El reportero Wallace Cook propone a su periódico publicar una serie de historias sobre Hazel Flagg, una chica que asegura está mortalmente intoxicada por exposición al radio, lo cual es falso. A pesar de ello, acepta viajar con Cook a Nueva York, donde se enamoran, pero la situación se complica, pues un médico alemán descubre que ella finge su enfermedad.
La primera comedia de enredo filmada en color, Nothing Sacred también representa el primer uso en un film en color de efectos de proceso, montaje y proyecciones con luneta trasera. Los fondos para las proyecciones traseras fueron filmados en las calles de Nueva York. Paramount Pictures y otros estudios refinaron esta técnica en posteriores películas en color.
Ben Hecht figura como guionista. Se dice que escribió el guión en dos semanas adaptando el relato "Letter to the Editor" de James H. Street que habia sido publicado en Heart's International-Cosmopolitan. Hecht escribió un papel en la película para su amigo John Barrymore, pero el productor David O. Selznick rechazó contratar a Barrymore ya que se había convertido en un alcohólico incurable. Esto causó una discusión entre Hecht y Selznick y el primero abandonó la película. Budd Schulberg y Dorothy Parker fueron llamados para escribir las escenas finales y muchos otros escritores contribuyeron en el guión: el propio Selznick, William Wellman, Sidney Howard, Moss Hart, George S. Kaufman y Robert Carson.
Una de las razones por las que el film está considerado entre las más celebradas comedias de enredo de todos los tiempos es que por debajo del humor se incorporan temas ásperamente cínicos de corrupción y deshonestidad. Este film, juntamente con The Front Page (1931) también escrito por Hecht y su remake de 1940 His Girl Friday con Cary Grant, caricaturiza las triquiñuelas a las que recurrían algunos periódicos para obtener un reportaje de impacto.
La reina de Nueva York cumple con todos los requisitos de las buenas comedias de la época. Partiendo de un guión ingenioso e impecable el director William A. Wellman nos ofrece un enredo dinámico y muy entretenido. Fredric March es un periodista en horas bajas. Carole Lombard es una mujer a la que erróneamente le diagnostican una enfermedad mortal. El primero intentará impulsar su carrera con la desgracia de la segunda. Contado así podría tratarse de un dramón de primera. Pero no, ya que estamos ante una comedía de enredo con tintes ácidos que funciona muy bien desde la primera y divertida secuencia. (Ernesto en Film Affinity)
Lo sorprendente es observar cómo hace setenta años, el periodismo adolecía de los mismos problemas que ahora sufre en sus entrañas. Así, lo que parece tan novedoso o a lo mejor cotidiano es más bien un hábito ya sembado y enraizado en tan largo tiempo. Eso es lo que nos muestra La reina de Nueva York (Nothing Sacred, 1937), unos periodistas corrompidos por la sed de éxito periodístico a costa de explotar las historias más crueles; unos protagonistas de la noticia que buscan la fama cueste lo que cueste; y por último (y mal que nos pese), un público interesado por el lado más vomitivo de la naturaleza humana. (Las noches americanas)
Inteligente sátira de costumbres que se sustenta en un agudo guión y en una construcción tan robusta como incisiva. La campaña periodística creada en torno a una mujer que supuestamente debe morir por haber estado expuesta a unas radiaciones letales, da pie a una serie de situaciones realmente felices. En 1954, Dean Martin y Jerry Lewis tomarían los papeles de March y Lombard en una nueva versión dirigida por Norman Taurog: "Viviendo su vida". (Fotogramas)
Desde 1965 el film es de dominio público en Estados Unidos.
Película estrenada en España en noviembre de 1946.
Título español: La reina de Nueva York.
Reparto: Carole Lombard, Fredric March, Charles Winninger, Walter Connolly.