A la localidad de Bright Hope llega un forastero que rápidamente despierta las sospechas del sheriff, que termina por arrestarlo tras dispararle en la pierna. Samantha O'Dwyer se encarga de extraerle la bala en el calabozo. Pero esa noche un joven en un establo es asesinado y el ayudante del sheriff, la Sra. O'Dwyer y el detenido han desaparecido. Siguiendo la única pista que tiene, una flecha india, el sheriff buscará a la joven con la ayuda de algunos hombres, entre ellos un vaquero y un anciano.
Una película de S. Craig Zahler que navega entre el western, el terror y la comedia, todo junto en un cóctel ciertamente extraño pero igualmente atractivo. (...) Una narración que posee un tono oscuro pero cómico. Tiene toda la pinta de acabar siendo uno de esos raros filmes de culto. (ABC del 11 de marzo de 2016)
Hay, pues,como se ha dicho, horror a lo Holocausto caníbal o Las colinas
tienen ojos. También unos protagonistas bien dibujados, como sacados de
Ford o de Hawks. Pero por encima de todo, del horror y del western, hay un sentido
del juego que remite al cine referencial de los Coen o de Tarantino. Estamos,
en definitiva, frente a una parodia que vuela libre por encima de su propia ironía.
Con aires de western clásico, por supuesto. Si les gusta recordar esos viejos westerns
y no les asusta un descuartizamiento (o dos), Bone Tomahawk merecerá su aplauso.
(Salvador Llopart en La Vanguardia del 11 de marzo de 2016)
La película de Zahler también, vista en términos de una estricta cronología histórica, anticipa y canibaliza el violento choque cultural de Las colinas tienen ojos (1977) de Wes Craven, ambientada más de un siglo después. Aquí el horror adopta una forma pionera en otros territorios, el revisionismo del western mira hacia géneros nuevos, y vemos cómo los ultrajes y atrocidades del siglo XX y más allá pueden haber tenido precedentes en los cimientos mismos del Viejo Oeste. Este paso libre entre el pasado y el presente es lo que le da a la película su estatus épico, no menos que las grandes panorámicas. (Anton Bitel en Sight and Sound)
Se necesita una película como 'Bone Tomahawk' para exponer la pereza de muchas películas de multicine producidas en serie. Claro, no todos los elementos de este drama de acción, terror y comedia western encajan del todo. Pero hay que dar muchas felicitaciones al guionista y director novato S Craig Zahler por intentar una película que es a la vez sugestiva, extraña, tonta, impredecible y genuinamente aterradora, y en gran medida lograrlo. (Tom Huddlestone en Time Out)
No hace falta decir que el viaje y el final del viaje son una prueba indescriptible. Los trogloditas son caníbales mutantes, una versión peculiar de todas los clanes terroríficos que se hayan podido ver, y con un grito animal inquietantemente fuerte y chirriante. Realmente dan ganas de esconderse debajo del asiento, pero todo se lleva a cabo con absoluta seriedad, y Russell es tan bueno como lo fue en The Hateful Eight de Quentin Tarantino. Como muchos westerns, Bone Tomahawk puede presumir de ser un comentario sobre la paranoia de los colonos, pero también es un ejercicio de género: más una película de terror que un western con persecuciones y tiros. (Peter Bradshaw en The Guardian)
Es un mundo de película B con lógica de película B. Pero cuando es necesario, también están la cruda instantaneidad y la taquigrafía gráfica de una película de serie B. El dibujo de los personajes es rápido, como hecho con trazos de carboncillo. El sheriff Russell es irritable e inquebrantable, el ayudante Jenkins es un charlatán gruñón. El dandy Fox dispara primero, a cualquier cosa, y deja las preguntas al piadoso Wilson arrastrando esa pierna entablillada. En el último acto, Bone Tomahawk se ha convertido en una obra de Beckett en el país de los cactus. Es un film así de estoico, loco, absurdo-filosófico. Alguien dice en medio de la última oleada de violencia (con momentos tan horribles que seguramente se deben a la era de Isis): “Esto es lo que hace que la vida en un país fronterizo sea tan difícil”. (Nigel Andrews en Financial Times)
Si el reparto es importante, lo son sobre todo la sólida escritura de Zahler, sus largos diálogos, modernos pero escritos en un lenguaje anticuado y, por tanto, auténtico, y su sólida puesta en escena de antaño que brilla igualmente. El ritmo es lento, pero lo que está en juego sube de tono cuando la película pasa al horror de la supervivencia y nos damos cuenta, junto con nuestros héroes, de que nada puede preparar a hombres "civilizados" que se enfrentan al verdadero salvajismo, ¡y qué salvajismo! (Patrice Steibel en Les Chroniques de Cliffhanger)
Al observar lo fantástico, pero sin olvidar nunca sus orígenes como película de explotación, el film se vuelve inquietante, doloroso e implacable. Si no reinventa nada y nunca busca ser original, el minucioso cuidado que pone en su narración, el cuidado puesto en cada uno de sus antihéroes hasta el final de esta desastrosa epopeya, le confiere una clase notable. (Simon Riaux en Écranlarge)
Pero el talento del cineasta es citar toda una serie de películas que forman parte de la cultura popular, reapropiándose de ellas. En su película desarrolla su propia gramática y su propia identidad. Por supuesto, notamos las similitudes, pero el enfoque es tan honesto y sincero hacia el western y el cine de terror que conservamos ese sentimiento del descubrimiento y de lo desconocido. Constantemente, y esto es bastante raro como para subrayarlo, nos preguntamos cómo terminará esta historia. Y aunque la película termine un poco abruptamente, la espera habrá tenido su recompensa. (Germain Brévot en Abus de ciné)
Película estrenada en España el 11 de marzo de 2016.
Reparto: Kurt Russell, Patrick Wilson, Matthew Fox, Lili Simmons, Richard Jenkins, Sean Young, David Arquette.
Parece que puede resultar entretenida.
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