Cyril, un niño de once años, se escapa del hogar de acogida, donde su padre lo dejó después de prometerle que volvería a buscarlo. Lo que Cyril se propone es encontrarlo. Después de llamar en vano a la puerta del apartamento donde vivían, para eludir la persecución del personal del hospicio, se refugia en un gabinete médico y se echa en brazos de una joven sentada en la sala de espera. Así es como, por pura casualidad, conoce a Samantha, una peluquera que le permite quedarse con ella los fines de semana.
Ahora, son los propios cineastas quienes hablan de cuento de hadas al referirse a El niño de la bicicleta, radical ejercicio de concisión narrativa que corre el riesgo de ser subestimado cuando, en realidad, es el afinamiento de su cine social, siempre limpios de paternalismo y sermoneo ideológico. (Jordi Costa en El País del 28 de octubre de 2011)
Los hermanos Dardenne se sacuden un poco su fama de cineastas fatigosos con una película, “Le gamín au vélo”, llena de ritmo, fuerza, sentimiento y hasta intríngulis. Con una cámara menos obsesiva de lo habitual, buscan y ofrecen el interior claroscuro de un chaval que pretende, sin éxito, que su padre lo acepte y poder así abandonar el lugar de acogida en el que lo dejó. La pareja de directores belgas mide con maestría el estado de ánimo, las reacciones, la agresividad, la tozudez y la bondad de este niño rechazado, y aunque no es habitual en su cine, la pugna entre el optimismo y el pesimismo busca aquí nuevos equilibrios. (E. Rodríguez Marchante en ABC del 15 de mayo de 2011)
La idea es conocida. Básicamente: un niño, una bici y un barrio de Bélgica que podría estar en cualquier parte del mundo. Y en medio, una cámara transparente y atenta a cada movimiento de las cosas cuando están quietas. El oxímoron es así de pertinaz. La virtud de su cine, en definitiva, no es otra que la de permanecer en silencio a la espera de la presa. No hay jucios morales, lecturas interesadas, pedagogías innecesarias. La cámara siempre deja espacio entre la pantalla y la retina del espectador. ¿Cine social? Sólo en parte. En realidad, es otra cosa: es cine real, es simplemente cine. Y con milagro al fondo, y todo. (Luis Martínez en El Mundo del 16 de mayo de 2011)
Cámara al hombro,pero sin atosigar nunca al espectador y utilizando una narrativa diáfana y a la vez de gran profundidad temática, los Dardenne se mueven con admirable precisión entre la cotidianeidad y la hondura de sentimientos de sus personajes.(...) En manos del cine comercial, esta sencilla pero también compleja historia sería un quejumbroso y artificial melodrama repleto de tópicos. Pero los Dardenne van más allá y nos obsequian con otra gran película, repleta de claves en estos tiempos de familias desestructuradas. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 28 de octubre de 2011)
No necesitamos invocar a fantasmas neorrealistas para valorar el cine de los Dardenne: la capacidad de síntesis, la falta de sentimentalismo y la catadura moral de su visión del mundo hacen de esta película uno de sus mejores logros, y uno de los más luminosos. (Sergi Sánchez en Fotogramas)
Si con 'El silencio de Lorna' ya mostraron cierta tendencia a la estilización narrativa, caminando tímidamente por el cine de género, en el desarrollo dramático de 'El niño de la bicicleta' los Dardenne se alejan conscientemente de la inmediatez y la suciedad documental para poder distanciarse de lo que cuentan, si acaso poetizarlo, y justificar así algunos giros de guión y personajes novelescos, como el pequeño traficante con el que Cyril se asocia en su fuga permanente del redil social. Pero acaso la variante más sintomática del vuelco que este filme representa en la carrera de los belgas –el tiempo dirá si será pequeño o no– es el factor de esperanza, de confianza en el futuro y hasta en el sistema social, que se deriva de un tramo final capaz de congraciar a Vittorio de Sica con Dreyer, por más que las poéticas de ambos cineastas estén tan enfrentadas entre sí. 'El niño de la bicicleta' es, fuera de toda duda, la película más compasiva, cálida y luminosa de estos cineastas tan necesarios para el cine europeo como lo fueron en su día Roberto Rossellini o Jean Eustache. (Carlos Reviriego en Sensacine)
Gracias a la dirección típicamente sutil de los hermanos Dardenne, El niño de la bicicleta es un drama desgarrador, temáticamente y espiritualmente rico. (Rotten Tomatoes)
El joven Thomas Doret llena su papel con sinceridad y enfoque naturales, y no hay un segundo en que parezca artificial. (Roger Ebert)
"El niño de la bicicleta" aparece y se va en 87 minutos, pero su belleza e intensidad te acompañan mucho tiempo después. (Joe Morgenstern en Wall Street Journal)
Película estrenada en España el 28 de octubre de 2011.
Reparto: Cécile De France, Thomas Doret, Jérémie Renier, Fabrizio Rongione, Egon Di Mateo, Olivier Gourmet.