martes, 13 de agosto de 2019

Verano 70 (1969). Pedro Lazaga


Está ambientada en Benidorm, la famosa localidad costera alicantina a la que acuden numerosas familias a veranear. Relata los preparativos del viaje y las anécdotas que se suceden antes de instalarse en los apartamentos, así como el regreso de los maridos a la ciudad y sus infructuosos intentos para ligar estando de "Rodríguez".

Son películas vistosas, realizadas con una técnica eficiente, en las que destaca la excelente fotografía de Juan Mariné, que tienen su público. De ellas, sin embargo, poco puede decirse en el aspecto artístico, ni aportan tampoco nada de positivo a la cinematografía española. (...) La gente se entretiene, pasa un rato amable y divertido, y Pedro Masó, con su equipo, alcanza una vez más sus objetivos. (ABC Sevilla del 31 de marzo de 1970)

Típica comedia española, de limitado interés, salvo por su retrato costumbrista de la época. Además, los actores tienen cierta gracia natural. (Decine21)

La película puede calificarse como una muy eficaz comedia costumbrista en la que las situaciones que se nos presentan son desternillantes, aunque gana con el segundo tramo en la que los maridos han de volver a Madrid a trabajar, ejerciendo de "Rodríguez" y las mujeres se quedan en la playa con los niños. (El rinconcillo de Reche)

Película estrenada en Madrid el 27 de abril de 1970.

Reparto: Juanjo Menéndez, Diana Lorys, José Sazatornil, Mónica Randall, Jesús Puente, Trini Alonso, Luis Dávila, Marisol Ayuso, Rafaela Aparicio.


                                     

martes, 6 de agosto de 2019

Ágora (2009). Alejandro Amenábar


En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. La ciudad más importante, Alejandría, se había convertido en el último baluarte de la cultura frente a un mundo en crisis, dominado por la confusión y la violencia. En el año 391, hordas de fanáticos se ensañaron con la legendaria biblioteca de Alejandría. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia (Rachel Weisz), filósofa y atea, lucha por salvar la sabiduría del mundo antiguo, sin percibir que su joven esclavo Davo se debate entre el amor que le profesa en secreto y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso del Cristianismo.

Tal vez, ahora el espectador cristiano podría sentirse maltratado, pero en realidad no es el cristianismo actual lo que combate esta película, sino el radicalismo, el fanatismo racial, territorial, sectario o religioso...Y tergiversar el auténtico sentido de «Ágora» por razones de secta, ideología o religión solamentele dará la razón a la sustancia de la película: casi dos mil años después, aún sirven las mismas piedras para tirárselas a los demás. Quedarse en eso, o en si se aleja o se acerca la cámara a las estrellas, es como querer tocar el piano con los codos. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 9 de octubre de 2009)

Amenábar transforma sus inquietudes en cine,y esas inquietudes ¡son tantas! No, el Ágora de Amenábar no es fría; si acaso es grande, prolija, desdibujada. Pero también es emotiva y sentida.Un acto de amor al conocimiento. Un ejercicio de cine mayúsculo, de ese que es capaz de transformar las frías ideas en sentimientos que arrasan el corazón. Como sólo sabe hacer el buen cine. Como sólo se atreve, por aquí, a hacer Amenábar. (Salvador Llopart en La Vanguardia del 9 de octubre de 2009)

Si le quitamos el hábil, incluso emocionante macguffin que es el descubrimiento del movimiento de los planetas (ahí es nada construir una película comercial sobre una idea así), lo que queda de Agora es una incendiaria, firme y necesaria crítica del fundamentalismo religioso, se vista con los ropajes que se vista. (...) Brillante cuando se propone el espectáculo, cerebral cuando aborda su aparente tema-coartada, minuciosa en su reconstrucción histórica y emocionante cuando todo se precipita, Agora es una nueva y reconfortante sorpresa más en la larga e inusual carrera del más ambicioso de los directores de nuestro cine. (Mirito Torreiro en Fotogramas)

En esta película todo lo estelar juega en contra de Amenábar. No solo se trata de uno de sus filmes más aburridos, sino que además todo queda sepultado bajo su apariencia fastuosa, bajo ese diseño de producción que ya no se erige en copia ni en "wanna be", sino que directamente ha borrado todo signo de personalidad introduciéndose de lleno en el aparato hollywoodiense. (Cristina Álvarez en Sensacine)

Su defensa racionalista de la ciencia y de la tolerancia, que encarna la protagonista de la historia, se manifiesta en una situación histórica sumamente compleja que será difícil que el público sin formación histórica pueda comprender. De ahí que la perplejidad sea la reacción dominante ante esta película. (Jorge Collar en Decine21)

En su aspecto narrativo la película muestra el talento de Amenábar como creador de imágenes de cierta significación emocional, aunque se subraye demasiado y bordee el esteticismo de tarjeta postal. (Antonio Méndez en AlohaCriticón)

Los objetivos nobles y una actuación apasionante de Rachel Weisz no pueden salvar a Ágora de su guión confuso, actuación desigual y montaje entrecortado. (Rotten Tomatoes)

Fui a ver Ágora esperando una epopeya con espadas, sandalias y sexo. Encontré espadas y sandalias, algunas opiniones inesperadas sobre el sexo y mucho más. (Roger Ebert)

Los escépticos y los laicos también necesitan historias de martirio y actos entusiastas de predicación cinematográfica. (A.O. Scott en The New York Times)

Ágora es un trabajo híbrido y político, asumido como tal. (Florent Fourcart en Positif)

De la lucha contra el machismo, el arribismo y la intolerancia no subsiste más que una mezcla confusa y disparatada teñida a veces de erotismo descafeinado. (Thierry Méranger en Cahiers du Cinéma)

Ágora es un peplum intelectual. Esta aspiración le da a la película un ritmo extraño, que trata de conciliar el debate y los combates, el diálogo y el espectáculo. El resultado a menudo es torpe, pero casi siempre es interesante. (Thomas Sotinel en Le Monde)

Película estrenada en España el 9 de octubre de 2009.

Reparto: Rachel Weisz, Max Minghella, Ashraf Barhom, Oscar Isaac, Michael Lonsdale, Rupert Evans, Homayoun Ershadi, Richard Durden, Sami Samir.

viernes, 2 de agosto de 2019

El mismo amor, la misma lluvia (1999). Juan José Campanella


Argentina, años 80. La represión del gobierno militar, la guerra de las Malvinas, el retorno de la democracia, la crisis económica y la llegada de Menem al poder son el telón de fondo de la historia de Jorge y Laura. Él (Ricardo Darín) es una joven promesa de la literatura argentina, pero vive de los cuentos románticos que escribe para una revista de actualidad. Ella (Soledad Villamil) es una camarera que espera el regreso de su novio, un artista que ha montando una exposición en Uruguay y del que hace tiempo que no tiene noticias. Una noche se conocen y no tardan en irse a vivir juntos, pero la convivencia se deteriora y la relación se rompe.

Suave tragicomedia primorosamente hecha en clave y tono de comedia. Despide desde su arranque dolor y emoción, alegría y severidad (...) Una obra que se cierra con la misma maestría con la que sea abre: en un prodigio de desenlace gradual. (Ángel Fernández Santos: Diario El País)

Una película sentimental, agridulce, bonita, inferior a 'El hijo de la novia'. (Carlos Boyero: Diario El Mundo)

El impecable trabajo de Darín—convencidos ya de que es uno de los mejores actores argentinos de su generación— y las convicentes réplicas de todo el reparto, aunque consiguen enternecer en varios momentos de la película, con diálogos acertados y con un punto de diversión inteligente, no son suficiente aliciente como para darnos por satisfechos con este film, que además tiene un ritmo y cadencia demasiado pausado, llegando a decaer bastante tras la primera mitad, lastrado por un me-traje algo excesivo. (Federico Casado Reina en ABC Sevilla del 24 de julio de 2002)

Campanella ya evidenciaba aquí su notable talento para desarrollar un tipo decomedia, entre realista y romántica, capaz de reflejar esas miserias y grandezas que conforman al ser humano, que en ocasiones es el menos humano de los seres. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 21 de julio de 2002)

Si en El hijo de la novia Campanella y su coguionista Fernando Castets se proponían desarrollar un fresco de los conflictos sentimentales y profesionales de unos personajes condicionados por la actual realidad argentina, en esta se trata de describir las trayectorias vitales de otros cuantos a lo largo de los últimos 20 años de la azarosa historia de ese país, destacando la relación entre sus comportamientos y los distintos avatares políticos por los que Argentina ha pasado en ese tiempo. Pero como la película siguiente, esta escapa conscientemente a la enfatización y se centra en las relaciones personales de sus protagonistas. (Fernando Méndez-Leite en Fotogramas)

Realizada con el estilo clásico habitual de Campanella, aunque quizás sin ser tan excesiva en lo sentimental ni en lo cómico como 'El hijo de la novia', la película muestra el olfato comercial de su director. (Miguel Blanco en Sensacine)

Una película simpática, fresca y entrañable, que nos hará reír, reflexionar y emocionarnos al mismo tiempo. Se nota que Campanella trabaja largamente sus guiones, que hay un proceso de maceración, sin precipitarse a recoger la cosecha. El humanismo y el sentido del humor de este hombre se trasladan a sus films de forma manifiesta. (Tònia Pallejá en La butaca)

Se confirma su dominio del melodrama, del cambio de humores, de eso tan difícil llamado matiz: puede verse con toda claridad en el dibujo de los baches de una relación cuyos protagonistas, al buscar satisfacer anhelos que llevan muy dentro –él la escritura, ella la pintura–, dejan en el camino elementos –el sacrificio por el otro, el compromiso decidido, los hijos– indispensables para que funcione; o en el de los males de la vacía postmodernidad, escasa de ideales. Campanella logra un tono agridulce al capturar momentos felices y oportunidades perdidas, bañadas de emotiva nostalgia. (Decine21)

Película estrenada en España el 19 de julio de 2002.

Reparto: Ricardo Darín, Soledad Villamil, Eduardo Blanco, Ulises Dumont, Alfonso de Grazia, Alicia Zanca, Graciela Tennenbaum, Mariana Richaudeau.