Un barón siciliano (Mastroianni), casado desde hace doce años, se enamora locamente de su sobrina Angela (Stefania Sandrelli), una muchacha de dieciséis. Cuando comprueba que su amor es correspondido, empieza a pensar en el método más seguro para deshacerse de su mujer (Daniela Rocca): hace todo lo posible para inducirla a la infidelidad con el fin de matarla. Las leyes italianas de la época castigaban los llamados "delitos de honor" con penas mínimas. Como su mujer es decente, el plan no funciona hasta que regresa al pueblo Carmelino, un antiguo admirador suyo.
Un genial Mastroianni enamorado de su prima descubre que, según la legislación italiana, la mejor manera de quitarse de encima a su mujer no es el divorcio... Divertidísima película de gran éxito internacional que obtuvo el Oscar al mejor guión original, además de dos nominaciones para Mastroianni y Pietro Germi. Un gran divertimento que desparrama ingenio, esconde no poca mala leche y se erige, desde su estreno, como una obra clave de la "comedia a la italiana". (Pablo Kurt)
"Un lujo del cine italiano (...) Rebosante de ingenio". (Fernando Morales: Diario El País)
"Desternillante galimatías con parada y fonda en la más abrasiva de las irreverencias. Todo tan cómico, tan real". ( Luis Martínez: Diario El País)
La película es una comedia dramática con elementos de comedia negra, crítica de costumbres y sátira social. La narración se desarrolla en términos de farsa amarga, iconoclasta y dolorosa. El autor construye el relato con insatisfacción, frustración, irritación y enfado. Las situaciones, las relaciones y los diálogos, divertidos e hilarantes, se basan en un humor de tintes negros, patéticos, sombríos y absurdos. La crítica se focaliza en la inexistencia del divorcio, las disfunciones que crea, los problemas que provoca y los males mayores que genera. (...) La crítica se extiende a la implicación del clero en la política, la propaganda desde el púlpito a favor de un partido, (...) el desprestigio social del marido burlado y abandonado por la mujer, la extensión de su infamia a los familiares, la presión y el apoyo social a la venganza sangrienta por honor. Se critica el pomposo machismo italiano, el discurso aparatoso y rimbombante del abogado, los prejuicios sociales. Desacraliza la aristocracia (ociosa y arruinada), el prestigio del médico del pueblo (aficionado al comadreo), el Código penal, la moral pública, el matrimonio, etc. (Miquel en Film Affinity)
A modo de curiosidad, el filme inserta un fragmento de La dolce vita, justamente la secuencia en que Mastroianni se baña en la Fontana de Trevi con Anita Ekberg. Todo un guiño al público o “Cine dentro del cine”, ya que el propio Ferdinando-Mastroianni asiste al cine como espectador de sí mismo. Naturalmente, aquella proyección sirve para hacerse eco d todo el escándalo que el filme había suscistado en Italia. (Miguel Angel Barroso)
El tema del adulterio tratado en clave de inteligente humor, hace de esta película un clásico de la comedia sarcástica de todos los tiempos, apta para todas las épocas. Marcello Mastroianni borda su papel en una de las mejores comedias de la historia que mezcla el humor más divertido con la sátira más auténtica. (Sonia Gracia en Sospechosos cinéfagos)
El filme lanzó al estrellato internacional a Mastroianni. Su título dio nombre a la llamada “comedia a la italiana”, de los años 60. El plano final, rebosante de ironía, indica que la historia no termina ni sigue: vuelve a empezar. (Claqueta)
Película estrenada en España en diciembre de 1966.
Título español: Divorcio a la italiana.
Reparto: Marcello Mastroianni, Daniela Rocca, Stefania Sandrelli, Leopoldo Trieste, Odoardo Spadaro.
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