martes, 1 de agosto de 2023

El ministerio del miedo (Ministry of Fear, 1944). Fritz Lang


Tras dos años de reclusión, Stephen Neale abandona el sanatorio mental de Lembridge. Se encuentra entonces con un mundo distinto que nada tiene que ver con lo que él conocía. A su alrededor todo resulta inexplicable, sobre todo, el ser víctima de una persecución por parte de agentes del nazismo. Pero, cuando Stephen decide contarle a otras personas lo que le sucede, lo único que consigue es que piensen que está loco. Adaptación de una novela de Graham Greene. 

“Hollywood me obligó a hacer esta película sin modificar una sola palabra. No creo que sea una buena película. Está muy lejos de mis intenciones” . (Fritz Lang a Peter Bogdanovich en 1965)

Lo que hace tan especial a las mejores películas noir es su capacidad para captar la extrañeza del mundo real, esos elementos que se cuelan en la cotidianedad y que hacen que lo normal se nos revele como algo inquietante. Neale se dirige hacia Londres, pero por el camino se detiene en una pequeña fiesta parroquial de pueblo. Durante un momento el panorama se nos presenta idílico, hasta que de repente algo hace clic y todo pierde sentido. En este caso el detonante es algo tan estúpido como una tarta que gana en un concurso, que como veremos contiene en su interior secretos de estado que unos espías nazis quieren divulgar. Difícilmente puede haber un McGuffin más estúpido que una tarta ganada en una obra benéfica, pero a Fritz Lang le sirve en su propósito esencial: hacer de lo anodino e inofensivo un elemento inquietante. (El gabinete del doctor Mabuse)

Perteneciente a la tetralogía antinazi que rodó Fritz Lang estamos ante uno de los títulos más flojos de su filmografía, lastrado por un guión defectuoso, mal definido y con múltiples lagunas. Con todo, “El ministerio del miedo” resulta muy entretenida y deja escenas excelentes con una soberbia dirección, muy en la onda languiana/hitchcockiana del serial y el folletín con falso culpable de protagonista. (Cinemelodic)

El filme contiene varias escenas inolvidables, entre las que destacaría el inicio en el manicomio, con un Ray Milland absorto y envuelto en sombras mientras contempla el paso de los minutos en el reloj de pared de su habitación (¿qué terrible secreto oculta este hombre?), o la escalofriante sesión de espiritismo que tiene lugar en la mansión de la señora Bellane (Hillary Brooke). A lo que habría que sumar el magnífico pulso narrativo que Lang imprime durante todo el metraje. (Esculpiendo el tiempo)

Este thriller de 1944 representa la reunión histórica de dos maestros de la culpa católica y la paranoia, el novelista Graham Greene y el director Fritz Lang. Ray Milland, que acaba de salir de un sanatorio, encuentra que el mundo exterior supera a sus delirios cuando se topa con un elaborado complot nazi. El carácter alucinante de la escena inicial (una inocente feria rural resulta ser un nido de espías) recuerda a las películas expresionistas de Lang de los años 20, pero esta es una película más madura y controlada. Lang en su máxima expresión y pureza. (Dave Kehr en Chicago Reader)

Siéntese bien en su butaca y déjese el abrigo puesto cuando vaya a ver esta película de suspense, porque le absorbe y le empapa rápidamente. Cualquiera que haya leído las novelas recientes del Sr. Greene puede anticipar el estilo. Combina un toque de magia de hechicero con un ingenio moderno y sofisticado. Y Fritz Lang, al dirigir esta película, ha mantenido un curioso tono espectral desafinado que se insinúa a través de la narración de una historia completamente cautivadora. (Bosley Crowther en The New Yort Times del 8 de febrero de 1945)

Este es un thriller maravillosamente atmosférico, casi expresionista, repleto de momentos memorables. (Tom Milne en Time Out)

En "Ministry of Fear", el tema muy langiano es el de un hombre presunto culpable, pero inocente, que tendrá que desentrañar el misterio de la trama en que se ha visto envuelto para poder ser libre. Una historia de espionaje que comienza con la vulgar historia de un pastel de feria pero que, poco a poco, irá revelando una sucesión de pistas hasta un exitoso final con una revelación tan sorprendente como jubilosa. Siempre en tensión, la película es totalmente magistral, capaz de proponer escenas donde el tiempo parece expandirse en un ritmo sostenido globalmente, en esos momentos en que los gestos se vuelven más lentos y las miradas más concentradas. Lang, menos interesado en los movimientos de cámara que en un agudo sentido del encuadre, capta la complejidad de los temas en una transición de medio plano que se convierte en primer plano y en una luz que parece anecdótica y que luego ilumina los rostros de los personajes haciendo caer su máscara. Maravillosamente interpretada y dotada de un guión acertado e ingenioso, "Ministry of Fear" es también una soberbia película sobre la lucha contra el régimen nazi. (Kurosawa en Allociné)

El guión es de una rara sutileza, evolucionando al ritmo de una cascada de malentendidos que permiten resaltar poco a poco la psicología de los personajes y los resortes de la intriga. La puesta en escena de Lang es notablemente magistral, amoldándose a los cánones de Hollywood sin perder nada de su fuerza expresionista, especialmente a través de claroscuros de un esteticismo extravagante. Incluso el final feliz tradicional, obligatorio en este contexto, no aparece aquí como un artificio sino como algo lógico y necesario. Una verdadera obra maestra y una de las mejores películas de Lang en su etapa americana. (Maqroll en Allociné)

Una serie de secuencias emocionantes, reflejo de la angustia contemporánea del rodaje, El Ministerio del Miedo es también un modelo de construcción centrado en motivos y objetos destacados: el círculo, el sonido del bastón, las tijeras de sastre, el pastel, por supuesto. Estos elementos estructuran profundamente una película que va más allá de la mera propaganda para transformarse, gracias a una puesta en escena totalmente dominada (los encuadres, la fluidez de los travellings, la belleza del blanco y negro), en una obra coherente. No una obra mayor, sin duda, pero admirable. (A voir, à lire)

Si el Ministerio del Miedo divierte por su aspecto de película de serie y ofrece un suspense hábilmente orquestado, hay que remarcar su final. Con su torpe humor, el final parece pertenecer a una película de otro género (las comedias con Doris Day no están lejos) y no encuentra una coherencia real con el tono de la película. ¿Cómo podría haberle gustado a Fritz Lang este final fallido, eliminando toda la ambigüedad de un personaje cuyas áreas obscuras nunca dejó de explorar? Tal como está, The Ministry of Fear sigue siendo una obra maestra de Fritz Lang. ¿Y si, bajo su falsa apariencia de película menor (que no gustó a Fritz Lang), El Ministerio del Miedo revelara más que otros largometrajes los secretos más íntimos de su autor? Hay reflejos en el espejo que no podemos, no queremos ver. (Grégory Marouzé en Revus et corrigés)

Película no estrenada comercialmente en España. TVE la estrenó el 13 de noviembre de 1966.

Reparto: Ray Milland, Marjorie Reynolds, Carl Esmond, Hillary Brooke, Percy Waram, Dan Duryea, Alan Napier.


1 comentario:

  1. Como dice alguna de las críticas, el film va más allá de la simple propaganda.

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