lunes, 20 de septiembre de 2021

Sólo el valiente (Only the Valiant, 1951). Gordon Douglas


El capitán Richard Lance (Gregory Peck) es injustamente acusado por sus hombres y por su novia de la muerte del apreciado teniente Holloway (Gig Young), que ha sido asesinado por los indios. Con un pequeño grupo de soldados, Lance ha de defender un fuerte abandonado hasta que lleguen refuerzos. El grupo elegido por el capitán lo forma una mezcla de desertores, descontentos, psicópatas, borrachos y cobardes.

Si bien la idiosincrasia de los tipos y sus reacciones en un momento que sirve de rasero para medirlos individualmente, constituye el cuerpo de la película, ésta hace pródigas concesiones en diversas secuencias, y muy especialmente en las finales, al tono general que caracteriza a las produccions de tal género. Ha dirigido la cinta Gordon Douglas, alternando los dos matices expuestos y consiguiendo entre vulgaridad y vulgaridad momentos de buena calidad cinematográfica que se encierran, como los soldados del Ejército Federal, en el Fuerte Invencible. La fotografía, luces y decorados, ambientan bien el escenario de la acción. (J.F. Vila-San Juan en La Vanguardia del 20 de marzo de 1952)

Sobre todo, los primeros rollos de la narración poseen un autentico interés que mantiene la atención de cuantos los presencian. Hacia el desenlace la trama se vuelve más infantil, así como más desordenada, tumultuosa. Gordon Douglas ha conseguido, sin salirse de los habituales moldes establecidos para esta clase de obras cinematográficas, una trepidante relación en imágenes, que no fatiga un solo instante y que entra de lleno en los que han de estimarse excelentes ejemplos de un estilo cuya vigencia, especialmente en lo tocante al gusto de las grandes masas, está muy lejos de finiquitar. (Donald en ABC del 29 de abril de 1952) 

Nadie se acuerda de este western independiente que produjo James Cagney con el presupuesto de un film de clase B, aunque con un elenco de primera. Hacerlo debió ser una experiencia difícil porque tanto el director-todo-terreno Gordon Douglas como el protagonista Gregory Peck decían que era una porquería. Una revisión contemporánea permite comprobar –afortunadamente- que estaban equivocados y que el film está a la altura de los muchos westerns oscuros, violentos y adultos que Hollywood produjo en la década del ’50. (Fundación Malba)

Aquel que contemple Only the Valiant, de antemano tiene que dejar de lado cualquier imagen prefijada de encontrarse ante un relato de caballería, lucha de indios y vaqueros, o cualquier matiz que puede inducirnos a encontrarnos ante una historia más o menos convencional dentro de esos registros temáticos. Por el contrario, y adentrándose hasta límites insospechados en una vertiente absolutamente sombría, el film de Douglas quedará dominado por las tensiones, las amenazas, el terror incluso, hasta el punto que en muchos de sus momentos parece que no encontremos ante un thriller adornado bajo unos tibios ropajes ligados al cine del Oeste. Las secuencias de interiores caracterizadas por su tonalidad incluso lúgubre, las omnipresentes y crecientes cruces que aparecen en las secuencias, recordando las tumbas que van creciendo en su interior, o la fuerza que adquieren esos exteriores rocosos, que se plantean en la pantalla casi como recreaciones irreales, forman un conjunto pesadillesco. (Cinema de perra gorda)

En este western de caballería que se desarrolla en el salvaje territorio apache, se han hecho grandes esfuerzos para proporcionar personajes interesantes. (Variety)

En este relato fronterizo sorprendentemente seco, el motivo fordiano del severo comandante que se gana gradualmente el respeto de una variopinta tropa de caballería (entre ellos el borracho irlandés Bond), casi se desliza a la dinámica antiautoritaria de Doce del patíbulo. (...) Las confrontaciones físicas, a menudo brutales (incluso con una premonición de Grupo salvaje en el violento final), muestran el tipo de película que el prolífico Gordon Douglas podía ofrecer cuando se lo proponía, contando además con un Gregory Peck vigoroso y poco simpático. (TJ en Time Out)

Only The Valiant es una producción inteligente que mezcla hábilmente el trabajo de estudio y un mínimo de filmación cuidadosa en exteriores para dar una impresión de gran escala con un presupuesto más bien reducido. Mire con atención y verá que las imágenes de las escenas al aire libre tanto en el fuerte como en el paso de montaña sitiado se limitan al trabajo de la segunda unidad, mientras que la mayor parte del material con las grandes estrellas se lleva a cabo en condiciones controladas de estudio. El trabajo de cámara en blanco y negro de Lionel Lindon y la inteligente dirección de Gordon Douglas marcan la diferencia. Douglas tenía mucha experiencia en sacar el máximo provecho de pequeños argumentos filmados a bajo costo; después de estas dos producciones de William Cagney, se convirtió en director de Warner durante los siguientes diez años. (Glenn Erickson en DVD Talk)

Gregory Peck consideró a Only the Valiant (1951) como la peor de sus películas. Es una sorpresa teniendo en cuenta que ciertamente hizo películas peores, El oro de MacKenna, por ejemplo) y además porque Only the Valiant es bastante buena, aunque técnicamente descuidada y generalmente poco original. La premisa básica, un pequeño contingente de soldados de caballería estadounidenses amargados y reñidos entre sí, que intentan mantener la disciplina militar mientras son superados en número por los indios apaches sedientos de sangre, es similar a la posterior (y mucho mejor) Zulú (1964). Sin embargo, las buenas cualidades del film superan a las malas y, en general, está muy por encima del promedio. (Stuart Galbraith en DVD Talk)

Además de ofrecer un excelente primer tercio, Gordon Douglas nos demuestra con pocos recursos a su disposición su saber hacer en cuanto a la gestión del espacio, el dominio de la ambientación y el establecimiento de una atmósfera tensa, así como su eficacia cuando se trata de la filmación de escenas de acción. La amenaza inquietante por la proximidad del paso que parece un túnel fantasma está bastante bien captada, ayudada por una magnífica fotografía en blanco y negro bastante "dura" que refuerza el sentimiento de opresión del conjunto. (Erick Maurel en DVDClassik)

Se ha dicho muchas veces que Gordon Douglas era un cineasta cómodo en los llamados géneros, particularmente el cine negro y el western. Pero el interés del cine de Gordon Douglas consiste en demostrar hasta qué punto la noción de género es ineficaz para juzgar el valor de una obra y que esto no constituye más que un peso, una coacción, una limitación. Decir que una película es una buena película de género es decir que es una mala película. Por eso, en las buenas películas de Gordon Douglas, la noción de género es frecuentemente trascendida y superada de alguna manera, ya sea para contaminar sus convenciones con elementos exógenos, bien para considerarlas con una especie de burla manierista, o para abrumarlas con un crecimiento excesivo de la violencia, tres formas típicas del saber hacer de Douglas. Así, en su obra, encontramos una manera inimitable de inyectar, a través de la crueldad de determinadas situaciones, una dimensión fantástica o aterradora en el western. La atroz expectación de los soldados, rodeados por los indios y condenados a una muerte segura, en Sólo el valiente de 1951, o en Chuka de 1967, derriba así la estricta convención del western. (Jean-François Rauger en Cinémathèque Française)
 

Película estrenada en Barcelona el 17 de marzo de 1952 en los cines Capitol y Metropol; en Madrid, el 28 de abril de 1952 en el cine Avenida.

Reparto: Gregory Peck, Barbara Payton, Ward Bond, Gig Young, Lon Chaney Jr., Neville Brand, Jeff Corey.


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