viernes, 22 de septiembre de 2023

La Dolores (1940). Florián Rey


Dolores, una hermosa joven que trabaja en el mesón de Daroca, es pretendida por el barbero del pueblo y por el labrador más rico de la comarca. Un día se presenta en el mesón Lázaro, un estudiante de latines que se enamora de la chica y es correspondido. Despechado, el barbero inventa la famosa canción de la Dolores, que mancha el honor de la muchacha. Adaptación de un drama de Josep Feliu i Codina.

Florián Rey (...) ha llevado a la pantalla este mismo ambiente y estas costumbres con singular acierto. Desde las primeras escenes se adivina el estímulo, la dignidad artística que ha puesto Rey al realizar esta película española, a la que apenas hay reparos que oponerle. Todo en ella tiene ritmo y rango  de gran producción con esa vitola arrancada a los detalles que parecen intrascendentes y que, sin embargo, son los que suelen dar valor a producciones cinematográficas de esta índole. Fotografía, interiores, vestuario de la época, y paisajes, como toda la película, es un paso muy considerable en la escala que en sentido ascendente va logrando la cinematografía española. (Miguel Ródenas en ABC del 21 de febrero de 1940)

Adaptación de un celebrado dramón de José Feliu y Codina, que cuenta con numerosas versiones cinematográficas: Enrique Jiménez (1908), Maximiliano Thous (1923) y Benito Perojo (1947). La historia de la moza de Calatayud con copla infamante está narrada con moderada prestancia, aunque sus resultados tengan un regusto casi arqueológico. (Fotogramas)

La fuerza expresiva del tema y el sabor del ambiente aragonés (...) no han sido captados del todo por Florián Rey (...). Hay aciertos, eso sí, que confirman las altas cualidades del animador. Pero quedan diluidos en un borroso conjunto de imágenes desigualmente trababas. El guión es inferior a la obra de origen, aunque se ha huido de lo teatral, y los personajes carecen de sincera contextura humana, quizá por el afán de darles carácter cinematográfico. Y no brillan como debieran los intérpretes, bien elegidos. (Fernando Méndez Leite en Historia del cine español I, p. 398)

Donde más se aleja Florián Rey de los estereotipos aplicados al cine franquista, donde las sorpresas son mayores, es en el aspecto puramente cinematográfico. Toda la película està llena de una serie de modernidades en el modo de filmar que no hablan de una cultura pobre, antes al contrario, es un cine que conserva perfectamente los avances tanto narrativos como estrictamente cinematográficos de los años anteriores. Frente a la enorme banalización, y a la copia casi exacta de los modelos norteamericanos de las décadas posteriores, el cine de los años cuarenta parte de los modelos alemanes expresionistas y –sobre todo en el caso de Florián Rey- de elementos soviéticos. (María del Carmen Baliñas Pérez en Actas del congreso Dos décadas de cultura artística en el franquismo, 1936-1956, II, p. 111)

«La Dolores» de Florián Rey se caracteriza por ser con mucho la versión más reivindicativa de la libertad de la mujer filmada hasta entonces, y mucho más avanzada en este áspecto que «Nobleza baturra», lo que se traduce, también, en una cámara más libre… Por lo demás, se trata de una película que a todos los efectos continua la estética del cine republicano de Florián antes de que emergiera un cierto dispositivo franquista y el cine de Cruzada, y no hay ruptura entre ésta y sus otras películas de Cifesa producidas antes de la guerra». (Agustín Sánchez Vidal en «El cine de Florián Rey»)

Película estrenada en Madrid el 19 de febrero de 1940 en el cine Avenida; en Barcelona, el 27 de febrero de 1940 en el cine Cataluña.

Reparto: Concha Piquer, Manuel Luna, Ricardo Merino, Ana Adamuz, Manuel Gonzalo, Guadalupe Muñoz Sampedro, María Luisa Gerona.

viernes, 15 de septiembre de 2023

La promesa (Une promesse, 2013). Patrice Leconte


Alemania, 1912, poco antes de la Primera Guerra Mundial. Un joven licenciado de origen humilde se convierte en secretario y persona de confianza de un rico empresario del acero. El joven visita con frecuencia la casa de su jefe y allí conoce a su esposa, una mujer bella y reservada mucho más joven que su marido. Entre ellos surgirá una relación pasional tan secreta como platónica, pues él no se atreve a revelar sus sentimientos por temor a perder su trabajo.

Patrice Leconte plasmó una historia en cierto modo similar en “El marido de la peluquera”... Pero ha pasado mucho tiempo desde que firmo su titulo más famoso y ahora parece menos inspirado. (Antonio Weinrichter en Abc del 6 de noviembre de 2015)

Pulcro, aromático y un tanto convencional melodrama de época, o Patrice Leconte jugando en la liga de James Ivory. (...) Narrada con vigor, impecablemente ambientada y con magnífica fotografía de Eduardo Serra. (J. Batlle Caminal en La Vanguardia del 6 de noviembre de 2015)

Surge entre las imágenes algún destello de aquel cineasta que tan bien supo dar forma a las políticas del deseo en títulos como La chica del puente (1999). (Daniel de Partearroyo en Cinemanía)

Laconte intenta desactivar el habitual decorativismo de este cine literario por medio de una cámara más nerviosa de lo habitual. No es que la utilice en mano, pero sí acude a pequeños reencuadres y movimientos que pretenden huir del pictoricismo y aportar una cierta veracidad al desarrollo de los acontecimientos. Se trataría, por lo tanto, de esquivar la teatralidad adentrándose en la acción. Pero esta combinación de realismo y estilización, que Laconte siempre ha perseguido con ahínco, fracasa cuando uno comprueba que en sus imágenes no hay ni pasión ni distancia, sino una mezcla entre ambas que resulta diluida y confusa. (Carlos Losilla en Sensacine)

Este drama incómodo y desapasionado no transmite ni la sensualidad ni la prolongada sensación de anhelo que requiere esta historia de época sobre un joven secretario que se enamora de la esposa de su patrón. (Justin Chang en Variety)

La angustia de la separación de una década  por parte de los amantes no se puede evocar en cuestión de minutos. (Stephen Holden en The New York Times del 17 de abril de 2014)

A pesar de unas actuaciones decentes, este prometedor montaje dramático conduce a poca cosa de interés real. (Dave Calhoun en Time Out)

Después de un tiempo, no sabía dónde buscar. En cualquier lugar menos en la pantalla. (Peter Bradshaw en The Guardian del 31 de julio de 2014)

Los principales inconvenientes son el decoro grisáceo del ritmo y las imágenes, y la interpretación poco comprensiva de Richard Madden como el antihéroe Fritz. (Jonathan Romney en The Observer del 4 de agosto de 2014)

Pocas veces en el cine contemporáneo (...) hemos captado tan bien el estremecimiento del alma, el estremecimiento de un rostro (...) y el afán incontrolable de encontrar a la persona amada. Magistral. (Franck Garbarz en Positif)

Al no poder transmitir a su película la intensidad de la historia de Stefan Zweig en la que se inspira, Patrice Leconte pinta el deseo reprimido con grandes rasgos convencionales, a pesar de la honorable actuación de sus actores. (Noémie Luciani en Le Monde)

En su deseo de ofrecer un melodrama romántico honesto, Leconte descarta cualquier noción de espontaneidad en sus actores y prefiere el modo "piloto automático". (Mehdi Omaïs en Metro)

Una historia, infinitamente seductora escrita por Stefan Zweig, pero demasiado comedida para resultar cautivadora en la pantalla. (Pierre Vavasseur en Le Parisien)

Leconte filma lo más fielmente posible los tormentos y las emociones de sus personajes, restablece el tumulto bajo la moderación, el peso del tiempo y el de la emoción, y consigue, bajo una falsa apariencia clásica, dar una loca contemporaneidad a un sentimiento que se podría pensar anticuado. (Marie-Elisabeth Rouchy en TeléCinéObs)

Película estrenada en España el 6 de noviembre de 2015.

Reparto: Rebecca Hall, Alan Rickman, Richard Madden, Toby Murray, Shannon Tarbet, Maggie Steed.


miércoles, 13 de septiembre de 2023

El fin del romance (The End of the Affair, 1999). Neil Jordan


Sarah Miles es una mujer apasionada y atrapada en un matrimonio estéril que conoce al novelista Maurice Bendrix durante una fiesta que da su marido Henri, un respetable pero poco interesante funcionario del Estado. Ambos comienzan un apasionado romance. Pero, durante un bombardeo alemán, la casa de Bendrix es alcanzada por una bomba que sorprende a los amantes en la cama. Adaptación de una novela de Graham Greene.

Lástima que Jordan sobrecargue y maree las alforja de la historia, privándola del vuelo libre requerido. De cualquier forma, el espíritu, el fatum, el oficio y las caras ensimismadas hacen que esta película (y estas líneas) carguen más hacia la tercera estrella que al aprobado raspado. Una vez al año, ser romántico desmesurado no hace daño. (Javier Cortijo en ABC del 17 de marzo de 2000)

"Un relato de exacerbado sabor romántico. (...) sumerge a sus turbios personajes en una relación sentimental agitada por la pasión y el rencor." (Miguel Angel Palomo en El País)

Jordan dirige con estilo, deleitándose en sensuales escenas eróticas y en un montaje que combina los varios puntos de vista de la historia, manejando al espectador. El resultado es puro kitsch católico: un melodrama romántico religioso, con adulterio y sacrificio. (Fotogramas)

Si la película no fuera tan deprimente y su pedigrí literario tan distinguido, la resolución sería una telenovela. (Roger Ebert)

Estas no son ideas expresadas simple o fácilmente en la pantalla. Y, sin embargo, Jordan, como hizo con "The Butcher Boy" (1997), ha adaptado brillantemente una obra difícil sin comprometer su complejidad. Tomándose libertades especialmente ingeniosas con la segunda mitad del material de Greene, crea una película perfectamente fascinante que hace plena justicia a la profundidad de sus pensamientos y sentimientos. La película logra ser profundamente conmovedora y elegantemente concisa. (Janet Maslin en The New York Times del 3 de diciembre de 1999)

Bellamente montada, culta y emocionalmente sofisticada, The End of the Affair tiene todo lo que debería tener un romance de época. (Kenneth Turan en Los Angeles Times)

Ningún misterio, ningún defecto, ningún escándalo, ninguna revuelta. No hay altibajos, sino una línea aburrida y sin cambios, que este melodrama ronroneante sigue sin desviarse. (Erwan Higuinen en Cahiers du Cinéma)

Cualquiera que sea el crédito que le demos a la interpretación que el novelista obliga a su lector a aceptar (…), no podemos más que admirar la inteligencia con la que Neil Jordan maneja este difícil material. (Thomas Sotinel en Le Monde)

Desde las primeras imágenes, la música de Michael Nyman envuelve la película y nos transporta al reino de la tragedia y el lirismo. El fin del romance es una película inquietante, que puede molestar a los cínicos y a los desilusionados, pero hará las delicias de los románticos desesperados. (Jean-Christophe Derrien en Cplanet.com)

Neil Jordan alcanza con esta película la zona peligrosa y frágil de la obra maestra y firma lo que debería parecer un clásico. El cineasta ha encontrado el tono, el estilo y los intérpretes que mejor pueden restaurar el universo romántico y trágico de Graham Greene. (Eric Leguèbe en Le Parisien)

Película estrenada en España el 17 de marzo de 2000.

Reparto: Ralph Fiennes, Julianne Moore, Stephen Rea, Ian Hart, Jason Isaacs, Sam Bould.

martes, 5 de septiembre de 2023

La reina (The Queen, 2006). Stephen Frears


Relato de los sucesos políticos acaecidos tras la muerte de la princesa Diana. Se centra sobre todo en las conversaciones que mantuvieron la Reina Isabel y el Primer Ministro Tony Blair para llegar a un acuerdo sobre la petición popular de que se celebrara un duelo nacional.

La valentía con la que se encara la irremediable crítica a los personajes y a la monarquía misma. Sin perderles nunca el respeto (ni de vista), ni uno solo habrá dejado de sentirse dolido. La caricatura es tan sutil y bien ponderada que, al mismo tiempo, es difícil el consenso sobre cuáles han sido mejor tratados y con cuáles el palo ha sido más largo que la zanahoria. Pues bien, sin olvidar nada de esto ni por un instante, el director tiene presente que lo que tiene entre manos no es una patata caliente, sino una película. (Federico Marín Bellón en ABC del 10 de noviembre de 2006)

Frears retrata a Isabel II sin contemplaciones, sirviéndose de la prodigiosa recreación (parece tener el Oscar casi asegurado) de Helen Mirren, quien refleja la fortaleza y desesperación de una reina vulnerable en la intimidad. Porque conoce su condición de objeto, sin duda obsoleto, en tiempos donde la globalidad va más allà de la economía para caer en la pura estulticia. Es un ser anacrónico, consciente del papel de la institución a la que representa en unos días particularment aciagos. En este sentido, la película introduce la metàfora de la caza de un ciervo, otra raza en extinción.Como ella. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 12 de noviembre de 2006)

Un magnífico retrato de cómo una educación castradora (la de la Reina; ¿tal vez también la de Blair?) puede llegar a impedir que una persona inteligente entienda un momento histórico determinado en el que, además, se le demanda que actúe contra sus más íntimas convicciones. (Mirito Torreiro en Fotogramas)

La reina'funciona por momentos como un docudrama de lujo sobre las relaciones de la familia real británica y su vinculación con el primer ministro Tony Blair. Las excelentes interpretaciones de los actores (con una Helen Mirren por fin reconocida como siempre se ha merecido) y cierta pizca de ironía la salvan de ser un mero telefilme de lujo. (Eulàlia Iglesias en Sensacine)

Contada en tranquilas escenas de adecuada conducta y discurso cauteloso, "La Reina" es una fascinante historia de pasiones opuestas: la gélida determinación de Isabel de mantener a la familia real separada y alejada de la muerte de la divorciada Diana, quien legalmente ya no era una royal, y la correcta interpretación que hizo Blair del estado de ánimo de los ingleses, que exigían algún tipo de expresión pública de simpatía por parte de la corona hacia "La Princesa del Pueblo". (Roger Ebert)

La Reina no es una película difícil, [pero] es suficientemente y, sí, maravillosamente artística... (Andrew Sarris)

Una crónica inmensamente entretenida y aparentemente aguda de la semana en que murió Diana. (Richard Corliss en Time Magazine)

La Reina es un interesante estudio de personaje. No hay mucha trama de la que hablar, pero les da a los actores (incluida una espléndida Helen Mirren) la oportunidad de brillar. (James Berardinelli en Reel Views)

El guión de Peter Morgan tiene un tono perfecto: el patetismo y la empatía por la tragedia de la situación se combinan con el ingenio elegante y el humor bien observado de la pieza. (Wendy Ide en The Times)

The Queen es un puro simposio de imágenes reunidas en un montaje paralelo. (Emmanuel Burdeau en Cahiers du Cinéma)

Dos mundos se oponen (...) Frears va más allá de esta dicotomía simplista (...) El personaje se beneficia de la destacada interpretación de Helen Mirren. (Jean-Loup Bourget en Positif)

La complejidad de la situación queda aclarada por un guión milagroso, que combina el conocimiento preciso de los expedientes con un uso juicioso de la ficción. Con discreto virtuosismo, Frears utiliza artificios puramente cinematográficos (...) (Gérard Delorme en Première)

La Reina ofrece una penetrante lectura del acontecimiento al tiempo que ofrece una comedia costumbrista de un virtuosismo irresistible. (Thoma Sotinel en Le Monde)

Película estrenada en España el 10 de noviembre de 2006.

Reparto: Helen Mirren, James Cromwell, Michael Sheen, Alex Jennings, Sylvia Syms, Roger Allam, Helen McCrory, Pat Laffan.