Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los soldados supervivientes, algunos con taras físicas, regresan a los Estados Unidos. Aunque al principio se les trata como héroes, poco tiempo después comienzan a verse marginados.
Epopeya doméstica realizada en 1946 sobre tres veteranos de la Segunda Guerra Mundial que vuelven a la vida civil, de 172 minutos de duración y ganadora de nueve Oscars, que no es considerada moderna hoy día. Su director, William Wyler, y su fuente literaria, la novela Glory for me de MacKinlay Kantor (adaptada por Robert Sherwood), están lejos de estar de moda. El veterano auténtico del reparto, Harold Russell, que perdió sus manos en la guerra, ha ocasionado reflexiones indignadas del crítico Robert Warshow sobre la masculinidad retada e incluso chistes morbosos del humorista Terry Southern. Pero yo considero este film como la mejor película americana que he visto sobre el retorno de los soldados, la más emocionante y la más profundamente sentida. Es un testimonio de su época y sus coetáneos como pocas otras películas de Hollywood y la fotografía con profundidad de campo de Gregg Toland es una de las mejores que hizo. El resto del reparto está a la misma altura. (Jonathan Rosenbaum)
Vista más de seis décadas después, la película se muestra sorprendentemente moderna: limpia, directa, honesta sobre cuestiones que Hollywood luego evitó cuidadosamente. Después de los años de guerra con patriotismo y heroísmo en las películas, este film era una mirada sobria a los problemas a los que los veteranos hacían frente al volver a casa. La película no se esfuerza en pintar a estos hombres como extraordinarios. Sus vidas, caracteres y perspectivas son más o menos mediocres y Wyler no inyecta dramatismo superfluo. Por esto la película es tan efectiva y quizá no parece tan vieja como algunos dramas de 1946. Wyler utilizó unos notables efectos visuales para ilustrar algunos de sus aspectos. Trabajó con el gran director de fotografía Gregg Toland, conocido por su fotografía con profundidad de campo en films como Ciudadano Kane. Con frecuencia Wyler utiliza la profundidad de campo en lugar de cortar, de manera que el significado de una escena pueda revelarse a nosotros, en lugar de ser subrayada con primeros planos. Véase una escena en el bar de Butch en que Homer muestra orgullosamente cómo Butch (Hoagy Carmichael) le ha enseñado a tocar el piano con sus garfios. Al y Fred miran, y luego Fred va a la cabina de teléfonos al fondo de la escena para hacer una llamada crucial. La cámara no se mueve, pero nuestros ojos siguen el movimiento de Fred hasta la cabina y nos concentramos en la decisión que está tomando. (Roger Ebert)
La película muestra la alegría, la preocupación y los temores de los tres veteranos en su regreso tras una prolongada ausencia. El esfuerzo de guerra no les ayuda a tener una acogida adecuada, les dificulta la reinserción laboral, les impulsa a buscar falsos refugios y les obliga a asumir en solitario la tarea de readaptación, en un ambiente ambivalente y ambiguo, de homenajes, celebraciones, reproches, desprecios y angustias. Se describe con emoción la vida diaria y doméstica en una ciudad media americana, con el bar para la conversación, conflictos familiares, desavenencias conyugales, reproches tendenciosos sobre la guerra, etc. Las diferencias de clase por razones económicas hacen emerger prejuicios, que afectan a las relaciones entre los tres amigos. Son escenas memorables la vista aérea del cementerio de aviones, la demostración desgarradora de Homer a Wilma (Cathy O'Donnell) de sus limitaciones, el paseo de Fred por el aparcamiento de aviones a desguazar y otras. (Miquel en Film Affinity)
"Un
clásico del cine (...) Excelente dirección e interpretaciones para un
drama tan sencillo como emotivo." (Fernando Morales: Diario El País)
Memorable melodrama que inauguraba un tema emblemático en el cine norteamericano de los siguientes años: las cicatrices dejadas por la reciente guerra a través de la difícil reinserción civil de los combatientes. Oscilando entre el tono negro y el mensaje esperanzado, la narración se articula con tanta habilidad como emotividad a partir de cuatro personajes y sus circunstancias. (Fotogramas)
Película estrenada en España el 11 de diciembre de 1947.
Título español: Los mejores años de nuestra vida.
Reparto: Dana Andrews, Fredric March, Myrna Loy, Harold Russell, Teresa Wright, Virginia Mayo, Cathy O'Donnell, Hoagy Carmichael.
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