viernes, 29 de septiembre de 2017

Anatomy of a Murder (1959). Otto Preminger


Frederick Manion (Ben Gazzara), un teniente del ejército, asesina fríamente al presunto violador de su mujer (Lee Remick). Ella contrata como abogado defensor a Paul Biegler (James Stewart), un honrado hombre de leyes. Durante el juicio se reflejarán todo tipo de emociones y pasiones, desde los celos a la rabia. Uno de los dramas judiciales más famosos de la historia del cine.

El film suma crimen, drama y misterio. La historia hace referencia a hechos reales ocurridos en Michigan en 1952, que inspiran la novela de Robert Traver. La narración mantiene el misterio sobre lo que realmente ocurrió y la verdadera responsabilidad de los actores, sin que decaiga el interés del espectador. Lo consigue gracias al hábil uso de la ambigüedad, que no se resuelve ni con el veredicto del Jurado ni con la acción de cierre del film. Construida con sutileza e inteligencia, la ambigüedad confiere a la obra una potente capacidad de fascinación. (Miquel en Film Affinity)

"Como mirada entretenida a un proceso legal, es fascinante, impregnada de una ambigüedad sobre la personalidad humana y las motivaciones que es característica de Preminger, y las localizaciones son increíbles." (Jonathan Rosenbaum)

Otto Preminger no juzga a sus personajes ni elucubra ningún tipo hipótesis acerca de la conducta ética sobre lo que narra y en la dualidad que respira el film teje su mayor virtud. No hay victimas ni victimarios, culpables ni inocentes. Nada es absoluto y la moral se ajusta a las circunstancias. Se exponen los hechos de forma cruel y cotidiana. Con inteligencia y un manejo del lenguaje cinematográfico envidiable aborda temáticas universales conflictivas para el hombre. El dilema moral que despierta la fina línea que separa la verdad de la mentira ha sido a lo largo de la historia un laberinto humano insoslayable. Dueña de un realismo descarnado, defendiendo lo indefendible: el ser humano es desnudado en sus intenciones y las consecuencias son devastadoras para todos: la mujer será castigada, el asesino puesto libre, el abogado no se saldrá con la suya y la justicia habrá sido burlada de la forma más desvergonzada. (En clave de cine)

Excelente película rodada con precisión por el experto Otto Preminger, artífice de Laura (1944) y Cara de ángel (1953). Despierta el interés desde el principio, porque no se revela la culpabilidad o la inocencia del asesino hasta el imprevisible final. El reparto de la película es excelente, y sobresale por supuesto el talante honesto y paciente de Stewart. La crudeza de la descripción verbal de la violación causó sensación en la época de su estreno. Acompaña una fenomenal composición de jazz de Duke Ellington, que también tiene un pequeño papel. Nadie debe perdérsela. (Decine21)

El realizador supera el desafío con suma elegancia y soltura; y así consigue que sus queridos planos secuencia se adapten sin mayor problema a la geografía del juzgado siguiendo a los letrados con sutiles movimientos de cámara por estancias y escaleras; disfrutamos también de estupendas panorámicas para los exteriores y de planos fijos con profundidad de campo para las secuencias que se desarrollan en el interior del juzgado; en éstas últimas el director nos mantiene al tanto de la acción principal desarrollándola en primer termino así como de las distintas reacciones en las sucesivas capas del plano. Sorprende también la utilización de planos subjetivos (algo que Preminger no utilizaba habitualmente) en algunos diálogos con estructura plano contra plano, ejecutados con picados y contrapicados para acentuar los diálogos mantenidos entre el juez (siempre en posición elevada dentro de la sala) y los abogados o los acusados. (Ciclos de cine)

Lo maravilloso de Anatomía de un asesinato es la sensación de cotidianeidad y autenticidad de todo lo que estamos viendo. Preminger estaba llevando a la pantalla, en impecable blanco y negro, un bestseller de un juez retirado Robert Traver que a partir de sus experiencias en el ejercicio de la ley se dedicó a la literatura (y a los libros de pesca, otra de sus aficiones que también se ve reflejado en la película). Así que Preminger no dudó en ambientar la historia realmente donde transcurría la trama, en Michigan, y rodó en Ishpening y Marquette, lugares que conocía perfectamente Traver. Además se valió de los lugareños para que fueran parte del jurado popular y del público que asiste a la sala. El juicio no transcurre de manera épica o con momentos excesivamente emocionantes que apelan al espectador sino con calma mucha calma. Donde nada es negro o blanco. Ni heroico. Sino todo tremendamente humano con luces y sombras pero sin mucho ruido. Y es esa ambigüedad que mantiene durante todo el metraje lo que da tensión a una historia donde como dice James Stewart a una testigo las personas no son ni totalmente buenas ni totalmente malas… son. (El blog de Hildy Johnson)

Excelente melodrama judicial que adaptó una novela de Robert Traver. Inscrito en la mejor tradición de su director, destaca el rigor casi matemático de su composición, en la que no se evidencia ninguna fisura. También sorprende la mezcla de ironía y escepticismo que preside su desarrollo, encerrando una aguda reflexión sobre la Justicia. No menos notable es la banda sonora de Duke Ellington, que tiene una breve aparición. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 19 de junio de 1961.

Título español: Anatomía de un asesinato.

Reparto: James Stewart, Lee Remick, Ben Gazzara, Arthur O'Connell, Georce C. Scott, Eve Arden, Kathryn Grant, Joseph N. Welch, Duke Ellington.





martes, 26 de septiembre de 2017

Ordinary Decent Criminal (2000). Thaddeus O'Sullivan


En el Dublín de nuestros días, Michael Lynch (Kevin Spacey) es un ladrón muy popular que desafía continuamente a las autoridades al tiempo que ama a sus dos mujeres, las hermanas Christine (Linda Fiorentino) y Lisa (Helen Baxendale), y a sus hijos. Mientras su creciente éxito engrandece su ego, el policía Noel Quigley (Stephen Dillane) está decidido a acabar con su carrera.

La intriga, la acción, la sátira a la ética y, si me lo permiten, profesionalidad de ladrones y policías están en su punto justo. Nada rebosa ni hay momentos de pesadez. Argumento sencillo, sin grandes golpes de guión ni giros de esos para la historia. (Elumano en Film Affinity)

Entretenida película sobre los gángsteres irlandeses, basada en un personaje real. Kevin Spacey quedó fascinado por Lynch: “Por una parte, está enfrentado con todos los aspectos del "establishment"; por otro, tiene un hondo sentido del deber, de la lealtad y la fidelidad para con la familia. Me interesó esta yuxtaposición. Me gusta interpretar personajes sobre los que el público no sabe qué pensar.” (Decine21)

"Criminal y decente", una caper movie de las muchas vistas con bastante acción, algo de humor y escaso amor para un film aunque no calamitoso, ciertamente prescindible y poco sorpresivo (aunque lo pretenda). (AlohaCriticón)

Entretenida película, basada en la historia del gánster irlandés Martin Cahill, que contiene una peculiar mezcla de realidad y fantasía, así como inteligentes diálogos, y cuenta con buenas interpretaciones. (El Mundo)

Es un entretenimiento más bien banal, rodado con el eclecticismo que caracteriza el cine de ahora, buscando más la sonrisa fácil que un análisis más enriquecedor del personaje que retrata y del entorno en que se mueve. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 28 de julio de 2000.

Título español: Criminal y decente.

Reparto: Kevin Spacey, Linda Fiorentino, Peter Mullan, Stephen Dillane, Helen Baxendale, Colin Farrell.

lunes, 25 de septiembre de 2017

The Man from Laramie (1955). Anthony Mann


Un capitán del ejército de los Estados Unidos se hace pasar por comerciante y va a Nuevo México para averiguar quién le vendió rifles a los apaches que asesinaron a su hermano. Entre los sospechosos se encuentran un arrogante hacendado, su despiadado hijo y el capataz de su rancho.

El estilo desarrollado por Mann para el western se apoya en bajar un poco la cámara y contrapicar ligeramente los planos con el fin de abarcar más cielo. Así, los fabulosos escenarios, que dejan a la naturaleza expresar su fuerza en imponentes panorámicas, incluyen cielos complejos, donde brillan nubes variadas. En medio de una tónica general de gran esfuerzo físico, los personajes escalan a caballo por zonas increíblemente escarpadas. A su vez, los interiores tienen minuciosidad y delicadeza de pintura flamenca; ropa, muebles, cortinas y maderas están armonizadas en las gamas rojizas y ocres de la tierra y las llanuras. (Archilupo en Film Affinity)

Mann, emplea con maestría el scope (en su primer film rodado en este formato) y demuestra su habilidad para rodar enérgicas escenas de acción, conformando un satisfactorio western psicológico, manejado de manera tensa y perturbadora, que contiene elementos prestados del “Rey Lear” de William Shakespeare. (AlohaCriticón)

Con guión de Philip Yordan y espectacular cinemascope, que realza la belleza del paisaje, Mann sigue fiel a la violencia seca típica de sus westerns, y al héroe solitario que trata de hacer justicia por su cuenta. Pero además recoge una galería de personajes muy bien retratados, donde destacan el inútil y malvado hijo del patriarca ranchero, y el capataz que sí tiene las cualidades que un padre desearía en su retoño. También están bien definidos los intereses amorosos de los personajes. Entre las impactantes escenas de El hombre de Laramie destaca la de Donald Crisp cabalgando locamente para vengar la muerte de su hijo, al modo de un Príamo clamando por su querido hijo Héctor. (Decine21)

Cito al crítico de cine André Bazin con respecto al uso del cinemascope en esta película: “En la mayor parte de los westerns, e incluso en los de John Ford, por ejemplo, el paisaje es un marco expresionista en el cual se inscriben las trayectorias humanas. En los filmes de Mann es un ambiente. El aire mismo se separa de la tierra y el agua. Como Cézanne, que lo quería pintar, Anthony Mann nos quiere hacer sentir el espacio aéreo, no como un contenedor geométrico, un vacío de horizontes y horizontes, sino como una cualidad concreta del espacio. Su cámara cuando filma una panorámica, respira. De aquí el uso tan remarcable del cinemascope, que nunca es utilizado como un nuevo marco. Simplemente, como el pez en un acuario más grande el cowboy está más a sus anchas en la pantalla grande. Si atraviesa el campo nuestro placer es doble, porque lo vemos dos veces más lejos”.
(Ciclos de cine)
 
La película puso fin a la brillante colaboración entre Mann y Stewart, un ciclo que modernizó radicalmente el western tanto desde el punto de vista temático como estético, y fue fundamental para su desarrollo y evolución durante la década siguiente, incluidos los filmes del oeste filmados en Europa. A través del mismo, Mann introdujo en este género un nuevo tipo de héroe, o quizás deberíamos llamarlo antihéroe, caracterizado por su ambigüedad moral y supo integrar como pocos el paisaje en el desarrollo de las historias que contaba, convirtiéndose éste en algunos momentos en el verdadero protagonista de las cintas. (The Wild Bunch)

Película estrenada en España el 30 de enero de 1956.

Título español: El hombre de Laramie.

Reparto: James Stewart, Arthur Kennedy, Donald Crisp, Cathy O'Donnell, Alex Nicol, Aline MacMahon, Wallace Ford, Jack Elam.

viernes, 22 de septiembre de 2017

Crossing Over (2009). Wayne Kramer


Drama sobre la odisea de los inmigrantes ilegales para conseguir el permiso de residencia en Los Ángeles. Max Brogan (Harrison Ford) es un agente de inmigración estadounidense con una peculiaridad: se encariña con toda la gente que debe deportar. Su colega Hamid (Cliff Curtis), de origen iraní, trata de demostrar a su familia lo importante que es ser americano. Un abogado (Ashley Judd) intenta deportar a una chica de quince años, que ha sido acusada de terrorismo. Un joven judío (Jim Sturgess), a pesar de que no es creyente, utiliza la religión de sus padres para asegurarse un trabajo. Cole Frankel (Ray Liotta) abusa de su posición como supervisor de green cards para obtener los favores de una guapa modelo australiana (Alice Eve).

"Una película que peca de una desmedida ambición (...), pero que gana en ese toque policial (...) funciona finalmente la película: porque es un 'Distrito Apache' entre aduanas (...) (Fausto Fernández en Fotogramas)

Realista, emotiva, adulta, dura y en absoluto maniquea, narrada de forma pausada, haciendo correr de forma admirable las diferentes subtramas que contiene el bien engranado guion, con una sobria y efectiva dirección por parte del sudafricano Wayne Kramer, que desde ya, se ha ganado el calificativo de “director a seguir” (The Cooler 2003 y La prueba del crimen 2006), una excelente fotografía y con un surtido de buenas actuaciones por parte de todos y cada uno del abundante y ecléctico casting. (Tiznao en Film Affinity)

Se supone que los personajes deben ser tridimensionales como en el film de Haggis (Crash), donde el mismo personaje puede comportarse en un momento dado de forma mezquina, pero después convertirse en un héroe. Por desgracia, los personajes de Kramer acaban siendo demasiado estereotipados, y algunos muy poco creíbles. (Decine21)

Sí, la película es "defectuosa" (esa clásica queja del crítico remilgado). Si usted está buscando plausibilidad y se resiste a la manipulación, se opondrá a ella. Pero a veces las películas son intrigantes, a pesar de sus defectos, y uno desea seguir viéndolas. Ésta es de ese tipo. (Roger Ebert)

Wayne Kramer, firmante de este drama social cruzado con el thriller hiperrealista, parece querer enmendarle la plana al Paul Haggis de 'Crash', dejándose de buenrrollismos para explorar las relaciones de abuso de poder. (...) Ford es lo más destacable de la cinta, mucho más que himnos o banderas. Como también lo es esa trama fraternal shakespearana que finaliza teñida en sangre. Seguramente porque a Kramer le sienta mejor el territorio de la depredación y el del crimen que el de la alegoría UNICEF. Por ello funciona finalmente la película: porque es un 'Distrito Apache' entre aduanas, multiculturalmente listo para sacudir más cierta cinefilia que nuestras conciencias. (Fausto Fernández en Fotogramas)

Película estrenada en España el 11 de febrero de 2011.

Título español: Territorio prohibido.

Reparto: Harrison Ford, Ray Liotta, Ashley Judd, Jim Sturgess, Cliff Curtis, Alice Braga, Alice Eve.



viernes, 8 de septiembre de 2017

Top Hat (1935). Mark Sandrich


Jerry Travers, un astro de la comedia musical americana, llega a Londres y se instala en la habitación del productor de su obra, Horace Hardwick. El azar le hace conocer a la bella modelo Dale Tremont, que se aloja en la habitación de abajo. Ella le toma, erróneamente, por Hardwick y, al enterarse que está casado (en realidad, y aunque no lo sabe, con una amiga suya, Madge), le rechaza y viaja con su jefe, el modisto Alberto Beddini, a Venecia, donde, por despecho, se casará con él.

Por ello, por sentir de nuevo un escalofrío en nuestra espalda al escuchar sus compases, merece la pena sin ninguna duda revisionar esta película. Y sumergidos en la música. En todas y cada una de sus melodías, hasta “perdonamos” un guión un tanto flojito ó unos decorados al “art decó”. Pero todo vale. En la depresión americana la gente no tenía dinero, pero tenía intacta su capacidad de soñar. Y la pareja Astaire-Rogers entre sombreros de copa, smokings y muselinas les transportaban al mundo de los sueños en alas de la danza. Este es uno de los casos en que para disfrutar con plenitud de una película y juzgarla con justicia es muy aconsejable conocer su historia y las circunstancias que la rodearon. No hacerlo así podría confundirnos fácilmente y calificar de ñoña una película que trataba de ser un hermoso cuento de hadas donde olvidar siquiera por un rato las penurias de una lamentable situación económica. Sin duda lo consiguió. Magistralmente. (Father Caprio en Film Affinity)

Una verdadera delicia. Tiene números maravillosos, como el que tiene lugar en el cenador mientras cae una tormenta. Verdaderamente las canciones de Irving Berling casan a la perfección, y por encima de la que da título al film, hay que destacar la mítica y pegadiza "Cheek to Cheek". (Decine21)

El director es el infravalorado Mark Sandrich, cuyo toque impecablemente superficial maximiza la destreza lujosa y sincopada que tan esencial es para la serie. Estrenada en 1935, en plena Gran Depresión, la espectacularidad, el lujo, los bailes, la música ensoñadora de Sombrero de copa hacen que la película rezume optimismo y que uno se abstraiga de todo durante los 101 minutos que dura su metraje. Obviamente, hasta que sale del cine y se encuentra otra vez con la cruda realidad. (El blog de Manuel Cerdà)

Porque estamos atados por la gravedad y las limitaciones de nuestros cuerpos, porque vivimos en un mundo donde las noticias son a menudo malas y las perspectivas inquietantes, hay una necesidad de otro mundo en algún lugar, un mundo donde viven Fred Astaire y Ginger Rogers. (Roger Ebert)

Uno de los musicales más populares, y también uno de los mejores, de la pareja Astaire-Rogers. Se apoya fundamentalmente en las inolvidables canciones de Irving Berlin y en una apañada coreografía de Hermes Pan, bordada por los protagonistas. Ni la historia que narra ni la realización tienen una excesiva consistencia, pero el espectáculo que depara es de primera. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 7 de abril de 1936.

Título español: Sombrero de copa.

Reparto: Fred Astaire, Ginger Rogers, Edward Everett Horton, Helen Broderick, Erik Rhodes, Eric Blore.