lunes, 27 de septiembre de 2021

Las Girls (Les Girls, 1957). George Cukor

 

Barry (Gene Kelly), Angele (Taina Elg), Joy (Mitzi Gaynor) y Sybil (Kay Kendall) son los miembros de Barry & Les Girls, un popular grupo de cabaret europeo. La publicación de escandalosas revelaciones sobre el grupo llevará a sus miembros a presentar una demanda ante los tribunales que desembocará en un juicio. 

Con las tres sugestivas actrices, que son al propio tiempo excelentes bailarinas, Gene Kelly forma un soberbio cuarteto que anima, vitaliza y magnifica el film. Como de costumbre en estas cintas, los números musicales, no demasiado prodigados, son alegres, trepidantes y airosos y todos ofrecen ocasión a Gene Kelly para recordarnos que es un bailarín extraordinario. El metrocolor y el cinemascope hacen lo demás. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 30 de noviembre de 1958)

Comedia musical de tipo clásico, equilibrada en su construcción, y fiada tanto a los efectos musicales como a la vistosidad —el colorido resulta excelente, por cierto— (...)La cinta es amable, ligera y divertida, a más de muy cuidada de ambientación, y la labor principal de interpretación la asumen Gene Kelly, en el papel de primer artista y coreógrafo de un espectáculo de revistas, y tres personajes femeninos, que encarnan Mitzi Gaynor—que baila con Gene Kelly el magnífico número del bar—, Kay Kendall y Taina Elg, las tres verdaderamente atractivas e identificadas con los tipos de muchachas que representan. (Donald en ABC del 27 de febrero de 1959)

Una comedia brillante e ingeniosa, cuya inteligente dinámica interna trasciende el marco estrictamente musical de la obra, pese a las excelentes canciones de Cole Porter y la eficaz coreografía de Jack Cole. Lo más destacable del film es el rutilante juego que contrapone las diversas versiones de una realidad que el espectador sólo conocerá fragmentariamente. Tras su brillante apariencia se esconde un discurso tan coherente como lúcido. (Fotogramas)

Les Girls no es técnicamente un musical, en el sentido en que los números musicales no hacen avanzar la historia de ninguna manera ni expresan los sentimientos de los personajes. Cukor mismo concibió la película como una comedia con música, más que como un musical. Y sin embargo, está llena de música en vistas de que Barry y las chicas protagonizan un espectáculo de music-hall. (La chica del parasol blanco)

Les Girls aprovecha el hecho de tratarse de una compañía que representa números musicales para convertirse en una película musical de entre bambalinas, llena de números integrados en la acción. Tres de ellos son los principales (uno por punto de vista): el que da nombre a la película, correspondiente a la narración de Sybil y que funciona como presentación de los personajes y todos son igual de importantes; el número “Ladies in waiting” correspondiente a la narración de Angela (tambien a la de Sybil) que representa el conflicto, y lo más relevante son las féminas; y “Why am I so gone about that girl?” el de Barry, que muestra, más o menos, la solución. Cada uno de los números, además de aparecérsenos cronológicamente ordenados conforme están en la obra, resultan fundamentales como arma opinativa para los personajes: el tercero es la perspectiva propia de lo que a Barry realmente le importa y consigue, conquistar a Joy (Mitzy Gaynor), marginando cualquier otra cosa. Esto queda patente con “Ladies in waiting”, que es contado por Sybil, de forma que Ángela destroza el número en plena actuación porque intenta ocultarse de Pierre (Jacques Bergerac); y posteriormente recontado por Ángela proponiendo a una Sybil borracha sobre el escenario. (Israel L. Pérez en Encadenados)

El encanto y el deleite de la película derivan tanto de un guión elegante y divertido, la excelente música de Cole Porter, una buena dirección y alegre decoración como de las mismas "girls". Al menos, deberíamos decir que todos los elementos se mezclan armoniosamente. (Bosley Crowther en The New York Times del 4 de octubre de 1957)

Les Girls es un bocado musical excepcionalmente sabroso que está en la mejor tradición del estudio Metro. Es una obra original y vivaz que habría sido recibida con buenas críticas si se hubiera presentado originalmente en un escenario de Broadway. (Variety)

Una delicia para acompañar a ese otro musical de Cukor, A Star Is Born. Con una excelente partitura de Cole Porter y Kelly interpretando algunos bailes maravillosos, funciona como una pieza de entretenimiento muy divertida. Pero hay, como en la película anterior, una idea dramática interesante: aquí, es una mirada al estilo de Rashomon sobre los logros románticos del mujeriego Kelly, vistos en flashback a través de los ojos de tres mujeres. También tiene una gran fotografía de Robert Surtees. (Time Out)

Lo interesante de la película es cómo contrasta visualmente con los musicales de MGM de principios de la década. El director George Cukor hizo un trabajo magistral en A Star Is Born, utilizando el color y el entonces nuevo formato CinemaScope con muchas formas innovadoras. Algo de esto también está presente en Les Girls: el uso temático y mucho más sutil del color, la iluminación vaporosa aquí y allá, la dirección de arte barroca frente al estilo minimalista de las películas anteriores producidas por Arthur Freed. Es interesante de ver, aunque esté el decorado esté abarrotado de cosas. De hecho, el apartamento de las chicas rebosa de baratijas y su distribución parece haber sido diseñada por Escher. (Stuart Galbraith en DVD Talk)

El final de un ciclo. Pronto, el triunfo de West Side Story (1961) transformará los tradicionales "musicales" en cosas grandes y muy caras que, tras unos rotundos fracasos (Camelot, de Joshua Logan, en 1967, Star! de Robert Wise, con Julie Andrews, en 1968), fallecerá con una bella muerte. Les Girls une magistralmente la belleza con la melancolía. El guión retoma, mientras lo adorna de fantasía, la idea de Rashômon de Kurosawa (1950): cada personaje cuenta su versión de la misma historia de la que se escapa la verdad… Entre dos momentos eufóricos, en un desenfreno de colores ocres y malvas, Cukor filma, como inadvertidamente, la consternación de sus tres heroínas ante el reflejo que les devuelve el espejo. Si la fantasía gana, es gracias a Key Kendall, deslumbrante en todas partes, especialmente en sus escenas de borrachera ... (Pierre Murat en Telerama)

La trama plantea la cuestión de la verdad desde el principio. ¿Hay alguna verdad? ¿No tiene todo el mundo la suya? Luigi Pirandello en el teatro. Rashomon en el cine ha desarrollado este tema y Cukor a su vez se cuestiona a sí mismo, jugando elegantemente con los decorados y el vestuario, la dicción de sus diferentes actores, en ocasiones rozando el drama y el melodrama y llevando al espectador por múltiples pistas falsas. (Patrick Brion en El musical)

Película estrenada en Barcelona el 28 de noviembre de 1958 en los cines Alexandra, Arcadia y Atlanta; en Madrid, en el cine Avenida el 26 de febrero de 1959.

Reparto: Gene Kelly, Mitzi Gaynor, Kay Kendall, Taina Elg, Jacques Bergerac, Leslie Phillips, Patrick MacNee, Henry Daniell.

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