Principios del siglo XX. El explorador británico Percy Fawcett (Charlie Hunnam), militar de carrera, es enviado a la selva amazónica para que delimite la frontera entre Brasil y Bolivia, ayudando así al Gobierno británico a preservar sus intereses en el negocio del caucho. En calidad de cartógrafo, Fawcett emprende un largo y peligroso viaje en el que se adentrará en territorios inexplorados de la jungla del Amazonas, acompañado por un grupo de hombres de confianza. Guiado por la obsesiva convicción de que las historias que había oído acerca de una ciudad antigua construida de oro, a la que dará el nombre de ciudad Z, eran ciertas, Fawcett tratará de hacer uno de los descubrimientos más importantes de la historia, esperando tener éxito allí donde tantos otros habían fracasado.
Gray mezcla romanticismo victoriano, la influencia bélica de la época,
el ansia de conocimiento, drama familiar y aventura física –tupida
selva, serpientes venenosas, enfermedades, rituales caníbales, el lento
avance por los ríos amazónicos, el conflicto entre civilizaciones– hasta
configurar una de sus obras más atrevidas y a contracorriente, quizá no
tan redonda como sus thrillers melodramáticos sobre familias de
delincuentes y la frágil línea que separa el bien del mal, pero igual de
intensa, bella, personal. (Quim Casas en El Periódico de 4 de mayo de 2017)
Filmada, narrada e interpretada con enorme elegancia, con el mismo olfato para encontrar el suspense, la reflexión, la admiración, la reconciliación y la incógnita, y con ese atractivo elogio al rastreo de las ciudades y las causas perdidas. (Oti Rodríguez Marchante en ABC del 5 de mayo de 2017)
Lo que cuenta, en suma, y da a la obra una personalidad inquebrantable, es la belleza de sus imágenes (injusto sería silenciar la gran labor del maestro Darius Khondji), y la capacidad de Gray para transmutar la realidad del relato en un estallido hipnótico, mágico, cercano al cine fantástico (la noche, las antorchas...) al infierno de Apocalypse now. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 5 de mayo de 2017)El cine de aventuras adulto aún es posible. James Gray, junto a Jeff Nichols, el (pen)último resistente del clasicismo cinematográfico entre los directores aún jóvenes, con una obra coherente, trascendente y rocosa, demuestra con Z, la ciudad perdida que entre la sobredosis de productos exclusivos para grandes niños y para niños grandes, la inmensa mayoría inanes o memos y a menudo disfrazados de una complejidad que no es sino el artificio de la pomposidad, todavía cabe un cine que se acerque al verdadero descubrimiento, el histórico, el cultural, el social y el personal, con una narrativa que sea al mismo tiempo ética y estética. (Javier Ocaña en El País del 6 de mayo de 2017)
Gracias a su elegante, hipnótica puesta en escena, lo que parecía un relato realista se transforma en fantasmagórico, como si el objetivo final de la aventura fuera que el cine clásico aceptara su condición espectral, y sus héroes convivieran con sus sombras, misterios y locura. (Sergi Sánchez en Fotogramas)
El núcleo del drama está en casa, donde Nina Fawcett (Sienna
Miller) sufre y absorbe la obsesión de su marido, dando aire a un relato
férreamente masculino cada vez que su perspectiva entra en la
narración; y donde los claroscuros con velas de Darius Khondji lucen
mejor filmados en 35mm. Son los insertos de esa vida doméstica, que
acuden a la mente de Percy cuando se ve en peligro, los trazos de
distinción de un cineasta en proceso de maduración y búsqueda de nuevos
desafíos. Uno que, como su protagonista, hace malabarismos para saciar
su sed de aventura sin perder demasiado el contacto con lo que deja en
casa. (Daniel de Partearroyo en Sensacine)
La grandeza de esta película es incomensurable. Para cierto tipo de cinéfilo de la vieja escuela, alguien que cree en las proporciones clásicas y bien formadas y en una historia épica contada a lo largo del tiempo, será la revelación del año. (Joshua Rothkopf en Time Out)
El ritmo majestuoso y la grandeza visual de Lost City of Z se remontan a las epopeyas de exploración clásicas, y Charlie Hunnam nos proporciona una actuación magistral como su complejo protagonista. (Rotten Tomatoes)
Todos, incluidos Hunnam y Pattinson, aportan su mejor trabajo al inquietante y visionario viaje de James Gray al corazón de la oscuridad amazónica, una potente provocación que se mete debajo de la piel. (Peter Travers en Rolling Stone)
Una pieza rara del cine clásico contemporáneo; sus virtudes de narración metódica, estilo tradicional y tema obsesivo son las que habrían sido reconocidas y adoptadas en cualquier momento desde la década de 1930 hasta la de 1970. (Todd McCarthy en Hollywood Reporter)
"Z, la ciudad perdida" es hermosa, triste y mesurada. Pero el relato que cuenta remite a la locura. (Anthony Lane en The New Yorker)
Un cine razonable, hecho con engañosas medias tintas, que rehuye los efectismos y cuyo clasicismo parece casi superado. Hay verdadera belleza y cierto estilo en el conjunto, en un momento en que es difícil para un autor existir más allá de sus rasgos de estilo. (Jean-Sébastien Chauvin en Cahiers du Cinéma)
James Gray triunfa en una película épica, en la encrucijada de Lawrence de Arabia y Apocalypse Now, cuyo esplendor estético no atenúa el pesimismo. (Le Point)
Una odisea generosa, donde los sueños infantiles, confrontados con la realidad, derivan hacia una apoteosis inesperada. Un esplendor. (Marcos Uzal en Libération)
"Z, la ciudad perdida", aunque atravesada por un poderoso soplo épico, nos invita más bien a una aventura mental, una deriva desquiciada que reencuentra el motivo privilegiado del cine de James Gray: la obsesión convertida en locura. (Romain Blondeau en Les Inrockuptibles)
El destino de un hombre, la paternidad, la exploración de tierras desconocidas… La película de James Gray explora con maestría estos temas. Una epopeya intimista donde la belleza, el honor y la fidelidad son los protagonistas. (Eric Neuhoff en Le Figaro)
Película estrenada en España el 5 de mayo de 2017.
Reparto: Charlie Hunnam, Sienna Miller, Tom Holland, Robert Pattinson, Angus MacFayden, Bobby Smalldridge, Edward Ashley.
El racista Percy Fawcett, presentado como amigo de los indios.
ResponderEliminarUna mirada amable sobre este alter ego de Indiana Jones ¿O es al revés?, a quien su misteriosa desaparición ayudó a convertir en leyenda.