miércoles, 14 de noviembre de 2018

Brokeback Mountain (2005). Ang Lee


Verano de 1963. Dos vaqueros, Ennis Del Mar y Jack Twist, se conocen mientras hacen cola para ser contratados por el ranchero Joe Aguirre. Los dos aspiran a conseguir un trabajo estable, casarse y formar una familia. Cuando Aguirre les envía a cuidar ganado a la majestuosa montaña Brokeback, entre ambos surge un sentimiento de camaradería que deriva hacia una relación íntima. Al concluir el verano, tienen que abandonar Brokeback y seguir caminos diferentes.

Indiscutible obra maestra en un Hollywood donde los hallazgos no menudean, Brokeback Mountain nos traslada a los memorables melodramas que otro extranjero, el cineasta de origen danés Douglas Sirk (mentro fílmico de Fassbinder y Almodóvar) rodó en el Hollywood de los años cincuenta. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 22 de enero de 2006)

Sin duda Brokeback Mountain es una gran película, que trata asuntos de alto riesgo, hecha sobre un fondo visual y emocional exquisito y clásico, y que consigue ante la mirada del espectador un finísimo y elaborado trasvase de líquidos entre géneros y, lo que aún es más complicado, entre sentimientos. Podríamos estar en un “western” y podríamos estar ante una historia entre homosexuales… Podríamos estar en el terreno profundo del drama y podríamos estar ante una inabarcable historia de amor… (E. Rodríguez Marchante en ABC del 20 de enero de 2006)

Ang Lee (que ya abordó la temática gay en El banquete de boda, en tono de comedia) adapta un relato de Annie Proulx, convertido en guión por Larry McMurtry y Diana Ossana. Probablemente su peor defecto es que se nota la intención de vender una idea, la de la normalidad de las relaciones homosexuales. Pero Lee es un cineasta hábil, y sabe entre medias mostrar los desgarrones interiores de los protagonistas, incapaces de decir adiós a su relación, aunque sólo fuera porque ya se decantaron por otra opción (crear un hogar, cada uno con una mujer). Hay un buen trabajo de Jake Gyllenhaal y Heath Ledger, a costa de los personajes femeninos, muy esquemáticos y con comportamientos poco razonables. (Decine21)

Lee se introduce en la mitología del western y en cierta iconografía de la década, recordándonos en cierto modo a Sam Peckinpah, para hablarnos no tanto de una relación homosexual, que también, como de una relación de amor a secas; además, con los problemas que surgen alrededor de la misma, su imposibilidad, el dolor que supone la separación. El cineasta hace gala de un estilo austero, directo, seco pero no frío, analítico y profundo, arropado por unas más que excelentes interpretaciones y una música y una fotografía magníficas. La película quizá adolece de una duración excesiva y algo menos de metraje habría equilibrado y redondeado una obra ya de por sí excelente. (Israel Paredes en Sensacine)

Lo más interesante de la película es la significación de los escenarios en los acontecimientos y caracteres, muy plausible, digna de un Anthony Mann, aunque sin la mesura y equilibrio de éste, ya que presenta concesiones al esteticismo tan gratuito en estos tiempos que corren y al sobre-empleo de los mismos como medio de ocultación de otras carencias.
En cuanto a los personajes principales, correctamente interpretados por la pareja protagonista, el director de origen taiwanés, con sus guionistas Larry McMurtry y Diana Ossana, está tan preocupado en evitar estereotipos en la creación de los mismos que descuida el retrato de los secundarios, a los que sí acomoda dentro de clichés para (se supone) remachar el dilema moral y la dificultad de la vinculación romántico-sexual en un contexto poco devoto a la relación homosexual de Ennis y Jack…pasional para unos, emocionante para otros. Amodorrante e interminable para este que escribe. (AlohaCriticón)

Los que han hecho la película se han centrado con tanta atención y con tanto sentimiento en Jack y Ennis que la película es tan observadora como el trabajo de Bergman. (Roger Ebert)

Nunca me conmovió ni me entusiasmó demasiado lo que finalmente presencié en la pantalla, aunque no discuto los superlativos que la mayoría de mis colegas le han dedicado. (Andrew Sarris)

El León de oro de Venecia 2005 fomenta el aburrimiento en lugar de la emoción. Al hacer del western lo posible y lo imposible del relato, el cineasta se encuentra en el punto donde el impedimento de sus héroes converge con el suyo. (Eugenio Renzi en Cahiers du Cinéma)

El conjunto cae bastante rápido en el melodrama torpe donde todo está subrayado y en lo empalagoso, mientras que el tema pedía rigor y amargura. (Philippe Rouyer en Positif)

Ficción alimentada por la realidad, este objeto al margen, a priori no convencional, no es menos cine. Poderosamente evocador, genera en el espectador, al principio sorprendido luego conquistado, preguntas y emociones. (Manuel Merlet en Libération)

Sin apartarse aparentemente ni un átomo de la tradición, Ang Lee se atreve a mostrar, a lo largo de un par de décadas, las relaciones entre dos vaqueros, ambos hijos de granjeros y en origen, pobres y asalariados. Todo rezuma clasicismo en este film reposado y tranquilo. Pero lo que ha construido Ang Lee es también una suerte de programa antiwestern con todas las de la ley: aquí lo que se premia es lo cotidiano contra lo heroico, lo escondido ante lo visible, lo femenino contra lo masculino. Y el resultado es una película sencillamente asombrosa, con su tempo reposado y su furiosa carga de profundidad, con sus silencios y la belleza cálida de su historia de amor, una de las más respetuosas que haya visto este cronista en mucho tiempo. (Mirito Torreiro en Fotogramas)

Película estrenada en España el 20 de enero de 2006.

Reparto: Heath Ledger, Jake Gyllenhaal, Michelle Williams, Anne Hathaway, Randy Quaid, Linda Cardellini.



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