viernes, 19 de noviembre de 2021

El amor del capitán Brando (1974). Jaime de Armiñán

 

Aurora se incorpora como maestra a un pequeño pueblo castellano. En seguida se convierte en centro de las murmuraciones debido a los modernos métodos pedagógicos que aplica. Uno de sus alumnos, de doce años, se enamora de ella, produciéndose un malentendido que escandaliza al pueblo. La llegada de Fernando, un viejo republicano exiliado, supone un apoyo para Aurora, pues rápidamente surge un vínculo afectivo entre ellos.

Hay que añadir que a la riqueza temática, a la finura de las sugestiones y las alusiones, se una una calidad de escritura cinematográfica «depouillée», despojada. Escritura de frases cortas, directas, unidas por un montaje preciso y de extraño encanto, ya que une las anotaciones humanas y las paisajísticas, aprovechando la belleza increíble de Pedraza, la expresividad castellana de sus campos. Ni una postal, ni un plano exento. Incorporación perfecta de ámbito y acción, o sea, rigor y belleza entendidos como músculos de un relato sin estridencias, salvo el plano inesperado y sobrecogedor del can ahorcado y la escena bien resuelta del intento de violación de la maestrita. Armiñán ha conseguido una depuración de su lenguaje que le acerca a las corrientes más puras y actuales de un cine exigente. (Lorenzo López Sancho en ABC del 19 de noviembre de 1974) 

Armiñán ha pretendido hacer un filme en el que se destaquen los contrastes entre el ayer y el hoy, entre la gente inmovilista —e inmovilizada— y el progresismo de la maestrita enamoradiza y excitante, que no duda incluso en inquietar sexualmente al muchachito que sabe que la ama. Ideológicamente, la trama nos parece un pretencioso galimatías, que ignoramos exactamente lo que quiere decir ni adónde va. Pero del montón de anécdotas que integran la trama —entre las cuales un intento de violación de la maestrita, por un bruto— se deduce un cierto interés, que intriga más por lo que se supone que quiere decir que no por lo que realmente dice. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 1 de diciembre de 1974)

Relato romántico-costumbrista salpicado de un cierto escándalo debido al triángulo que retrata. Ana Belén encarna a una profesora que se instala en un pueblo cuya existencia altera con su presencia. Tierna, bonita, pelín blanda. (Antonio Albert en El País)

En dura lucha con la censura del general Franco, que impone cambios, supresiones y obliga a rodar nuevas escenas, se convierte en uno de los grandes éxitos del cine español de la última etapa de la dictadura y también en el mejor trabajo de Jaime de Armiñán, junto con el similar El nido (1980). Como es habitual en las películas escritas y dirigidas por Armiñán, está narrada en clave de comedia de costumbres y sus personajes nunca se atreven a tomar decisiones trascendentales, pero encierra un buen dibujo de unos interesantes seres solitarios perdidos en un pequeño pueblo, lleno de referencias cinematográficas... (Augusto M. Torres) 

Estrepitoso éxito comercial en su momento, por la grata sencillez de su acabado y su insólita ausencia de intelectualismo, todo un detalle para un film español de "qualité" de los primeros 70. (Carlos Aguilar)

He aquí una de las películas españolas míticas de los años setenta, una de las cintas que marcaron a toda una generación de jóvenes que se encontraron de repente con un doble cambio: de niño a hombre y de súbdito a ciudadano, (o, al menos, a intentar ser un ciudadano..). El amor del capitán Brando conectó extraordinariamente con el público de su época porque ofrecía justamente lo que ansiaba el pueblo español: libertad, reconciliación, paz, progreso. Ése fue el acierto de Jaime de Armiñán y de Juan Tébar en el guión, que se articulaba sobre un triángulo insólito: una maestrita rural de ideas avanzadas, un apenas adolescente hipersensible enamorado de su profesora, y un viejo republicano que vuelve del exilio para encontrarse con una España que ni es la de la Guerra Civil, ni tampoco la de la noche oscura de Franco. (Enrique Colmena en Criticalia.com)

La historia, más o menos coral, transcurre en Pedraza, un pueblo de Segovia, donde entre otros personajes destacan una maestra modernilla, Ana Belén, un exiliado republicano, Fernando Fernán Gómez, un joven que está a punto de acceder al mundo de los adultos, Jaime Gamboa, el alcalde, Antonio Ferrandis, la farmacéutica, Amparo Soler Leal... Pero el meollo del asunto lo constituye el joven enamorado de la maestra, que sublima como si la cosa fuera una película de ficción con Marlon Brando y Robert Mitchum como protagonistas de excepción; y ello deviene en metáfora, algo forzada, sobre la situación política. (Decine21)

Película estrenada en Madrid, el 15 de noviembre de 1974 en el cine Azul; en Barcelona, el 28 de noviembre de 1974 en el cine Cataluña.  

Reparto: Fernando Fernán-Gómez, Ana Belén, Jaime Gamboa, Amparo Soler Leal, Julieta Serrano, Antonio Ferrandis, Verónica Llimerá, Fernando Marín, Eduardo Calvo, Chus Lampreave.


1 comentario:

  1. Una entrañable historia de amor imposible en la España del último franquismo.

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