viernes, 12 de agosto de 2022

El secreto de la pirámide (Young Sherlock Holmes, 1985). Barry Levinson

 

Cuando una oleada de extraños y horribles asesinatos mantienen en suspenso a Londres, el joven Sherlock Holmes y su nuevo amigo Watson se ven involucrados, casi sin advertirlo, en una oscura trama. Y el detective en ciernes se lanza a investigar y resolver el caso más sorprendente de su extraordinaria carrera.

Chris Columbus, el guionista, deduciblemente lector atento y apasionado de Conan Doyle, subraya con oportunidad los paralelismos buscados, las sugerencias y los guiñosde complicidad hacia los dos personajes centrales, Holmes y Watson, buscando con gracia antecedentes, principios y comienzos de su doble y común historia y biografía. Barry Levinson, el realizador, mueve con soltura los elementos y escenarios de la intriga, apoyándose con habilidad en una serie de efectos especiales realmente singulares, donde se mezclan horror y humor en proporciones no precisamente usuales. (Pedro Crespo en ABC del 30 de marzo de 1986)

El filme divierte, se sigue atentamente, sin estridencias ni necesidad de algún ¡oh! admirativo. Pero una vez visto se olvida para siempre. Nadie se arrepentirá de acudir al cine para verlo ni nadie saldrá del cine, una vez visto, con la sensación de haber visto realmente algo. Es un montaje sobre un bien arnañado e hilvanado conjunto de nadas, o, si se quiere, de naderías. (Angel Fernández-Santos en El País del 30 de marzo de 1986)

Los efectos y las peripecias se suceden con la trepidante profusión a que nos tiene acostumbrados la fábrica Spielberg, consumadamente experta en vendernos el mismo perro con un collar distinto. Pues “El secreto de la pirámide” se revela menos una fantasía en torno a los años formativos de Sherlock Holmes que un simple cruce de “Los Goonies” —su guionista, Chris Columbus, es aquí también el autor del guión—e “Indiana Jones y el templo maldito". (José Luis Guarner en La Vanguardia del 1 de abril de 1986)

El resultado es delicioso, una película de aventuras que apenas ha envejecido, con unos efectos especiales pioneros -tal vez excesivos para Sherlock Holmes, que prefiere la simple niebla londinense y la deducción-, pero cuyo brillante ventanal fue realizado por John Lasseter. Y con un suave toque nostálgico adecuado para el mundo del gran detective. (Fila Siete)

El secreto de la pirámide es una versión encantadora, aunque innecesariamente llamativa, del maestro detective. (Rotten Tomatoes)

De hecho, el título británico, El joven Sherlock Holmes y la pirámide del miedo, apunta a lo que realmente se pretendía, un intento de convertir a Holmes en una figura a lo Indiana Jones. Por desgracia, el cerebral detective no es suficiente como héroe de acción, o no en los términos de Spielberg, y la improbable existencia de una enorme pirámide de madera llena de sectarios del culto egipcio a la muerte tampoco ayuda (¿acaso no tenían permiso de filmación en el Londres victoriano?). Agregue a eso un inventor chiflado que se supone que debemos tomar como mentor de Holmes y que ha creado una máquina voladora décadas antes que los hermanos Wright, y es mejor que se olvide de las conexiones con Arthur Conan Doyle. (Graeme Clark en The Spinning Image)

Independientemente de la forma y el grado en que colaboraron Columbus, Levinson y Spielberg, el resultado no es sólo la mejor película que presenta una cerbatana egipcia en varios años, sino también una de las pocas películas estadounidenses realmente elegantes y entretenidas de 1985. (Vincent Canby en The New York Times del 4 de diciembre de 1985)

Si los elementos de la historia parecen típicos de Conan Doyle, también hay mucho en esta película que se remonta directamente al trabajo de Steven Spielberg, el productor ejecutivo. (Roger Ebert)

Es un entretenimiento familiar perfectamente agradable, una fantasía artesanal sobre Conan Doyle. (Paul Attanasio en el Washington Post)

Una suerte de joven Indiana Jones en un convincente Londres victoriano, "El secreto de la pirámide" ha soportado, a pesar de sus debilidades, el paso del tiempo sin mayores daños y muestra una solidez y delicadeza en el cine de entretenimiento de la que en gran medida carece el género hoy. (Vincent Avenel en Critikat.com)

La mejor de las producciones de Amblin junto con "Regreso al futuro". Una maravilla. (Cédric Delelée en Mad Movies)

Película estrenada en España el 24 de marzo de 1986.

Reparto: Nicholas Rowe, Alan Cox, Sophie Ward, Anthony Higgins, Susan Fleetwood, Freddie Jones, Nigel Stock.


2 comentarios:

  1. La película tiene un ritmo que no deja lugar al aburrimiento, pese a la reiteración en algunas acciones y, si bien es verdad que puede resultar, digamos, ingenua en alguno de sus argumentos, es una magnífica película de aventuras que no tiene nada que envidiar a los grandes títulos del género.

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