viernes, 7 de junio de 2019

Spider-Man (2002). Sam Raimi



Tras la muerte de sus padres, Peter Parker, un tímido estudiante, vive con su tía May y su tío Ben. Precisamente debido a su retraimiento no es un chico muy popular en el instituto. Un día le muerde una araña que ha sido modificada genéticamente; a la mañana siguiente, descubre estupefacto que posee la fuerza y la agilidad de ese insecto. Las aventuras del hombre araña se basan en el famoso cómic de Stan Lee y Steve Ditko.

Prolija en sus efectos especiales y escenas de acción, que acaban por resultar algo tediosas, el humor salva esta primera entrega (habrá dos más, para mostrar la vigencia de Umberto Eco y su teoría de la “narrativa de la redundancia”), sólo risible en el plano de Spider-Man colgado del mástil donde ondea –sobre los cielos de Nueva York: se ha suprimido la secuencia de una gran telaraña tendida entre las Torres Gemelas– la bandera americana. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 23 de junio de 2002)

Agradable, divertido, simpático, confortable y (aunque con algunas arritmias) trepidante Spider-Man, un maravilloso y entrañable tebeo hecho película, que con redomada astucia aplica literalmente al bueno de Spiderman la organización escénica de la aventura y la leyenda de otro hombre sobrehumano, antecesor suyo, el venerable padre Superman, sin asumir el riesgo de buscar un cauce propio por donde hacer discurrir las aguas propias del nuevo personaje, el chico araña. (Ángel Fernández Santos en El País del 21 de junio de 2002)

El resultado es, pues, de una eficacia demoledora. Por un lado, conserva el espíritu de melodrama juvenil, con toques de la América de Capra y Disney, realista y sentimental, del cómic original, y por otro, sirviéndose, claro, de un siempre impresionante Dafoe, nos ofrece también delirios fantasmagóricos, barrocos y siniestros, propios del zeitgeist neogótico y postindustrial de nuestros tiempos. En definitiva, Spider-Man nos devuelve a un Raimi pletórico, a quien ya hace tiempo que echábamos de menos (de hecho, era más fácil detectarlo en sus simpáticas producciones televisivas, especialmente la delirante Xena: La princesa guerrera, que en sus films más recientes), a la par que satisface las expectativas del fan más freak, llegando también a los espectadores que poco o nada sepan de Peter Parker y sus amigos. Entre otras cosas, claro, por la elección de un perfecto reparto joven, lleno de encanto y belleza. (Jesús Palacios en Fotogramas)

El principal mérito de Raimi consiste en que cada una de las piezas de las que se compone la película, funcione a la perfección: la historia de amor con Mary-Jane, la lucha entre los antagónicos Spider-Man y el Duende Verde, la tensión en la amistad entre Peter y Harry, y la configuración de todo el universo interior del protagonista. Todo ello, aderezado con unas excelentes escenas (para la época) del vuelo del hombre araña por los rascacielos de Nueva York. (Virginia Montes en Sensacine)

Spider-Man es una buena película de entretenimiento con un mensaje muy claro acerca del crecimiento personal, un guión sencillo y varios momentos brillantes. Aunque no se excede en la acción, tiene un buen equilibrio entre narración, diálogos y secuencias movidas, y, como siempre, es un placer buscar a Stan Lee en su cameo de rigor. (Raquel Hernández en Hobby Consolas)

El éxito de esta primera obra radica en la forma que tiene de posponer el momento inevitable en que la película y su personaje tendrán que decidir entre uno de sus dos destinos (...) hasta el punto de inventar, durante el camino, la figura plausible de un superhéroe sentimental. (Patrice Blouin en Cahiers du Cinéma)

Un hermoso trabajo sin pretensiones, por lo tanto, para crédito de Sam Raimi, aunque uno hubiera preferido que tuviera más audacia ... y causticidad. (Yannick Dahan en Positif)

La historia original está bien contada, y los personajes no decepcionarán a nadie que valore los cómics originales. Es en las escenas de acción donde las cosas se desmoronan. (...) El atractivo de las mejores secuencias en las películas de Superman y Batman es que le dan peso e importancia a las imágenes de cómics. Dentro de las reglas básicas establecidas por cada película, incluso tienen plausibilidad. Como lector de los cómics de Spider-Man, admiré los marcos vertiginosos que mostraban a Spidey colgando de alturas terroríficas. Tenía los poderes de una araña y los instintos de un ser humano, pero la película está dividida entre un plausible Peter Parker y un superhéroe intrascendente. (Roger Ebert)

Spider-Man no solo ofrece una buena dosis de diversión, sino que también tiene corazón, gracias a los encantos combinados del director Sam Raimi y la estrella Tobey Maguire. (Rotten Tomatoes)

Película estrenada en España el 21 de junio de 2002.

Reparto: Tobey Maguire, Willem Dafoe, Kirsten Dunst, James Franco, Cliff Robertson, Rosemary Harris, J.K. Simmons.
 

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