Arizona, año 1881. Sam Varner (Gregory Peck), un veterano explorador del ejército recién retirado, ayuda a una mujer blanca, Sarah Carver (Eva Marie Saint), y a su hijo mestizo a volver a casa, después de haber sido encontrados en un cuartel del ejército entre los prisioneros indios de un campamento apache. En su viaje, se cruzarán con Salvaje, un apache que busca venganza desatando su ira sobre los habitantes de la región.
«Western» con todas las características y tópicos del género, pero con un asunto demasiado minúsculo para dar de sí toda la acción que exige una película de dimensión normal. Esto ha obligado a Robert Mulligan, un realizador de variados y múltiples recursos, a «estirar» la trama y rellenarla con una serie de secuencias que resultan demasiado repetidas para que puedan ser interesantes.(...) La historia está relatada muy minuciosamente —tal vez demasiado—y ambientada con el rigor artístico que caracteriza toda la obra de Mulligan, verdadero maestro del cine de Hollywood, pero incurre en los recursos más sobados y reiterados, sin que en ningún momento veamos asomar la genialidad de otras películas de este cineísta. (A. Martínez Tomás en La Vanguardia del 16 de agosto de 1969)
Aunque La noche de los gigantes es un wéstern insólito —su última media hora de metraje, despojada de progresión narrativa, linda con los códigos del género fantástico—, define como pocos la esencia del cine del Oeste. Su autor, Robert Mulligan, apenas merece una nota a pie de página en las enciclopedias pese a ser el director de maravillas como El otro y Matar a un ruiseñor. Es su mirada la que crea un relato alucinado y espectral en torno a unos personajes movidos por el azar: un guía, la mujer blanca a la que protege, su hijo y un jefe indio. (Miguel Ángel Palomo en El País)
Extraño western que se apoya en la creación de una atmósfera enrarecida y obsesiva. Se estructura en una inacabable persecución cuyo contrapunto son una serie de elementos de estricto suspense. Pese a su interés, la construcción no es demasiado compacta, lo que provoca que ocasionalmente haga aparición el fantasma de la incongruencia, ocasionando innecesarias fisuras en la solidez del conjunto. (Fotogramas)
Un primer intento bien hecho pero cauteloso de un western revisionista que parece más un boceto de una historia más grandiosa y sombría que director y productor no estaban listos para contar. (Christopher Lloyd)
Robert Mulligan fue el único cineasta estadounidense que se adentró en un territorio tan dolorosamente irritante y terriblemente burgués, y salió con una película realmente genial. (Kent Jones)
The Stalking Moon es una película en la que (con disculpas a Aristóteles) la suma de sus partes es mayor que el todo, ya que algunas secuencias notables no son suficientes para rescatar la película en general. (Matt Brunson)
Película estrenada en Barcelona en el cine Comedia el 13 de agosto de 1969 y en Madrid en los cines Rialto y Fantasio el 9 de febrero de 1970.
Reparto: Gregory Peck, Eva Marie Saint, Robert Forster, Noland Clay, Frank Silvera, Henry Beckman.
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