viernes, 11 de marzo de 2016

Westward the Women (1951). William A. Wellman


En 1851, el criador de ganado Roy Whitman, propietario de un rancho en California, decide ir a Chicago a "reclutar" las mujeres que faltan en su propiedad, para sus hombres. Su capataz y guía de caravanas Buck Wyatt (Robert Taylor) lo acompaña. La comitiva femenina coge la larga carretera de vuelta, sembrada de trampas. A partir de Independence (Misuri) tendrán que recorrer 5.000 kilómetros cruzando las montañas de Utah y el desierto californiano, en un viaje lleno de penalidades que constituye una auténtica odisea. El objetivo de la caravana es llegar a un valle habitada por un grupo de solteros solitarios que buscan esposa. Para empezar, los hombres reclutados por Buck en Chicago para traer la comitiva huyen pronto con algunas de las mujeres, obligando a las que quedan a coger las riendas su viaje, a regañadientes del capataz...

El film, narrado con pulso firme, mantiene un ritmo ágil y sostenido, acumula lances de acción muy diversos y se beneficia de una acertada dirección de actores, que según las crónicas Wellman, llamado amigablemente Wild Bill, imponía con su habitual mano de hierro y mal carácter. La película exalta el espíritu aventurero y ofrece una narración saturada de humor, ironía, batallas de sexos y amor a la vida. Los papeles cómicos corresponden a Patience y al cocinero Ito. Son escenas destacadas la elevación colectiva de la carreta averiada, el rescate de Laurie durante la lluvia torrencial, la huida a caballo de Denon, la aceptación por Roy de Denon y Laurie como expedicionarias tras constatar que sus propósitos de cambio son firmes, etc. (Miquel en Film Affinity)

Puede que el mayor defecto de ‘Caravana de mujeres’ sea su continuidad, al estilo de las pantallas o niveles de los videojuegos. Desde que se inicia el camino, las diligencias se enfrentan en cada escena a un peligro diferente, rigurosamente ordenado y con conexiones muy puntuales que no terminan de funcionar. Me falta algo más de imaginación, de mezcla, de transiciones menos abruptas; hablamos de más de tres meses de viaje, y me da la sensación de que todo ocurre en una sola semana. Y eso que la historia original, que prometía, era de Frank Capra… (El Criticón)

La puesta en imágenes tiene lugar, tal y como nos hace advertir un rótulo al inicio del relato, justo un siglo después de que acontecieran –o hayan sido situados- los hechos. Destaca especialmente la estampa de aquellas mujeres que contemplan el desierto que tienen por delante. Una imagen que podemos considerar épica por parte del realizador, que las filma a través de un simbólico contrapicado. (Baúl del Castillo)

A diferencia de Cruze y Ford, Wellman prefiere mantener su cámara a media distancia de sus personajes y de los hechos que presenta, lo importante es el trayecto que será fuente de toda clase de transformaciones, desde revalorar la condición femenina hasta devolver al varón su dimensión más allá de la violencia y el dominio; para ello nos transporta a través de un paisaje rocoso y medio árido, irá puliendo el filo de esas mujeres rudamente limado en las rocas y las arenas, le tocara a Taylor/Wyatt organizar ese aprendizaje, hacerles comprender que su feminidad también puede con el medio y que la fuerza no es exclusiva de los varones, aunque para ello tiene la ayuda inapreciable de la enorme Patience (Hope Emerson) cuyas enormes posaderas son la burla de las demás y sus espaldas el apoyo de más de una que flaquea o muere. (Cineforever)

Con un arranque más que prometedor, Wellman construyó un western vigoroso, aunque malograra parte de las posibilidades de su planteamiento. De hecho, al film le falta una elaboración más sutil, así como la malicia suficiente para introducir un mayor grado de erotismo subliminal. Pese a estas limitaciones, sus virtudes narrativas tienen el suficiente peso específico en su resultado. (Fotogramas)

Película estrenada en España en marzo de 1955.

Título español: Caravana de mujeres.

Reparto: Robert Taylor, Denise Darcel, Hope Emerson, John McIntire, Julie Bishop, Lenore Lonergan, Henry Nakamura, Marilyn Erskine, Beverly Dennis, Renata Vanni, Pat Conway.


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