Si bien la película se estrenó en 1939, un año sobresaliente para el cine estadounidense, y formó parte de un resurgimiento más amplio de Westerns de clase A, se distinguió rápidamente de títulos contemporáneos como Jesse James y Dodge City. Ford logró combinar caracterizaciones realistas, efectos dramáticos y filmación en locación impresionante para definir el Western como cultura popular y como forma de arte seria. Stagecoach fue la única película Western estrenada entre 1939 y 1941 que fue nominada a un Óscar a la Mejor Película. Su éxito estableció un estándar de calidad y atractivo que las productoras no pudieron ignorar.
La trama es una narración arquetípica de un grupo de extraños forzados a viajar juntos en circunstancias extraordinarias y peligrosas, un concepto a menudo denominado "Película del Arca" (Ark Movie). El guion, escrito por Dudley Nichols en estrecha colaboración con Ford, se basó en el cuento "Stage to Lordsburg" de Ernest Haycox, aunque modificó sustancialmente la narrativa original. El viaje de la diligencia, que va desde Tonto hacia Lordsburg a través de territorio Apache, impulsa la acción a través de tres líneas argumentales centrales: el peligro constante de un ataque, un romance entre el forajido y la prostituta, y la búsqueda de venganza del Ringo Kid.
La diligencia funciona como un microcosmos de la sociedad. Los pasajeros representan diversas clases sociales de la frontera: desde la "élite" representada por el pomposo banquero Gatewood y el jugador Hatfield, hasta aquellos de "menor categoría social", como la prostituta Dallas, el forajido Ringo y el doctor alcohólico Doc Boone. La narrativa utiliza el pathos y el humor para explorar las luchas humanas. Al final de la película, la historia desplaza la pirámide social: el arrogante banquero es arrestado por malversación, y los personajes marginados, como Ringo y Dallas, que son redimidos, logran escapar juntos a su rancho en México. Thomas Mitchell ganó un Premio de la Academia por su interpretación del Doc Boone.
El papel del Ringo Kid fue el despegue de John Wayne, quien hasta ese momento era un actor de Westerns de serie B. Ford se opuso firmemente a la exigencia del estudio de elegir un actor de renombre y eligió a Wayne, que tenía 32 años en el momento del rodaje. Ford ayudó a Wayne a perfeccionar su persona cinematográfica, que se convirtió en el arquetipo del héroe del Western. Su actuación se caracteriza por la contención verbal y una presencia imponente, logrando una mezcla de sinceridad y vulnerabilidad. La escena de su introducción, en la que su figura se magnifica ante la cámara, se considera un momento icónico de la iconografía del género.
Stagecoach fue la primera película de John Ford en ser filmada en Monument Valley, Arizona/Utah, un lugar que se convertiría en su paisaje emblemático. Ford, impresionado por la épica sensación de edad y la monumentalidad de las formaciones rocosas, utilizó el valle para crear una sensación de autenticidad y grandeza. El paisaje de Monument Valley, con sus vastas tomas que empequeñecen a la diligencia, simboliza la lucha de la civilización contra la naturaleza salvaje. Este lugar, que en realidad es un parque tribal dentro de la Nación Navajo, se convirtió en el ícono central del mito del Oeste en el cine, un efecto que Ford repetiría en siete películas más, incluyendo The Searchers (1956).
A nivel técnico, la película fue profundamente influyente. Se sabe que Orson Welles vio Stagecoach unas cuarenta veces antes de filmar Citizen Kane (1941). Ford utilizó un estilo de edición económico y conciso, asegurando que cada escena fuera clara y sin nada superfluo. La película también es legendaria por su secuencia de acción, que fue supervisada por el coordinador de acrobacias y doble de riesgo Yakima Canutt. Canutt realizó el famoso truco en el que un atacante Apache cae bajo los caballos y la diligencia en movimiento, un truco que carece de CGI y requiere gran habilidad.
El filme ha dejado un impacto duradero en la historia del cine. La crítica contemporánea y posterior ha aclamado la película, citándola como el punto de partida del Western moderno y un ejemplo de madurez de estilo. El éxito de Stagecoach llevó a otros directores a explorar el género con mayores estándares artísticos y tecnológicos.





