La ley de la fuerza (The Big Trees, 1952). Felix Feist
California, año 1900. Jim Fallon, un hombre sin escrúpulos que trabaja en una explotación forestal, y su amigo Yukon Baurns llegan a la tierra de las grandes secuoyas. El propósito de Fallon es estafar a los empobrecidos granjeros que acaban de enterarse de que las reclamaciones que han hecho de sus tierras carecen de validez.
Actualmente, el film es de dominio público.
Una venerable historia de buenos y malos (...), La ley de la fuerza
es una película de corte clásico en su escasa medida sin sorpresas. Todo marcha
a su aire hasta la solución prevista. Y no le fallan ninguno de los
emocionantes timbres visuales pulsados por el realizador, siempre con eficacia
y en el momento preciso. (Gabriel García Espina en ABC del 21 de enero de 1964)
Gracias a Kirk Douglas, “La ley de la fuerza” posee una
cierta dosis de emoción dramàtica. Porque sin Kirk Douglas apenas sería nada. Ignoramos
cual pueda ser el historial artístico de Felix Feist, realizador de la
película. Pero la verdad es que no ha hecho otra cosa que acumular tópicos y
rumiar efectismes del más viejo cine. En algunos momentos parecía que nos hacía
retrocedir en el tiempo treinta años. (...) La realización técnica no es mejor
ni peor que la de tantos otros “westerns” como desfilan por la pantalla casi todos
los días. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 19 de febrero de 1964)
Discreto western que se inspiraba en una novela de Peter B. Kyne, previamente llevada al cine por James Cruze (1919), Charles Brabin (1927) y William Keighley (1938). Ilustra sin excesiva garra el conflicto de intereses entre leñadores y granjeros que desembocará en violencia. El conjunto funciona siempre a medio gas, con unos resultados que bordean constantemente el puro tedio. (Fotogramas)
Todos los actores parecen beneficiarse de la buena dirección de Felix Feist; Lástima que este último no esté tan dotado en cuanto a puesta en escena. Excepto por el movimiento de cámara que sigue a Kirk Douglas desde un ángulo bajo alrededor de una secuoya para medir su circunferencia, no tenemos mucho en lo que hincar el diente técnica y plásticamente hablando; incluso los hermosos paisajes de esta región de California no están particularmente bien resaltados, como tampoco las secuoyas que, sin embargo, actúan casi como protagonistas. Esto no impide que La ley de la fuerza no sea constantemente placentera. En resumen, no quita el sueño, nada es muy emocionante, original o simplemente memorable, pero es un entretenimiento honesto, nunca aburrido. ¡Qué no es tan mala, vamos! (Erick Maurel en DVDClassik)
Todo esto se reduce a que "The Big Trees" no es una mala película, sólo simplemente rutinaria, hecha únicamente con el propósito de obtener ganancias rápidas. Kirk Douglas lidera las cosas muy bien, y la toma ocasional de los secuoyas gigantes funciona para mostrar lo impresionantes que son, pero todo lo demás es estereotipado, agradable pero fácil de olvidar. (Andy Webb en The Movie Scene)
Tal vez el drama sea un poco rígido en esta aventura de 1952, basada en una historia de Kenneth Earl, pero hay un elenco sólido, una hermosa cinematografía en Technicolor de Bert Glennon, una acción animada bien puesta en escena por el director Felix Feist y, por supuesto, grandes árboles. (Derek Winnert)
La película fue dirigida por el especialista en cine de bajo presupuesto Felix Feist. Este fue su primer western. Sólo hizo tres. Es un entretenimiento bastante agradable. Intachable pero no excepcional. (Jeff Arnold's West)
En rápida sucesión, The Big Trees termina con la destrucción de un puente ferroviario, la voladura de una presa y la salvación de una damisela en apuros en el último momento, y los tres eventos aparecen como momentos destacados de acción colocados al azar presentados por el director Felix E. Feist. en un intento desesperado de animar un asunto bastante pretencioso. Los Grandes Árboles sobreviven, pero algunas reputaciones se reducen. (The Ace Black Blog)
Que no sea un western "real" da igual, el problema está en otra parte. A nivel de guión notaremos algunas enormidades como el árbol que se hace caer justo sobre la casa del "bueno", o el falso suspense en la escena del tren. A nivel de realización es peor, no sólo es débil, sino que las travesuras de Kirk Douglas son absolutamente imperceptibles. Finalmente en cuanto a los actores, Kirk Douglas hace su número, los secundarios son de una suavidad apenas creíble, la estrella femenina es decepcionante. Nos queda sólo la señorita Patrice Wymore que nos regala una bonita danza en el salón. Muy poco para un film de pesados acentos bíblicos y que no suscita ninguna empatía. (Estonius en Allociné)
Película estrenada en Madrid el 20 de enero de 1964 en el cine Gran Vía; en Barcelona el 17 de febrero de 1964, en los cines Montecarlo, Niza y Aristos.
Reparto: Kirk Douglas, Eve Miller, Patrice Wymore, Edgar Buchanan, John Archer, Alan Hale Jr., Roy Roberts.
La eterna lucha entre la preservación de los recursos naturales y su explotación desmedida. Un film entretenido, con más cosas de las que pueda parecer y la siempre atractiva presencia de Kirk Douglas.
La eterna lucha entre la preservación de los recursos naturales y su explotación desmedida. Un film entretenido, con más cosas de las que pueda parecer y la siempre atractiva presencia de Kirk Douglas.
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