martes, 2 de febrero de 2021

Cita en Honduras (Appointment in Honduras, 1953). Jacques Tourneur

 

Corbet, un aventurero estadounidense, libera a un grupo de cinco delincuentes de un barco para que le ayuden a llegar a tierra y adentrarse en la selva hondureña. El objetivo de Corbet es hacer llegar dinero al general Prieto, un rebelde que lucha en las montañas contra el dictador del país. A ellos se une también el rico matrimonio Sheppard.

Dada la artificiosidad de la mayor parte de los escenarios, la escasa propiedad con que los actores se comportan y la calidad caprichosa y gratuita de los incidentes que componen el film, «Cita en Honduras» no logra interesar. En general, los elementos de que consta son, individualmente considerados, los mismos que en otras ocasiones han conducido a cintas merecedoras de cierta estimación, pero en virtud de la desmañada forma de combinarlos, de su rudimentario y elemental empleo, en esta ocasión no logran más que acentuar los voluminosos y dominantes defectos del film.(Horacio Sáenz Guerrero en La Vanguardia del 17 de mayo de 1955)

"Cita en Honduras" es una película ingenua, infantil, con lances amorosos que hacen reír y con esas luchas cruentas de las que no se concibe cómo logra, al final, salir victorioso el héroe, el protagonista.¡Pero qué desilusión si no saliera, y si la oportuna muerte del esposo, arrastrado involuntariamente con su mujer a la aventura, no dejase paso libre a su futura felicidad ! (Donald en ABC del 25 de junio de 1955) 

El director francés apostó por una insólita propuesta, despojada de artificios y cualquier otro aditamento, que el que le proporcionara la fuerza y sugestión de la imagen, de la ubicación de sus actores dentro del plano, la composición de los mismos, la presencia de las sombras, tomando como base la luminosa y al propio tiempo oscura utilización del color –espléndida la aportación del operador Joseph Biroc, un vez más el más férreo aliado técnico con el que se apoyaba a la hora de formular sus imágenes-, y también el uso de un fondo sonoro sugerente y lleno de amenazas lejanas. De todos modos, la referencia argumental de Cita en Honduras no es más que una leve base sobre la que se sostiene la sensualidad, la ambigüedad y la expresión plena de sentimientos contrapuestos con una sorprendente austeridad, tomando como base unos escasos decorados naturales recreados en estudio, que pudieron estar filmados en cualquier lugar ¿Qué más da? (Juan Carlos Vizcaíno en Cinema de perra gorda)

Me aburrió mucho en su momento, o más bien debería decir que me desorientó, pues conservo de ella la sensación recurrente de girar en círculos como sus personajes perdidos en una selva de estudio, puro cartón piedra trucho con el que el director de Yo caminé con un zombi armó una puesta en escena laberíntica, segura responsable de este recuerdo cíclico mío ligado a ella que nunca me abandona. (Marco Vieytes en Hacerse la crítica)

Glenn Ford, Ann Sheridan y Zachary Scott, caminando a través de la neblinosa selva centroamericana en tecnicolor, son acosados por un guión rutinario más peligroso que los horrores simulados que enfrentan. (P.W. en The New York Times)

Asfixiante aventura en la jungla que es buena en ambiente pero rutinaria en todo lo demás. (Dennis Schwartz)

Película menor pero agradable, con una buena dirección. (Michael E. Grost)

Película estrenada en Barcelona el 16 mayo de 1955 en los cines Alcázar, Borrás y Principal Palacio; en Madrid el 22 de junio de 1955 en el cine Rialto.

Reparto: Glenn Ford, Ann Sheridan, Zachary Scott, Rodolfo Acosta, Jack Elam, Ric Roman.

2 comentarios:

  1. No la he visto, pero por lo que leo, parece que tampoco es nada del otro mundo.

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  2. La verdad es que es rutinaria y previsible. Creo que hasta los actores se daban cuenta y que Tourneur hizo lo que pudo. Saludos.

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