Sara lee por las noches un cuento al pequeño Víctor, sobre una afligida princesa y un valiente príncipe. Poco a poco el cuento va acercándose a sus vidas, hasta converger en un fatídico desenlace.
Es en “El Reino de Víctor” donde podemos intuir qué es lo que iban a depararnos los largometrajes rodados con posterioridad por Ulloa. Vemos el interés del cineasta por contar cuentos mediante una relectura perversa y macabra que se haría obvia en los futuros largometrajes “Alas de Mariposa” (1991) reformulando “La Cenicienta”; “La Madre Muerta” (1993) reformulando “Caperucita Roja”; y “Frágil” (2005) reformulando “El Patito Feo”.
Ulloa es un director que, más que utilizar los diálogos, prefiere utilizar la imagen y el sonido para contar sus historias, apostando por las atmósferas tétricas y con sombras que confieren a “El Reino de Víctor” un ambiente de pesadilla adecuado para la narración, la cual se beneficia además por una maestría a la hora de utilizar la cámara digna de alabanza teniendo en cuenta que el director contaba con sólo 23 años cuando rodó el mediometraje.
Premio Goya al mejor cortometraje en 1990.
Reparto: Javier Jiménez, Luisa Solaguren, Alberto Martín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario