viernes, 21 de diciembre de 2018

La garra escarlata (Sherlock Holmes and the Scarlet Claw, 1944). Roy William Neill


En una aldea canadiense existe una antigua leyenda sobre un fantasma que, al parecer, años atrás mató a tres vecinos. Los aldeanos temen que el mostruo vuelva, ya que se han visto extrañas formas luminosas y, además, se han encontrado algunas ovejas brutalmente degolladas. Mientras tanto, Sherlock Holmes y el doctor Watson asisten en Quebec a una reunión de la Real Sociedad Canadiense de las Ciencias Ocultas, donde discuten con Lord Penrose sobre la vieja leyenda aldeana. Lord Penrose, tras conocer la noticia de la muerte de su mujer, recibe una carta escrita por la difunta poco antes de morir, suplicando ayuda. Cuando Holmes va a la aldea para investigar el caso, en seguida comprende que el asesino que busca es un maestro en el arte del disfraz.

Excelente aventura de Sherlock Holmes. El misterio en realidad te atrae y tiene preguntas para ser respondidas. A diferencia de la mayoría de los misterios de hoy, la película no está desesperada por sorprenderte con algún motivo ridículo / confuso. Es posible averiguar quién lo hizo, pero eso es parte de la diversión trabajando con Holmes. La dirección de arte es excelente, creando escenas góticas en las calles y en los pantanos. La química de Rathbone y Bruce también funciona bien, con Rathbone como un Holmes bastante pomposo pero también impresionante, y Bruce a veces cómico pero que sigue siendo útil como Watson. Se concentra en el misterio y deja bien caracterizados a los personajes. En poco más de una hora es un fantástico "¿Quién lo hizo?" (Luke Baldock)

Para su novena investigación después de un episodio bastante suave ("La perla de la muerte"), Sherlock Holmes (Basil Rathbone) y el Dr. Watson (Nigel Bruce) se enfrentan a un misterio más nebuloso y un entorno turbio que no deja de recordar "El perro de Baskerville" o, en menor medida, "La casa del miedo". Así encontramos las marismas embrujadas, los sonidos de una campana que resuenan en la noche, los habitantes silenciosos escondiendo un secreto o una ciudad con el nombre evocador (Morte Rouge). ¡Incluso tenemos derecho a un fantasma fosforescente que vaga por los pantanos! Una atmósfera bastante poco tranquilizadora y que casa bien con el detective. La trama, mientras tanto, presenta bases interesantes (y especialmente renovadas) ya que este valiente Holmes parece, por una vez, mucho menos cómodo y llega a dudar de sí mismo ... lo que dura, sin embargo, un instante antes de que la lógica holmesiana recupere sus derechos. También estamos sorprendidos por el tono más oscuro de esta película, donde las muertes violentas se suceden, incluidos los personajes principales. La intriga, bien complicada, incluso reserva un giro sorprendente aunque sea fácil encontrar la identidad del asesino. La película puede, finalmente, confiar en buenos papeles secundarios como ambiguo viudo que interpreta Paul Cavanagh y el entrometido Gerald Hammer. Esta novena investigación es, por lo tanto, un verdadero éxito y, sin duda, una de las mejores películas de la serie. (Dougray en Allocine)

Un fenomenal producto de entretenimiento protagonizado por una de las más acertadas encarnaciones de la más célebre pareja de detectives de la literatura, que contiene acción, una fina ironía, misterio, secretos y muchísimo ingenio, contado en un prodigio de economía narrativa y con una eficacia muy difícil de igualar. Una gozada. (39 escalones)

El film de Neill fue el primero que vio un niño llamado Víctor Erice, en el cine Kursaal de San Sebastián. A partir de ese recuerdo, el director vizcaíno, a quien tanto echamos de menos, realizó un pequeño y precioso film (La Morte Rouge) que, con ayuda de imágenes de archivo, versa sobre la memoria, la infancia, la pasión por el cine y la relación entre ficción y realidad, que a los ojos de un pequeño espectador se mezclan hasta llegar a confundirse. Temas recurrentes en la, por desgracia, demasiado breve filmografía de Erice y que ya estaban presentes en El espíritu de la colmena (1973) y en El sur (1983), aquellas dos obras maestras que colocaron nuestro cine en los altares. (Cosas que hemos visto)

Los últimos títulos de la serie basada en el personaje de Arthur Conan Doyle entraron en una tónica abiertamente fantástica. En esta ocasión se revisitó libremente el espíritu de "El perro de Baskerville", aunque ambientando la acción en Canadá. El resultado es una intriga articulada a través de una atmósfera inquietante y llena de reminiscencias fantasmagóricas, manufacturada con indudable pericia. (Fotogramas)

Película estrenada en España en febrero de 1946.

Reparto: Basil Rathbone, Nigel Bruce, Kay Harding, Gerald Hamer, Paul Cavanagh, Arthur Hohl, Miles Mander.


viernes, 14 de diciembre de 2018

Reencontrar el amor (Une rencontre, 2014). Lisa Azuelos


Tras quince años de matrimonio, Pierre es feliz con su mujer y sus hijos. Una noche conoce a Elsa, una chica atractiva y divertida, pero que tiene una regla de oro no liarse con hombres casados. Pierre, por su parte, no desea traicionar a su mujer. Dos semanas después, se encuentran de nuevo y vuelven a sentirse fuertemente atraídos.

Sophie Marceau y François Cluzet consiguen insuflar un hálito nuevo a la vieja historia del nacimiento del deseo, en este caso, entre un cincuentón y una cuarentona; lejos de espasmos juveniles, su edad y condición social les hace andar con cuidado, lo que carga sus encuentros de más suspense erótico. Una lección esta de la contención que Wong kar-wai explicó como nadie en «Deseando amar», de la que esta película ofrece una modesta variante a la française. (Antonio Weinrichter en ABC del 1 de agosto de 2014).

Azuelos (...) se sitúa a ambos lados de la cámara. Pero siempre muy consciente -en su doble faceta- de que el brillo interpretativo de esta función en torno a la incertidumbre que siempre suele truncar los idilios fuera de la norma, recae en el formidable dúo integrado por Cluzet y Marceau.
Comedia con ciertos toques conservadores, pero cautivadora gracias a sus intérpretes. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia de 8 de agosto de 2014).

"Se ve con múltiple interés a pesar de los desperfectos formales (...) la directora y guionista sabe cuándo mantener el silencio y las miradas en las secuencias clave, y, lo mejor, acaba con un epílogo fantástico" (Javier Ocaña: Diario El País)

En Reencontrar el amor Azuelos se arrima al género musical y por momentos el vaivén seductor de los protagonistas llena la pantalla: el primer encuentro, el brillo en la mirada, las fantasías y las frustraciones, todas esas fases del enamoramiento son sólo el engranaje de esta particular balada pop cinematográfica. Del mismo modo, la cineasta no teme subrayar al máximo miradas, roces, suspiros y besos que se transforman en estrellas fugaces: lo que para unos puede ser un exceso de azúcar (con razón), otros verán la imagen perfecta del hecho romántico. Sea como fuere, a retórica hiperbólica casi nadie puede ganarle a la francesa. Otra cosa es que con su insistencia por las historias y los desengaños de los ricos del primer mundo nos descubra cómo es el mecanismo que regula nuestras relaciones. (Paula Arantzazu Ruiz en Sensacine)

Comedia romántica burguesa realizada de cabo a rabo como un gigantesco anuncio de perfume de lujo. Aburrimiento infinito garantizado. (Isabelle Regnier en Le Monde)

El guión podría ser de Marc Levy, la imagen giratoria haría pasar a Claude Lelouch por Alain Resnais, y la pareja protagonista parece actuar en un anuncio de perfume. (Jérôme Garcin en Le Nouvel Observateur)

Un hombre y una mujer se encuentran, se divierten. Él está casado. En lugar de una historia banal de adulterio, Lisa Azuelos ha construido una película original, donde la fantasía discute con la realidad. La fuerza de la película (muy breve) es alternar grandes impulsos de romanticismo, escenas perturbadoras de sensualidad con picos de autoironía. Y sus actores, dos activos clave, la convierten en un encuentro inolvidable. (Sophie Benamon en Studio Ciné Live)

Film inteligente con un guión muy bien escrito en el que se cuelan gotas del conservadurismo dominante en la sociedad contemporánea. (...) Lisa Azuelos, hija de Marie Laforêt, ha encontrado en una espléndida Sophie Marceau y un adorable François Cluzet, la pareja perfecta para este film, reservándose para sí el más desagradecido papel de Anne.(Nuria Vidal en Fotogramas)

Película estrenada en España el 1 de agosto de 2014.

Reparto: Sophie Marceau, François Cluzet, Lisa Azuelos, Alexandre Astier, Arthur Benzaquen.



martes, 4 de diciembre de 2018

La alegre divorciada (The Gay Divorcee, 1934). Mark Sandrich


Musical de la RKO que tuvo un gran éxito de público, además de ser nominada al Oscar a la mejor película. Guy Holden, un célebre bailarín americano, está de viaje por Europa en compañía de su amigo y abogado Egbert. Camino de Inglaterra, un incidente en la aduana francesa le hace conocer a Mimi Glossop, que viaja con su tía. En Londres vuelve a tener un encuentro casual con ella. Guy queda profundamente enamorado de Mimi, sin saber que se trata de una mujer casada, en proceso de divorcio, cuyos trámites está llevando el propio Egbert. Guy, Egbert, Mimi y su tía volverán a coincidir en un hotel de la costa en el que se van a producir una serie de equívocos.

 El crítico del New York Times, Andre Sennwald (16 de noviembre de 1934) dijo sobre la película: "Al igual que la despreocupada pareja de Rogers y Astaire, La alegre divorciada es alegre en su estado de ánimo e inteligente en su enfoque. Para humor secundario, están Alice Brady como la tía habladora; Edward Everett Horton como el confuso abogado ... y Erik Rhodes ... como el falso amante excitable, quien se enorgullece de su habilidad y se opone a la interferencia externa. "Todos ellos, más el Continental, ayudan a hacer que la nueva película sea la fuente de una buena cantidad de inocente alegría".

Un aspecto interesantísimo de este film: su presentación, resuelta con elegancia y lujo, pero sin barroquismos. Se pasa de la acción estricta a sus escenas coreográficas con naturalidad, con ingeniosa naturalidad. Ahí está la danza “Continental”, magnífica en cuanto a su ejecución, a la que se llega sin violencias, sin que la acción pierda unidad ni intensidad. (Alberto Gracián en La Vanguardia del 5 de octubre de 1935)

Mark Sandrich (…), un realizador excepcional, tan consciente, que supedita todos los factores del éxito al exclusivo lucimiento de la imagen y elimina todo aquello que, por tener su peculiar medio expresión en otras manifestaciones artísticas, resulta extraño para la cámara. (…)
Escenario, montaje, fotografía, diálogo, todo medido, todo preciso, sigue un ritmo de danza, ritmo que no falta nunca, porque la música, aunque no siempre la perciba el espectador, está siempre en el celuloide, para convertirse en visualidad, de maravilla, al llegar a la pantalla. (Antonio Barbero en ABC del 11 de octubre de 1935).

Bastante divertida, en especial gracias al personaje secundario interpretado por un espléndido Erik Rhodes, la película “The Gay Divorcee” está dirigida con admirable funcionalidad por Mark Sandrich (asiduo colaborador de Astaire y Rogers en otras maravillas RKO como “Sombrero De Copa” o “Sigamos La Flota”) y es un ligero y muy disfrutable espectáculo cómico-musical. (AlohaCriticón)

Sin duda la ejecución del Night and Day de Porter se eleva como un tótem sublime de la historia del cine. Su puesta en escena es sencillamente impecable, rodada en grúa en un único escenario que parece más grande de lo que es gracias a los movimientos de cámara lentos pero seguros de Sandrich. Pocos cortes y mucha secuencia que demuestra las horas de ensayo y trabajo para una conclusión de matrícula de honor en la que no se atisban fallos de sincronización. (Cine maldito)

Uno de los musicales más celebrados de la popular pareja que formaron Fred Astaire y Ginger Rogers, con una consistencia superior a otros vehículos suyos. Con coreografía de Dave Gould y canciones de Cole Porter, contiene momentos musicales tan conocidos como "Noche y día" o "El continental". Estos alicientes para los aficionados al género se completan con una estructura tan elemental como eficaz. (Fotogramas)

Reparto: Fred Astaire, Ginger Rogers, Alice Brady, Edward Everett Horton, Erik Rhodes, Eric Blore, Betty Grable.

Película estrenada en España el 4 de octubre de 1935 (Cine Astoria, Barcelona; Cine Avenida, Madrid)