientemente, su obra testamentaria. El cineasta murió poco después del estreno de la película, víctima de un derrame cerebral, víctima de la gran tensión nerviosa que siempre lo había perseguido. Un flic habría sido fatal para su autor, que parece conmovido por su fracaso comercial, magullado por las críticas, escondido hasta el final detrás de sus prominentes gafas de sol. Las mismas gafas que hizo usar a Lino Ventura en Le deuxième souffle. Sin embargo, si se mira más de cerca, Un flic parece ser una obra muy especial y perseguida por una idea terminal: la de la muerte. El cineasta no sólo entregó su último acercamiento manierista, llevado al extremo, cierto, sino también su última mirada a la vida fantástica de estos personajes que se han convertido en sombras de sí mismos. (Olivier Bitoun en DVD Classik)
Un flic es menos un inventario conmovedor de la vida cotidiana de los agentes de policía dañados por el código de honor que la conclusión temprana, pero aún vigorosa, de la filmografía de Jean-Pierre Melville, un director que concedía la misma importancia a la forma y al fondo de sus películas. Por eso es difícil que nos guste esta película fría y nihilista, cuyo concepto general de mosaico con un montaje casi escandaloso empieza, sin embargo, a fascinarnos. (Tobias Dunschen en Critique-film.fr)
Jean-Pierre Melville (...) se detiene hipnóticamente en los detalles más pequeños de cualquier operación y puntúa la película con siniestros e inesperados movimientos de cámara. Personajes sórdidos y escenarios inexpresivos se fusionan en un cine negro de mediana categoría, un mundo que se vuelve peligroso por la inquietud de los métodos del Sr. Melville. Tanto en el final como en el principio, presenta personajes mirando al vacío sin decir palabra. En ello, tal vez haya más falta de afecto de lo que la mayoría del público toleraría (...). Pero la contundencia y el misterio de la dirección de Melville a menudo generan una urgencia que evita que la película parezca vaga. (Janet Maslin en The New York Times del 30 de noviembre de 1979)
Como ocurre en cualquier película criminal de Jean-Pierre Melville, más allá de su preocupación general por las historias de género como vehículos filosóficos (o quizás en conjunción con las mismas, dado su enfoque metódico de los crímenes), los robos son objetos de belleza meticulosamente construidos. El trabajo de atraco al banco es bastante estándar, pero el robo de drogas, que involucra trenes y helicópteros, es ingenioso y recuerda a su manera a los ladrones que cuelgan de un agujero en el techo en Rififi de Jules Dassin. Richard Crenna realiza su trabajo con una resolución silenciosa, dando cada paso con sombría determinación. Lo interesante esta vez es que también es la misma determinación que adopta el policía Delon al rastrear las fechorías. Se ha borrado la línea entre criminal y policía. Transcurren largas secuencias sin diálogo, con sólo el sonido del mundo circundante. Es como si las palabras fueran más preciosas y más peligrosas que las balas. (Jamie S. Rich en DVD Talk)
La película parece desmoronarse... Aún así, queda esa impresionante primera secuencia y suficiente riqueza de estilo y tema para hacer de Un Flic una película característica, si no la quintaesencia de [Jean-Pierre] Melville. (David L. Overbey en Sight and Sound)
Película estrenada en Madrid el 16 de marzo de 1973 en el cine Amaya; en Barcelona, el 19 de noviembre de 1973 en el cine Astoria.
Reparto: Alain Delon, Richard Crenna, Catherine Deneuve, Riccardo Cucciolla, Michael Conrad, Paul Crauchet.
jueves, 7 de diciembre de 2023
Misión de audaces (The Horse Soldiers, 1959). John Ford
John Ford, el prestigioso realizador de tantos films
notables, ha dado a «Misión de audaces» esa expresividad vibrante que
caracteriza a su estilo. Hay en el film una habilísima valoración de múltiples
aspectos, tanto plásticos como narrativos, que en las manos de otro ealizador
nos parecerían pequeños detalles secundarios, pero que narrados por Ford
adquieren una categoría expresiva, casi simbolista, que sorprende. (...) No
obstante lo trillado del asunto, la labor de John Ford consigue elevarlo sobre
el nivel medio de este tipo de films y mantenerlo casi constantemente en una
tensión dramática honda y concentrada. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del
20 diciembre de 1959)
No desmiente la realización que presenciamos la mano
magistral de John Ford, el director –para no citar más que uno de sus títulos,
y uno de los más clásicos- de “La diligencia”. Su estilo tan personal como
extraordinariamente expresivo, y sobre todo cuando aborda estos, o semejantes
temas, se patentiza a lo largo de la proyección. Posee la magia John Ford de obtenir
la máxima economía, o, mejor, sobriedad, en los medios, lo que no quiere decir
que actúe con escasez de medios materiales. (Donald en ABC del 23 de diciembre
de 1959)
Ford presenta más acción de lo habitual, pero la valiente heroína Hannah Hunter (interpretada por Constance Towers) y el leal equipo de actores secundarios son detalles típicos del director. Aunque a menudo es conmovedora, Misión de audaces sigue siendo una película obstinadamente normal y estancada en una rutina familiar en algunos pasajes, por lo que no se encuentra entre los mejores trabajos de Ford. Sin embargo, las hermosas imágenes de Luisiana en otoño tomadas por el director de fotografía William H. Clothier le añaden un toque de distinción. (Derek Winnert)
Si bien es un sólido western de la Guerra Civil, "The Horse Soldiers", también es bastante olvidable. Resulta familiar la historia de la misión detrás de las líneas enemigas y hay poco que la haga sentir única. Incluso las actuaciones de John Wayne y William Holden no logran que parezca más original y sin Constance Towers aportando un agradable toque de ligereza al drama, podría haber sido aún más olvidable. (Andy Webb en The Movie Scene)
Algunos de los ingredientes de Ford están ahí: patriotismo belicoso, comedia vulgar, canciones de caballería, momentos simbólicos (un soldado blanco de la Unión muere mientras un niño negro nace en libertad con la ayuda de un médico del ejército), un sargento irlandés borracho. En cierto modo es bastante formularia. Una repetición de elementos ya vistos. Pero hay poco de la vieja magia de Ford. No hay Monument Valley y no hay indios. Es extraordinario cuán diferente es este western bastante ordinario (y bastante anticuado para 1959) de Centauros del desierto, sólo tres años anterior. Algunos incluso dirían que era triste ver cuánto se había hundido Ford. (Jeff Arnold)
Hay momentos en los que nos preguntamos si John Ford no se está divirtiendo haciendo él mismo un pastiche. Desafortunadamente, esto es poco probable. Movido, se podría decir, por una especie de mecanismo interno que ninguna circunstancia puede perturbar, Ford pone en escena estos títeres y anima esta acción irrisoria con la misma maestría técnica, el mismo aliento, el mismo virtuosismo de una obra maestra. Nos asombra ver tanto talento puesto al servicio de tanta estupidez. (Jean de Baroncelli en Le Monde del 5 de octubre de 1959)
En cualquier caso, Misión de audaces no es ciertamente la mejor película de John Ford, pero sigue siendo una obra maestra en gran medida subestimada en su carrera y un ataque muy vigoroso contra la guerra en general. En cualquier caso, parece que las carencias del rodaje no empañaron esta obra contundente, atrayente y muy conmovedora. (Justin Leonard en DVD Classik)
John Ford dirigió a regañadientes Misión de audaces. El tema se lo había impuesto United Artists que produjo la película, y podemos imaginar al viejo y brusco cineasta refunfuñando contra sus poco complacientes jefes. Sin embargo, como ocurre con todas sus obras, menores o no, encargadas o no, John Ford consigue imponer su toque inimitable a la película. En un magnífico Cinemascope, multiplica los planos generales de la caballería estadounidense, cuya valentía y devoción tan bien glorificó en el pasado. Pero al igual que Centauros del desierto, que marca un punto de inflexión en la obra de Ford, Misión de audaces impone una visión más oscura y ambigua de la naturaleza humana por parte de un cineasta anciano que se encontraba entonces en el ocaso de su carrera. (Ophélie Weil en Critikat)
Misión de audaces es una gran película turbia, donde las mujeres son humilladas, los hombres desollados vivos y los niños enviados a la carnicería. Pero, cuando puede caer en emociones fáciles, Ford siempre escapa a través de la trivialidad. Así, durante la sublime secuencia de la carga de los cadetes de la Academia Militar, calma el patetismo justo cuando John Wayne se niega a combatir. Con otro cineasta, digamos John Huston, el pequeño tambor habría muerto en primer plano bajo una lluvia de violines; aquí le dan una azotaina sin que le veamos la cara. Nada debe interferir con la fría descripción de la violencia, el inevitable aumento de la barbarie. Nunca antes Ford había alcanzado este nivel de oscuridad. Aquejada de mala fama, difícil de amar, esta película desgarradora debe ser redescubierta. Es la confesión de un humanista desesperado. (Frédéric Bonnaud en Les Inrockuptibles)
Película estrenada en Barcelona el 18 de diciembre de 1959 en los cines Astoria y Cristina; en Madrid, el 20 de diciembre de 1959 en el cine Capitol.
Reparto: John Wayne, William Holden, Constance Towers, Althea Gibson, Hoot Gibson, Russell Simpson, Anna Lee, Ken Curtis.
lunes, 4 de diciembre de 2023
El portero (2000). Gonzalo Suárez
martes, 21 de noviembre de 2023
Solo ante el peligro (High Noon, 1952). Fred Zinnemann
Existe, así, una acción tremenda, pero una acción interna,
no la acción esperada y usual, de aquí la posible decepción del sector de
público que esperaba, por lo visto, la historia tradicional, y no un magnífico
experimento cinematográfico repleto de matices e intenciones, penetrante y agudo,
en el que todo gira en torno a la lenta marcha de las saetas del reloj,
engranadas, por decirlo así, con todos y cada uno de los planos, hasta
encontrarse en el mediodía sobre el fondo obsesionante de una música soberbia
de Dimitri Tiomkin. (Horacio Sáenz Guerrero en La Vanguardia del 24 de febrero
de 1953)
No es “Solo ante el peligro” una cinta más entre tantas y
tantas como pueden agruparse, partiendo de los albores del cine americano,
hasta nuestros días, bajo el rótulo, bastante elástico, de “películas del Oeste”.
Si el tema quizá no difiere de los que animaron otras obras fílmicas del género,
en cambio, el guión, desarrollado con ponderable sobriedad y, sobre todo, la
realización de Zinnemann colocan el empeño a considerable altura artística.
(Donald en ABC del 3 de marzo de 1953)
Lo importante es que alguien (o todos juntos, diríamos) haya producido un western que sea el mejor de su tipo en varios años. Esta historia de un sheriff valiente y testarudo en una ciudad llena de cobardes y vagos, tiene el ritmo de una balada tejida en términos cinematográficos. El tema resulta familiar y viene ilustrado con una iluminación fidedigna del carácter humano, pero está lejos de ser convencional. Y, sobre todo, tiene una comprensión asombrosa de eso que llamamos coraje en un hombre y lo espinoso que es ser valiente en un mundo de matones y cobardes. Como la mayoría de las obras de arte, es simple, simple en la estructura de su trama y comparativamente simple en el diseño de sus cuestiones y moralejas fundamentales. (Bosley Crowther en The New York Times del 25 de julio de 1952)
Como ocurre con casi todas las grandes películas, todos los elementos se mezclan en High Noon. La cinematografía en blanco y negro es perfecta para crear un ambiente oscuro. La música es implacable. Y el montaje (con la posible excepción de la pelea entre Kane y Pell, que está entrecortada) es casi perfecto. Pero los verdaderos elementos a aplaudir son las actuaciones, el guión y la dirección, todos ellos de primera. Cooper apareció en más de 100 películas durante su dilatada carrera; pocas aspiran al nivel de High Noon y muchas menos lo alcanzan. Y ningún crédito en el currículum de Zinnemann es tan impresionante. El western puede ser una de las pocas formas de arte verdaderamente estadounidenses, y High Noon muestra exactamente cuánto potencial puede abarcar. (James Berardinelli en ReelViews)
La película de Fred Zinnemann es un hermoso western en blanco y negro que lanzó los westerns revisionistas con un enfoque más social que los tradicionales westerns paternales de John Wayne. High Noon también alimentó un debate sobre cómo un hombre valiente, en este caso un marshall, debería cumplir con sus deberes como un profesional y no pedir ayuda a personas no profesionales. Los detractores de High Noon fueron John Wayne y Howard Hawks, quienes odiaron la película e incluso la rehicieron con su propia interpretación de la historia con gran éxito en Río Bravo. (Michaël Parent en Cinephiliaque)
La película es un tributo a la valentía y la integridad del productor de mentalidad liberal Stanley Kramer, quien está lanzando un ataque apenas velado contra las listas negras y la condena alegórica de la gente de Hollywood que no se enfrentaría a la caza de brujas comunista del senador Joseph McCarthy en este infame período de la historia americana. (Derek Winnert)
El verdadero tema de la película es lo que puede pensar durante una hora y media un hombre que ha sido abandonado y que cree que va a morir, y es de una gran habilidad haber elegido el western como prenda exterior de esta reflexión. (Jacques Doniol-Valcroze en Cahiers du Cinéma del 16 de octubre de 1952)
Siguiendo paso a paso al Sheriff Kane, (…) vemos que el peso que adquiere físicamente -esta admirable presencia de Gary Cooper- no proviene de la interpretación del actor sino del drama que vive. (Bernard Chardere en Positif del 9 de octubre de 1953)
La intención de Zinnemann, que quería sacar los vagones del oeste de los caminos trillados, era buena, pero duró poco. (Henry Magnan en Le Monde)
Película estrenada en Barcelona el 23 de febrero de 1953 en los cines Astoria y Cristina; en Madrid, el 2 de marzo de 1953 en los cines Gran Vía y Calatravas.
Reparto: Gary Cooper, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges, Katy Jurado, Grace Kelly, Otto Kruger, Lon Chaney, Henry Morgan, Lee Van Cleef.
viernes, 17 de noviembre de 2023
Más fuerte que el orgullo (Pride and Prejudice, 1940). Robert Z. Leonard
“Más fuerte que el orgullo” no es una película más, sino una
obra maestra de la cinematografía, en la que se hallan condensades las más altes
y variadas calidades. Si el asunto es interesante, ese interés corre parejas
con la agilidad de las situacions, su gracia y una admirable técnica de que
hace alarde a cada momento el realizador Robert Z. Leonard. Bien es verdad que
los diálogos son de un gran aticismo y fluidez y el “cameraman” y fotógrafo han
captado planos y paisajes de una gran belleza. (Miguel Ródenas en ABC del 30 de
septiembre de 1944)
Con frecuencia un buen reparto basta, casi por sí solo, para conseguir salvar una cinta pues lo intrascendente del argumento se ve compensado por una buena interpretación. Con ello no intentamos afirmar que «Más fuerte que el orgullo» sea una película carente, en general, de valores; pero sí que el mayor de ellos es el interpretativo. (...) La divertida anécdota de la película —las cinco muchachas a quienes su madre busca por todos los medios acomodo matrimonial—está narrada con gran habilidad, sobre todo en la primera mitad del film, pues después decae levemente con la repetición de situaciones similares para finalizar con un desenlace de bastante inconsistencia (...), adoleciendo de un exceso de diálogo, a pesar de estar salpicado de agudezas e ironías. (Horacio Sáenz Guerrero en La Vanguardia del 1 de noviembre de 1944)
La primera adaptación notable de 'Orgullo y prejuicio' se hizo en Hollywood de la mano de Robert Z. Leonard y bajo el paraguas de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Con el venerado Laurence Olivier como el señor Darcy y la carismática Greer Garson como Elizabeth Bennet, 'Más fuerte que el orgullo' adaptó la historia de la inglesa a un formato hollywoodiense con numerosos cambios en la historia, aunque aun así conservó el romance que reconocemos y adoramos. (Mireia Mullor en Fotogramas)
La dirección de Robert Z. Leonard es la piedra de toque. Las películas con vestuario de época suelen tener un aire artificial. Pero por el puro encanto y diversión romántica, por una vida burbujeante y saludable, recomendamos de todo corazón esta exquisita comedia sobre el joven elegante y orgulloso y la hermosa joven llena de prejuicios. Ambos son tan reales como dos jóvenes que puedas conocer hoy. (Bosley Crowther en The New York Times del 9 de agosto de 1940)
Producto de prestigio de Metro Goldwyn Mayer típicamente sobrecargado (1940), pero que salió sorprendentemente bien, con un mínimo de inglés literario y cierta elegancia de diseño. (Dave Kehr en Chicago Reader)
Las sutiles ironías de la autora han desaparecido, la época de Austen se actualiza ligeramente y la trama se simplifica considerablemente. Pero queda un brillante destello literario, por lo que debemos agradecer mucho a la mano del gigante de la literatura inglesa Aldous Huxley en el guión, escrito con Jane Murfin y basado en la versión teatral de Helen Jerome de la novela de Austen. (Derek Winnert)
La puesta en escena parece inexistente, la cámara está demasiado ocupada multiplicando planos generales de los protagonistas y contraplanos para resaltar las discusiones y los rostros de las estrellas sin ninguna audacia formal. Al final, el cineasta nunca consigue romper con las convenciones del estudio y hacer de la novela inicial un producto algo original y verdaderamente cinematográfico. Hay que verla por la interpretación de los actores, todos excelentes, en primer lugar los padres de las chicas Bennet, y por el guión de Aldous Huxley. (Nicolas Thys en EcranLarge)
En cuanto al vestuario y los decorados, sirven bien para apoyar la acción (o la comedia...) pero no son realmente fieles, sino todo lo contrario. Además, todo fue filmado en estudio, por lo que habrá que revisar la opinión sobre la belleza de los hogares ingleses. Los vestidos dan más de una vez la impresión de tratarse de una bandada de pavos y no de (al menos) jóvenes distinguidas y no respetan en absoluto la época. En realidad, la película pretende ser una comedia romántica al estilo americano. (...) Es, con diferencia, la adaptación menos fiel de esta novela, pero tiene el mérito de resultar muy entretenida una vez la tomas como tal. (Un visiteur en Allociné)
Esta versión es muy libre, cambiando el carácter de ciertos personajes y eliminando casi por completo el lado dramático de la novela para mantener solo el cómico e incluso añadiendo a este nivel ciertas secuencias incluyendo un final feliz verdaderamente feliz. Déjese sorprender por los trajes que recuerdan más a los Estados Unidos en el período previo a la Guerra Civil que a la Inglaterra de Jorge III. Pero podemos quedarnos atrapados fácilmente en el juego porque la puesta en escena está cuidada, algunos diálogos son muy divertidos y la interpretación es muy convincente en su conjunto. (Plume231 en Allociné)
Película estrenada en Madrid el 29 de septiembre de 1944 en el cine Coliseum; en Barcelona, el 31 de octubre de 1944 en el cine Kursaal.
Reparto: Greer Garson, Laurence Olivier, Mary Boland, Edna May Oliver, Maureen O'Sullivan, Ann Rutherford, Frieda Inescort, Edmund Gwenn, Bruce Lester, Melville Cooper.
domingo, 12 de noviembre de 2023
Toma el dinero y corre (Take the Money and Run, 1969). Woody Allen
Dentro de la línea humorística, paródica, que se marca desde
las primeras escenes, todo resulta pasable; desde la realización, que es
irregular, tirando a floja, hasta el color, desigual e imperfecto. En cuanto a
la interpretación, no hay que decir que Woody Allen llena el 90 por 100 de la
película... (Hermes en ABC del 16 de agosto de 1972)
A fuerza de grotesquizar al personaje —es decir, de ridiculizarse a sí mismo— Woody Allen consigue en muchos momentos de la cinta «gags» muy afortunados y de muy chispeante efecto cómico. Pero en otras fases de la realización, la acción se hace de una ingenua inocencia, se reiteran los trucos y los esperados efectos de comicidad no se logran del todo. Al asumir la triple función de guionista, realizador e intérprete, todo hace suponer que Woody Allen se cree con fuerzas para llegar a la brillante «performance» de un Chaplin. Y es posible que algo parecido —si no igual— alcance con el tiempo. Pero por el momento se encuentra sumamente distante de esta ambiciosa meta. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 27 de agosto de 1972)
El primer film dirigido por Woody Allen viene a ser un borrador de su obra posterior a través de la expresión de sus obsesiones más recurrentes, aunque tenga muy poco que ver con el cine actual de su autor. Planteado en clave "slapstick", el conjunto tiene evidentes altibajos, pero contiene algunos de los momentos más brillantes del cine cómico de los últimos veinticinco años. (Fotogramas)Película estrenada en Madrid el 14 de agosto de 1972 en los cines Luchana, Torre de Madrid, Candilejas y Falla; en Barcelona, el 25 de agosto de 1972 en los cines Montecarlo y Pelayo,
Reparto: Woody Allen, Janet Margolin, Marcel Hillaire, Jacqueline Hyde, Jan Merlin, Lonny Chapman, James Anderson.
viernes, 20 de octubre de 2023
El bazar de las sorpresas (The Shop Around the Corner, 1940). Ernst Lubitsch
¡Qué maravillosa suavidad tiene esta película de Lubitsch! Este es el comentario que salta a los labios apenas vista la cinta, porque «El bazar de las sorpresas» es un alarde insuperable de normalidad, de justeza, de medida, sin desquiciamientos en ningún sentido. Y tal vez guste más porque está uno tan cansado de cosas insulsas y vacuas... (...) Lubitsch, con un alarde de creación muy suyo, impregna la película entera de esa blanda atmósfera burguesa que tanto ama. Cuida los detalles con tal sensibilidad, con tal acierto, que muchas veces son esos detalles la clave que descubre todo lo que mil diálogos no dirían jamás. (La Vanguardia del 31 de mayo de 1945)
Película estrenada en Madrid el 24 de diciembre de 1944 en el cine Actualidades; en Barcelona, el 30 de mayo de 1945 en el cine Tívoli; en Palma de Mallorca, en la Sala Born.
Reparto: Margaret Sullavan, James Stewart, Frank Morgan, Joseph Schildkraut, Felix Bressart, William Tracy, Sara Haden.
miércoles, 11 de octubre de 2023
Las señoritas de Rochefort (Les Demoiselles de Rochefort, 1967). Jacques Demy
"Por primera vez escribí poesía –como en el pasado, con rimas y alejandrinos– y rendí homenaje a poetas que amo: Louis Aragon, Raymond Queneau, Jacques Prévert… Finalmente, lo que me fascinó fue investigar mezclándolas, las relaciones entre cine, música, pintura, literatura y coreografía”. (Jacques Demy)
“Las señoritas de Rochefort” no es una comedia musical, ni
tampoco una opereta. Su originalidad y su gracia es mucho mayor. Usando de un termino
puesto estos días de moda, puede asegurarse que es el mejor espectáculo “hit”
montado hasta ahora en Europa. Ni en el teatro ni en el cine hemos visto nada
tan agradable, de tanta belleza visual, ni tan admirablemente interpretado y
musicalizado. Michel Legrand ha superado, incluso, lo que había realizado en “Los
paraguas de Cherburgo”. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 1 de diciembre
de 1967)
En esta lección a la francesa, junto a los hallazgos de “Los paraguas de Cherburgo”, hay ecos de “West Side Story”, de “Levando anclas”, de “Un americano en París”, de “Los caballeros las prefieren rubias” y tantas otras obras donde Hollywood ha volcado ingenio y talento para el espectáculo. Demy añade a esas evocaciones un concepto muy europeo, muy francés, de la comedia musical. El resultado es un film delicioso, donde el espectador se reencuentra con un cine cuyas intenciones son, por encima de cualquier otra, ponerle en el camino de la alegría. (José Luis Martínez Redondo en ABC del 15 de febrero de 1968)
Película estrenada en Barcelona, el 30 de noviembre de 1967 en el cine Comedia; en Madrid, el 12 de febrero de 1968 en el cine Conde Duque.
Reparto: Catherine Deneuve, Françoise Dorléac, Danielle Darrieux, George Chakiris, Grover Dale, Gene Kelly, Michel Piccoli, Jacques Perrin, Henri Crémieux.
jueves, 5 de octubre de 2023
Dos semanas en otra ciudad (Two Weeks in Another Town, 1962). Vincente Minnelli
La película obedece a un tono de amplias generosidades espectaculares. Está muy bien hecha y planteada y conseguida. La fotografía, el color y el sonido trenzan sus virtudes para la más detallada definición de las oscuras pasiones... La película, que es grande y ambiciosa, pesa a veces un poco en su larga y desolada caminata. Sólo los exteriores en Roma, de noche, limpian con su misteriosa hermosura el aire viciado que envuelve a aquellas gentes angustiadas. Cuando el coche de Kirk Douglas, después de la pavorosa carrera final, espléndidamente trucada, se detiene bajo la fuente purificadora, parece que el agua desplomada que empapa al actor y le refresca, lava también, simbólicamente, el espectacular asunto de tantas humanas impurezas. (Gabriel García Espina en ABC del 22 de marzo de 1963)
Vincente Minnelli demuestra una vez más sus reconocidos
méritos como director. Por medio de un ritmo rápido y dinámico, logra mantenir el
film en una línea de alta tensión emocional. La cámara es movida con
superlativa destreza, ora en giros deslumbrantes, ora en momentos de premiosa
intensidad para captar la intención de cada escena y extraer las más
insospechadas posibilidades en secuencias de mayor contenido dramático. La
pantalla en Cinemascope y el color en Metrocolor –particularmente eficaz-
contribuyen a sacar el máximo fruto del tema y de la forma como es referido. Un
montaje que tiene el acierto de sintetitzar el máximo posible cada situación,
ayudado por frecuentes elipsis y por numerosos fundidos, contribuye a dar al
film la apetecida agilidad y a mantenir vivo el interés durante su desarrollo.
El dialogo es rápido, incisivo y conciso. (J. Pedret Muntañola en La Vanguardia
del 14 de abril de 1963)
Amarga y desesperada, llena de imágenes dolientes que se ocultan entre los pliegues del melodrama (...) Una obra maestra absoluta. (Miguel Angel Palomo en El País)
viernes, 22 de septiembre de 2023
La Dolores (1940). Florián Rey
Florián Rey (...) ha llevado a la pantalla este mismo ambiente y estas costumbres con singular acierto. Desde las primeras escenes se adivina el estímulo, la dignidad artística que ha puesto Rey al realizar esta película española, a la que apenas hay reparos que oponerle. Todo en ella tiene ritmo y rango de gran producción con esa vitola arrancada a los detalles que parecen intrascendentes y que, sin embargo, son los que suelen dar valor a producciones cinematográficas de esta índole. Fotografía, interiores, vestuario de la época, y paisajes, como toda la película, es un paso muy considerable en la escala que en sentido ascendente va logrando la cinematografía española. (Miguel Ródenas en ABC del 21 de febrero de 1940)
Adaptación de un celebrado dramón de José Feliu y Codina, que cuenta con numerosas versiones cinematográficas: Enrique Jiménez (1908), Maximiliano Thous (1923) y Benito Perojo (1947). La historia de la moza de Calatayud con copla infamante está narrada con moderada prestancia, aunque sus resultados tengan un regusto casi arqueológico. (Fotogramas)La fuerza expresiva del tema y el sabor del ambiente aragonés (...) no han sido captados del todo por Florián Rey (...). Hay aciertos, eso sí, que confirman las altas cualidades del animador. Pero quedan diluidos en un borroso conjunto de imágenes desigualmente trababas. El guión es inferior a la obra de origen, aunque se ha huido de lo teatral, y los personajes carecen de sincera contextura humana, quizá por el afán de darles carácter cinematográfico. Y no brillan como debieran los intérpretes, bien elegidos. (Fernando Méndez Leite en Historia del cine español I, p. 398)
Donde más se aleja Florián Rey de los estereotipos aplicados
al cine franquista, donde las sorpresas son mayores, es en el aspecto puramente
cinematográfico. Toda la película està llena de una serie de modernidades en el
modo de filmar que no hablan de una cultura pobre, antes al contrario, es un
cine que conserva perfectamente los avances tanto narrativos como estrictamente
cinematográficos de los años anteriores. Frente a la enorme banalización, y a
la copia casi exacta de los modelos norteamericanos de las décadas posteriores,
el cine de los años cuarenta parte de los modelos alemanes expresionistas y –sobre
todo en el caso de Florián Rey- de elementos soviéticos. (María del Carmen
Baliñas Pérez en Actas del congreso Dos décadas de cultura artística en el franquismo, 1936-1956, II, p. 111)
Película estrenada en Madrid el 19 de febrero de 1940 en el cine Avenida; en Barcelona, el 27 de febrero de 1940 en el cine Cataluña.
Reparto: Concha Piquer, Manuel Luna, Ricardo Merino, Ana Adamuz, Manuel Gonzalo, Guadalupe Muñoz Sampedro, María Luisa Gerona.
viernes, 15 de septiembre de 2023
La promesa (Une promesse, 2013). Patrice Leconte
Patrice Leconte plasmó una historia en cierto modo similar
en “El marido de la peluquera”... Pero ha pasado mucho tiempo desde que firmo su
titulo más famoso y ahora parece menos inspirado. (Antonio Weinrichter en Abc
del 6 de noviembre de 2015)
Pulcro, aromático y un tanto convencional melodrama de
época, o Patrice Leconte jugando en la liga de James Ivory. (...) Narrada con
vigor, impecablemente ambientada y con magnífica fotografía de Eduardo Serra. (J.
Batlle Caminal en La Vanguardia del 6 de noviembre de 2015)
miércoles, 13 de septiembre de 2023
El fin del romance (The End of the Affair, 1999). Neil Jordan
Lástima que Jordan sobrecargue y maree las alforja de la
historia, privándola del vuelo libre requerido. De cualquier forma, el
espíritu, el fatum, el oficio y las caras ensimismadas hacen que esta película
(y estas líneas) carguen más hacia la tercera estrella que al aprobado raspado.
Una vez al año, ser romántico desmesurado no hace daño. (Javier Cortijo en ABC del 17 de marzo de 2000)
Si la película no fuera tan deprimente y su pedigrí literario tan distinguido, la resolución sería una telenovela. (Roger Ebert)
Estas no son ideas expresadas simple o fácilmente en la pantalla. Y, sin embargo, Jordan, como hizo con "The Butcher Boy" (1997), ha adaptado brillantemente una obra difícil sin comprometer su complejidad. Tomándose libertades especialmente ingeniosas con la segunda mitad del material de Greene, crea una película perfectamente fascinante que hace plena justicia a la profundidad de sus pensamientos y sentimientos. La película logra ser profundamente conmovedora y elegantemente concisa. (Janet Maslin en The New York Times del 3 de diciembre de 1999)
Bellamente montada, culta y emocionalmente sofisticada, The End of the Affair tiene todo lo que debería tener un romance de época. (Kenneth Turan en Los Angeles Times)
Ningún misterio, ningún defecto, ningún escándalo, ninguna revuelta. No hay altibajos, sino una línea aburrida y sin cambios, que este melodrama ronroneante sigue sin desviarse. (Erwan Higuinen en Cahiers du Cinéma)
Cualquiera que sea el crédito que le demos a la interpretación que el novelista obliga a su lector a aceptar (…), no podemos más que admirar la inteligencia con la que Neil Jordan maneja este difícil material. (Thomas Sotinel en Le Monde)
Desde las primeras imágenes, la música de Michael Nyman envuelve la película y nos transporta al reino de la tragedia y el lirismo. El fin del romance es una película inquietante, que puede molestar a los cínicos y a los desilusionados, pero hará las delicias de los románticos desesperados. (Jean-Christophe Derrien en Cplanet.com)
Neil Jordan alcanza con esta película la zona peligrosa y frágil de la obra maestra y firma lo que debería parecer un clásico. El cineasta ha encontrado el tono, el estilo y los intérpretes que mejor pueden restaurar el universo romántico y trágico de Graham Greene. (Eric Leguèbe en Le Parisien)
Película estrenada en España el 17 de marzo de 2000.
Reparto: Ralph Fiennes, Julianne Moore, Stephen Rea, Ian Hart, Jason Isaacs, Sam Bould.