En una isla de los Mares del Sur, Walter Eckland (Cary Grant) vive una vida tranquila. Eso cambia cuando lo persuaden para que sirva como vigía de los aliados, vigilando las naves enemigas japonesas. Eckland, cuyo principal interés es beber, demuestra ser malo en su trabajo y es enviado a buscar un reemplazo en otra isla. En cambio, encuentra allí a una maestra abandonada, Catherine (Leslie Caron), y sus alumnas. Después de que Eckland lleva al grupo a su isla, saltan chispas románticas entre la remilgada maestra de escuela y el desaliñado solitario.
Ralph Nelson, el realizador, ha sabido armonizar en el desarrollo, la ambientación y la fluidez. Y el humor fino y agudo, sin concesiones demasiado fáciles, mantiene al espectador en un permanente estado de satisfacción, siempre con la sonrisa en los labios. Imagen y diálogo se complementan entre sí. Hay escenas, que la cámara realza por sí misma con muy buen acierto y otras en las que las frases chispeantes, agudas e intencionadas constituyen el objetivo básico. Por supuesto que los medios técnicos, empezando por la fotografía en color, son irreprochables. (J. Pedret Muntañola en La Vanguardia del 5 de septiembre de 1965)
Operación whisky es una comedia sonriente que refugia su intimidad al amparo paradójico de la guerra. Cary Grant, Leslie Caron y las siete chiquillas del coro de la historia hacen, refugiados en su cabaña, una larga y alegre travesura. Trevor Howard, desde lejos, intenta ordenar aquel pequeño mundo en desorden dramático y circunstancial. La película no pierde en ningún momento su tono de comedia, ni siquiera al contacto hostil y tangente de la guerra. (...) Ralph Nelson, en un escenario corto, pero muy bello de color y de sentido, metió con gracia el menudo ingenio de ests cuento sentimental. (Gabriel García Espina en ABC del 24 de noviembre de 1965)Quizás su nombre no esté en boca de cualquier cinéfilo amante del clásico cuando ha de hacer mención a esos títulos de la comedia estadounidense que son referente universal del género, algo que a mi parecer resulta imperdonable. Vale que lo que aquí podemos encontrar no llega al calado de los Wilder, Cukor o Hawks, pero ello no debería ser impedimento para disfrutar con las muchas delicias que nos reserva el humor muchas veces cínico, otras entrañable, de esta comedia romántica que servidor considera inolvidable. (Sergio Benítez en Espinof)
Grant juega alegremente contra toda una vida de encasillamiento en esta comedia romántica modestamente entretenida... saltan chispas de más de un tipo entre Grant y Caron. (Steven D. Greydanus en Decent Films)
Es una pena que Grant, uno de los mejores actores que jamás haya aparecido en una pantalla de cine, haya registrado esta tontería sentimental como su penúltima película. Interpreta a un vagabundo irascible del Pacífico Sur que se convierte en observador militar en una isla durante la Segunda Guerra Mundial, y descubre que su independencia se ve suavizada por una maestra de escuela francesa y sus siete alumnas empalagosamente dulces. Es cierto que Grant con frecuencia parece como si realmente no quisiera estar allí, perdido en el lodo de esta pálida comedia. (GA en Time Out)
La película transcurre sin sorpresas; lo más probable es que hayas visto un argumento parecido en las películas de batalla de sexos entre Tracy y Hepburn o en La reina de Africa. Aunque Cary Grant se las arregla para aprovechar al máximo el papel, no es suficiente para cubrir el vacío de la película. Uno espera más ingenio en una película con Grant. (Dennis Schwartz)
Entonces, Father Goose es el final de una era, el último vehículo clásico de Cary Grant. Como tal, podemos perdonar sus pequeñas debilidades, como la niña muda a la que le gusta morder los dedos de Grant, la afición al whisky de éste y la disposición de Trevor Howard a dedicar tanto tiempo a Grant. Es como si no tuviera nada que hacer más que esperar a que Grant se comunique por radio. (Brian Koller en Films Graded)
La comedia tiene algunas pequeñas lagunas, sin embargo, pero es bonachona, desprovista de cualquier vulgaridad, cuando en los Estados Unidos hoy en día este género es sólo vulgaridad. El espectador queda bastante sorprendido en el último tercio de la película por una boda que cae como un pelo en la sopa, pero esta extrañeza está tan bien escrita y dirigida que se acepta sin problemas. (Rueducine.com)
Bien por la realización dinámica, sin el menor tiempo muerto, por el guión, al que no le faltan giros, y por los diálogos, ejecutados brillantemente. Una comedia, injustamente un poco olvidada, agradable de principio a fin. Sería una pena privarse de ella. (Sens critique)
Película estrenada en Barcelona el 4 de septiembre de 1965 en el cine Novedades; en Madrid, el 22 de noviembre de 1965 en los cines Gran Vía y Españoleto.
Reparto: Cary Grant, Leslie Caron, Trevor Howard, Jack Good, Verina Greenlaw, Pip Sparke, Stephanie Berrington.