Misterioso asesinato en Manhattan (Manhattan Murder Mystery, 1993). Woody Allen
Carol Lipton (Diane Keaton), una aburrida ama de casa de Manhattan, empieza a sospechar que su vecino Paul House (Jerry Adler) ha asesinado a su mujer. Su marido (Woody Allen) la tacha de paranoica y trata de quitarle de la cabeza esa descabellada idea, pero Carol se empeña en investigar y empieza a seguir a su vecino con la ayuda de su amigo Ted (Alan Alda), que siempre se ha sentido atraído por ella. Larry, espoleado por los celos y por una seductora escritora (Anjelica Huston), también interesada en el caso, se une de mala gana a la investigación.
Apasionado por las "películas de misterio" con que
se solazó en su adolescencia, Allen consigue una cinéfila pero muy personal
"murder mystery", en la que homenajea las películas protagonizadas
por Nick Charles y Nora (inolvidables William Powell y Myrna Loy), cita al
Billy Wilder de "Perdición", recuerda al Hitchcock de "La
ventana indiscreta" y -como deslumbrante epílogo-se permite un
notabilísimo ejercicio de cine dentro del cine, utilizando la legendaria
secuencia de los espejos filmada por Orson Welles en "La dama de
Shanghai". A pesar de la congoja personal, o precisamente gracias a ella,
Woody Allen nos obsequia con una pequeña obra maestra. (Lluís Bonet Mojica en
La Vanguardia del 15 de abril de 1994)
Aquí, Woody Allen parece alejarse de la parte más seria de
sus últimas películas (desde “Septiembre” y, sobre todo, “Otra mujer”), pero evidentemente
es sólo una impresión: se vale de la risa, incluso de la carcajada, para colar
su habitual filosofia sobre el amor y el paso del tiempo, el aburrimiento y el
paso del tiempo, la infidelidad y el paso del tiempo, y los pesados por los que
no pasa el tiempo. El verdadero misterio es que, siendo tan serio, ¿por qué o
de qué se ríe uno tanto? (E. Rodríguez Marchante en ABC del 20 de abril de
1994)
En el estricto terreno de la comedia, Misterioso asesinato en Manhattan es una película fresca, divertida y dotada de ingeniosos diálogos. En el del thriller, el enigma está bien planteado e ingeniosamente resuelto. Pero Allen, identificado una vez más con el camaleónico Zelig, consigue algo más que una simple reproducción literal de los principales recursos dramáticos que rigen ambos géneros. Su confrontación los enriquece mutuamente -¿dónde termina el equívoco de la comedia y comienza el enigma del thriller?- y, al mismo tiempo, ofrece una transparencia que revela los entresijos de su estructura y los engranajes que los articulan. (Esteve Riambau en Dirigido por nº 220 de enero de 1994)
Una brillante comedia de intriga, en la que Woody Allen remedó con notable ingenio una serie de arquetipos hitchcockianos con "La ventana indiscreta" a la cabeza. Como si fuera un regreso a sus orígenes, volvió a contar con el guionista Marshall Brickman (con quien no colaboraba desde "Manhattan") y con la presencia de Diane Keaton. El resultado viene a establecer un puente entre las concepciones de sus primeras obras y la madurez de su mundo personal. (Fotogramas)
Con brillantes e ingeniosos diálogos, personajes llenos de fobias e histerias, impresionantes vistas de la ciudad y referencias a 'La ventana indiscreta', este filme es un delicioso entretenimiento que no defraudará a los fans de Allen. (Pilar Cuesta en Sensacine)
Woody Allen rara vez es un gran atractivo comercial, y aún está por verse si sus andanzas fuera de la pantalla aumentarán su recaudación en taquilla, pero Manhattan Murder Mystery puede ser su película más accesible desde Hannah and Her Sisters. Esta película sigue siendo puro Allen, pero el humor es de amplio espectro y la "peculiaridad" que a menudo se asocia con el director se mantiene al mínimo. Francamente, ya hacía años que no disfrutaba tanto con una obra trabajo de Woody Allen. (James Berardinelli en Reel Views)
El bienvenido regreso de Woody Allen al entretenimiento tradicional, después de 15 años de esforzarse haciendo películas dentro del cine independiente, coincidió felizmente con el regreso de Diane Keaton como su protagonista femenina y ella hábilmente se hace con la película. (Jonathan Rosenbaum)
Los fanáticos de Allen se divertirán mucho explorando la película en busca de información privilegiada. ¿Son los fragmentos de La dama de Shanghai y Perdición de Billy Wilder —películas en las que mujeres peligrosas planean la caída de un hombre— una indirecta astuta a Mia Farrow? Es mejor ver Manhattan Murder Mystery por lo que es: Annie Hall interpretada en un tono menor por un cineasta que ve la comedia, la tragedia y la fugacidad del amor y no puede dejar de jugar el juego. La disposición de Allen a dejar de lado la risa en favor del sentimiento puede costarle caro en taquilla, pero en esta época de infierno privado y desprecio público, este film le ayudará a soportarlo. (Peter Travers en Rolling Stone)
Aunque Manhattan Murder Mystery lucha contra sus propios artificios, logra una gracia suave y nostálgica y un toque de sabiduría espontánea. Quienes aprecian la larga y audaz continuidad de la obra de Allen se alegrarán de verlo simplemente seguir adelante. (Janet Maslin en The New York Times)
Prestando a sus personajes el papel de guionistas de una grotesca y descomunal historia de detectives, llegando incluso a ponerles la ropa de directores para desenmascarar a un cómplice, Woody olvida sus preocupaciones firmando una declaración de amor, una más – a Nueva York, a Diane Keaton, al cine. Nunca nos cansamos de ello. (Fabien Reyre en Critikat)
Lejos de sus experimentos formales (Sombras y niebla) y de sus dramas bergmanianos (Interiores), Woody Allen se ofrece una pequeña recreación con Misterioso asesinato en Manhattan, cumpliendo uno de sus deseos: un thriller. Sin embargo, su largometraje es, en última instancia, más una comedia policial ligera que un thriller oscuro. (Frédéric de Vençay en À voir, à lire)
Totalmente ligera, Misterioso asesinato en Manhattan es sin embargo una de las películas más memorables de Woody Allen, sin duda porque proporciona una alegría constantemente renovada con cada visionado. (Thomas Messias en Écranlarge)
Película estrenada en España el 15 de abril de 1994.
Reparto: Diane Keaton, Woody Allen, Alan Alda, Anjelica Huston, Jerry Adler, Lynn Cohen, Joy Behar.
Referencias cinéfilas a grandes clásicos y muchas escenas divertidas.
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