viernes, 11 de junio de 2021

Belle toujours (2006). Manoel de Oliveira

 

38 años después de "Belle de jour" de Luis Buñuel, dos personajes de la película vuelven a cruzarse con el misterio de un secreto que sólo conoce el personaje masculino y cuya revelación es imprescindible para el personaje femenino. Aunque ella le evita, él sigue sus pasos hasta que finalmente consigue que le preste atención al confesarle su intención de revelarle el secreto. Fijan una cita, una cena durante la cual ella, ahora viuda, aguarda la esperada revelación: qué es lo que él le dijo a su marido cuando éste estaba mudo y paralítico por un disparo efectuado por un amante de ella. La situación es tensa y ella termina sin saber qué es lo que realmente pasó. Se trata de la venganza de él porque la mujer nunca le permitió poseerla.

Un jugoso y secreto diálogo entre dos universos poéticos probablemente, mucho más emparentados entre sí de lo que hasta ahora casi nadie había sugerido, si bien este cronista no puede evitar la sensación de que Belle toujours no pase de ser, en realidad, un divertimento menor, un inteligente juguete de transición dentro de la obra madura y adulta del más joven y experimental de todos los cineastas actuales. (Carlos F. Heredero en El Cultural de 7 de junio de 2007)

La pretensión de Oliveira sólo se ha conseguido en parte: ni tiene a Catherine Deneuve cuatro décadas después (es obvio que la estirada actriz rechazó el papel) ni se ha fundido su cine con el de Buñuel: “Belle toujours” conserva el plano y la teatralidad habituales de Oliveira, pero también conserva el aroma de su texto, siempre único, y referido aquí a asuntos trascendentales, como el absurdo consuelo del nunca es tarde, cuando es evidente que casi siempre lo es. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 8 de junio de 2007)

Belle toujours es un mordaz y sabio artilugio fílmico que opone dos conceptos ante lo vivido: la nostalgia del pasado o la necesidad de romper con él. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia de 10 de junio de 2007)

Una pieza minimalista que cuenta – es su principal provocación– con defraudar las expectativas del espectador: a los que busquen cómo se reprende lo buñueliano y a los curiosos por saber cómo siguió el relato de Belle de jour. El cineasta está ausente, la historia vacía y los misterios –siempre irresolubles– ya no tienen edad.(Gonzalo de Lucas en La Vanguardia del 20 de junio de 2007)

Podría pensarse que Belle Toujours no es más que un entremés, una broma a costa de la película de Buñuel. El sentido del humor de De Oliveira es tan perverso como el del cineasta aragonés, pero, lejos de banalizar a su modelo, le añade una doble capa de significado. Lo que antes era un estudio, cargado de ironía, sobre el deseo burgués ahora es un estudio, cargado de melancolía, sobre la negación de la nostalgia al recordar ese deseo. (Sergi Sánchez en Fotogramas)

Una pieza minimalista que cuenta – es su principal provocación– con defraudar las expectativas del espectador: a los que busquen cómo se reprende lo buñueliano y a los curiosos por saber cómo siguió el relato de Belle de jour. El cineasta está ausente, la historia vacía y los misterios –siempre irresolubles– ya no tienen edad.(Gonzalo de Lucas en La Vanguardia del 20 de junio de 2007)

La otra escena a la que nos referimos es la de la cena, donde se lleva a cabo el encuentro más íntimo entre Husson y Séverine. Rodada en tiempo real, desde que ingresan los camareros con el servicio hasta el final de la película, está maravillosamente compuesta, en el trajín de los sirvientes, la espera ansiosa, la llegada tan deseada, la comida, la seducción de Husson y el desenlace. En ese ambiente refinado, iluminado por la luz de las velas, seremos testigos de un duelo perverso. Aquí nuevamente, Husson buscará en los cristales de los ventanales el reflejo de aquello que no se ve a simple vista. Esa será su arma, conocer algo más de su contrincante para poder dominarle. (Liliana Sáez en El espectador imaginario)

Una secuela inesperadamente conmovedora de Belle de Jour de Luis Buñuel, Belle Toujours es una elegía breve y dulce sobre el envejecimiento, la sexualidad y el poder del cine. (Rotten Tomatoes)

Bella, económicamente dirigida, interpretada y fotografiada (por Sabine Lancelin), 'Belle Toujours' es esencialmente un jeu d'esprit cariñoso, ingenioso, a menudo ridículo, que une dulce y conscientemente lo anticuado y lo moderno. (Wally Hammond en Time Out)

La secuela de Manoel de Oliveira, o tributo, o nota especulativa a pie de página, trata menos de Severine (interpretada aquí por Bulle Ogier) que de Henri Husson (de nuevo Piccoli), un aristócrata libertino que descubre su secreto. (También se trata más de clase y menos de deseo sexual). Husson organiza una reunión con una renuente Severine muchas décadas después, y Oliveira organiza su cena como una exuberante ceremonia religiosa, aunque con un par de chistes ingeniosos y picantes. (Jonathan Rosenbaum en Chicago Reader)

Este hermoso esmalte rítmico se debe principalmente al hecho de que Séverine y Husson se deslizan en un espacio compartimentado, de caja en caja: toma fija inaugural del concierto, filmada a distancia, como incrustada en el marco del escenario (.. .) Belle toujours es después de todo un epitafio posible. (Hervé Aubron en Cahiers du Cinéma)

Oliveira filma como gags el cruce entre Séverine y Husson (...) Estos ejercicios virtuosos ilustran a la perfección el adagio fatalista: no tenemos que saber lo que no nos es dado saber. (Elise Domenach en Positif)

Belle toujours es 100% una película de Oliveira, es decir eufemística, teatral, divertida y abstracta: una hipótesis del cine. (Louis Guichard en Télérama)

Película estrenada en España el 8 de junio de 2007.

Reparto: Bulle Ogier, Michel Piccoli, Ricardo Trepa, Leonor Baldaque, Júlia Buisel.


No hay comentarios:

Publicar un comentario