lunes, 26 de junio de 2017

Le plaisir (1952). Max Ophüls


Adaptación de tres cuentos del escritor francés Guy de Maupassant que versan sobre el placer:
- Un hombre extraño, que asiste a un popular baile de máscaras en París, baila hasta caer extenuado. El médico que lo atiende descubre sorprendido que tras la máscara se oculta un anciano. Cuando lo acompaña a su casa, la esposa le cuenta al médico la triste historia del bailarín.
- A Madame Tellier, que regenta un prostíbulo, la invita su hermano Joseph a la primera comunión de su hija. La Madame cierra el negocio y se traslada con sus pupilas a la lejana granja de Joseph para asistir a la ceremonia. Terminada la fiesta, regresan al prostíbulo en medio del regocijo de los hombres, que ya las echaban de menos.
- Un famoso artista se enamora de su bella modelo Josephine. Sólo pinta retratos de ella y alcanza el éxito, pero su historia de amor tiene un final inesperado.

Cuando se degusta una película de Max Ophuls uno tiene la sensación de asistir a un espectáculo de elegancia cinematográfica sin precedentes, de vivir en primera persona un drama en movimiento que crece y crece hasta volverse real. Ophuls filma la vida en movimiento, o mejor aún, filma el movimiento de la vida con un naturalismo y una agilidad como pocos lo han conseguido. La puesta en escena, planificada como un baile de salón, y el control exhaustivo de los elementos espaciales, hacen del cine de este director alemán una verdadera delicia para los sentidos. La cámara de Ophuls camina por la escena como un personaje más, progresa en la trama paso a paso, giro a giro, y representa el espacio con una nitidez minuciosa, describiendo sinuosos movimientos por los decorados de cada película (véase el soberbio plano secuencia que sigue a madame Terrier por toda la mansión en Le plaisir). (Darius Somerset en Film Affinity)

El uso de la cámara, que más que moverse sobrevuela, es magistral. Con secuencias antológicas como la repentina y estrepitosa entrada en el salón de baile del hombre con la careta y su decadente danza hasta que cae desmayado en La máscara, o el brillantísimo plano secuencia con el que se abre La casa Tellier, con el que se nos presenta a las mujeres en el interior del prostíbulo sin que la cámara ose penetrar en él. (Ricardo Pérez Quiñones en Esculpiendo el tiempo)

Max Ophüls remodela el material original con su característica mezcla de genio visual y amarga sabiduría mundana. (Richard Brody en The New Yorker)

Tres episodios, basados en otros tantos relatos de Guy de Maupassant, componen uno de los films más interesantes de su autor. El mejor es el segundo, donde se capta con finura el ambiente de un burdel de finales del ìsiglo XIX. En conjunto es un film brillantísimo tanto por su chispa interna como por su esplendor formal, inspirado en evidentes referentes pictóricos. Film inédito en España.

Película estrenada por TVE el 16 de septiembre de 1985 dentro del ciclo Clásicos del cine francés.

Título español: El placer.

Reparto: Claude Dauphin, Gaby Morlay, Madeleine Renaud, Ginette Leclerc, Mila Parély, Danielle Darrieux, Pierre Brasseur, Jean Gabin, Jean Servais, Daniel Gélin, Simone Simon, Amédée, Paul Azaïs, Antoine Balpêtré.

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