martes, 25 de julio de 2023

Noche y día (Knight and Day, 2010). James Mangold


Una pareja vive románticas y peligrosas aventuras por todo el mundo: ella es una mujer normal que tiene que acudir a una boda, y él parece un agente secreto. Ambos se vuelven a ver una y otra vez en los lugares más diversos; parece que están condenados a encontrarse y verse implicados en una serie de persecuciones donde nadie es quien parece ser.

Habrá otros modos de ver “Noche y día”, incluso con diversos grados de cabreo, pretensión y acidez de estómago, pero el mejor es tomársela como una parodia de las películas de espías, trepidante, ingeniosa y con una pareja protagonista con aquella dentadura blanca del gran Hollywood. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 16 de julio de 2010)

El humor es fresco y contagioso y las escenas de acción, que son todas, están filmadas, planificadas y montadas con mano maestra y un toque de sofisticación próximo al del Spielberg de Atrápame si puedes. Un divertimento digno y sin pretensiones. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 16 de julio de 2010)

'Noche y día' resulta casi desarmante en su transparente celebración de la frivolidad: si hubiese tenido cierta ambición quizá hubiese estado cerca de ese díptico 'Charada' (1963) / 'Arabesco' (1966) que permitió a Stanley Donen prolongar, en otra clave, su fe como gran cineasta dionisiaco. Lo que queda es un recital no demasiado imaginativo de cine auto-combustible para multisalas, en el que incluso las notas de dislexia cultural respecto a los sanfermines sevillanos forman parte del espectáculo. (Jordi Costa en Fotogramas)

Tom Cruise y Cameron Díaz escenifican el clásico tira y afloja de la guerra de sexos a lo largo de una aventura que les lleva por todo el planeta; incluso a disfrutar en moto por un San Fermín más racial de lo que estamos acostumbrados. Thiller de sobresaltadas persecuciones, comedia ligera, cinta romántica... El vaivén de géneros es tal que resulta conveniente preguntarse si Mangold tenía todo bajo control o sencillamente se dejó llevar por la situación. Más que un artefacto híbrido. (Paula Arantzazu Ruiz en Sensacine)

Es pura fórmula, pero gracias a su ritmo alegre y las actuaciones encantadoras de Tom Cruise y Cameron Diaz, Knight and Day ofrece una acción de verano agradablemente modesta. (Rotten Tomatoes)

Una película ruidosa, aparentemente interminable y totalmente incoherente en el absurdo y proliferante género de la "comedia de acción". (A.O. Scott en The New York Times)

Todo eso lo acepto, e incluso aplaudo, y observo que Díaz tiene una de las sonrisas más cautivadoras del cine. Básicamente, lo que quería era algo más. Algo de esos diálogos al estilo de Cary Grant. Más coqueteo. Una sensación de que los personajes, no la producción, estaban en primer plano. Más de las dos estrellas. Porque las estrellas de cine realmente marcan la diferencia. Insisto en ello. (Roger Ebert)

Knight and Day fluye suavemente y, como un batido en un caluroso día de verano, se toma fresca y fácilmente, incluso si la cantidad de calorías es un poco alta. (James Berardinelli en Reel Views)

Una comedia de acción casualmente encantadora y ligeramente irónica, con dos estrellas que parecen divertirse. (Serge Kaganski en Les inrockuptibles)

Una comedia de espías a ritmo de hit techno, aderezada con un toque de cinismo muy acorde con los tiempos, potenciada por las auras deslumbrantes de Tom Cruise y Cameron Diaz [...] El resultado puede resultar indigesto, y algunos puristas no dejarán de percibirlo. (Isabelle Regnier en Le Monde)

Película estrenada en España el 16 de julio de 2010.

Reparto: Tom Cruise, Cameron Diaz, Peter Sarsgaard, Jordi Mollà, Viola Davis, Paul Dano, Falk Hentschel, Marc Blucas. 

martes, 18 de julio de 2023

Hombres de negro 2 (Men in Black 2, 2002). Barry Sonnenfeld


Cuatro años después de evitar un desastre intergaláctico, el agente K ha vuelto a trabajar en el servicio postal mientras que el agente J sigue persiguiendo alienígenas. Pero cuando la integridad de la Tierra vuelve a estar en peligro, J tendrá que convencer a K para que se aliste de nuevo en los Hombres de Negro antes de que sea demasiado tarde.

Dotada de una trama débil cual paa de colibrí, Hombres de negro II funciona, y encandila, por trozos pero no en su conjunto. Funcionan su comicidad y el carisma de Will Smith y Tommy Lee Jones, a quienes sólo se les exige presencia y chulería, dejando para ocasiones de mayor enjundia lo de actuar. Funciona menos, en cambio, la bella Flynn Boyle, a la que no han sacado todo el jugo que su primera aparición, en el parque, prometía. Lástima. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 1 de septiembre de 2002)

Resulta penoso que un film que dure tan poco tiempo -no llega a los noventa minutos, la duración estándar- pueda ser tan aburrido y tan previsible. (Federico Casado en ABC Sevilla del 2 de septiembre de 2002)

Este nuevo capítulo sigue siendo ejemplar en su factura, en su concisión narrativa, en una puesta en escena de precisión aritmética, que acredita al autor de Conserje a su medida (1993) como a un estilista de impecable cirugía. Que, a primera vista, no atesore su obra un mundo personal pero sea capaz de despachar cualquier producto (del díptico sobre la familia Addams al presente, pasando por Wild Wild West) con admirable talento para la composición de raíz clásica nos hace pensar que estamos ante un Michael Curtiz de la era digital. En este sentido, Hombres de Negro II sería, es, un film de tan intachable ejecución como la espléndida The Unsuspected (1947) de Curtiz. Por lo demás, igual que la primera: una grata ración de diversión, humor perfectamente calzado y gamberrismo bien entendido. Si tuviera una trama con punch, sería fenomenal. (Jordi Batlle Caminal en Fotogramas)

Es cierto que en esta segunda parte se pierde el encanto y la sorpresa que contenía el film original, pero lo cierto es que el desparpajo de las situaciones, el buen hacer de Sonnenfeld tras la cámara y la química entre Jones y Smith consiguen elevar esta producción como un más que estimable e imaginativo film de entretenimiento, una batidora de risas y de acción milimétricamente medida. (Virginia Montes en Sensacine)

Algunas secuelas continúan una historia. Otros la repiten. "Men in Black II" crea una nueva amenaza para el MIB, pero recicla la misma premisa, que es que la humanidad puede derrotar una invasión alienígena asignando agentes en Ray-Bans para que disparen a los malos y se conviertan en baba. Esta es una película que los fanáticos de la original pueden disfrutar de una manera diluida, pero no hay necesidad de ella, excepto, por supuesto, para dar otro golpe en la taquilla, donde la película de 1997 recaudó casi 600 millones de dólares. (Roger Ebert)

A pesar de toda la acción frenética, los fuegos artificiales FX y las frases divertidas ocasionales, este es realmente un éxito de taquilla sin alma y sin inspiración en el que en realidad no sucede nada de gran interés. Lara Flynn Boyle no es especialmente divertida ni llamativa como la principal villana alienígena, y mientras miraba la acción, observando a Tommy y Will moviéndose frenéticamente, el espectáculo parecía ser tan interesante como un salvapantallas. Después de cinco años, la química se ha disuelto. (Peter Bradshaw en The Guardian)

Vista como una caricatura que cobra vida, Men in Black II cumple, aunque apenas. No es tan nueva ni agradable como su predecesora, pero tiene suficientes puntos altos para evitar que sea una completa pérdida de tiempo. Para aquellos que quieren más de lo mismo, adelante, arrojen sus ocho dólares. Men in Black II tardó cinco años y varios inicios en falso en llegar a la pantalla debido a las dificultades detrás de escena. Con suerte, no importa cuánto dinero gane esta película, esos problemas evitarán que haya Men in Black III. Esta franquicia ya se ha quedado sin fuelle. Que los Hombres de Negro se suelten las ataduras y descansen en paz. (James Berardinnelli en Reel Views)

Esta secuela de Men in Black es un logro, pero en clave menor. (Erwan Higuinen en Cahiers du Cinéma)

Tan poderoso como los coches cohete del MIB, se demuestra que Barry Sonenfeld está en plena forma. (Jerôme Partage en L'Ecran Fantastique)

Entretenida, espectacular, bastante llamativa, Men in Black II no renuncia a jugar con temas más ambiciosos. (Jean-François Rauger en Le Monde)

Película estrenada en España el 30 de agosto de 2002.

Reparto: Tommy Lee Jones, Will Smith, Rip Torn, Lara Flynn Boyle, Johnny Knoxville, Rosario Dawson.


miércoles, 12 de julio de 2023

El señor de los anillos: El retorno del rey (The Lord of the Rings: The Return of the King, 2003). Peter Jackson


Las fuerzas de Saruman han sido destruidas, y su fortaleza sitiada. Ha llegado el momento de decidir el destino de la Tierra Media, y, por primera vez, parece que hay una pequeña esperanza. El interés del señor oscuro Sauron se centra ahora en Gondor, el último reducto de los hombres, cuyo trono será reclamado por Aragorn. Sauron se dispone a lanzar un ataque decisivo contra Gondor. Mientras tanto, Frodo y Sam continuan su camino hacia Mordor, con la esperanza de llegar al Monte del Destino.

Y no hay otro modo de saludar este peliculón entero dirigido por Peter Jackson que con un sombrerazo; incluso si Tolkien levantara la cabeza, y en ella llevara sombrero, saludaria también la película con ese mismo gesto: es su libro tal cual, su universo y su historia puestos en pie, de arriba a abajo. Jackson no ha adaptado ni interpretado la obra de Tolkien: le ha dado vida y movimiento, le ha puesto el cine a su Servicio, y el resultado final, el del tripartito, es espectacular, grandioso, irrepetible y tan ajustado a derecho y forma que se quedará como ejemplo para los restos. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 17 de diciembre de 2003)

La batalla más grande jamás contada, el clímax descomunal, no superado ni por Lucas en sus dos últimas entregas galácticas. Trabucos, pedruscos, soldados volando, animales gigantes indecibles y una càmera ubicua filmando desde todos los ángulos, de la más vasta panorámica hasta casi la sinécdoque, logran el milagro de este circense más difícil todavía con que Jackson, el genio neozelandès, pone punto final a una de las empresas fílmicas más monumentales de todos los tiempos. No se engañen: en ese pedazo diamantífero de megalomania no sólo hay destreza técnica puntera; hay cine en bruto, genuino, hay un artista que marca las diferencias (...) Jackson ya ha entrado en el Olimpo. Disfruten como enanos, como hobbits, de este superespectáculo. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 17 de diciembre de 2003)

"Es abrumador el dominio del marco visual sobre la materia enmarcada. (...) deslumbrante y de arrolladora capacidad de engatusamiento, pero vana, que suena a hueco. (...) un río estruendoso, rimbombante, repetitivo y algo tedioso." (Ángel Fernández Santos en El País del 19 de diciembre de 2003)

Tiene Jackson el coraje de los grandes directores y la voluntad de llevar a su criatura exactamente allá donde imaginó; de sumergir al espectador, como cuando el cine era aún inocente (¿se dan cuenta de que, a pesar de su galería de monstruos, no estamos ante un discurso posmoderno, que la historia está contada con toda la seriedad de quien se cree lo que cuenta?), en un baño de maravillas, terribles, heroicas, conmovedoras. Y la voluntad de establecer también un discurso sobre la propia aventura: ese final, con un Frodo vuelto a la rutina de su pueblo, y ya mordido para siempre por la insanía de lo aventuresco, y convertido ya, lo intuimos, en un vagabundo de sí mismo, es el mejor cierre posible para una película monstruosa, sobrehumana, admirable. Tardaremos mucho en volver a ver una película tan impresionante, punto de llegada y frontera a superar en el futuro; uno se siente tentado a afirmar que, tras este broche impecable, estamos en El Señor de los Anillos ante una de las películas de aventuras más espectaculares e impactantes de toda la historia del cine. (Mirito Torreiro en Fotogramas)

De hecho, hay poca profundidad psicológica suficiente en ninguna parte de las películas, y existen principalmente como superficie, gesto, arquetipo y espectáculo. Lo hacen magníficamente bien, pero uno siente al final que nada real y humano ha estado en juego; los personajes de dibujos animados en un mundo de fantasía han sido traídos hasta donde les es posible, y aunque aplaudimos el logro, la trilogía es más una obra para adolescentes (de todas las edades) que para aquellos hambrientos de emociones verdaderas cuidadosamente satisfechos. De todos los héroes y villanos de la trilogía, y de todas las miles o cientos de miles de muertes, sentí emoción sólo dos veces, con los finales de Faramir y Gollum. Hicieron lo que hicieron por su naturaleza y su libre albedrío, que nos fueron explicados y conocidos por ellos. Bueno, sí, y sentí algo por Frodo, quien ha madurado y crecido en su largo viaje, aunque cuando lo vemos por última vez, es difícil estar seguro de que recordará lo que ha aprendido. La vida es tan agradable en la Tierra Media, en tiempos de paz. (Roger Ebert)

El Señor de los Anillos pasará a la historia cinematográfica como un hito. Ha legitimado la fantasía como ninguna otra producción y ha demostrado que es posible que los ejecutivos de los estudios obtengan grandes ganancias cuando asumen grandes riesgos. (Si El Señor de los Anillos hubiera fracasado, New Line Cinema se habría hundido con él). La historia mostrará la importancia de El Señor de los Anillos. El presente ilustra su amplio atractivo y su innegable éxito comercial y de crítica. Para muchos, el estreno de El Retorno del Rey es el acontecimiento del año. Y éste es un momento en que el producto es lo suficientemente bueno como para capear la tormenta de exageraciones. Este anillo es dorado. (James Berardinelli en Reel Views)

El retorno del rey no es menos dinámica que los capítulos anteriores, pero gran parte del diálogo suena como un ejercicio de orientación. Algunos hilos de la historia están crudamente abreviados; otros no logran desarrollar elementos que ya estaban bien establecidos. Dado el tiempo de duración excesivo, es difícil evitar la sensación de que ya hemos estado aquí o hecho esto antes. En cuanto a cómo los temas de liderazgo, sacrificio, lealtad y honor de la trilogía hablan de nuestros tiempos difíciles, la alegoría antifascista de Tolkien no permite la ambivalencia o la ambigüedad. (Time Out)

The Return of the King, la parte final de un mismo monumento cinematográfico, se destaca como una de las películas más bellas jamás realizadas. Una obra de pura emoción, un sueño de cine, la expresión de una simbiosis perfecta entre espectacularidad e intimidad. (Yannick Dahan en Positif)

Jackson todavía no tiene otra solución para abarcar la amplitud de la historia que ejecutar las acciones en paralelo, como velocistas en sus pistas. A fuerza de chocar unos con otros, los bloques narrativos se unen en una epopeya irrisoria. Jackson intenta dar la vuelta con fuerza a este diseño impuesto, pero ello, sin embargo, anula cualquier efectividad. (Jean-Philippe Tessé en Cahiers du Cinéma)

Gran espectáculo y emociones son lo mismo en un guión de asombrosa sencillez y gran legibilidad (...) A pesar de un comienzo un tanto lento, y unos efectos especiales raros y mal dominados (...), Peter Jackson demuestra una vez más con esta película su maestría como director así como su talento como narrador. (Stéphane Benaim en L'Ecran fantastique)

Película estrenada en España el 17 de diciembre de 2003.

Reparto: Elijah Wood, Viggo Mortensen, Ian McKellen, Sean Astin, Andy Serkis, John Rhys-Davies, Orlando Bloom, John Noble, Miranda Otto, Liv Tyler.

martes, 4 de julio de 2023

La ley de la fuerza (The Big Trees, 1952). Felix Feist


California, año 1900. Jim Fallon, un hombre sin escrúpulos que trabaja en una explotación forestal, y su amigo Yukon Baurns llegan a la tierra de las grandes secuoyas. El propósito de Fallon es estafar a los empobrecidos granjeros que acaban de enterarse de que las reclamaciones que han hecho de sus tierras carecen de validez.
Actualmente, el film es de dominio público.
 
Una venerable historia de buenos y malos (...), La ley de la fuerza es una película de corte clásico en su escasa medida sin sorpresas. Todo marcha a su aire hasta la solución prevista. Y no le fallan ninguno de los emocionantes timbres visuales pulsados por el realizador, siempre con eficacia y en el momento preciso. (Gabriel García Espina en ABC del 21 de enero de 1964)

Gracias a Kirk Douglas, “La ley de la fuerza” posee una cierta dosis de emoción dramàtica. Porque sin Kirk Douglas apenas sería nada. Ignoramos cual pueda ser el historial artístico de Felix Feist, realizador de la película. Pero la verdad es que no ha hecho otra cosa que acumular tópicos y rumiar efectismes del más viejo cine. En algunos momentos parecía que nos hacía retrocedir en el tiempo treinta años. (...) La realización técnica no es mejor ni peor que la de tantos otros “westerns” como desfilan por la pantalla casi todos los días. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 19 de febrero de 1964)

Discreto western que se inspiraba en una novela de Peter B. Kyne, previamente llevada al cine por James Cruze (1919), Charles Brabin (1927) y William Keighley (1938). Ilustra sin excesiva garra el conflicto de intereses entre leñadores y granjeros que desembocará en violencia. El conjunto funciona siempre a medio gas, con unos resultados que bordean constantemente el puro tedio. (Fotogramas)

Todos los actores parecen beneficiarse de la buena dirección de Felix Feist; Lástima que este último no esté tan dotado en cuanto a puesta en escena. Excepto por el movimiento de cámara que sigue a Kirk Douglas desde un ángulo bajo alrededor de una secuoya para medir su circunferencia, no tenemos mucho en lo que hincar el diente técnica y plásticamente hablando; incluso los hermosos paisajes de esta región de California no están particularmente bien resaltados, como tampoco las secuoyas que, sin embargo, actúan casi como protagonistas. Esto no impide que La ley de la fuerza no sea constantemente placentera. En resumen, no quita el sueño, nada es muy emocionante, original o simplemente memorable, pero es un entretenimiento honesto, nunca aburrido. ¡Qué no es tan mala, vamos! (Erick Maurel en DVDClassik)

Todo esto se reduce a que "The Big Trees" no es una mala película, sólo simplemente rutinaria, hecha únicamente con el propósito de obtener ganancias rápidas. Kirk Douglas lidera las cosas muy bien, y la toma ocasional de los secuoyas gigantes funciona para mostrar lo impresionantes que son, pero todo lo demás es estereotipado, agradable pero fácil de olvidar. (Andy Webb en The Movie Scene)

Tal vez el drama sea un poco rígido en esta aventura de 1952, basada en una historia de Kenneth Earl, pero hay un elenco sólido, una hermosa cinematografía en Technicolor de Bert Glennon, una acción animada bien puesta en escena por el director Felix Feist y, por supuesto, grandes árboles. (Derek Winnert)

La película fue dirigida por el especialista en cine de bajo presupuesto Felix Feist. Este fue su primer western. Sólo hizo tres. Es un entretenimiento bastante agradable. Intachable pero no excepcional. (Jeff Arnold's West)

En rápida sucesión, The Big Trees termina con la destrucción de un puente ferroviario, la voladura de una presa y la salvación de una damisela en apuros en el último momento, y los tres eventos aparecen como momentos destacados de acción colocados al azar presentados por el director Felix E. Feist. en un intento desesperado de animar un asunto bastante pretencioso. Los Grandes Árboles sobreviven, pero algunas reputaciones se reducen. (The Ace Black Blog)

Que no sea un western "real" da igual, el problema está en otra parte. A nivel de guión notaremos algunas enormidades como el árbol que se hace caer justo sobre la casa del "bueno", o el falso suspense en la escena del tren. A nivel de realización es peor, no sólo es débil, sino que las travesuras de Kirk Douglas son absolutamente imperceptibles. Finalmente en cuanto a los actores, Kirk Douglas hace su número, los secundarios son de una suavidad apenas creíble, la estrella femenina es decepcionante. Nos queda sólo la señorita Patrice Wymore que nos regala una bonita danza en el salón. Muy poco para un film de pesados acentos bíblicos y que no suscita ninguna empatía. (Estonius en Allociné)

Película estrenada en Madrid el 20 de enero de 1964 en el cine Gran Vía; en Barcelona el 17 de febrero de 1964, en los cines Montecarlo, Niza y Aristos. 

Reparto: Kirk Douglas, Eve Miller, Patrice Wymore, Edgar Buchanan, John Archer, Alan Hale Jr., Roy Roberts.