martes, 6 de febrero de 2024

Agente 007 contra el Dr. No (Dr. No, 1962). Terence Young


James Bond llega a Jamaica con la misión de investigar los asesinatos de un agente especial británico y su secretaria. Pero, al mismo tiempo, descubre la existencia de una siniestra organización en la isla Crab Key. En esta ocasión, su enemigo es el Doctor No, que, con la ayuda del profesor Dent, se propone ejecutar un siniestro plan: desviar la trayectoria de los cohetes de Cabo Cañaveral.

Esta mezcla de realismo y de sueño le da a nuestro “Agente” un toque confuso por la dificultad en la aleación. Hay un punto en que con risueño talante no sabemos bien a qué carta quedarnos. Pero tampoco el propósito merece, en ningún caso, más minucioso análisis. La película está bien llevada y suntuosamente construida. El buen color y la “marciana” composición de las últimas y atropelladas secuencias llevan con firme seguridad el estupor al ánimo del auditor. (Gabriel García Espina en ABC del 14 de mayo de 1963)

Terence Young ha dirigido la película con su reconocida competencia. Lo que suele llamarse «puesta en escena» reúne aciertos que se revelan tanto en la pericia con que es manejada la cámara como en el estilo sencillo y directo que caracteriza el relato. Lo cándido y arbitrario del tema y de todas y cada una de las situaciones está resuelto con desenfado no exento de humor e ironía hasta el punto de que el espectador se percata de que el tremendismo empleado no es tampoco tomado demasiado en serio por el mismo realizador. (J. Pedret Muntañola en La Vanguardia del 6 de junio de 1963)

Obra germinal que aunque se presenta sumamente inocente en sus planteamientos y algo vaga en su desarrollo, guarda en su interior algunos de los mejores momentos de la saga, como la famosa secuencia de la tarántula en el brazo de Bond, tan imposible en su concepción como magnífica en su realización, dicotomía que se mantendrá, también, a lo largo de una saga que siempre se moverá en los límites de lo razonable. (Beatriz Martínez en Sensacine)

Esta animada y divertida película, que se estrenó ayer en el Astor, el Murray Hill y otros teatros del grupo "premiere showcase", no debe tomarse en serio como ficción realista ni siquiera como arte, como tampoco lo son las obras del Sr. Fleming para ser tomadas como literatura seria. Es estrictamente un thriller de acción adornado con algo de misterio. Y, si eres inteligente, lo verás como una parodia de ciencia ficción y sexo. Porque la aventura de detección de crímenes en la que se embarca el señor Bond es tan tremendamente exagerada, tan evidentemente artificial, que resulta evidentemente tonta y no se debe creer. (Bosley Crowther en The New York Times del 30 de mayo de 1963)

Con la excepción de la gran explosión al final de la película, Dr. No es una aventura discreta. No hay dispositivos, lo que obliga a Bond a confiar en su ingenio (en una escena, cuando necesita respirar mientras está sumergido, usa cañas ahuecadas como tubos de aire). La persecución de un solo coche es razonablemente sencilla. Y, por única vez en la serie, 007 es inequívocamente brutalizado, y como resultado aparece ensangrentado, golpeado y desaliñado. De todos modos, todavía derrota al villano y se queda con la chica. (...) Considerándolo todo, Dr. No es una película exitosa, si no superlativa. Si bien puede parecer aburrida para los estándares de las producciones posteriores, es una entretenida mirada retrospectiva a la historia cinematográfica de un proyecto que se convirtió en un fenómeno mundial. (James Berardinelli en Reel Views)

Gran parte de lo que se suponía que intrigaría y deslumbraría a los espectadores en 1962 puede parecer ahora suave, principalmente gracias a las muchas películas de Bond que siguieron, pero Dr. No se mantiene como algo más que una pieza de época, principalmente gracias a la combinación de interpretaciones frescas y enérgicas a cargo de Sean Connery, Wiseman, Ursula Andress, John Kitzmiller y Jack Lord; un guión cuidadosamente elaborado con sus pies en misterios del viejo y del nuevo estilo; y un trabajo muy sencillo y hábil de Terence Young y el editor Peter Hunt. (Brendon Hanley en Allmovie)

Dr. No es un modesto thriller con un héroe duro, elegante y con cierto encanto que hace su trabajo sin la ayuda de artillería elaborada ni artilugios llamativos. Persigue a las mujeres, pero no las atrae como si poseyera algún poder mágico o un magnetismo irresistible. En su primer papel estelar, Sean Connery se muestra confiado pero no arrogante, un hombre cómodo con un esmoquin pero que no ha nacido para la púrpura. Al igual que Albert Finney y Peter O'Toole, cuyas carreras despegaron casi al mismo tiempo, es un presagio de un importante cambio social en clase, moda y comportamiento que parecía atractivo en ese momento y que luego tomaría formas menos agradables. (Philip French en The Guardian)

Muy anticuada, completamente en sintonía con los tiempos y que le da a los años sesenta un sabor hasta entonces inexplorado, Dr. No marca un hito histórico en la historia del cine de entretenimiento popular. Gracias a su combinación única de ingredientes atrevidos, entre un erotismo suave y una acción trepidante, desde Londres hasta Jamaica, la película sienta las bases sólidas de una fórmula que perdurará durante décadas. De momento, un bonito libro de imágenes, muchas veces copiadas, nunca igualadas y hecho para disfrutar sin moderación. Al final de la película se afirma que James Bond regresará en Desde Rusia con amor: se está gestando un mito. (Julien Léonard en DVDClassik)

Escenas de acción realizadas a gran velocidad, magníficos coches lanzados a un ritmo vertiginoso y chicas Bond cada una más bella que la otra, Dr. No está directamente en la línea de la película de espías de la vieja escuela donde la importancia de la trama sólo se compara con el carisma del famoso agente secreto. Y hay que reconocer que en este asunto Sean Connery representa la elección lógica para cualquier fan de Bond que se precie, ya que fuerza y ​​seducción se funden perfectamente en el personaje gracias al magnetismo del actor. Este último aporta todo su encanto al más legendario de los agentes secretos, definiendo así la pauta para sus sucesores, que, sin embargo, tendrán dificultades para igualarlo. (Ilan Ferry en Ecranlarge)

Lo cierto es que todavía estamos muy lejos de la grandilocuencia de las últimas películas de la franquicia, donde acrobacias, artilugios y explosiones estallan para ofrecer un gran espectáculo. Estamos en los primeros tiempos, en aquellos en los que la modestia de los medios es tanto un límite a la profusión de efectos como permite combinar ingenio y eficiencia. Dr. No es una ópera prima que sienta las bases, yendo a lo esencial, cuidando la presentación del héroe y el desarrollo del misterioso antagonista, en el corazón de una intriga de espías sencilla pero apasionante. (Quentin Coray en A la rencontre du septième art)

Película estrenada en Madrid el 13 de mayo de 1963 en el cine Capitol; en Barcelona, el 4 de junio de 1963 en el cine Tívoli. 

Reparto: Sean Connery, Ursula Andress, Joseph Wiseman, Jack Lord, Bernard Lee, Anthony Dawson, Zena Marshall, John Kitzmiller.

1 comentario:

  1. Una película que creó escuela, de cuyo personaje se continúan haciendo producciones en la actualidad y que supuso un camino a seguir dentro del género.

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