El conocimiento que Bergman tiene de los problemes que
plantea, su insistencia y hasta esa repetición de actores que conoce tan bien,
hacen que esta realización de “Pasión” sea sólida. Una obra densa, ajustada.
(...) Una acción amarga que tiene, como tienen las películas de este director, atmósfera,
ambientes y un tanto confuso el interior de esos personajes. Ingmar Bergman se
copia a sí mismo o está excesivamente prendado de sus temas que resultan
lejanos y difíciles de comprender en nuestras latitudes. Lo que más nos gusta
de esta obra de Bergman es esa aparente difícil vulgaridad, esa manera de
enfrentarse los personajes que no supone complicaciones dramáticas al estilo de
Europa, la naturalidad dentro de esas fuerzas desconocidas y esa tensión
silenciosa. (Antonio de Obregón en ABC del 23 de septiembre de 1971)
martes, 30 de abril de 2024
Pasión (En passion, 1969). Ingmar Bergman
lunes, 22 de abril de 2024
Los aristócratas del crimen (The Killer Elite, 1975). Sam Peckinpah
El tema está contado con la limpieza narrativa de un maestro. Un arranque violento crea el clima desde las primeras escenas; luego se suceden pasajes alternativos, momentos en que la acción se remansa y llega incluso a pesar, pero el espectador puede estar seguro de que siempre hay en la recámara una nueva explosión de furia combativa. Secuencias como la fuga del barrio chino y escenarios como la flota de reserva de los Estados Unidos, ponen de manifiesto la bien probada originalidad de este realizador. Sin embargo, “Aristócratas del crimen” (...) se queda, en nuestra opinión, muy por debajo de la obra anterior de Sam Peckinpah. (Hermes en ABC del 13 de agosto de 1976)
Sam Peckinpah sabe llevar con gran habilidad este doble
juego, que ofrece variadas ocasiones para los estallidos de violencia más
inesperados. También Io personajes se mueven dentro de la oscura y siniestra
maraña, imprimiendo a ésta un interés apasionante. Pero en su conjunto. el
filme no alcanza la alta tensión de otras realizaciones de este cineasta. En
ocasiones, no nos parece siquiera que sea el mismo que realizó La balada de Cable Hogue, Perros de paja y Grupo
salvaje. Hay muchas secuencias en las que queda bien impresa la impronta
original de Peckinpah, su audacia expresiva, su caligrafía vigorosa. Pero no
siempre es así. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 18 de noviembre de
1976)
Película estrenada en Madrid el 11 agosto de 1976 en Real Cinema; en Barcelona, el 15 de noviembre de 1976 en el cine Pelayo.
Reparto: James Caan, Robert Duvall, Arthur Hill, Bo Hopkins, Burt Young, Mako, Gig Young.
viernes, 19 de abril de 2024
Wyatt Earp, Frontier Marshall
Una mañana soleada el sheriff del pueblo deja pasar el
tiempo medio aburrido mientras se sienta en un mecedora. Los jinetes y la gente
van y vienen. Cansado de su postura alarga las piernas y apoya una en la
columna de madera del porche. El sheriff se llama Wyatt Earp. El pueblo es
Tombstone y estamos en 1881. La película es My
darling Clementine, de John Ford.
¿Pero quién era Wyatt Earp? Es un personaje que nos
encontramos en muchos westerns como figura principal o secundaria y que tuvo
una existencia real y bien documentada, hasta el punto de que él mismo colaboró
en una especie de biografía suya que se publicó en 1931. En este artículo
repasaremos brevemente su vida y las películas donde aparece.
Wyatt Berry Stapp Earp nació el 19 de marzo de 1848 en
Monmouth (Illinois) y creció como un chico de campo en una granja de Iowa. En
1864 su familia se estableció en California. Trabajó como conductor de
diligencias y cazador de búfalos. Luego empezó su relación un tanto ambigua con
el mundo de la ley y la justicia. Fue “marshall” en las ciudades de Wichita,
Kansas y Dodge City (Kansas). Sobre esta etapa dirigió Jacques Tourneur en 1955
el filme Wichita, donde Earp está
interpretado por Joel McCrea.
En aquellos años entabló amistad con Bat Masterson y Doc
Holliday, personajes cinematográficos también, y estableció su reputación de
hombre de la ley y jugador. Murió su primera mujer y un segundo matrimonio
parece que no funcionó. Parece ser que también tuvo problemas con el alcohol.
Estos aspectos oscuros de su vida aparecen reflejados en Wyatt Earp (1994) de Lawrence Kasdan, que es prácticamente una
biografía entera del personaje, aunque irregular y fallida.
Él y su familia se trasladaron posteriormente a la ciudad de
Tombstone (Arizona), donde tuvo lugar el episodio más famoso de su biografía.
Obtuvo la concesión de juego en el “Saloon” Oriental y conoció a su tercera
mujer, Josie. En 1881, una enemistad con la familia Clanton acabó con el famoso
duelo en el OK Corral. Previamente los Earp se habían hecho elegir como hombres
de la ley en la ciudad. Murieron tres componentes de la familia Clanton. Los
tres hermanos Earp, Virgil, Wyatt y Morgan, sobrevivieron junto con Doc
Holliday.
Este episodio queda reflejado en algunos de los mejores
ejemplos del género western: Pasión de los fuertes (My Darling Clementine,
1946) de John Ford, donde Wyatt es interpretado por Henry Fonda, y Duelo de titanes (Gunfight at the OK
Corral, 1957) de John Sturges, con interpretaciones de Burt Lancaster (Earp) y
Kirk Douglas (Holliday). Lancaster habló con gente que había conocido
personalmente a Earp para preparar su papel.
La enemistad de las dos familias Earp y Clanton proseguiría
tras el duelo con más muertes y venganzas por ambas partes. John Sturges recoge
esta etapa en su filme La hora de las
pistolas (Hour of the Gun, 1967), donde James Garner es Wyatt Earp. Lawrence
Kasdan en su filme incide en el hecho de la posición de Earp como representante
de la ley para efectuar su venganza.
Entre 1885 y 1887, Earp y su mujer viven en San Diego
(California). Él sigue jugando e invierte el dinero en propiedades y “saloons”.
También se dedica a las carreras de caballos. En 1897 encontramos a la pareja
en Alaska durante la fiebre del oro, donde abren otro “saloon”. En 1901 se
establecen en Tonopah (Nevada) con negocios de juego, saloons y minas.
Wyatt Earp pasó sus últimos años explotando negocios de
minas en el desierto de Mojave, pero el matrimonio veraneaba en Los Ángeles
donde trabaron amistad con los primeros artistas de Hollywood. Vivían de sus
inversiones en propiedades y minas. Earp se dedicó a asesorar en los primeros
westerns que se filmaron, entre ellos los de William S. Hart (1864-1946), el
primer cowboy de la pantalla, y Tom Mix (1880-1940). La relación entre Earp y
Tom Mix aparece en el mediocre filme Asesinato
en Beverly Hills (Sunset, 1988) de Blake Edwards, donde James Garner vuelve
a ser Earp y Bruce Willis es Tom Mix.
Wyatt Earp también se encontró con Charles Chaplin, que
conocía bien su fama de pistolero, y con un joven John Ford, con quien habló
extensamente del famoso duelo en el OK Corral de Tombstone. La conversación,
donde Earp describió el duelo como si de una acción militar se tratara,
seguramente sirvió muchos años después para filmar las escenas de Pasión de los fuertes, la mejor película sobre el personaje y uno de los filmes
más inspirados de John Ford , aunque tergiverse un tanto los hechos. Earp
también aparecería, aunque episódicamente, en uno de los últimos filmes de
Ford: El gran combate (Cheyenne
Autumn, 1964). Lo interpretaba James Stewart.
Finalmente, Wyat Earp murió en Los Angeles a la edad de 81
años el 13 de enero de 1929. En 1931 se publicaron sus memorias escritas en
colaboración con Stuart N. Lake: Wyatt Earp, Frontier
Marshall.
(Artículo publicado originalment en la revista Blanc i negre,
nº 11, julio de 2003)
martes, 16 de abril de 2024
A los que aman (1998). Isabel Coixet
Total, que uno asiste rendido y admirado a la corteza de una
historia de amores embalsamados en la memoria, adornados de clima, de bruma y
de imagen con alma y corazón. Incluso con pálpito. Y que narra “sólo”
acontecimientos de insuportable calibre pasional. Y entonces, por qué se tiene
la sensación de que debajo de la corteza no hay pulso, o al menos cambios de
pulso..., por qué ni siquiera se sabe con certeza si uno asiste a una historia
amarga o dulce, si ha de entristecerse o quedarse tal cual. Pero no ocultemos
lo evidente: la fotografía es espléndida, la música es espléndida, espléndidos
son los actores y la directora... ¿Qué más se puede pedir, salvo que nos digan cosas
que nunca nos habían dicho? (E. Rodríguez Marchante en ABC del 29 de octubre de
1998)
No es “A los que aman” una película de fácil acceso. Ninguna
historia de amor puede serlo. Pero también ocurre que el espectador actual, en
exceso flagelado por la espuria estética del videoclip, puede verse al
principio algo distanciado de un cine radical y honestamente romántico. (...)
Narrada con osadía y talento, se resiente la película de alguna incongruencia
interpretativa (ese irritante tonillo de voz de la por lo demás notable Olalla Moreno),
pero el conjunto aparece como una admirable, apasionada y apasionante rareza de
una cineasta por fortuna díscola. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 1 de
noviembre de 1998)
Coixet, sin embargo, filma lo más cercano que podemos ver en
España a Wong Kar Wai haciendo una película de época. Es una película que
privilegia la belleza del encuadre y el sentimiento algo kitsch, algo cursi. A
veces puede resultar empalagoso (si bien nada comparable a lo que vendrá
después en su carrera), pero la novedad merece la pena. (...) Hoy se muestra como uno de los puntos más altos de su
carrera. Una bella excepción tanto en su filmografía como en el cine español. (Miguel Blanco en Sensacine)
Con momentos de una intensidad extraordinaria, sin embargo no siempre Coixet brilla a igual altura, sobre todo porque algunos actores (mayormente los jóvenes protagonistas Patxi Freytez y Olalla Moreno) no dan la talla en unos papeles que hubieran requerido de un voltaje de tensión emotiva que, evidentemente, no poseen. Ello no desmerece, sin embargo, en una atractiva película, bien contada y conducida por ese maestro de la interpretación austera y de la voz espléndida que es Julio Núñez, una obra sin duda de interés que ratifica que en Isabel Coixet hay una directora especialmente dotada para tratar los asuntos del corazón desde una perspectiva sutilmente diferente. (Enrique Colmena en Criticalia.com)
Película estrenada en España el 23 de octubre de 1998.
Reparto: Julio Núñez, Patxi Freytez, Olalla Moreno, Monica Bellucci, Christopher Thompson, Albert Pla, Amanda García, Gary Piquer.
jueves, 11 de abril de 2024
El hombre que pudo reinar (The Man Who Would Be King, 1975). John Huston
El hombre que pudo
reinar no es una película commovedora y, por otra parte, tampoco es una
comedia. Es una película de género hecha con total conciencia del pozo rancio
en que puede hundirse si su distancia lacónica falla alguna vez. Huston tiene
que dominar las emociones a las que la mayoría de espectáculos aspiran; si
hubiese tratado el material para conmover, habría devuelto a la audiencia a la
era en que se supone que debíamos sentirnos orgullosos de la gallardía del
imperio británico, como lo hacemos a un cierto nivel, a pesar de nuestros yos expertos
y disgustados, en películas como Tres
lanceros bengalíes (1935). (Pauline Kael en The New Yorker del 5 de enero
de 1976)
El resultado, como puede esperarse, es dinámico, totalmente
seguro, y ciertamente es una de las películas más vigorosas de Huston, aunque inevitablemente
la historia resulta demasiado dilatada, con diferentes énfasis. (...)
Desafortunadamente, bajo el peso del espectáculo, la línea argumental básica a
menudo se hunde y la narración periódica de Caine (supuestamente el relato del
marchito y cansado Carnehan, aunque raramente suena así) se muestra como un
refuerzo insuficiente; como en Moby Dick,
Huston se mueve en la emoción superficial a expensas del trasfondo espiritual.
(Geoff Brown en Sight and Sound de abril de 1976)
Es un gran relato, una leyenda, de firmeza, coraje, camaradería, valentía y codicia, aunque no necesariamente en ese orden. (Vincent Canby en The New York Times del 18 de diciembre de 1975)
viernes, 5 de abril de 2024
Bone Tomahawk (2015). S. Craig Zahler
A la localidad de Bright Hope llega un forastero que rápidamente despierta las sospechas del sheriff, que termina por arrestarlo tras dispararle en la pierna. Samantha O'Dwyer se encarga de extraerle la bala en el calabozo. Pero esa noche un joven en un establo es asesinado y el ayudante del sheriff, la Sra. O'Dwyer y el detenido han desaparecido. Siguiendo la única pista que tiene, una flecha india, el sheriff buscará a la joven con la ayuda de algunos hombres, entre ellos un vaquero y un anciano.
Una película de S. Craig Zahler que navega entre el western, el terror y la comedia, todo junto en un cóctel ciertamente extraño pero igualmente atractivo. (...) Una narración que posee un tono oscuro pero cómico. Tiene toda la pinta de acabar siendo uno de esos raros filmes de culto. (ABC del 11 de marzo de 2016)
Hay, pues,como se ha dicho, horror a lo Holocausto caníbal o Las colinas
tienen ojos. También unos protagonistas bien dibujados, como sacados de
Ford o de Hawks. Pero por encima de todo, del horror y del western, hay un sentido
del juego que remite al cine referencial de los Coen o de Tarantino. Estamos,
en definitiva, frente a una parodia que vuela libre por encima de su propia ironía.
Con aires de western clásico, por supuesto. Si les gusta recordar esos viejos westerns
y no les asusta un descuartizamiento (o dos), Bone Tomahawk merecerá su aplauso.
(Salvador Llopart en La Vanguardia del 11 de marzo de 2016)
La película de Zahler también, vista en términos de una estricta cronología histórica, anticipa y canibaliza el violento choque cultural de Las colinas tienen ojos (1977) de Wes Craven, ambientada más de un siglo después. Aquí el horror adopta una forma pionera en otros territorios, el revisionismo del western mira hacia géneros nuevos, y vemos cómo los ultrajes y atrocidades del siglo XX y más allá pueden haber tenido precedentes en los cimientos mismos del Viejo Oeste. Este paso libre entre el pasado y el presente es lo que le da a la película su estatus épico, no menos que las grandes panorámicas. (Anton Bitel en Sight and Sound)
Se necesita una película como 'Bone Tomahawk' para exponer la pereza de muchas películas de multicine producidas en serie. Claro, no todos los elementos de este drama de acción, terror y comedia western encajan del todo. Pero hay que dar muchas felicitaciones al guionista y director novato S Craig Zahler por intentar una película que es a la vez sugestiva, extraña, tonta, impredecible y genuinamente aterradora, y en gran medida lograrlo. (Tom Huddlestone en Time Out)
No hace falta decir que el viaje y el final del viaje son una prueba indescriptible. Los trogloditas son caníbales mutantes, una versión peculiar de todas los clanes terroríficos que se hayan podido ver, y con un grito animal inquietantemente fuerte y chirriante. Realmente dan ganas de esconderse debajo del asiento, pero todo se lleva a cabo con absoluta seriedad, y Russell es tan bueno como lo fue en The Hateful Eight de Quentin Tarantino. Como muchos westerns, Bone Tomahawk puede presumir de ser un comentario sobre la paranoia de los colonos, pero también es un ejercicio de género: más una película de terror que un western con persecuciones y tiros. (Peter Bradshaw en The Guardian)
Es un mundo de película B con lógica de película B. Pero cuando es necesario, también están la cruda instantaneidad y la taquigrafía gráfica de una película de serie B. El dibujo de los personajes es rápido, como hecho con trazos de carboncillo. El sheriff Russell es irritable e inquebrantable, el ayudante Jenkins es un charlatán gruñón. El dandy Fox dispara primero, a cualquier cosa, y deja las preguntas al piadoso Wilson arrastrando esa pierna entablillada. En el último acto, Bone Tomahawk se ha convertido en una obra de Beckett en el país de los cactus. Es un film así de estoico, loco, absurdo-filosófico. Alguien dice en medio de la última oleada de violencia (con momentos tan horribles que seguramente se deben a la era de Isis): “Esto es lo que hace que la vida en un país fronterizo sea tan difícil”. (Nigel Andrews en Financial Times)
Si el reparto es importante, lo son sobre todo la sólida escritura de Zahler, sus largos diálogos, modernos pero escritos en un lenguaje anticuado y, por tanto, auténtico, y su sólida puesta en escena de antaño que brilla igualmente. El ritmo es lento, pero lo que está en juego sube de tono cuando la película pasa al horror de la supervivencia y nos damos cuenta, junto con nuestros héroes, de que nada puede preparar a hombres "civilizados" que se enfrentan al verdadero salvajismo, ¡y qué salvajismo! (Patrice Steibel en Les Chroniques de Cliffhanger)
Al observar lo fantástico, pero sin olvidar nunca sus orígenes como película de explotación, el film se vuelve inquietante, doloroso e implacable. Si no reinventa nada y nunca busca ser original, el minucioso cuidado que pone en su narración, el cuidado puesto en cada uno de sus antihéroes hasta el final de esta desastrosa epopeya, le confiere una clase notable. (Simon Riaux en Écranlarge)
Pero el talento del cineasta es citar toda una serie de películas que forman parte de la cultura popular, reapropiándose de ellas. En su película desarrolla su propia gramática y su propia identidad. Por supuesto, notamos las similitudes, pero el enfoque es tan honesto y sincero hacia el western y el cine de terror que conservamos ese sentimiento del descubrimiento y de lo desconocido. Constantemente, y esto es bastante raro como para subrayarlo, nos preguntamos cómo terminará esta historia. Y aunque la película termine un poco abruptamente, la espera habrá tenido su recompensa. (Germain Brévot en Abus de ciné)
Película estrenada en España el 11 de marzo de 2016.
Reparto: Kurt Russell, Patrick Wilson, Matthew Fox, Lili Simmons, Richard Jenkins, Sean Young, David Arquette.