Florián Rey (...) ha llevado a la pantalla este mismo ambiente y estas costumbres con singular acierto. Desde las primeras escenes se adivina el estímulo, la dignidad artística que ha puesto Rey al realizar esta película española, a la que apenas hay reparos que oponerle. Todo en ella tiene ritmo y rango de gran producción con esa vitola arrancada a los detalles que parecen intrascendentes y que, sin embargo, son los que suelen dar valor a producciones cinematográficas de esta índole. Fotografía, interiores, vestuario de la época, y paisajes, como toda la película, es un paso muy considerable en la escala que en sentido ascendente va logrando la cinematografía española. (Miguel Ródenas en ABC del 21 de febrero de 1940)
Adaptación de un celebrado dramón de José Feliu y Codina, que cuenta con numerosas versiones cinematográficas: Enrique Jiménez (1908), Maximiliano Thous (1923) y Benito Perojo (1947). La historia de la moza de Calatayud con copla infamante está narrada con moderada prestancia, aunque sus resultados tengan un regusto casi arqueológico. (Fotogramas)La fuerza expresiva del tema y el sabor del ambiente aragonés (...) no han sido captados del todo por Florián Rey (...). Hay aciertos, eso sí, que confirman las altas cualidades del animador. Pero quedan diluidos en un borroso conjunto de imágenes desigualmente trababas. El guión es inferior a la obra de origen, aunque se ha huido de lo teatral, y los personajes carecen de sincera contextura humana, quizá por el afán de darles carácter cinematográfico. Y no brillan como debieran los intérpretes, bien elegidos. (Fernando Méndez Leite en Historia del cine español I, p. 398)
Donde más se aleja Florián Rey de los estereotipos aplicados
al cine franquista, donde las sorpresas son mayores, es en el aspecto puramente
cinematográfico. Toda la película està llena de una serie de modernidades en el
modo de filmar que no hablan de una cultura pobre, antes al contrario, es un
cine que conserva perfectamente los avances tanto narrativos como estrictamente
cinematográficos de los años anteriores. Frente a la enorme banalización, y a
la copia casi exacta de los modelos norteamericanos de las décadas posteriores,
el cine de los años cuarenta parte de los modelos alemanes expresionistas y –sobre
todo en el caso de Florián Rey- de elementos soviéticos. (María del Carmen
Baliñas Pérez en Actas del congreso Dos décadas de cultura artística en el franquismo, 1936-1956, II, p. 111)
Película estrenada en Madrid el 19 de febrero de 1940 en el cine Avenida; en Barcelona, el 27 de febrero de 1940 en el cine Cataluña.
Reparto: Concha Piquer, Manuel Luna, Ricardo Merino, Ana Adamuz, Manuel Gonzalo, Guadalupe Muñoz Sampedro, María Luisa Gerona.