viernes, 9 de junio de 2023

El último de la lista (The List of Adrian Messenger, 1963). John Huston


Un escritor entrega a un amigo suyo, agente secreto retirado, una lista en la que figuran 10 nombres para que compruebe sus paraderos, sin darle más explicaciones. Cuando el escritor muere en un accidente aéreo, el agente se pondrá a investigar y comprobará que 6 nombres de la lista fallecieron por accidentes y empieza a sospechar que sean crímenes encubiertos.

“El último de la lista” tiene el interés de esa sorpresa postrera mejor que el que levanta apenas el enredo de la compleja y apurada historia. Parece como si la obra de John Huston, que en cualquier caso obedece siempre a la maestría de su realizador, buscara nada más que el pláceme y el aplauso para las fugaces “colaboraciones” de esos rostros tan populares que asoman su estupendo disfraz casi al margen de la entretenida aventura. Las estrellas de “El último de la lista” son, sin duda, los maquilladores. (Gabriel García Espina en ABC del 4 de febrero de 1964)

A pesar de lo escalofriante de la trama, John Huston ha sabido esquivar lo truculento, manteniendo el film en una constante línia de misterio y de intriga. Como es de ritual en estas cintes, el espectador està siempre esperando el desenlace inesperado tol como en efecto se produce al fin. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 29 de marzo de 1964)

Una película muy disfrutable tanto por la propia historia como por los retos lanzados al espectador, que compensa la debilidad e inconsistencia de su pretexto (o MacGuffin, al modo hitchcockiano) con el encanto que destila, las excelentes caracterizaciones de Douglas, la habitual desenvoltura interpretativa de Scott y, por encima de todo, la sensación de que se está asistiendo al resultado de un pacto entre un director, un productor y guionista, y un buen puñado de intérpretes para rendir un homenaje cómplice y agradecido a su público. (Alfredo Moreno en 39 escalones)

El Sr. Scott frunce el ceño como un detective y actúa con un aire sabio y entendido. Pero su habilidad está abierta a serias dudas cuando no ve a esos personajes disfrazados. Uno de ellos es Kirk Douglas. Nos enteramos de eso cerca del comienzo al verlo cambiarse de disfraz en un baño. Luego aparece a cara descubierta más tarde. Pero él también, por su reputación, hubiera sido mejor que permaneciera disfrazado. También podrían haberlo hecho Burt Lancaster, Tony Curtis, Robert Mitchum y Frank Sinatra. Cómo el Sr. Huston se mezcló en este engaño, esta "cacería de señuelos", es difícil de entender. (The New York Times del 30 de mayo de 1963)

Un error aún más dañino es la utilización de estrellas que se esconden detrás de caracterizaciones faciales en papeles fundamentalmente intrascendentes. De las cinco estrellas que son "invitadas", Kirk Douglas tiene la tarea principal y la lleva a cabo de manera colorida y creíble. Los otros son Tony Curtis, Burt Lancaster, Robert Mitchum y Frank Sinatra. Sólo Mitchum es fácilmente reconocible debajo del maquillaje facial. (Variety)

"The List of Adrian Messenger" es una de esas películas que funcionan mejor cuando lo único que sabes es quién está en ella y que es un misterio con asesinato. Cuando sabes algo más, pierde uno de sus trucos y, sin él, la resolución real del misterio no tiene suficiente garra para que realmente te atrape. (The Movie Scene)

Desafortunadamente, la historia de suspense se pierde en algún lugar a lo largo de la línea narrativa, pero la película liviana y burlona sigue siendo bastante buena y divertida de todos modos. Anthony Veiller adapta la novela de suspense de Philip MacDonald. El atractivo de las estrellas invitadas Tony Curtis, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Robert Mitchum y Frank Sinatra, que aparecen disfrazados (maquillados por Bud Westmore) es irresistible, aunque es cierto que en realidad esto no ayuda a que la historia avance. Pero las digresiones entretenidas están bien. (Derek Winnert)

John Huston, después de Vidas rebeldes, se toma una especie de vacaciones para esta simpática película rodada en Irlanda donde hace acto de presencia. Su hijo Tony, en su único papel en el cine, tiene un papel más importante. El guión está bien elaborado y es un poco innovador, aunque a veces algo complejo. Una deliciosa película policiaca con suspense, un poco de humor y muy buenos actores. En la filmografía de Houston, está demasiado subestimada y olvidada. ¡Una película para rehabilitar! (Film Noir Movies)

El director, cuya pasión por la caza sigue siendo notoria, aprovecha la oportunidad para rodar en su propiedad irlandesa, con sus propios perros de caza. Escenifica así dos largas secuencias de caza del zorro e incluso juega un pequeño papel en ellas. (...) Por último, El Último de la lista defrauda, ​​con todas sus estrellas ocultas y que al final sólo anuncia un juego de engaños, una impostura... En definitiva, una mistificación como en un buen episodio de Scooby-Doo: con duplicidad y decadencia social, asesinatos y un enigma con cajones, un villano enmascarado y una leyenda, que el marqués de Gleneyre relata al final, con un matiz vagamente fantástico. Todos ellos ngredientes de los que Joseph Barbera y William Hanna no habrían renegado. (Thomas Roland en Culturopoing.com)

Estreno en Madrid 3 de febrero de 1964 en los cines Carlos III, Consulado y Roxy B; en Barcelona, el 28 de marzo de 1964 en el cine Fémina. 

Reparto: George C. Scott, Dana Wynter, Clive Brook, Herbert Marshall, Gladys Cooper, Marcel Dalio, Jacques Roux, Kirk Douglas, Tony Curtis, Burt Lancaster, Robert Mitchum, Frank Sinatra.

1 comentario:

  1. A pesar de no estar entre sus mejores films, siempre es un placer ver los trabajos de Huston.

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