lunes, 11 de abril de 2016

Abraham Lincoln (1930). David Wark Griffith



La primera película hablada del maestro D.W. Griffith (1875-1948) hace un repaso a la vida del famoso presidente norteamericano.

Cuesta abajo desde principios de los años 20. D.W. Griffith ve poco a poco declinar su carrera que se detendrá en 1931. Después de haber brillado en el cine mudo, realiza dos films sonoros, el primero de los cuales está consagrado a la vida de Abraham Lincoln. Contrariamente a John Ford poco tiempo después o Spielberg recientemente, Griffith decide abarcar toda la vida de Lincoln, desde su nacimiento en una cabaña del bosque hasta su asesinato en el Teatro Ford de Washington, ya presente en El nacimiento de una nación. Es un biopic bastante clásico en su concepción, que pasa demasido deprisa sobre los primeros aspectos de su vida para concentrarse sobre el lugar que ocupará Ann Rutledge, su primer amor (aunque este punto posiblemente sea exagerado en relación a la realidad según numerosos historiadores), así como sobre sus años de presidencia durante la guerra. Entonces, el mayor problema de esta adaptación de la vida de Lincoln es que quiere abarcar demasiado. La vida del 16º presidente de Estados Unidos es bastante rica en sucesos y Griffith pasa demasiado rápido sobre ciertos aspectos de su vida, lo que es de lamentar, y habría ganado al concentrarse sobre menos elementos. Además se puede reprochar al film falta de emoción y dramaturgia, que era el punto clave en las obras más bellas de Griffith. Aquí tenemos la impresión de que todo es recitado como en un dictado, un curso de historia sin verdadero poder dramático. Sin embargo no todo es desechable ni mucho menos. Al ser su primera película sonora, Griffith sale bastante bien parado del empeño, destacando la dicción de sus actores, especialmente Walter Huston como Lincoln. En la puesta en escena, Griffith es bastante clásico aunque eficaz. A veces es un poco torpe, pero el conjunto tiene un buen ritmo y las elipses son correctas. Finalmente, el atractivo mayor de este biopic se encuentra en la vida de Lincoln y en numerosos puntos importantes, tales como la manera en que Ann Rutledge le marcó, sus elecciones, la gestión de la guerra y su manera de verla o incluso su fin, todo marcado por algunas escenas memorables. En resumen, si en conjunto este biopic de Lincoln se parece demasiado a un dictado, queriendo poner en escena toda su vida sin tener tiempo para ello y con falta de una verdadera potencia narrativa, no por ello es menos eficaz e interesante en numerosos puntos. Después de este film, un hombre con talento como Griffith no rodará más que otro film en 1931 y morirá en 1948 en la indigencia.

El director se libera de la suntuosidad de muchos de los films que preceden a este, para relatarnos de una manera sobria, la historia del más famoso presidente de los EEUU (tras George Washington), comenzando desde su nacimiento, incluyendo la guerra de secesión, que lo haría entrar en los anales de la historia, y acabando con su asesinato en el teatro. (Oscar en Film Affinity)

Griffith hizo sólo dos películas sonoras, “Abraham Lincoln” (1930) y “La contienda” (1930). “Abraham Lincoln” fue la última de las películas de Griffith que recibió buenas críticas. El mismo director la promocionó y tanto él como su protagonista, el actor Walter Huston (padre del director John Huston y abuelo de Angelica Huston) recibieron alabanzas. No obstante, el azote de la gran crisis del ’30 no permitió que fuera un éxito comercial y ser la prueba ue el director quería mostrar a la industria que él podia también dirigir películas sonoras. Si bien, la mayoría de sus producciones fueron fracasos comerciales con el tiempo se convirtieron en clásicos indiscutidos. El director fue paulatinamente ignorado por Hollywood y cayó en el más completo de los olvidos. Uno más en la lista. (Culturalmente incorrecto)

El penúltimo film de uno de los directores más importantes de la historia del cine puso en evidencia su escasa adaptación al lenguaje que imponía el sonoro. Propone una aproximación biográfica al carismático presidente norteamericano que en conjunto resulta algo deslavazada. Diversos momentos de considerable fuerza visual le confieren un evidente atractivo dentro de sus limitaciones. (Fotogramas)

La película es de dominio público.

Reparto: Walter Huston, Una Merkel, William L. Thorne, Lucille La Verne, Helen Freeman, Otto Hoffman.


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