lunes, 17 de mayo de 2021

Noche de vino tinto (1966). José María Nunes

 

Un chico y una chica, ambos deprimidos por problemas sentimentales, se encuentran en un bar. Pese a no conocerse de nada, inician un recorrido por las tascas de la ciudad, por las cuales el muchacho pasó tantas horas en compañía de su ex-novia. A medida que va avanzando la noche, ambos van conociéndose mejor, tanto uno al otro como a sí mismos. 

"Noche de vino tinto" es un tipo de film libre, descarado en su expresión formal, estéticamente bello, experimental de arriba abajo, que no se da entre nosotros con la frecuencia con que se produce en otros países. Esta clase de películas oxigenan el ambiente y las polémicas que provocan no son sino un síntoma de su razón de existir. No confundamos el término "experimental" con un sinónimo de "vacilante". "Noche de yino tinto" es más sólida de lo que una visión superficial podría depararnos. (Martínez Redondo en ABC del 19 de enero de 1968)

Nunes   parece   querer   dar  sentido  y profundidad   a  la  noche  a  través  de sus dos   personajes  y  conferir   a  éstos  una peculiar   significación  en  este   ambiente de   sombras.   Pero   ni  los  protagonistes adquieren   a   nuestros   ojos   un   relieve psicológico    convincente,   ni   la    ronda nocturna   se  define  en  el  sentido  apetecido.  Todo  queda  a  medio  camino, con algunas  escenas  estimables  por su  interés   y   otras,   muchas,   perdidas   en  la grandilocuencia,   la   falta   de  rigor  lógico  y  de  la  necesaria   eficacia   expresiva. (J.P.M. en La Vanguardia del 31 de marzo de 1967)

Treinta y seis días estuvo en cartel Noche de vino tinto (1966) en el momento de su estreno: todo un éxito, si se tiene en cuenta el carácter experimental de una cinta que acabaría erigiéndose en uno de los títulos emblemáticos de la denominada Escuela de Barcelona. Sin embargo, o quizá precisamente a causa de ello, ha sido la película más proyectada de un cineasta que a menudo se prodigó en el circuito de cineclubs para presentarla en memorables sesiones de cinefórum. (Cinefilia Sant Miquel)

La película vista hoy, testimonio de una Barcelona que ya no existe y que supone un personaje más dentro del argumento, es moderna y distinta y esto lo atestigua la planificación con cámara en mano y fija, las transiciones con rapidísimas panorámicas que confieren un ritmo rápido a las secuencias. Se palpa que Nunes tenía muchas ganas por hacer algo más que una película, su cometido era involucrarnos en un mar de sensaciones difíciles de olvidar, seguir de su mano la senda de una forma de narrar distinta, de una visión del cine fuera de todo cliché. (Juan Avellán en Lo que Coppola quiera)

Viendo Noche de vino tinto recordé a Alain Resnais y su Hiroshima, mon amour (1959) y pensé en "Barcelona, mon amour" como título alternativo para el film de Nunes, por el esfuerzo a la hora de alcanzar la ruptura de la linealidad temporal, de los recuerdos que se convierten en imágenes desde la conversación de los dos noctámbulos que comparten atracción durante esa noche de bares, calles y vino en la que se conocen y, supuestamente, se sinceran, aunque en sus palabras, en las expresiones que emplean y en el afán de redundar su intención de alcanzar el cielo del vino tinto, se pierden y nos pierden. Lo que no se puede negar es la intención, algo siempre valorable y plausible, pues sin ella no existe un punto de arranque y sus posibles resultados. (Va de vagos)

Director maldito por excelencia, José Mª Nunes ha cultivado un cine personalísimo que ha encandilado o irritado por igual. Esta es posiblemente su obra que tuvo mayor repercusión, generando cierto culto en los albores del arte y ensayo. Dos personajes se entregan a una noche de copas en un continuo ejercicio de divagación más o menos metafísica. Sus imposibles diálogos no impiden que el conjunto posea un notable poder de seducción. (Fotogramas)

Película estrenada en Barcelona el 26 de marzo de 1967 en el Publi Cinema ; en Madrid, el 18 de enero de 1968 en el cine Gran Vía.

Reparto: Serena Vergano, Enrique Irazoqui, Anne M. Settimó, Rafael Arcos.


3 comentarios:

  1. Uno de los títulos clave en la filmografía de un cineasta tan radical como entrañable.
    Gracias por citar mi blog.

    Saludos.

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  2. Un cine tan diferente como necesario.

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  3. El cine de Nunes era verdaderamente insólito en la España de los 60. Gracias a los dos.

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