viernes, 9 de septiembre de 2022

El Santo (The Saint, 1997). Phillip Noyce

Simon Templar se educó en un durísimo orfanato y allí tuvo que aprender muchos trucos. Años después, era el más famoso ladrón del mundo, a punto de completar cincuenta millones de dólares en su cuenta. Los mismos empresarios rusos a los que robó un valioso microchip, le contratan para una difícil misión: arrebatar a una bella científica el secreto de la fusión nuclear. 

Es posible que "El Santo" de ahora no esté a altura de las circunstancias (nostálgicas, mayormente) para aquellos que aún recuerden a Roger Moore y al muñeco con la coronita. Pero, para verla así, a botepronto, resulta una película muy movida, exagerada y mentirosilla. Es decir, tal y como debe ser. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 27 de abril de 1997)

Cada vez más alejado de sus mejores e iniciales películas, el australiano Phillip Noyce narra con claridad la simple historieta gráfica que tiene entre las manos, al tiempo que maneja con habilidad los múltiples millones de dólares puestos a su disposición. Sin embargo, se estrella a la hora de dibujar a sus personajes, tanto porque ni resulta creíble la excelente y bellísima actriz Elisabeth Shue como importante científica con problemas cardiacos, como porque el rudo Val Kilmer no sabe trasmitir el humor que dio al personaje el ya mítico Roger Moore en los mejores episodios de la famosa serie de televisión. (Augusto Martínez Torres en El País del 2 de mayo de 1997)

Ocasionalmente inspirada en los momentos de acción (la huida por el subsuelo de Moscú, un homenaje a “El tercer hombre”; la secuencia frente a la embajada norteamerica na) y ciertos toques humorísticos, “El Santo” no pasa de ser un lujoso telefilme algo estirado. El tedio hace acto de presencia mediada la función, o así se lo pareció a este cronista, que la contempló con paciencia de santo y sin que la emoción de la aventura hiciera mella en él. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 2 de mayo de 1997)

La caracterización de Val Kilmer no logra estar a la altura y su proceso de travestismo queda como una sucesión bastante anecdótica de vestimentas y acentos. El guión se concentra en exceso en la relación que traza éste con la científica protagonista (Elisabeth Shue), que emocionalmente le redime, y como propuesta de thriller funciona a medias. (Covadonga G. Lahera en Sensacine)

El Santo se puede ver gracias a Kilmer y Shue, pero el confuso guión abusa de la credulidad del espectador. (Rotten Tomatoes)

En comparación con las acrobacias sensacionales y los efectos especiales de la serie Bond, El Santo parece positivamente relajado. (Roger Ebert)

El amor redime al ladrón; pero también lo vuelve convencional. (Peter Travers en Rolling Stone)

Un suspense genérico que no sabe mal al primer bocado pero que se vuelve cada vez más difícil de tragar. (Todd McCarthy en Variety)

La realización un tanto seca de Phillip Noyce, apóstol de la frialdad en la pantalla y de una estética lustrosa, raras veces alcanza el nivel de un guión excesivamente académico. Se ve venir todo con veinte minutos de antelación y el espectador acaba encontrando el tiempo largo. (...) Con sus escenas de acción banales, The Saint también sufre de un ritmo bastante lánguido y no logra emocionar. El entretenimiento, aunque nunca malo, al final tiene muy poco interés. (Virgile Dumez en Cinedweller)

Película estrenada en España el 25 de abril de 1997.

Reparto: Val Kilmer, Elisabeth Shue, Rade Serbedzija, Valeriy Nikolaev, Henry Goodman, Alun Armstrong, Charlotte Cornwell.




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