Tres pequeñas historias basadas en concursos radiofónicos, todas ellas enlazadas a través del locutor Gabriel y su prometida. Dos inventores que quieren patentar un pistón y necesitan dinero, un ladrón que contesta a una llamada telefónica mientras está robando y un niño que necesita ir a Suecia para operarse son los protagonistas de estas historias en torno a la radio.
Historias de la radio es un homenaje al medio radiofónico como parte fundamental del día a día en nuestro país a mediados del siglo pasado. Se trata de una tierna comedia costumbrista que, gracias a varios personajes movidos por su optimismo ingenuo, refleja cómo la vida urbana y rural de la época tienen en común la cercanía a través de las ondas a una misma emisora de radio. (Versoddk en Film Affinity)
Cuatro historias costumbristas que desafortunadamente no pueden, o no quieren, evitar la moralina inherente a la época. Buenos actores, y un guión bien urdido del propio director, consiguen un resultado más que aceptable, sobre todo si lo comparamos con algunas de las piltrafillas que hubo de firmar para ser el realizador más importante del régimen. 32 años después el gran Woody Allen, que supongo habría visto la película que nos ocupa, hizo Días de Radio, maravillosa recuperación de su infancia neoyorquina, que retoma la historia del ladrón que participa en un concurso radiado mientras faena en piso ajeno.(Sinuhé en Film Affinity)
El fenómeno de la radiodifusión sugirió uno de los films más inspirados de su director. Pese a la artificiosidad de las diversas historias que montó en torno a la mítica radiofónica, en cada uno de los episodios puede percibirse una parte de la realidad de la época. Sin ser un film redondo resulta francamente simpático y, en todo caso, destaca sobre la media del momento. (Fotogramas)
Reparto: Francisco Rabal, Margarita Andrey, José Isbert, Tony Leblanc, José Luis Ozores, Alberto Romea.
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