viernes, 17 de septiembre de 2021

Fiesta (The Sun Also Rises, 1957). Henry King

 

Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Jake Barnes vaga sin rumbo por Europa en busca de emociones que compensen la impotencia que le ha causado una herida de guerra. En París encuentra a Lady Brett Ashley, que lo había ayudado a recuperarse de sus heridas durante la guerra. Jake se marcha a Pamplona con su amigo Bill a vivir los Sanfermines. Lady Brett y algunos amigos ya están allí. La tensión entre los hombres va en aumento, pues todos desean a Lady Brett; pero ella se interesa por el joven matador de toros Pedro Romero.

Un filme vistoso, de pasiones desatadas y amores imposibles -entre otras cosas por una herida de guerra que avivó la potencia de nuestra censura y jamás se estrenó la película en nuestras pantallas comerciales-, pero, a la postre, definitivamente tópico. Tópico y convencional es, en efecto, el París años 20 que la película pinta, como lo es el bullicio sanferminesco,idóneo decorado con que engalanar los fastos hollywoodienses. La película Fiesta permite, sin embargo, recorrer un reparto de glorias de la pantalla del cine que va de Ava Gardner a Tyrone Power, pasando por Mel Ferrer y un decadente Errol Flynn en la piel de un inolvidable alcohólico. (Jordi Batlle Caminal en El País de 3 de enero de 1989)

Film crepuscular, quizá la edad de los actores –que componen un gran reparto– es mayor de lo que correspondería a sus personajes, pero ello ayuda pues aunque jóvenes, no dejan de ser tipos avejentados, un poco de vuelta de todo. Henry King sabe transmitir una sensación agridulce, acerca del tiempo que se nos escurre de las manos, y del placer efímero. (Decine21)

Viniendo de la mano de un realizador de la categoría de Henry King, y pese a las influencias de producción que se observan, una vez más la elegancia, el dominio de la composición del plano y su ritmo cinematográfico se manifiesta de lleno en la película. Un título este que si bien no puede decirse que se sitúe entre las cimas de su cine, es más que probable que sin su concurrencia hubiera quedado como un producto absolutamente convencional. (Cinema de perra gorda)

En una era de turismo galvanizado, escasa de introspección, esta película trata de algunos asiduos a los bares no demasiado jóvenes que podrían ser llamados simplemente ociosos, en lugar de (como insisten) "perdidos". Pero si el libro de Hemingway parece algo más que una curiosidad en la pantalla, échenle la culpa al respeto, la inteligencia y el esplendor técnico que el errabundo Hollywood le ha otorgado a un clásico. (Bosley Crowther en The New York Times del 24 de agosto de 1957)

Espléndida adaptación, pero sin vida, de la novela de Hemingway sobre la "generación perdida" de expatriados que permanecieron en París después de la Primera Guerra Mundial. La laboriosa dirección de King y la mala interpretación de Power como el héroe impotente y en busca de emociones son los principales obstáculos. La simpática prostituta interpretada por la cantante y actriz Juliette Greco es una ladrona de escenas, Gardner está impresionante como la aristócrata lúbrica de la que se enamora Power, y Flynn, en su penúltimo papel en la pantalla, se burla deliciosamente de sí mismo. Aun así, sólo alguna secuencia ocasional, como el encierro de Pamplona, consigue una verdadera emoción. (Time Out)

Al emprender la adaptación al cine de la novela que por primera vez llevó a Ernest Hemingway a la fama, el productor Darryl F.Zanuck no pasa por alto el giro clave de la trama de que Tyrone Power interpreta a un periodista impotente enamorado frustrado de Ava Gardner, quien interpreta a Lady Brett Ashley. Pero el guión arrastra su "historia de amor" en lugar de impulsarla. Por lo tanto, el relato no acabar de ser una historia de amor ni un estudio definitivo de la "generación perdida". (Variety)

Aunque respeta los códigos del melodrama de Hollywood, la obra destila un aroma de melancolía irremediable, una nostalgia que lleva a los personajes a una huida hacia adelante mortífera. Los actores principales, como el novelista, probablemente hayan perdido sus ilusiones. Su situación refuerza la dimensión crepuscular de esta historia. Los ex galanes Tyrone Power y Errol Flynn estaban luchando contra su adicción en ese momento. De hecho, murieron poco después de este rodaje, el primero en 1958 a los cuarenta y cuatro años y el segundo en 1959, a los cuarenta y nueve. Ava Gardner no estaba en la misma situación, pero ya su estrella comenzaba a desvanecerse.
El espectador, al verlos, no puede deshacerse de una analogía con sus propios destinos, sobre todo cuando los vemos deambular casi sin rumbo para fingir divertirse mientras beben continuamente. Por supuesto, es posible que Henry King no tenga el aliento para adaptar a Hemingway. Sin embargo, es cierto que sus actores, elegidos voluntariamente para ello o no, trascienden la narrativa. Al final, se vuelven totalmente abrumadores, Errol Flynn a la cabeza. (Fabrice Prieur en À voir à lire)

Espectacular e íntima al mismo tiempo, la realización de King cautiva de principio a fin. El alcance y el chispeante tecnicolor forman una cumbre de la extravagancia hollywoodense, pero bajo las visiones grandiosas (las largas e impresionantes secuencias taurinas, la Feria sobredimensionada) el malestar nunca está lejos como en el flashback magnífico del pasado radiante y trágico de nuestra pareja que se encuentran y se pierden al mismo tiempo después de la terrible revelación. (Chroniques du Cinéphile Stakhanoviste)

Película estrenada en España por TVE en el programa Sábado cine del 23 de agosto de 1977 .

Reparto: Tyrone Power, Ava Gardner, Mel Ferrer, Errol Flynn, Eddie Albert, Gregory Ratoff, Juliette Greco, Marcel Dalio, Henry Daniell, Bob Cunningham, Danik Patisson, Robert Evans.


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