Hollywood, años 60. La estrella de un western televisivo, Rick Dalton (DiCaprio), intenta amoldarse a los cambios del medio al mismo tiempo que su doble (Pitt). La vida de Dalton está ligada completamente a Hollywood, y es vecino de la joven y prometedora actriz y modelo Sharon Tate (Robbie) que acaba de casarse con el prestigioso director Roman Polanski.
Una historia tradicional de amistad viril, casi westerniana: DiCaprio y Pitt cabalgando juntos sobre cuatro ruedas en un paisaje fílmico que es idiosincrásicamente hollywoodiense e intrínseca, torrencialmente tarantiniano. Amor enfebrecido por las imágenes (puras, clásicas, sin infección digital), humor de diversa graduación, violencia feroz, rock a granel, ritmo vigoroso pero nunca acelerado y digresiones de toda índole: los diálogos entre DiCaprio y una niña que participa en un episodio de su serie, Sharon Tate contemplándose luminosa en una proyección pública de La mansión de los siete placeres o la jocosa pelea entre Pitt y Bruce Lee son algunas de esas escenas que marcan a fuego la filmografía de un gigante. Sales de ver Érase una vez en... Hollywood rebosante de felicidad y lamentando únicamente una cosa: que no dure una hora más. No hay elogio mayor. (Jordi Batlle Caminal en La Vanguardia del 15 de agosto de 2019)
La película es radiante, chisposa (el momento Bruce Lee), pero también sórdida y maléfica (la visita al rancho Spahn, de Manson), y musical, potente, divertida y violenta, y contiene uno de esos giros postales al pasado, o a «lo pasado», que revientan de ingenio, músculo creativo y desvergüenza, pero en el mejor sentido de la palabra, de la intención. Ojalá la realidad, la vida, tuviera un demiurgo como lo tiene esta fascinante y fascinada película. (Oti Rodríguez Marchante en ABC del 16 de agosto de 2019)
Si en Los odiosos ocho (2015) uno podía tener la impresión de que Tarantino se embriagaba en exceso con la sonoridad envolvente de sus alambicados diálogos, aquí emerge otro cineasta (que es el mismo, pero más maduro y depurado, sin perder un ápice de su voluntad de juego). Confiarlo todo a la imagen, mirada, silencio y gesto como en la escena de Sharon Tate en el cine demuestra una contundente firmeza en este nuevo registro, en el que también se introduce una luminosa iconoclastia (el tratamiento de Bruce Lee) y se afina un sentido lúdico de la narración que logra cimas como la del encadenado de flashbacks mientras un personaje arregla una antena de televisión. Auténtico trabajo de amor (cinéfilo), Érase una vez… en Hollywood es una obra mayor, inagotable, esplendorosa. (Jordi Costa en El País del 16 de agosto de 2019)
En esta preciosa elegía dedicada a la amistad masculina –entre un Leonardo DiCaprio y un Brad Pitt cuya química supera expectativas– hay pocas secuencias climáticas. No hay muchos cineastas que sepan definir a un personaje mientras lo filman conduciendo o dando de comer al perro, sin otro objetivo que pasar un rato con él, y acompañarlo antes de que protagonice una set piece diseñada con el metrónomo en la mano. No hay, tampoco, muchas películas en las que uno se quedaría a vivir, por mucho que la familia Manson estuviera merodeando por los alrededores. Y esta es una de ellas. (Sergi Sánchez en Fotogramas)
En Cannes salimos todos de la sala dando tumbos, balbuceando, sin saber bien a qué aferrarnos. Había quien la odiaba. Había quien decía que era un Tarantino menor. Había quien no la había entendido. Había quien lleva su tristeza por mochila. Había quien había disfrutado en parte, o mejor dicho, por partes. Y luego estábamos los que lo habíamos pasado como si fuera una de las mejores orgías cinéfilas nunca vistas. Probablemente dicho entusiasmo madure y se asiente en un segundo revisionado pasado el huracán cannoise (algo habitual). Pero, hoy por hoy, déjenme decirles que ésta película es una absoluta obra maestra. (Alejandro G. Calvo en Sensacine)
Emocionantemente desenfrenada pero sólidamente elaborada, Érase una vez en Hollywood modera los impulsos provocativos de Tarantino con la claridad de la visión de un cineasta maduro. (Rotten Tomatoes)
Un paseo lento e indulgente por un pasado gloriosamente recreado, plácidamente hipnotizado por su propia nostalgia luminosa y de ritmo majestuoso. (Adam Nayman en Sight and Sound)
Como cabría esperar de las películas anteriores de Tarantino, ésta es violenta y tierna, además de terriblemente divertida. Sin embargo, este virtuoso ejemplo de narración también ofrece una intrincada reflexión sobre la omnipresencia de la violencia en la cultura popular. (Joe Morgenstern en Wall Street Journal)
Tarantino es un omnívoro de la cultura popular; no tiene necesidad de probarlo de nuevo. Esta película revela ambición pero se ahoga en el exceso. Érase una vez... en Hollywood es sólo un elaborado relleno de tiempo. (Leonard Maltin)
Tarantino ha creado una oda elegíaca a una época que solo ha experimentado a través de libros y películas. (Brian Tallerico en RogerEbert.com)
La fantasía estelar de Tarantino vincula la violencia de Hollywood y la época de Manson en el mejor y más explosivo cine que hemos visto en todo el año. Puedes sentir el loco amor de Tarantino por las películas en todo su deslumbramiento irrespetuoso y su arte subversivo en cada toma. (Peter Travers en Rolling Stone)
Un film que se encuentra en la extrema madurez del trabajo de Tarantino, combinando su narración irónica con un arte cinematográfico exquisito y actuaciones demoledoras de Brad Pitt y Leonardo DiCaprio. (Dave Calhoun en Time Out)
Que Tarantino se imagine a sus nerds molones salvando su mundo de fantasía, bien, pero que aparezca como el salvador del cine americano cuando cada vez tiene menos que decir, nos deja más que perplejos. (Joachim Lepastier en Cahiers du Cinéma)
No es la gran obra testamentaria que su título presagiaba, sino una película desigual, ligera, melancólica y a veces intensamente disfrutable. (Yann Tobin en Positif)
Una oda a Los Ángeles recreada en su esplendor vintage con infinito amor, sin recurrir a trucos digitales, salpicada de letreros y luces de neón en las fachadas de restaurantes y cines no necesariamente míticos [...], que Tarantino se complace en ver encenderse al anochecer, como tantos restos arqueológicos de esta ciudad que nació de la nada en un trozo de desierto poco después del final de la fiebre del oro. (Clélia Cohen en Libération)
Por eso, cuando las puertas de la villa se abren al amanecer, no debe haber revisionismo, ni consuelo, sólo la dolorosa evocación de lo que no es, de lo que ya no es, de lo que no fue. Una elegía. El sueño de una noche de verano, que deja un rastro de tristes arrepentimientos en el momento en que te despiertas. No, de verdad, no es un Tarantino como los demás. Y no, no estamos aquí para reírnos. (Guillaume Bonnet en Premiére)
Película estrenada en España el 15 de agosto de 2019.
Reparto: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Kurt Russell, Dakota Fanning, Damon Herriman.