jueves, 7 de junio de 2018

Bringing Up Baby (1938). Howard Hawks


David Huxley (Cary Grant) es un paleontólogo tímido y despistado que está a punto de acabar la laboriosa reconstrucción del esqueleto de un brontosaurio, del que sólo le falta una clavícula intercostal. También está a punto de casarse con su anodina secretaria. En un partido de golf con el abogado de una solterona millonaria, potencial mecenas del museo para el que trabaja, Huxley conoce a Susan Vance (Katharine Hepburn), una joven adinerada y caprichosa que lo manipulará para que no lleve a cabo ninguno de sus dos proyectos.

Bringing Up Baby fue un fracaso rotundo de taquilla, lo que provocó que Howard Hawks fuera apartado de la dirección de la que iba a ser su siguiente película (Gunga Din, también con Cary Grant),​ y obligó a Hepburn a pagar su parte del contrato. Sin embargo, a medida que pasaron los años, la película obtuvo cada vez más atención, hasta convertirse en un clásico de la comedia. En la lista de las cien mejores películas confeccionada por el American Film Institute en 1997, Bringing Up Baby ocupó el puesto 97.

"Todo un clásico del cine (...) transforma las situaciones más cotidianas en un complicado y divertido juego de sentimientos. Irresistible y genial." (Fernando Morales: Diario El País)
 
Una de las mejores “screwball comedies” de la historia del cine. Basada en un cuento de Hagar Wilde, la película es una comedia redonda, con caracterizaciones inolvidables (Cary Grant en un estilo Harold Lloyd), una trama muy divertida, en donde tanto cabe la batalla de sexos como la falsa identidad, el equívoco, la farsa, el slapstick, el humor gestual, el contrapunto psicológico, la ironía, la parodia romántica o el absurdo. La exposición es vertiginosa, con múltiples personajes excéntricos bien conexionados (el psiquiatra, el comisario, el jardinero, el cazador…), diálogos brillantes, rápidos (incluso superpuestos), ágil transición de escenas en una ficción de una duración de dos días, gran química entre la pareja protagonista en un contraste delirante entre actitudes de responsabilidad e irresponsabilidad. (AlohaCriticón)
 
Hawks imprime a la cinta un ritmo frenético, siendo esta una de las numerosas claves del éxito de la misma. Según sus propias palabras, sus películas eran un 20% más rápidas que las del resto de directores. Puede que fuera así, pero este hecho no era el responsable del excelente ritmo de sus obras, sino la maestría con la que narraba cada uno de sus argumentos. Gran parte del mérito del guión de la película es atribuible a su maravillosa mente. A pesar de no figurar en los créditos de la mayor parte de sus obras, era el principal responsable de los mismos; su voluntad de colaborar con los mejores guionistas de Hollywood, implicaba la cesión de todo el protagonismo en favor de dichos especialistas para evitar discusiones en la autoría. (Carlos Fernández Castro en Bandeja de plata)
 
Aunque es casi imposible, trate de sentarse en algún momento y disfrutar de esta obra maestra de Howard Hawks de 1938, no solo por sus gags, sino por la gracia de su construcción, la seguridad de su estilo y la riqueza de sus temas. (Dave Kehr)

Las características narrativas y temáticas de Bringing Up Baby tienen mucho en común con las de las comedias de Shakespeare. (Sean Axmaker)

¡La felicidad existe! Es en blanco y negro y dura ciento dos minutos, durante los cuales Katharine Hepburn, imperial, sublime, hace malabarismos con las aceitunas, roba la ropa de Cary Grant para que se quede más tiempo con ella y trata de domesticar a un leopardo (...) Una cima de la comedia estadounidense de finales de la década de 1930 y una brillante puesta en escena de Howard Hawks. Esencial. (Les Echos)
 
Al hacer que el trabajo sea la principal preocupación de sus héroes, Hawks primero se preocupa por la eficiencia. Lo cual no significa que esté perdiendo interés en la moral. (...) Más que una moral de la acción, es una moral en acción. (Télérama)
 
Ejemplar comedia que constituye uno de los puntos álgidos del género en su registro más enloquecido. En la misma confluyeron los factores adecuados: un guión sumamente brillante, unos intérpretes idóneos y una realización que supo aunar sus componentes con sentido del equilibrio y la suficiente sorna. El resultado es uno de estos productos que siguen sorprendiendo tanto por su frescura como por su inteligencia. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 13 de enero de 1941.

Título español: La fiera de mi niña.

Reparto: Katharine Hepburn, Cary Grant, May Robson, Charles Ruggles, Walter Catlett, Fritz Feld, George Irving, Barry Fitzgerald.




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