viernes, 29 de enero de 2016

The Reckless Moment (1949). Max Ophüls


Lucia Harper es un ama de casa y madre de familia, con un marido bastante ausente por temas de trabajo. Su hogar se encuentra a las orillas de una laguna, en Balboa cerca de los Ángeles. Enterada del amorío que su hija Beatrice de diecisiete años (estudiante de arte), mantiene con un maduro y turbio comerciante llamado Ted Darby, no duda en dirigirse a la ciudad. Se entrevista con él a solas manteniendo una conversación no muy amable en la que Darby está dispuesto a aceptar dinero para abandonar a Bea. Lucía se ríe y le asegura que cuando su hija lo sepa se desengañará. Ted se le adelanta, telefoneando de inmediato a la chiquilla y contando "su versión". Esa tarde, madre e hija discuten. Beatrice se cita secretamente por la noche con el comerciante en el embarcadero de la casa. Afortunadamente se da cuenta sus intenciones, le golpea con una linterna y escapa para refugiarse en los brazos de Lucía. A partir de ese momento esta última se verá obligada a llevar una doble vida y proteger a su familia.

"Almas desnudas" es la última película americana del director alemán, nacionalizado francés, Max Ophüls y, probablemente, la mejor junto a "Carta de una desconocida".

El film suma drama psicológico, melodrama, crimen, cine negro y thriller. La atención del film se focaliza en Lucía, a la que un hecho inesperado golpea con fuerza y desencadena en su interior un proceso que pone al descubierto su fragilidad, soledad y desamparo. Junto a ella se mueven varios personajes débiles, limitados y desamparados, que proyectan sobre la protagonista una sucesión ininterrumpida de problemas, que saturan, enervan y desbordan sus capacidades de resistencia y respuesta. El suegro (O’Neill) vive absorbido por las carreras de caballos; la hija, Beatriz (Brooks), estudiante de bellas artes, mantiene relaciones amorosas con un hombre nada recomendable; el hijo, David (Bair), es revoltoso e inoportuno; etc. A estos personajes se añaden otros, como la pareja de chantajistas formada por Martin (Mason) y su socio Nagel (Roberts), dos fracasados, sin recursos y sin habilidades. Martin, la figura más dramática, arrastra frustraciones psicológicas, emocionales y económicas, que mueven a compasión. Por lo demás, la historia se ajusta a los parámetros gratos al realizador, aficionado a exaltar la ingenuidad, inocencia y bondad de la mujer; la crueldad y el egoísmo de los hombres; y la violencia con la que la sociedad trata a los débiles. (Miquel en Film Affinity).

El director Max Ophüls persigue constantemente a Joan Bennett con la cámara para dar la sensación de angustia y nerviosismo. La aparición de Martin Donnelly (el chantajista irlandés) en la casa, colándose en la sala de estar, hablando con la familia como si fuera compañero del señor Harper, acrecienta esa sensación. En el desarrollo de la historia también consigue invertir la situación inicial. Lucía se comporta con una fuerza masculina, mientras que Martin comienza a mostrar una debilidad femenina. De forma que ella soporta mejor la presión que el propio chantajista. (alPope72 en El séptimo arte).

La película sorprende con el acuerdo a que llegan Mason y Joan Benett: no admitir la culpa y dejar que la policía detenga a un tercero. Es un golpe de efecto más que audaz en aquellos años donde, en Hollywood, imperaba un estricto código moralista. Sin embargo, las cosas no resultan tan sencillas y la situación cambia de nuevo cuando el socio de Mason decide actuar. Este ir y venir del guión refleja una posible tensión entre el realizador y los productores, aunque finalmente el genial director alemán se lleva el gato al agua y consigue un falso "happy end" -¡bendita ambigüedad!- donde el culpable se "va de rositas" y no rinde cuentas a la sociedad.

Pese a esta trama tan entretenida, en "Almas desnudas", Max Ophüls sigue fiel a su modo formalista de hacer cine. A la hora de plantearse una película daba casi más prioridad al “Cómo” contar la historia que al “Qué”. Para él, un movimiento de cámara determinado o un primer plano, no eran en absoluto gratuitos; todo lo contrario, eran sumamente importantes para dar el punto dramático que la historia necesitaba. Eso le distinguía de los demás artesanos y convertía sus películas en obras personales con un sello inconfundible. El sello de un maestro. (Muchocine.net)

En Almas desnudas encontramos los temas esenciales que caracterizan la obra de Ophüls: la mujer dañada en una sociedad insensible (pensamos en Carta a una desconocida o Lola Montes, Madame de…), la nostalgia y el romanticismo de los sentimientos: es el caso de Lucia y Donnelly, pero también de Bea. A pesar de las imposiciones de los estudios de Hollywood, Max Ophüls consigue imponer su estilo como estos otros europeos Jacques Tourneur o Fritz Lang. “Para mí, la vida es movimiento” dice Lola Montes. El movimiento de la cámara, los largos y complejos planos secuencias con un aprovechamiento particular del decorado y una obsesión por los detalles, el estilo de Ophüls se encuentra muy presente en esta obra americana. (Cine negro de memento)

Adaptación de una novela de Elizabeth Sanxay Holding que desarrolla una inquietante intriga planteada como el juego del gato y el ratón. En su formulación destaca la complejidad de una atmósfera que se va adaptando a las exigencias de la historia y una atractiva narrativa que demuestra una inusual capacidad para explicar la acción a través de los objetos. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 29 de noviembre de 1954.

Título español: Almas desnudas.

Reparto: James Mason, Joan Bennett, Geraldine Brooks, Henry O'Neill, Shepperd Struckwill, David Bair, Roy Roberts.


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