La película comienza con la misma famosa frase que abre la novela de Daphne du Maurier: «Anoche soñé que había vuelto a Manderley» («Last night I dreamt I went to Manderley again»), mientras se muestran las ruinas de una gran mansión.
La frase la pronuncia la segunda esposa del aristócrata inglés Maximilian De Winter (Laurence Olivier), personaje que interpreta Joan Fontaine y al que, tanto en el libro como en la película, no se nombra.
Maximilian De Winter ha perdido a su esposa, Rebeca De Winter, dada por muerta y desaparecida en la costa. Va a Montecarlo con el ánimo de sobreponerse a lo sucedido. Allí conoce a una joven, empleada por una señora, Mrs. Van Hopper, como dama de compañía. Ambos se enamoran y se casan rápidamente.
Cuando se instalan en Manderley, la mansión de Maxim en Cornualles, al sureste de Inglaterra, la joven esposa empieza a darse cuenta de que la sombra de la anterior señora De Winter sigue presente en la casa, en su ama de llaves, Mrs. Danvers (Judith Anderson), y también en los pensamientos de su marido.
"Un prodigio de tensión narrativa y una colección de imágenes turbadoras, mágicas, que logran que el espectador sienta de manera palpable la presencia de un personajes siempre ausente. Una maravilla." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País
El film es un thriller psicológico con componentes de drama, romance,
misterio e intriga policíaca. El relato, muy bien narrado, constituye un
prodigio de misterio, tensión e intensidad. Contado en "flashback", un
personaje ausente es el motor de la acción. Los carácteres se presentan
bien construidos y con profundidad, incluso el de secundarios (ama de
llaves y Jack Faver). Los diálogos y las imágenes hacen presente en la
historia un extraño personaje que no aparece nunca, pero mantiene en
vilo la atención de actores y público. Se palpa la presencia insidiosa e
inquietante del mal, el asedio que levanta en torno a la inocencia y la
mella que hace en ella. Hitchcock maneja con habilidad los recursos
visuales, verbales y argumentales que generan inquietud y tensión. Cabe
destacar el uso que hace de un pasado amenazador, de las sospechas que
levanta y de su manifestación a través de actores implicados en la
acción. (Miquel en Film Affinity)
'Rebeca' contiene algunos de sus momentos más poderosos
en ese enfrentamiento entre féminas con el recuerdo de Rebeca como
pesada losa a sus espaldas, y también se perfila como imposible historia
de amor entre Maxim y la nueva señora De Winter, cuya relación parece
un mero reflejo de lo que debió ser convivir con Rebeca, mujer a la que
Maxim admira tanto como desprecia. Sólo admitimos el final de Manderlay,
que termina sus días con un espectacular incendio con la señorita
Danvers como principal víctima, como el final de Rebeca y su recuerdo.
El resto es un deslumbrante juego de apariencias, algo que a Hitchcock
se le daba muy bien —capaz de suplir fallos tan gordos como el supuesto
cadáver de la mujer que Maxim reconoce como su esposa muerta—, puesto
que le encantaba la mentira del cine, convirtiéndose en un gran
mentiroso, el mejor. (Alberto Abuín en Blog de cine)
Manderley, y en concreto, la habitación de Rebeca, supone una presencia
todavía más amenazadora, en la que se percibe este dominio envolvente.
La casa empequeñece a la protagonista, la vuelve insignificante en un
espacio que, pese a la muerte de Rebeca, sigue estando dominado por
ella. La casa está intacta desde que ella murió, igual que la
servidumbre, el perro, o su habitación, que nunca más se ha vuelto a
utilizar y que está tal y como ella la dejó antes de morir; de hecho,
está impoluta, tiene flores, es casi como si tuviese vida, pero cómo si
hubiese permanecido congelada, inalterable al paso del tiempo. Y de
hecho, la casa es un personaje más, pues como la habitación, parece
tener vida propia, e incluso ejercer una influencia perturbadora,
envolvente, agobiante y fantasmagórica sobre la señora de Winter, que se
verá atrapada por el fantasma de su rival, a la que inconscientemente
aspirará a suplantar. (Jacobo Heras en Tendencias literarias y de la vida)
El primer film de Hitchcok en Hollywood fue la adaptación de una novela de Daphne Du Maurier cuyas propuestas inmediatas parecían encaminarse irremisiblemente hacia el más tradicional melodrama. Sin embargo, en una pirueta magistral, supo convertir este material en una inquietante y absorbente intriga, con un sentido de la atmósfera que alcanza dimensiones fantasmagóricas. (Fotogramas)
Película estrenada en España el 10 de diciembre de 1942.
Título español: Rebeca.
Reparto: Laurence Olivier, Joan Fontaine, George Sanders, Judith Anderson, Nigel Bruce, Reginald Denny, C. Aubrey Smith, Leo G. Carroll.
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