lunes, 22 de noviembre de 2021

Las pistolas no discuten (Le pistole non discutono, 1964). Mario Caiano

 

Los hermanos Clanton (Billy y George), tras robar el banco de River Town y matar a dos personas, son perseguidos hasta México por el sheriff del pueblo, que no es otro que el famoso Pat Garret. Una vez detenidos por éste y tras burlar a los regulares mexicanos, el sheriff y sus dos presos deberán eludir a través del Valle del Diablo (un temible desierto) a la banda de Santero que intenta arrebatarles los treinta mil dólares robados.

«Western»" filmado en Europa, muy bien realizado por el capacitado director Mario Caiano que ha sabido captar en bello colorido impresionantes cabalgadas, dilatados horizontes y bonitos paisajes que enmarcan un argumento que, en varias ocasiones es ingenuo e infantil, tiene muchos momentos de innegable interés y sostenida emoción especialmente en la huida del «sheriff» con sus. dos prisioneros por las inhospitalarias tierras del «Desierto del Diablo» y los continuados tiroteos con unos forajidos en el pueblo y mina abandonados. (M. Planas en La Vanguardia del 25 de febrero de 1965)

Rod Cameron, a quien no se le pone nada por delante, como estaba previsto, en este ingenuo episodio de "Las pistolas no discuten" atiborrado con los lugares comunes más estimulantes del género. No hay nada nuevo en las pistolas esas ni casi puede haberlo ya nunca, en esta reiteración acongojante que nada tiene que ver con el arte del cine. (G.E. en ABC del 26 de febrero de 1965)

En el argumento no hay prácticamente nada original o novedoso, pero estamos ante esa típica película que te acaba cayendo bien porque sorprendentemente tiene un buen ritmo (es casi la combinación de varios westerns a la vez) y cumple con solvencia lo que pretende, entretener. (JLP Jose en Nosólocine.net)

"Las pistolas no discuten" de Mario Caiano (1964) fue rodada principalmente en Hoyo de Manzanares y Lucairena de las Torres (Almería). Es decir, se rodó en el mismo escenario en el que poco después rodaría Sergio Leone "Por un puñado de dólares". Según cuenta la leyenda, parte del material y del personal usados en la primera, fueron reutilizados en la película de Sergio Leone. 

Apañado spaghetti-western rodado en el desierto de Almería por el italiano Mario Caiano (Con el corazón en la garganta). El resultado, aunque se nota el bajo presupuesto, es entretenido. La música es del gran Ennio Morricone. (Decine21)

Creo que olvidándonos de las comparaciones de rigor nos encontramos ante un aceptable eurowestern (hasta ahora el que más me ha gustado de su director) que reproduce esquemas y situaciones propias de los westerns estadounidenses de serie b de los años 50 y 60 (...)  La película se caracteriza por una factura técnica notable. Me ha parecido especialmente brillante la labor de fotografía de Julio Ortas y Massimo Dallamano (director de la extraordinaria "Bandidos") que sacaron gran partido tanto al pueblo de Lucainena de las Torres como al desierto almeriense en el que se desarrolla gran parte del film, y el trabajo de ese gran profesional que fue Carlo Simi que estuvo al frente de la dirección artística, en ambos casos creo que no desmerecen en absoluto a las películas de este tipo realizadas en los Estados Unidos. (Jesús en 800 spaghetti westerns)

Película estrenada en Madrid el 20 de febrero de 1965 en los cines Bilbao y Progreso; en Barcelona, el 23 de febrero de 1965 en el cine Capitol.

Reparto: Rod Cameron, Horst Frank, Ángel Aranda, Mimmo Palmara, Vivi Bach, José Manuel Martín, Kay Fisher.

Versión del tema principal de la película compuesto por Ennio Morricone a cargo de The Penetrators:


viernes, 19 de noviembre de 2021

El amor del capitán Brando (1974). Jaime de Armiñán

 

Aurora se incorpora como maestra a un pequeño pueblo castellano. En seguida se convierte en centro de las murmuraciones debido a los modernos métodos pedagógicos que aplica. Uno de sus alumnos, de doce años, se enamora de ella, produciéndose un malentendido que escandaliza al pueblo. La llegada de Fernando, un viejo republicano exiliado, supone un apoyo para Aurora, pues rápidamente surge un vínculo afectivo entre ellos.

Hay que añadir que a la riqueza temática, a la finura de las sugestiones y las alusiones, se una una calidad de escritura cinematográfica «depouillée», despojada. Escritura de frases cortas, directas, unidas por un montaje preciso y de extraño encanto, ya que une las anotaciones humanas y las paisajísticas, aprovechando la belleza increíble de Pedraza, la expresividad castellana de sus campos. Ni una postal, ni un plano exento. Incorporación perfecta de ámbito y acción, o sea, rigor y belleza entendidos como músculos de un relato sin estridencias, salvo el plano inesperado y sobrecogedor del can ahorcado y la escena bien resuelta del intento de violación de la maestrita. Armiñán ha conseguido una depuración de su lenguaje que le acerca a las corrientes más puras y actuales de un cine exigente. (Lorenzo López Sancho en ABC del 19 de noviembre de 1974) 

Armiñán ha pretendido hacer un filme en el que se destaquen los contrastes entre el ayer y el hoy, entre la gente inmovilista —e inmovilizada— y el progresismo de la maestrita enamoradiza y excitante, que no duda incluso en inquietar sexualmente al muchachito que sabe que la ama. Ideológicamente, la trama nos parece un pretencioso galimatías, que ignoramos exactamente lo que quiere decir ni adónde va. Pero del montón de anécdotas que integran la trama —entre las cuales un intento de violación de la maestrita, por un bruto— se deduce un cierto interés, que intriga más por lo que se supone que quiere decir que no por lo que realmente dice. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 1 de diciembre de 1974)

Relato romántico-costumbrista salpicado de un cierto escándalo debido al triángulo que retrata. Ana Belén encarna a una profesora que se instala en un pueblo cuya existencia altera con su presencia. Tierna, bonita, pelín blanda. (Antonio Albert en El País)

En dura lucha con la censura del general Franco, que impone cambios, supresiones y obliga a rodar nuevas escenas, se convierte en uno de los grandes éxitos del cine español de la última etapa de la dictadura y también en el mejor trabajo de Jaime de Armiñán, junto con el similar El nido (1980). Como es habitual en las películas escritas y dirigidas por Armiñán, está narrada en clave de comedia de costumbres y sus personajes nunca se atreven a tomar decisiones trascendentales, pero encierra un buen dibujo de unos interesantes seres solitarios perdidos en un pequeño pueblo, lleno de referencias cinematográficas... (Augusto M. Torres) 

Estrepitoso éxito comercial en su momento, por la grata sencillez de su acabado y su insólita ausencia de intelectualismo, todo un detalle para un film español de "qualité" de los primeros 70. (Carlos Aguilar)

He aquí una de las películas españolas míticas de los años setenta, una de las cintas que marcaron a toda una generación de jóvenes que se encontraron de repente con un doble cambio: de niño a hombre y de súbdito a ciudadano, (o, al menos, a intentar ser un ciudadano..). El amor del capitán Brando conectó extraordinariamente con el público de su época porque ofrecía justamente lo que ansiaba el pueblo español: libertad, reconciliación, paz, progreso. Ése fue el acierto de Jaime de Armiñán y de Juan Tébar en el guión, que se articulaba sobre un triángulo insólito: una maestrita rural de ideas avanzadas, un apenas adolescente hipersensible enamorado de su profesora, y un viejo republicano que vuelve del exilio para encontrarse con una España que ni es la de la Guerra Civil, ni tampoco la de la noche oscura de Franco. (Enrique Colmena en Criticalia.com)

La historia, más o menos coral, transcurre en Pedraza, un pueblo de Segovia, donde entre otros personajes destacan una maestra modernilla, Ana Belén, un exiliado republicano, Fernando Fernán Gómez, un joven que está a punto de acceder al mundo de los adultos, Jaime Gamboa, el alcalde, Antonio Ferrandis, la farmacéutica, Amparo Soler Leal... Pero el meollo del asunto lo constituye el joven enamorado de la maestra, que sublima como si la cosa fuera una película de ficción con Marlon Brando y Robert Mitchum como protagonistas de excepción; y ello deviene en metáfora, algo forzada, sobre la situación política. (Decine21)

Película estrenada en Madrid, el 15 de noviembre de 1974 en el cine Azul; en Barcelona, el 28 de noviembre de 1974 en el cine Cataluña.  

Reparto: Fernando Fernán-Gómez, Ana Belén, Jaime Gamboa, Amparo Soler Leal, Julieta Serrano, Antonio Ferrandis, Verónica Llimerá, Fernando Marín, Eduardo Calvo, Chus Lampreave.