miércoles, 10 de diciembre de 2025

El Sur (1983). Víctor Erice


“La Gaviota” es un caserón situado en las afueras de una ciudad del norte de España. En ella viven Agustín, médico y zahorí, su mujer, maestra represaliada por el franquismo, y su hija Estrella. La niña, desde su infancia, sospecha que su padre oculta un secreto.

La historia de El Sur es la de un exilio interior, el de Agustín, y está contada con una justeza admirable, con una riqueza de matices contenidamente espectacular. Dominan los grises en la pantalla, el claroscuro, aunque las imágenes gocen de una limpia belleza. La realidad aparece quintaesenciada, reflejada en los diálogos precisos, en los recuerdos sugerentes, en las elipsis elegantemente ajustadas. (Pedro Crespo en ABC del 19 de mayo de 1983)

Víctor Erice ocupa un lugar singular en el cine español, siendo descrito como un cronista del paisaje poético interno moldeado por el silencio político y el trauma de la dictadura franquista. El Sur (1983) llegó una década después de su obra maestra fundacional, El espíritu de la colmena (1973), generando una gran anticipación dentro de la crítica y la comunidad cinéfila. El filme, una coproducción entre España y Francia, consiguió una atención crítica inmediata, presentándose en importantes festivales internacionales como el Festival de Cine de Cannes y el Festival Internacional de Cine de Toronto en 1983, además de ganar el Premio de la Crítica en la Mostra Internacional de Cinema de São Paulo en 1984. El guion, acreditado a Erice, se basó en un relato corto inédito de la novelista española Adelaida García Morales (1945-2014), una elección que subraya la predilección del director por un material fuente que ofrece una geografía psicológica en lugar de una trama rígida.

Sin embargo, la historia de producción de El Sur es inseparable de su resultado artístico y su estatus como una "inacabada obra maestra". El filme, que fue rodado en localizaciones de La Rioja como Ezcaray, Santo Domingo de la Calzada y Logroño, sufrió una ruptura estructural irreparable: casi la mitad del guion original fue cercenada. Esta interrupción se debió a un conflicto entre la visión artística de Erice y las restricciones económicas o demandas del productor, Elías Querejeta, lo que se describe como un "doble combate" que terminó con su amistad. Originalmente, el guion de 395 páginas tenía previsto un rodaje de 81 días, pero se canceló cuando solo se habían filmado 170 páginas, debido, en parte, a problemas con la financiación de Televisión Española.

La narrativa se ambienta principalmente en "La Gaviota," una gran casa de campo en las afueras de una ciudad del norte de España, cerca de Ezcaray en La Rioja. Este entorno no es solo un telón de fondo, sino un espacio metafórico de confinamiento psicológico. La veleta en el tejado de la casa, cuya forma es una gaviota, sirve como un marcador objetivo del paso del tiempo y el movimiento exterior, contrastando con la quietud interna de la familia. La dicotomía geográfica entre el Norte, entendido como un espacio de seguridad, control y represión, y el Sur, concebido como el espacio de la pasión, el potencial no vivido y el ser original, configura el drama familiar.

La trama se centra en Estrella, la hija y protagonista, quien es interpretada por Sonsoles Aranguren (a los 8 años) e Icíar Bollaín (a los 15 años). Estrella está fascinada por su padre, Agustín Arenas, a quien ve como una figura heroica con "alguna especie de poder mágico". Agustín es un médico y, simbólicamente, un zahorí (adivinador), cuya profesión de buscador de verdades ocultas bajo la superficie se vincula directamente a la investigación cinematográfica de Erice. Sin embargo, la figura de Agustín, un "outsider" de origen sureño, es enigmática porque oculta su origen y un "primer gran amor". La madre de Estrella, Julia, también contribuye a la atmósfera de silencio y sufrimiento, al ser una maestra que sufrió represalias tras la Guerra Civil.

En la filosofía cinematográfica de Víctor Erice, el cine se considera fundamentalmente "el arte del tiempo," y sus películas están estructuradas para desafiar la progresión lineal. El tiempo se postula como la condición misma de la "fragilidad existencial" que define a sus personajes. Un símbolo crucial de esta investigación temporal y oculta es el péndulo de zahorí de Agustín. A diferencia del reloj en El espíritu de la colmena, este péndulo busca las verdades suprimidas. La trama documenta el momento de la capitulación de Agustín: tras regresar a casa una mañana, "nunca vuelve a usar su péndulo," simbolizando su rendición y el abandono de su identidad sureña y su búsqueda de la verdad.

El Sur es a menudo analizada junto a El espíritu de la colmena, formando un ciclo unificado que aborda el trauma de la posguerra y la iniciación infantil. Ambas protagonistas, Ana y Estrella, son vistas como figuras sucesivas que modelan la "fragilidad humana" y la capacidad de supervivencia. No obstante, existe una evolución temática en el enigma paterno: mientras que el fracaso de Fernando en La Colmena es abstracto y filosófico, el de Agustín en El Sur es más íntimo y trágico, ligado a su relación fallida con Irene Ríos y su huida del Sur. Estrella, a diferencia de Ana, que usa la fantasía como mecanismo de supervivencia, se embarca en una "indagación empírica" para descubrir hechos biográficos sobre su padre.

El guion original, cuya interrupción dejó la obra incompleta, detallaba una continuación sustancial centrada en la investigación de Estrella. El plan narrativo incluía un salto en el tiempo que presentaba a Estrella adolescente, quien confrontaba a su padre en un hotel preguntándole por Irene Ríos. Tras una respuesta evasiva y un ruego de Agustín para que se quedara, Estrella rechazaba su súplica y se marchaba. El clímax fatalista no filmado mostraba el suicidio de Agustín, quien aparecía muerto junto al río. Si se hubiera completado, el filme habría culminado con el viaje de Estrella al Sur, el cual completaría la búsqueda que su padre nunca pudo realizar, llevando a la reconciliación y a la maduración del personaje, e incluso al descubrimiento de un hermanastro.

Al terminar de forma abrupta, la versión existente obliga a la protagonista a permanecer en un estado de anhelo perpetuo. Estrella, al no poder completar el viaje al Sur, queda "condenada toda su vida a girar y hundirse en ese enigma irresoluble". Paradójicamente, el hecho de que El Sur sea una "inacabada obra maestra" refuerza su tema central de la ausencia, la fragmentación y el potencial incumplido. El filme es un elocuente testimonio del coste devastador de la represión y el silencio histórico, capturando la compleja relación entre la memoria personal y la historia nacional. El Sur sigue siendo una obra de culto cinematográfico, demostrando el poder incomparable de la atmósfera, la luz y el misterio para influir en el cine global.

Película estrenada en Madrid el 19 de mayo de 1983 en los cines Amaya y Tívoli.

Reparto: Omero Antonutti, Sonsoles Aranguren, Iciar Bollaín, Lola Cardona, Rafaela Aparicio, Francisco Merino, José Vivó, Chus Lampreave.

viernes, 5 de diciembre de 2025

La caza (1966). Carlos Saura

Tres amigos van de caza a un coto que fue escenario de una batalla durante la Guerra Civil. Todos ellos están pasando por momentos difíciles, separaciones, problemas con el alcohol, de modo que lo que iba a ser una tranquila jornada de caza se convierte en un enfrentamiento entre los tres.

¿Por qué es “La caza” la mejor película producida en España desde hace varios años? En principio, y sobre todo, porque su lenguaje es actual, porque no hay mimetismo en sus imágenes, porque se advierte en la realización un desprecio absoluto por “parecerse a”, por “expresarse como éste o aquél”. No hay, por otro lado, caídas esteticistas. La originalidad de este film, dentro del panorama de nuestro cine, le viene por su sobriedad, por haber dado con la estructura formal que convenía al tema. Es una película de abajo a arriba, intensa y sin concesiones. (José Luis Martínez Redondo en ABC del 29 de noviembre de 1966)

La caza (1966), dirigida por Carlos Saura, es reconocida unánimemente como una obra capital del cine español y un acta fundacional del movimiento conocido como el Nuevo Cine Español. Este filme, coescrito por Saura y Angelino Fons, surgió en un contexto de desafío a la censura imperante en la España franquista. La película, que adopta una narrativa de "sencillez pasmosa" pero que contiene un "universo de símbolos", se estableció como una de las obras más emblemáticas y valientes de la cinematografía española del siglo XX.

La película se realizó durante el tardofranquismo, un periodo en el que el régimen de Franco, bajo el Ministerio de Información y Turismo, buscaba proyectar una imagen de "aperturismo" al exterior. El cineasta aragonés y su productor, Elías Querejeta, explotaron este estrecho margen de maniobra recurriendo a la técnica alegórica y al lenguaje visual para relatar mensajes políticos y críticas sociales, logrando así esquivar la "férrea censura". El cine de Saura, producido junto a Querejeta desde La caza en adelante, se convirtió en un especialista en burlar las tijeras censoras, a veces presentando guiones ampliados con escenas provocadoras para que la censura no reparara en los elementos esenciales de la historia originalmente concebida.

Desde el punto de vista estético, La caza destacó por su extraordinaria factura técnica. La fotografía dura en blanco y negro de Luis Cuadrado fue crucial para establecer la estética del realismo psicológico. Cuadrado innovó con el uso del lente Macro-Kilar, permitiendo encuadres "microfisionómicos" y primeros planos extremos que dotaban a los objetos de un "protagonismo insólito", reduciendo a los cazadores a "cuerpos físicos, sudorosos y frustrados". La música de Luis de Pablo, vital para el tono opresivo, ayudó a crear una atmósfera asfixiante. El rodaje se llevó a cabo en apenas cuatro semanas durante un caluroso agosto de 1964 en los alrededores de Borox, concretamente en Esquivias, Seseña y Aranjuez, una dificultad que contribuyó al realismo extremo y al ambiente árido de la cinta.

La premisa narrativa es, en apariencia, simple: tres amigos de mediana edad —José, Paco y Luis— se reúnen junto con el joven Enrique en un coto privado para una jornada de caza de conejos. No obstante, este coto fue anteriormente el escenario de una batalla durante la Guerra Civil. Los veteranos representan diferentes facetas de la burguesía que se benefició de la victoria, pero están consumidos por problemas personales, como el alcoholismo y las crisis económicas. La caza sirve como un pretexto o "componenda interesada", ocultando los rencores latentes que son exacerbados por el tedio y el calor opresivo de la paramera castellana.

La alegoría central del film reside en cómo la caza de conejos se transforma en la "caza real de hombres", un desenlace violento que demuestra que las heridas del conflicto fratricida aún no habían sanado. Luis es quien verbaliza la idea central, sugiriendo que "la mejor caza es la caza del hombre". El acto final de violencia autodestructiva, donde los tres veteranos se matan unos a otros, es una metáfora incisiva de la persistencia del conflicto en la psique española y de la descomposición del patriarcado franquista. Paco, interpretado por Alfredo Mayo (asociado al cine bélico franquista), personifica la retórica darwinista de que "el fuerte saca al débil".

Enrique (Emilio Gutiérrez Caba) ocupa una posición crucial en la película como el joven testigo. Su relativa ingenuidad respecto a la Guerra Civil subraya la locura de la generación mayor, una yuxtaposición que Saura utiliza para criticar a los veteranos por su incapacidad de reconciliación. Aunque sus interacciones con los mayores lo hacen víctima del impacto de la memoria colectiva, su supervivencia al final de la cinta, capturada en un fotograma congelado de su huida, sugiere una esperanza para el futuro. Enrique huye del "valle de los caídos cinematográfico" y de una sociedad que se le revela traumada y violenta.

La caza obtuvo un reconocimiento inmediato a nivel internacional. Carlos Saura ganó el Oso de Plata a la Mejor Dirección en el Festival Internacional de Berlín de 1966, lo que lo consagró como un gran director. La película fue valorada en el extranjero y comparada con las vanguardias del momento, como el free cinema británico y la nouvelle vague francesa. Incluso el director Luis Buñuel declaró que le había encantado la película y que le hubiera gustado rodarla. Su influencia trascendió fronteras, y el director estadounidense Sam Peckinpah confesó que La caza había impactado profundamente en su carrera.

Hoy en día, La caza sigue considerándose un patrón que permite reflexionar sobre la historia y la condición humana en España. Su relevancia se mantiene viva, ya que la alegoría del enfrentamiento fratricida refleja la polarización política contemporánea. Carlos Saura, uno de los maestros del cine español, fue elogiado por su habilidad para usar la alegoría y exponer una realidad social de una época que aún lucha contra sus contradicciones. Su legado continúa asegurándose; recientemente, se presentó una copia restaurada en 4K en la sección Venice Classics del Festival de Venecia, garantizando su calidad técnica para el disfrute de las generaciones futuras.

Película estrenada en Madrid el 28 de noviembre de 1966 en los cines Gran Vía, Roxy B, El Españoleto, Canciller e Infante.

Reparto: Ismael Merlo, Alfredo Mayo, José María Prada, Emilio Gutiérrez Caba, Fernando Sánchez Polack.

lunes, 1 de diciembre de 2025

Furia en el valle (The Sheepman, 1958). George Marshall


Jason Sweet es un rudo ovejero que se ve obligado a enfrentarse con los ganaderos de la comarca, sobre todo con Stephen Bedford. Dell Payton, una despreocupada chica de frontera, atrae la atención tanto de Jason como de Bedford.

Los lances se suceden rápidamente, y toda la acción tiene un ritmo trepidante, y en todo momento divertido, con una muy afortunada ambientación. Uno de los alicientes más notables de la película es su jovialidad, la tónica humorística que preside en cuanto ocurre, y en la mayor parte de lo que se dice, y, también –es lógico suponerlo- en la pintura de los tipos. (Donald en ABC del 22 diciembre de 1959)

The Sheepman, una comedia wéstern estadounidense de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) estrenada el 7 de mayo de 1958 en Estados Unidos, se erige como un ejemplo fundamental del género a mediados de siglo. La película fue dirigida por el veterano George Marshall, conocido por su habilidad para mezclar acción y comedia en filmes como Arizona (1939). Su narrativa es engañosamente simple: Jason Sweet (Glenn Ford), un tahúr, gana un rebaño de ovejas en una partida de póquer y decide transportarlas en tren al corazón de Powder Valley, un territorio dominado por los ganaderos. El uso de una locomotora, la Virginia & Truckee #11, "The Reno", en los créditos de apertura simboliza esta fuerza disruptiva de la modernidad y la nueva economía impuesta al tradicional país ganadero.

La presencia de Sweet en Powder Valley desencadena la ira del barón ganadero local, el Coronel Stephen Bedford, un papel interpretado por Leslie Nielsen. Glenn Ford, quien en ese momento era el principal atractivo para las taquillas según la encuesta de Quigley de 1958, encarnó al héroe como un pistolero y camorrista experto. El gesto cómico más definitorio de Sweet ocurre en el salón, donde en lugar de pedir el tradicional whisky, Sweet pide un vaso de leche o un puro, un acto de sutil desafío que simboliza su independencia intransigente y su resistencia al statu quo. Este personaje establece su dominio fácilmente, incluso al vencer al matón del pueblo, Jumbo McCall (Mickey Shaughnessy), desafiando así el ritual habitual para demostrar la dureza del héroe wéstern.

El casting de Leslie Nielsen como el villano es notable por una ironía histórica: en 1958, Nielsen era un actor de reparto rígido y confiable en papeles dramáticos. Su personaje, Bedford, es de hecho el antiguo pistolero Johnny Bledsoe, un tahúr que ha adoptado una fachada respetable. Para los espectadores modernos, acostumbrados a la comedia inexpresiva de Nielsen en películas como Aterriza como puedas (1980), ver su actuación dramática seria resulta inherentemente extraño, lo que retrospectivamente añade una capa de meta-humor a la clasificación cómica de la película. La confrontación final se desata cuando Bedford contrata al forajido Chocktaw Neal (Pernell Roberts), a quien Sweet estaba buscando para ajustar cuentas por el asesinato de su prometida.

En el aspecto romántico, Shirley MacLaine interpreta a Dell Payton, el interés amoroso de Sweet. MacLaine estaba en un período de ascenso, habiendo hecho su debut cinematográfico en The Trouble with Harry (1955). Su papel fue elogiado por ser "encantador" y por moverse con éxito entre lo "humorístico y lo inteligente". Su elección entre Sweet y Bedford simboliza la decisión del pueblo entre el antiguo orden ganadero y la nueva independencia. Además, MacLaine ese mismo año protagonizó Como un torrente (1958), por la cual recibió su primera nominación al Premio de la Academia a la Mejor Actriz.

La película no solo fue un éxito de taquilla, sino que también recibió un importante reconocimiento de la industria. El guion, escrito por William Bowers y James Edward Grant (quien también recibió crédito por la historia), fue nominado al Premio de la Academia al Mejor Guion – escrito directamente para la pantalla. Esta nominación confirmó que el guion poseía una sofisticación estructural que trascendía el mero entretenimiento ligero. El director George Marshall fue clave, ya que su experiencia dirigiendo comedias clásicas permitió que el tono del filme fuera "amigable" y mezclara la acción con momentos cómicos.

Comercialmente, The Sheepman demostró ser un gran acierto financiero. Con un presupuesto de $1,283,000, la película generó $1,535,000 de ingresos en taquilla en EE. UU. y Canadá, y otros $2.2 millones a nivel internacional, resultando en una ganancia neta considerable de $976,000. Este éxito ayudó a la estabilidad financiera de MGM a finales de los años 50.

La película subvirtió intencionalmente los tópicoss del género. Por ejemplo, el Marshal del pueblo (Slim Pickens) evita constantemente la confrontación yendo a "pescar cada vez que es probable que haya problemas", satirizando la ineficacia de la ley fronteriza. El héroe, Jason Sweet, encarna al tirador experto y resistente que se parece a los héroes que aparecerían más tarde en el subgénero de wéstern cómico, como en También el sheriff necesita ayuda (1969). Sweet finalmente vende las ovejas para comprar ganado, explicando que solo las mantuvo porque se negaba a ser intimidado, consolidando el tema de la independencia.

The Sheepman perdura como una película clave de la evolución del wéstern. Su estatus de título de catálogo se mantiene, disponible a través de ediciones como Warner Archive en DVD. Reunió a Glenn Ford en su apogeo, a Shirley MacLaine en su ascenso y, a Leslie Nielsen, en un papel dramático que hoy ofrece una capa adicional de comedia involuntaria. La fusión exitosa de un conflicto clásico con un guión agudo y autoconsciente convirtió a esta película de 1958 en un hito de su género.

Película estrenada en Madrid el 21 de diciembre de 1959 en los cines Real Cinema y Torre de Madrid.

Reparto: Glenn Ford, Shirley MacLaine, Leslie Nielsen, Mickey Shaughnessy, Edgar Buchanan, Willis Bouchey, Pernell Roberts, Slim Pickens.


martes, 25 de noviembre de 2025

La diligencia (Stagecoach, 1939). John Ford


Personajes muy variopintos emprenden un largo, duro y peligroso viaje en diligencia. Entre ellos, un fuera de la ley en busca de venganza, una prostituta a la que han echado del pueblo, un jugador, un médico, la mujer embarazada de un militar, un sheriff. Las relaciones entre ellos serán difíciles y tensas. Además, durante el viaje, tendrán que afrontar el ataque de una partida de indios apaches.

Ciertamente, si en esta película no hubiese puesto John Ford su indiscutible inventiva de realizador y sus aciertos técnicos, bien poco quedaría de ella. Se trata de una de aquellas cintas del Oeste. (...) Pese a los paisajes y a la técnica del realizador, por lo archiconocido del asunto (...), la película no pasa de la categoria de mediana. (Miguel Ródenas en ABC del 18 de octubre de 1944)

La película Stagecoach (1939), dirigida por John Ford, es considerada una obra fundamental que supuso el resurgimiento del género Western, elevándolo de la categoría de película de serie B al estatus de película de clase A. Su lanzamiento marcó el inicio de los años de triunfo de Ford como director. Stagecoach se destaca por haber cimentado una de las asociaciones más legendarias del cine con John Wayne, quien tuvo su primer papel protagónico para Ford como el forajido Ringo Kid. El éxito de taquilla de la película en 1939, con ingresos netos de $1.1 millones solo ese año, demostró su atractivo comercial.

Si bien la película se estrenó en 1939, un año sobresaliente para el cine estadounidense, y formó parte de un resurgimiento más amplio de Westerns de clase A, se distinguió rápidamente de títulos contemporáneos como Jesse James y Dodge City. Ford logró combinar caracterizaciones realistas, efectos dramáticos y filmación en locación impresionante para definir el Western como cultura popular y como forma de arte seria. Stagecoach fue la única película Western estrenada entre 1939 y 1941 que fue nominada a un Óscar a la Mejor Película. Su éxito estableció un estándar de calidad y atractivo que las productoras no pudieron ignorar.

La trama es una narración arquetípica de un grupo de extraños forzados a viajar juntos en circunstancias extraordinarias y peligrosas, un concepto a menudo denominado "Película del Arca" (Ark Movie). El guion, escrito por Dudley Nichols en estrecha colaboración con Ford, se basó en el cuento "Stage to Lordsburg" de Ernest Haycox, aunque modificó sustancialmente la narrativa original. El viaje de la diligencia, que va desde Tonto hacia Lordsburg a través de territorio Apache, impulsa la acción a través de tres líneas argumentales centrales: el peligro constante de un ataque, un romance entre el forajido y la prostituta, y la búsqueda de venganza del Ringo Kid.

La diligencia funciona como un microcosmos de la sociedad. Los pasajeros representan diversas clases sociales de la frontera: desde la "élite" representada por el pomposo banquero Gatewood y el jugador Hatfield, hasta aquellos de "menor categoría social", como la prostituta Dallas, el forajido Ringo y el doctor alcohólico Doc Boone. La narrativa utiliza el pathos y el humor para explorar las luchas humanas. Al final de la película, la historia desplaza la pirámide social: el arrogante banquero es arrestado por malversación, y los personajes marginados, como Ringo y Dallas, que son redimidos, logran escapar juntos a su rancho en México. Thomas Mitchell ganó un Premio de la Academia por su interpretación del Doc Boone.

El papel del Ringo Kid fue el despegue de John Wayne, quien hasta ese momento era un actor de Westerns de serie B. Ford se opuso firmemente a la exigencia del estudio de elegir un actor de renombre y eligió a Wayne, que tenía 32 años en el momento del rodaje. Ford ayudó a Wayne a perfeccionar su persona cinematográfica, que se convirtió en el arquetipo del héroe del Western. Su actuación se caracteriza por la contención verbal y una presencia imponente, logrando una mezcla de sinceridad y vulnerabilidad. La escena de su introducción, en la que su figura se magnifica ante la cámara, se considera un momento icónico de la iconografía del género.

Stagecoach fue la primera película de John Ford en ser filmada en Monument Valley, Arizona/Utah, un lugar que se convertiría en su paisaje emblemático. Ford, impresionado por la épica sensación de edad y la monumentalidad de las formaciones rocosas, utilizó el valle para crear una sensación de autenticidad y grandeza. El paisaje de Monument Valley, con sus vastas tomas que empequeñecen a la diligencia, simboliza la lucha de la civilización contra la naturaleza salvaje. Este lugar, que en realidad es un parque tribal dentro de la Nación Navajo, se convirtió en el ícono central del mito del Oeste en el cine, un efecto que Ford repetiría en siete películas más, incluyendo The Searchers (1956).

A nivel técnico, la película fue profundamente influyente. Se sabe que Orson Welles vio Stagecoach unas cuarenta veces antes de filmar Citizen Kane (1941). Ford utilizó un estilo de edición económico y conciso, asegurando que cada escena fuera clara y sin nada superfluo. La película también es legendaria por su secuencia de acción, que fue supervisada por el coordinador de acrobacias y doble de riesgo Yakima Canutt. Canutt realizó el famoso truco en el que un atacante Apache cae bajo los caballos y la diligencia en movimiento, un truco que carece de CGI y requiere gran habilidad.

El filme ha dejado un impacto duradero en la historia del cine. La crítica contemporánea y posterior ha aclamado la película, citándola como el punto de partida del Western moderno y un ejemplo de madurez de estilo. El éxito de Stagecoach llevó a otros directores a explorar el género con mayores estándares artísticos y tecnológicos. 

Película estrenada en Madrid el 16 de octubre de 1944 en el cine Palacio de la Música.

Reparto: Claire Trevor, John Wayne, Andy Devine, John Carradine, Thomas Mitchell, Louise Platt, George Bancroft, Donald Meek, Berton Churchill, Tim Holt. 


viernes, 21 de noviembre de 2025

Asesinato en el Orient Express (Murder on the Orient Express, 2017). Kenneth Branagh


Durante un viaje en el legendario tren Orient Express, el detective belga Hercules Poirot investiga un asesinato cometido en el trayecto, y a resultas del cual todos los pasajeros del tren son sospechosos del mismo.

¿Qué le añade esta versión Branagh a la de Lumet? Pues tecnologia, presunciones de cámara y algo de intención (no muy buena) al personaje de Hércules Poirot que él mismo interpreta que aquí está más preocupado por lucir bonito que de comérselo con una buena salsa provenzal. Le pega preámbulos, exteriores y tren bala a lo que debiera ser una función de interiores, un texto lleno de sutilezas y unas interpretaciones majestuosas (...) Aunque el que más lejos está de Agatha Christie es el propio Kenneth Branagh y su interpretación de Poirot, quien por varias razones, como el sentido del humor, el de la justicia y el de la nostalgia, le resultaría irreconocible a la pluma de la escritora y a la memoria de su lector. (Oti Rodríguez Marchante en ABC del 24 de noviembre de 2017)

La película "Asesinato en el Orient Express" (2017) es una adaptación cinematográfica de la célebre novela homónima de Agatha Christie. Dirigida por Kenneth Branagh, esta producción se convirtió en la cuarta vez que la novela era llevada al cine. El éxito de esta cinta, con un presupuesto de 55 millones de dólares, la estableció como el inicio de la serie de películas de Hércules Poirot de Branagh, siendo seguida por Muerte en el Nilo (2022) y, posteriormente, A Haunting in Venice (2023).

Kenneth Branagh no solo estuvo a cargo de la dirección, sino que también se reservó el papel principal, encarnando al famoso detective belga Hércules Poirot. Esta decisión, combinada con su rol de productor, le generó críticas que lo acusaban de megalómano y de sobredimensionar a su personaje en detrimento de la historia. El filme es notable por su impresionante reparto estelar, considerado "envidiado" en Hollywood, que incluyó a figuras como Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Judi Dench, Penélope Cruz, Willem Dafoe, Daisy Ridley, Josh Gad y Derek Jacobi.

En cuanto al estilo visual y la producción, Branagh revivió su gusto por los repartos internacionales consagrados, en línea con la versión de Sidney Lumet de 1974. La película fue rodada en formato de 65mm, un método que Branagh ya había utilizado en Hamlet (1996), para capturar la belleza de los paisajes y los coloridos interiores del tren. El guion fue escrito por Michael Green y la música fue compuesta por Patrick Doyle, un colaborador habitual de Branagh. Aunque algunos críticos señalaron que la película no aportaba nada nuevo a las adaptaciones previas, su realización se consideró sofisticada y elegante, recurriendo al espectáculo y a los efectos dramáticos.

La historia está ambientada en 1934. Tras resolver un caso complejo en Jerusalén, el detective Hércules Poirot, quien se describe a sí mismo como obsesivo-compulsivo y buscador de equilibrio, debe tomar el Orient Express de regreso a Londres. Durante el trayecto, el tren queda atrapado por una avalancha. A bordo, Edward Ratchett (Johnny Depp), un hombre de negocios inescrupuloso y estafador, es asesinado de una docena de puñaladas. Poirot descubre que Ratchett era en realidad John Cassetti, el secuestrador y asesino de la niña Daisy Armstrong, un crimen que causó la muerte de varios miembros de la familia y el suicidio de una niñera falsamente acusada.

El personaje de Poirot, tal como lo interpreta Branagh, es presentado con un aire grandilocuente y egocéntrico, autodenominándose "el mejor detective del mundo". El director exacerba el arco dramático del detective, elevándolo a un adalid de la justicia. La investigación revela que todos los pasajeros y el conductor del tren tienen conexiones directas con la familia Armstrong o con las víctimas colaterales del caso Cassetti, dándoles a todos un motivo para el asesinato.

El final de la película obliga a Poirot a enfrentar una anagnórisis contradictoria con su concepto de justicia. La trama desvela que los sospechosos actuaron colectivamente, como un "jurado" que buscaba la justicia que la ley no había impuesto. Poirot concluye que la justicia es imposible en este caso, dado que Cassetti merecía la muerte y, a su vez, ninguno de los asesinos merecía ir a la cárcel. En un acto de desequilibrio, Poirot encubre a los culpables, presentando la teoría de un asesino solitario a la policía yugoslava. Esta resolución generó controversia, siendo interpretada como una connivencia con el sistema clasista de su tiempo o una exageración de las posibilidades sociopolíticas del libro. La escena final de la revelación fue, incluso, diseñada por Branagh como una composición inspirada en la Última Cena de Leonardo.

La película fue un éxito financiero indiscutible, recaudando más de $350 millones en todo el mundo. Aunque la crítica fue mixta, se alabó el valor de la producción y el buen desempeño de su reparto. Su éxito comercial consolidó a Branagh como un artesano capaz de manejar eficazmente adaptaciones de alto presupuesto, permitiéndole reinvertir las ganancias en sus proyectos teatrales en Gran Bretaña. No obstante, su puntuación de 61% de críticas positivas en Rotten Tomatoes es inferior a la de su tercera entrega, Misterio en Venecia (77%).

Película estrenada en España el 24 de noviembre de 2017.

Reparto: Kenneth Branagh, Penélope Cruz, Willem Dafoe, Judi Dench, Johnny Depp, Josh Gad, Leslie Odom Jr., Michelle Pfeiffer, Daisy Ridley, Derek Jacobi.