lunes, 22 de febrero de 2021

El último pistolero (The Shootist, 1976). Don Siegel

 

John Bernard Books, un legendario pistolero que consiguió capturar a forajidos muy escurridizos, decide regresar a su ciudad natal para vivir en paz lo que le quede de vida. Sin embargo, no tendrá más remedio que saldar una cuenta pendiente con tres bandidos.

Siegel utiliza para narrar la última historia de Books un ritmo lento, que al final resulta ser el apropiado, sin evitar la moraleja final de rechazo de la violencia. Y el resultado tiene empaque, calidad y volumen, aunque no sea un hito en la historia del cine. Se trata, en suma, de un «western» a la medida de los amantes del género y en especial de los admiradores de John Wayne, que quizá interpreta aquí su último papel. (Pedro Crespo en ABC del 20 de abril de 1978)

El western de Siegel canta desde el principio la personalidad del héroe engarzando fragmentos de filmes en los que John Wayne actúa como defensor de la ley y que suponen el pasado de Books. La trayectoria de la película se desarrolla como una exégesís del propio contenido de las cintas del Oeste, pero desafiando a sus normas y glosando su fin como género. La tarea que ha emprendido Siegel en El último pistolero» ha sido soñada—incluso los mejores autores del «western» han sentido tentaciones de hacer un testamento en esta dirección— y a veces apuntada por otros realizadores. Don Siegel se ha atrevido a hacerla y ha logrado buenos resultados. (Ángeles Masó en La Vanguardia del 28 de junio de 1978)

El último film de John Wayne fue un western crepuscular con el que Siegel se despidió del género con una mirada entre nostálgica e irónica. La decadencia de los antiguos héroes y, por extensión, del género que representan es un pretexto, al mismo tiempo que la constatación de que la nueva época comporta una nueva moral. (Fotogramas)

Más allá del homenaje y del respeto a Wayne como figura –consciente o no, ya que el actor moriría apenas tres años después del estreno, pero parece ser que no estaba enfermo durante este rodaje del cáncer de pulmón que acabaría con su vida en 1979- “The Shootist” no es una película demasiado interesante. Parece que Siegel era consciente de ello, ya que a su habitual estilo invisible en la dirección, se añade en esta ocasión cierta dejadez en la puesta en escena (a través de zooms, generalmente empleados como focal variable, con renuncia al formato panorámico anamórfico), sin buscar la menor complicación ni escenas con complicadas coreografías en cuanto a movimientos de cámara y actores. Incluso gran parte del film, cuando no muestra exteriores en localización, tiene cierto aroma a cine de estudio que tampoco le favorece demasiado. Por todo ello, los resultados, más allá del homenaje al actor, no son demasiado interesantes, excepto por apreciar si acaso como Bruce Surtees, el director de fotografía, debía acomodarse y se acomodó a las exigencias de su actor principal (y seguramente, de paso, a las de Lauren Bacall). (Harmonica Cinema)

Simple en la historia pero sofisticada en la textura, The Shootist es un canto del cisne apropiadamente elegíaco para una de las estrellas más icónicas de Hollywood. (Rotten Tomatoes)

A menos que ya hayas descubierto que John Wayne es un actor además de una estrella de cine, te sorprenderán las dimensiones que proporciona a J.B. Books. (Roger Ebert)

Simplemente hermosa y hermosamente simple. (Variety)

Un sutil y conmovedor tributo de despedida tanto a Wayne como al western en general. (Derek Adams en Time Out)

Esto no quiere decir que “The Shootist” sea una mala película. A menudo es divertida. A veces es reveladora. Y John Wayne, James Stewart y Lauren Bacall poseen ese particular misterio en la actuación que les permite tocarnos incluso cuando son ridículos. Pero la falta de forma y fidelidad de Siegel a su propia historia significa que a medida que avanza la película, incluso aquellas cosas que son encantadoras se convierten en plomizas. (Richard Eder en The New York Times del 12 de agosto de 1976)

Película estrenada en Madrid el 14 de abril de 1978 en los cines Benlliure y Cartago; en Barcelona el 26 de junio de 1978 en el cine Petit Pelayo.

Reparto: John Wayne, Lauren Bacall, Ron Howard, James Stewart, Richard Boone, John Carradine, Scatman Crothers, Sheree North, Hugh O'Brian.


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