Jim Wilson es un policía violento, amargado por la contemplación diaria del mundo del crimen. Su carácter hosco y sus métodos expeditivos para capturar sospechosos le crean constantes conflictos con colegas y superiores. Finalmente, para alejarlo de la ciudad durante un tiempo, le encomiendan un caso de asesinato en una lejana región montañosa. Una vez allí, su personalidad dará un giro imprevisto, debido, por una parte, a su relación con el padre de la víctima, un hombre sediento de venganza, y, por otra, con Mary Malden, la hermana del asesino, una joven sensible, capaz de comprender el temperamento y la soledad de Wilson.
La falta de definición en los personajes es su principal defecto de guión, con Nicholas Ray, quien también dirigió, y A.I. Bezzerides compartiendo la culpa por su adaptación de la novela de Gerald Butler, Mad with Much Heart. No hay mucho que Robert Ryan pueda hacer con el personaje de un policía endurecido por los tipos con los que se pone en contacto, ni Ida Lupino tiene muchas oportunidades como una muchacha ciega que presumiblemente suaviza el carácter de Ryan. (...) Ray se las arregla para inyectar un poco de emoción en el hilo narrativo, y si se hubieran eliminado los toques psicóticos en el guión, la película podría haber calificada como aceptable, incluso si se trata de un sombrío melodrama. (Variety del 31 de diciembre de 1950)
"Un asombroso Ryan y una estilizada puesta en escena, un guión que es un prodigio de progresión dramática y la música de Herrmann ponen la guinda a una obra maestra imprescindible. Poco popular, es una cima del cine negro de los cincuenta." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
Injustamente apartada de los títulos más reivindicados y populares de Nicholas Ray, La casa en la sombra es un sobresaliente título negro, de sofisticada puesta en escena y vibrante tratamiento de la acción, que transita indistintamente por el cine de intriga criminal, el drama social, el thriller y el melodrama romántico, sin resentirse ni perder solidez o trascendencia con el salto entre géneros tan dispares y a pesar de una conclusión marcadamente complaciente con los dictados de la autocensura de Hollywood, un epílogo lleno de esperanza y buenos propósitos un tanto irónico a la vista de lo presenciado en todo el metraje anterior. El plano final de los ojos bañados en lágrimas de Ida Lupino supone uno de los más hermosos instantes de toda la filmografía de Nicholas Ray. (39 escalones)
Prácticamente desconocida, esta cinta de Ray es una de las cimas del cine negro. Excepcional Ida Lupino como ciega. (Decine21)
En realidad, se llega a tal grado de minimalismo y abstracción que
recuerda a los paisajes de invierno de las pinturas de Pieter Bruegel El
Viejo, especialmente a Cazadores en la nieve (1556), dadas las
concomitancias temáticas que guarda con este cuadro; aunque también es
fácil rastrear la influencia de la esencialidad espacial de Frank Lloyd
Wright, de quien Nicholas Ray fue alumno y aprendiz cuando estudió
arquitectura. La delectación en la belleza sobrecogedora e inhumana del
entorno hace que la parte que transcurre íntegramente en la ciudad
condense varios días de la intriga en treinta minutos, mientras que la
que tiene lugar en el campo, pese a durar el doble, no llegue a 24
horas. Ello también explica que se produzcan largos intervalos sin
apenas diálogo, lo que permite a la partitura de Bernard Herrmann
expandirse en toda su plenitud y dotar de un hálito dramático y
misterioso a las imágenes. (El antepenúltimo mohicano)
Una modulación exaltada de dura a lírica y viceversa, la culminación del lado Borzageano de Nicholas Ray. (Fernando F. Croce en Cinepassion)
Virtualmente desconocido para las generaciones actuales, Frank Borzage, sin embargo, ha tenido una influencia decisiva en el cine romántico. Su contribución es inmediatamente perceptible en la hipersensibilidad empujada al extremo con el que Nicholas Ray presenta el amor de sus personajes. Aunque más arraigada en las realidades de su tiempo, la fuerza rectificadora del amor de los ciegos, Mary / Ida Lupino para Jim / Robert Ryan es indiscutiblemente borzagiana. La aparición de un paisaje rural en este excelente film negro de los años 50 significa un escape (o refugio) del entorno claustrofóbico urbano, tanto como las escenas de invierno notablemente presentadas por el director de fotografía George. E. Diskant. Y decir que "En terreno peligroso" permaneció bloqueada durante varios meses antes de sufrir un estreno apenas publicitado. Hoy en día, se ha convertido en una obra importante de Ray (uno de las más famosas también) hasta su final melodramático y nevado. Ryan y Lupino son simplemente inolvidables, convirtiéndose en dos de las principales personalidades del cine negro de la gran época. (ChrisChambers86 en Allocine)
Uno de los títulos menos conocidos de su director, aunque constituye una obra con evidente interés. La resbaladiza historia de las relaciones entre un rudo policía y una joven ciega encuentra el tratamiento adecuado, a medio camino entre el melodrama más desaforado y la atmósfera propia del mejor cine negro. Film inédito en España. (Fotogramas)
Película estrenada por TVE el 23 de diciembre de 1974 en el espacio Cine Club dentro de un ciclo dedicado a Nicholas Ray.
Reparto: Robert Ryan, Ida Lupino, Ward Bond, Charles Kemper, Ed Begley, Cleo Moore.
Uno de los títulos menos conocidos de su director, aunque constituye una obra con evidente interés. La resbaladiza historia de las relaciones entre un rudo policía y una joven ciega encuentra el tratamiento adecuado, a medio camino entre el melodrama más desaforado y la atmósfera propia del mejor cine negro. Film inédito en España. (Fotogramas)
Película estrenada por TVE el 23 de diciembre de 1974 en el espacio Cine Club dentro de un ciclo dedicado a Nicholas Ray.
Reparto: Robert Ryan, Ida Lupino, Ward Bond, Charles Kemper, Ed Begley, Cleo Moore.
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